La poca luz que entraba a la habitación de
Malfoy se veía reflejada en toda la habitación dejando pequeños destellos verdes por todo el lugar.
Quien llevaba un sueño profundo se despertó de golpe al escuchar risas detrás de ella.
Pues Nott y Zabini habían ido como ya era de costumbre a molestar al rubio desde primera hora en sábado.
—Que te hemos dicho de recoger magos vagos de las afueras del castillo Draco, es peligroso, mira a esta aquí tirada.— dijo en tono burlón Blaise.
—Púdrete Zabini— dijo ella levantándose del sofá.
—No es su culpa que parezcas uno Anne— replicó Malfoy caminando hacia ella luciendo impecable.
—No es divertido,— bufó enojada— Es mejor que me vaya ya, ustedes son insoportables.
Tomó sus cosas que había llevado ahí el día anterior y salió corriendo de la habitación, los tres chicos solo rieron al verla casi caer por su enojo.
—¿Qué ha pasado entre ustedes?— preguntó Nott.
—Nada, no ha pasado y nada pasará, así que no pregunten.
—Bien, tranquilo, solo quería hacer plática.
—Si quieres hacer plática háblanos de tu lunática.
—No es divertido pelo güero, no le llames así.
—Tu querías plática, aquí la tienes.
—Se calman los dos, parecen niños— interrumpió Zabini— nosotros veníamos a jugar un poco, no a pelear.
—El empezó— dijo Nott empujando a Malfoy con el hombro.
—¡Oye maldito!— Malfoy lo jalo del cabello hacia atrás.
Ese gesto hizo que Nott lo empezará a manotear para después Malfoy hacer lo mismo.
Blaise no sabía que hacer por lo que impulsivamente lanzó un hechizo inmovilizador.
—Cuando yo digo se calman es por qué se calman, ahora los dos a pedirse disculpas.
Revirtió el hechizo dejando caer a ambos.
—¡Lo siento!—dijeron los dos al mismo tiempo cuando se levantaban.
—Bien, las pláticas para después, ahora es momento de una derrota digna de ajedrez.
El moreno saco de su bolso un gran ajedrez de cristal y lo colocó en el centro del lugar, los tres chicos rodearon el juego y emprendieron su momento de diversión.
Así que mientras ellos jugaban Anne había decidido ir a pasear por el castillo en busca de su única amiga Ginny Weasley.
Pero tras una exhaustiva búsqueda de una hora no logró encontrarla por lo que regreso a las mazmorras.
En el camino iba observando de manera distraída cada rincón del lugar, le gustaba imaginar que de la nada una puerta extraña apareciera en su camino y ella al entrar la transportara a otro mundo, su imaginación volaba demás cuando estaba aburrida.
Mirando cada rincón del lugar su instinto la hizo mirar de su lado izquierdo a alguien escondido entre una viga y un ventanal.
Malfoy estaba ahí mirando a la nada.
Ella sigilosamente se acercó a el, al darse cuenta de que el no sintió su llegada tuvo que interrumpirlo.
—Hola— le dijo ella tomando lugar a lado de Malfoy,—¿Todo bien?
—Todo bien, ¿Que haces tu por aquí?— le preguntó cercándola más a él y rodeándola por la espalda con un abrazo.
—Solo paseaba, estaba aburrida.
—¿Quieres ir a dar un paseo?
No contesto pero asintió feliz, Malfoy se levantó para después ofrecerle la mano y que se fuera con el.
—Deberíamos tener un museo aquí, es aburrido siempre ver o mismo— dijo Anne pasando la vista por los cuatros que habían en el pasillo.
—¡Igual es aburrido siempre ver tu cara, niña insolente!— le contestó el retrato que estaba a su lado.
El mago del retrato se fue molesto a la pintura de a lado, haciendo reír a Anne y a Malfoy con su comportamiento.
—Son tan insoportables, apoyo tu idea del museo.
—Si yo fuera la directora, este lugar sería muy diferente.
—Si fueras la directora entonces tendría que matarte— dijo Malfoy queriendo ser gracioso.
Anne lo soltó de la mano y cruzó sus brazos.
—Lo siento,— dijo el ante la incomodidad de sus palabras — pésimo chiste.
—Fue bueno,— ella volvió a sujetar su mano.
—¿Quieres seguir caminando o prefieres ir a un lugar más tranquilo?
—Un lugar tranquilo, me fastidie de buscar a Ginny.
—No entiendo cómo le hablas a ese desperdicio de bruja.
—Tu le hablas a Goyle y a Crabble.
El hizo una mueca de confusión y siguió caminando retornando hacia las mazmorras de la mano de Anne.
—¿Las mazmorras?— preguntó Anne— uh bien.
—¿Quieres ir a otro lugar?
—Podríamos ir a... A la sala de menesteres— dijo algo nerviosa.
El sonrió en su interior y asintió, los dos se dirigieron hacia el sexto piso y al llegar se ubicaron frente a la enorme pared, al entrar el lugar se veía mucho más limpio, algunas piezas estaban ordenadas y la temperatura era perfecta.
—Se ve mas ordenado, me agrada— dijo Anne caminando entre los muebles viejos que habían en el lugar hasta llegar a lo que parecía ser un sofá, lo raro del objeto era que parecía ser lo más nuevo que había en el sitio.
Malfoy no dudó y se lanzó sobre el sofá, después de acomodarse invitó a Anne a sentarse a su lado para luego él poner su brazo al rededor de ella y atraerla hacia el.
Los dos en silencio y después de unos minutos ella volteó a verlo, él se encontraba con el otro brazo recargado en el sofá y su cabeza recostada hacia atrás con los ojos cerrados.
Con sigilo se acercó a él y le dio un pequeño beso en los labios, después de que él reaccionara le siguió con un largo beso, se colocaron minutos después frente a frente para seguir con lo suyo, ella ya lo tenía rodeado del cuello y él tenía in brazo rodeando su cintura y la otra sujetando su rostro.
—Estoy lista— soltó Anne al separarse de él murmurando a milímetros de él.
Malfoy se quedó inmóvil, no sabía si lo que había escuchado era su imaginación o habían sido palabras reales de la mujer que amaba.
—¿que?— preguntó Malfoy.
Anne se alejó un poco de él tapando su rostro con ambas manos— Estoy lista— repitió— pero si tú...
No terminó la oración pues Malfoy ya se había lanzado sobre ella a besarla.
Comenzó con besos suaves, volviendo a tomarla de la cintura, así permaneció unos minutos para después ir recostandola sobre el sofá en el que estaban, ya que ella se encontraba sobre la superficies él se colocó sobre ella, siguió con los besos durante un momento más.
Los miedos de Anne iban desapareciendo en el momento que las caricias de Malfoy tocaban su delicado cuerpo.
quizá era muy pronto para lo que estaba apunto de pasar, quizá eran muy jóvenes para experimentar lo que eran las relaciones, pero en ese momento ninguno de los dos tenía cabeza para cuestionarse las cosas.
En ese momento solo eran dos jovenes enamorados queriendo demostrar cuanto se necesitaban él uno al otro.
Malfoy era el que estaba manejando la situación, los movimientos que él tomaba inmediato los imitaba Anne para ir a su ritmo, y aunque él no era experto el instinto le hacía tener ciertos movimientos que a Anne le agradaban.
Los besos ya no eran suficientes cuando el calor en la habitación había aumentado, Malfoy se despojó de su túnica seguido de su chaleco y camisa así quedándose solo son la parte baja del uniforme.
Anne al ver sobre ella a él rubio con mejillas coloradas y gotas de sudor recorriendo su pálida piel inmediatamente sintió el calor subir hasta sus mejillas y una extraña sensación empezó a hormiguear en la parte baja de su abdomen, imitó el acto de despojarse de sus prendas hasta quedarse solo con lo íntimo, todo ese proceso bajo la mirada hipnotizada de Malfoy.
Y de pronto ahí en una conexión de sus miradas, Malfoy despojó los demás de ambos, y con calma empezó a adentrarse en ella, lento y asegurándose de que Anne no pasara ningún dolor, no sabía si como lo estaba haciendo era la manera correcta, empezó con movimientos que su cuerpo empezó a realizar en automático, de ahí los besos volvieron y las caricias se hicieron presentes.
Anne no sabía que era lo que sentía pero lo disfrutaba, la sensación de calor que Malfoy le provocaba dentro de ella le generaba hormigueos por todo el cuerpo, los sonidos que Malfoy soltaba le cosquilleaban el oído, al igual que para Malfoy ya que los pequeños jadeos que ella soltaba le hacía sonreír al ver que ella si disfrutaba lo que estaba pasando.
Los besos de Malfoy iban de sus labios hasta sus clavículas y de regreso, Anne solo apretaba a Malfoy de ambos extremos de sus brazos, los dos manifestaban sus emociones de diferente manera.
Pasaron un rato más en su intimidad, la velocidad que Malfoy había aumentado la fue disminuyendo de poco a poco hasta quedar agotado, lentamente salió de ella, en definitiva la vista que tenía de ella bajo de él era algo que grabaría en su mente y que esperaba volver a verla y tenerla así,
Tratando de regular su respiración estaban los dos se mantuvieron en calma y silencio, un accio fue conjurado para atraer su ropa ya que había quedado regada por el lugar, Malfoy ayudó a Anne a vestirse para después hacerlo el, al estar los dos ya incorporados en el sofá ninguno de los dos sabía que hacer o decir, había pasado algo muy fuerte para ambos y los nervios de saber si había estado bien o no flotaba por sus mentes,
—¿Todo bien?— Malfoy fue el primero en hablar.
—Si, solo..Si todo bien— dijo Anne tratando de acomodar su corbata y evitando la mirada de Draco.
—¿Quieres algo?¿necesitas algo?— insistía él en hablarle para que ella lo mirara, como no consiguió nada le sujeto la barbilla y giro si rostro hacía el— Si quieres que nos vayamos solo dilo.
Anne asintió con la cabeza y de inmediato Malfoy se levantó, la tomó de la mano y la guió hacia la salida.
Ambos caminaron tranquilos hacia las mazmorras, el tema del clima y de la cena fue lo único que se tocó en el trayecto, al llevar a la sala Comun, ninguno de los dos sabía cómo despedirse.
—Draco— dijo Anne y Malfoy fijó su mirada en ella—Gracias por lo de hoy, solo estoy cansada es todo,—dijo sujetándolo de ambas manos— te quiero.
Él le dedicó una sonrisa y llevo una de sus manos a sus labios para plasmarle un beso en la palma— Gracias a ti, entiendo si estás cansada o apenada, ve a dormir y mañana podemos hablar con calma.
Ella asintió, se acercó a él para darle un largo beso y luego se fue a su habitación.
Ambos tomaron la dirección a sus alcobas, ya ahí cada uno manifestó su sentir a su manera.
Anne escribiendo el día que tuvo sin dar muchos detalles, sintió una gran necesidad de empezar a cantar y a sonreír como tonta, quizá al terminar el momento no supo cómo actuar pero ella sin duda había sentido que había pasado uno de los mejores momentos de su relación; y por otro lado Malfoy solo tomó una larga ducha y se recostó en su cama para recordar todo lo que había pasado en aquella sala.
Habían pasado un gran momento, su intimidad iba ya más haya de dormir juntos, y ambos podían asegurar que de ahora Ana adelante nada podría arruinar lo que ellos tenían.
Ambos se amaban más de lo que marlín podría imaginar.
Hola
K pena, adiós.
Les tqm