-¡Jauregui! - escucho la ojiverde que alguien la llamaba y se detuvo reconociendo aquella voz, iba camino a su casa y lo que menos quería era verle la cara indeseable de Mojon-
-Mahone... - se giró y lo miro con una risa divertida-
-¿Por qué tan feliz? - reía sínicamente-
-No te importa...
-Pues fíjate que si...
-¿En serio? - lo desafiaba-
-Si... - Lauren no supo como pero de un momento a otro aparecieron Luis y Keaton y la miraban maliciosamente-
-¿Qué es lo que quieres? - no podía creer lo cobarde que era Austin, intuía lo que había venido hacer y le daba asco saber que tenía que traer a sus amigos para sentirse más hombre-
-Te dije que me ibas a pagar el haberme quitado a Camila y creo que ha llegado tu hora ¿Cierto chicos? - sus amigos asintieron y se echaron a reír-
-¿Y no pudiste ser más hombre y venir tu solo? - le pregunto en tono burlón - ¿Tan poco hombre eres para necesitar ayuda? - vio como la rabia se apoderaba de Austin - Pareces una niñita...
-¡Me las vas a pagar! - le hizo señas para que sus dos amigos se acercaran a la ojiverde-
-No les tengo miedo... - susurro Lauren botando su mochila y preparándose para lo que venía-
Keaton y Luis se acercaron rápidamente a la ojiverde, intentaron agarrarla pero Lauren fue más rápida y los esquivo dándole un golpe a cada uno.
-¿Eso es todo lo que tienen cobardes? - veía como Luis y Keaton se retorcían en piso, pero no fue consciente de que Austin la atacaría por la espalda cobardemente y la tiraría al piso de una manera casi animal, comenzado a darle patadas por todo el cuerpo-
-¡Suéltala! - alguien más llegaba a la escena y ahora era el turno de Austin de caer al piso - ¡Maldito cobarde! - se tiró encima del cuerpo del muchacho y empezó a golpearlo-
-Camila basta - Lauren sonrió y como pudo se levantó a alejarla de Mahone - Ya mi amor... - levanto a Camila y agarro una de sus manos tranquilizándola-
-Lárgate Austin ¡Lárgate antes de que llame a la policía! - le grito la morena, los primeros en levantarse fueron Keaton y Luis, agarraron a Austin y se lo llevaron, no querían problemas con la Ley - ¿Estas bien? - se giró y miro a la ojiverde inspeccionándola de arriba a abajo-
-Estoy bien... - sonrió de medio lado - Pega como una mujer - se burló - Creo que tus golpes le dolieron más a él... - dijo divertida y Camila finalmente sonrió-
-No sabes el miedo que tuve cuando vi que te estaba golpeando... - se tiró a los brazos Lauren abrazándola fuertemente-
-Es un cobarde... - susurro - En todo caso ¿Qué haces aquí?... - se separó del abrazo y enfrento a Camila que estaba sonrojada-
-Quería verte...
-Me viste hace una hora... - alzo una de sus cejas de manera insinuante-
-Si pero...
-No puedes vivir sin mí, ya lo sé - dijo creía y se ganó un golpe - ¡Ouch! no necesito que tu también me vengas a golpear - se quejó poniendo cara de cachorro-
-Te pego porque eres una creída, arrogante y con el ego muy elevado - se cruzó de brazos-
-Pero así te gusto... - acerco más a la morena a su cuerpo presionando sus labios - ¡Ay! - se quejó separándose-
-¿Que paso? - la miro preocupada -
-Me duele... - señalo su barriga-
-Déjame ver... - levanto la camisa de la ojiverde y vio que tenía roja la parte de las costillas - Sera mejor que entremos... - señalo la casa de Lauren y esta asintió, alzo su mochila que seguía en el piso y de la mano de la morena entraron a la casa-
......
-Quédate quieta... - le pedía la morena-
-Me arde... - se quejaba acostada en su cama, con la camisa levantada, mientras Camila le ponía unas compresas-
-Deja de comportarte como un bebe - sonreía sentada sobre las piernas de la ojiverde - Lindos abdominales - se relamía los labios viendo el abdomen de Lauren - Podría comer fresas con crema sobre el - con sus dedos trazaba líneas juguetonas sobre la piel de la mujer que estaba debajo de ella-
-¿Si?...
-Si... - aseguraba de manera insinuante y se agachaba posando sus labios sobre la piel descubierta de la ojiverde, dejando un recorrido de besos-
-Camila... - suspiraba-
-Tu piel es tan suave... - seguía subiendo hasta encontrarse con los ojos penetrantes de la ojiverde - Dios no sabes lo mucho que... - llevaba sus manos hasta el dobladillo de su blusa y empezaba subirla lentamente-
-Camila... - intentaba detenerla, pero era tarde, Camila ya se había sacado la blusa dejando al descubierto sus pechos cubiertos por su fino sostén negro-
-Quiero hacerlo... - movió sus caderas de manera insinuante logrando que a Lauren finalmente todo se le despertara-
-Dios... - de un solo golpe se sentó sobre la cama con la morena sentada sobre sus caderas - Eres tan sexy - ataco su clavícula, bajo a su cuello mordiéndolo hasta llegar a sus pechos y besarlos por encima del sostén-
-Lauren... - suspiraba echando la cabeza hacia atrás para darle más acceso a la ojiverde, Lauren la estaba matando, su cuerpo sabia lo mucho que deseaba que la ojiverde la tomara y la hiciera suya de una vez por todas-
Poco a poco Lauren fue quitándole el sostén y se relamió los labios cuando tuvo al descubierto sus pechos frente a sus ojos, no dudo ni un segundo en llevárselos a la boca y chuparlos, eran tan suaves y delicados, sonreía de lo erectos que se ponían por el toque de su lengua.
-Tienes mucha ropa... - susurro entre gemidos la morena y jalaba la blusa de Lauren hacia arriba sacándosela-
En un rápido movimiento Lauren coloco a Camila bajo su cuerpo, le quito toda la ropa que le quedaba e hizo lo mismo con ella, se volvió a colocar sobre su cuerpo caliente con sus manos a ambos lado de su cabeza y besaba sus labios-
-Eres tan hermosa, tu cuerpo es tan perfecto - dijo separándose de la boca de la morena, estaba extasiada, vio como Camila bajo su mirada a su erección viéndola por primera vez-
-Dios es... - se relamió los labios y termino por humedecerse, agarro el rostro de Lauren y la acerco más a ella besándola apasionadamente, sintiendo lo dura que estaba su polla sobre su sexo - Lauren... - gemía mientras la lengua de la ojiverde bajaba por su cuello dejando un recorrido de mordidas y besos húmedos, hasta llegar nuevamente a sus pechos los cuales se encargó nuevamente chupar y saborear. Su boca succionaban sus pezones, los mordía y rodeaba lentamente con su lengua haciéndola gemir, después de darles un trato por igual Lauren volvió a subir hasta la boca de Camila encontrándose con su lengua juguetona, comenzó un vaivén sobre el cuerpo de la morena y gimieron al sentir su sexos nuevamente rozarse-
-Mierda Camz... - tenía los ojos cerrados y Camila sonreía, nunca nadie la había llamado así y le parecía muy adorable. La ojiverde abrió los ojos encontrándose con la mirada lujuriosa de morena, estaba más que lista, le dio un último beso y fue bajando por todo su cuerpo hasta llegar a su sexo, lo miro se relamió los labios y se hundió en el-
-Laur... - arqueo la espalda sintiendo la lengua de la ojiverde jugar en su sexo, sus gemidos se volvían más intensos excitando más a Lauren-
La ojiverde saboreo todo ese caliente y húmedo lugar de la morena, succionando su clítoris, Camila llevo una de sus manos hasta su cabellera enredando sus dedos evitando que se quitara.
-¡Mierda! - grito cuando la ojiverde la penetro con su lengua y se aferró a las sabanas, hasta que su cuerpo exploto y las olas de su orgasmo no cesaban. Lauren nuevamente subió por su cuerpo relamiéndose los labios.
-Eso fue... - sonreía satisfecha-
-Lo sé, sabes tan bien... - ataco la boca de la morena que sintió su propio sabor en la lengua de Lauren y su cuerpo se encendió nuevamente - Me vuelves loca - se separó la morena que la miro fijamente y llevo una de sus manos hasta su dura erección y la acaricio de arriba abajo -Camz... - gimió ante el tacto de la morena y cerró los ojos-
-Te quiero adentro... - le susurro sensualmente chupándole el lóbulo de la oreja, la ojiverde se incorporó y busco un condón en unos de los cajones de su mesita de noche, lo saco de funda, se lo coloco y se volvió a situar sobre el cuerpo de la morena, volvió a besarla y se movía sobre ella. Le separo las piernas, sujeto su polla, la guió hasta la entrada de la morena, la humedeció con sus líquidos y lo introdujo lentamente mientras se estremecía.
Camila lanzo un gemido y se aferró a su cuerpo, sintiendo como Lauren la abría por completo, la ojiverde era muy grande y dura.
-Si te hago daño avísame - no sabía porque, pero quería que fuera especial, quería tratar a la morena de la manera más delicada posible - Estas... estas muy apretada - termino por entrar por completo y espero la señal para moverse. Estar dentro de Camila la estaba volviendo loca, llevándola al límite y sentía que en cualquier momento se correría sin ni siquiera embestirla-
-Muévete... - susurro la morena ya entregada al deseo de sentir más. Lauren acato sus órdenes y empezó a salir y entrar de ella lentamente sacándole a ambas gemidos de placer, las envestidas se volvieron más rápidas, el calor de sus cuerpos aumentaba y el sudor se hacía presente cubriéndoles sus cuerpos.
Lauren salía y entraba de un solo golpe sacándole gritos a Camila.
-Dios... mas... mas rápido ¡Mierda! - la ojiverde obedeció y se movía lo más rápido que podía, todos sus sentidos empezaban a nublarse y estaba a punto de perder la cabeza.
Ambas gemían por el placer que estaban sintiendo, Lauren sentía las uñas de Camila clavándose deliciosamente en su espalda, la miro sin dejar de moverse, se veía tan sexy con los ojos cerrados y las mejillas coloradas, mientras se mordía los labios para evitar gritar. Tenía la necesidad de correrse, su cuerpo se lo pedía, pero antes quería que Camila gritara su nombre, quería que se retorciera bajo su cuerpo.
Los gemidos de Camila se volvieron más recurrentes y podía sentir como las paredes internas de su sexo apretaban su miembro haciéndole saber que estaba cerca.
-¡Lauren! - la morena gritaba su nombre mientras sus uñas se enterraban aún más en su espalda poseída por el placer, liberándose por completo. Lauren cerró fuertemente sus ojos dejándose llevar por su orgasmo soltando un fuerte gemido, jadeaba dejándose caer sobre el cuerpo de la morena que enseguida la abrazo mientras recuperaba la respiración.
Se quedaron en silencio y abrazadas recuperándose de todo el placer que habían sentido.
En las cuatro paredes de la habitación de Lauren solo existían ellas dos, solo importaban sus suspiros y los latidos de sus corazones, lo que pasara fuera de allí no importaba, solo ellas...