Esta mañana me quedé dormida y mi papá no estaba en casa, de no haber sido por Choco, no sé a qué hora me habría despertado. Brinqué de la cama, corrí a lavarme la cara, me vestí y bajé rápido a la cocina, no me daba tiempo para desayunar, así que sólo tomé una manzana, la metí en mi boca y salí al jardín para tomar mi patineta e irme lo más rápido posible, pero me llevé una sorpresa al ver a un chico recargado en su moto esperándome frente a mi casa.
Mordí la manzana y la tomé con mi mano - ¿Qué haces aquí? – pregunté con la boca llena -Vengo a llevarte a la escuela ¿Te vas en patineta? – preguntó señalando esta y asentí - ¿Acaso eres la chica de mis sueños? – rodé los ojos divertida -Bueno, apresúrate. Ya voy tarde- Dylan sonrió y subió a la moto.
Atoré la patineta en mi mochila para poder subir a la moto, me puse el casco y me abracé a él antes de que arrancara.
Se detuvo justo frente a la escuela y más de un curioso volteó a vernos. Me quité el casco y bajé -Gracias- me di media vuelta para volver, pero él me tomó de la mano - ¿Quieres que pase por ti? – no pude evitar sonreír -De acuerdo- me soltó la mano y bajó la visera. Aceleró un poco llamando la atención de todos y reí por lo bajo sintiéndome ligeramente apenada -Adiós hermosa- lo escuché decir debajo del casco y lo vi retirarse.
Me dirigía a la entrada de la escuela cuando escuché a alguien - ¿Sales con él? – al voltear, vi que era Mike -No te interesa- respondí cortante e iba a entrar, pero lo sentí tomarme del brazo -Te vi anoche ¿A dónde fuiste? Regresaron muy tarde-
-Mike, no te interesa, yo no te pido explicaciones con Mona ¿O sí? –
-Apenas lo conoces-
-Eso tú no lo sabes-
- ¿No es el chico que hace poco me dijiste que no era nadie importante-
-Bueno, pues ahora lo es- me zafé de su agarre y seguí caminando, la cara de Mike sólo hizo que mi ego se inflara "¿Acaso Mike Montgomery estaba celoso?"
Al entrar al salón, vi que no había llegado nadie aún, extrañada, miré la hora en mi teléfono, ya habían pasado diez minutos de la hora de entrada, entonces recordé por qué nadie estaba en sus salones. Si tan solo hubiera recordado que hoy sería la feria del libro, me habría demorado un poco más para desayunar.
Salí al patio central y vi a Aria junto con Hanna viendo algunos libros en la mesa -Hola chicas- saludé -Hola- entonces reparé en el cabello de Hanna, tenía mechones negros -Wow- dije viéndola asombrada y ella resopló -Lo odias-
- ¡No! No lo odio, de hecho, me gusta- dije tocándolo -Pero, me confunde el repentino impulso -Sólo quise ser espontanea-
-Hanna, tú no eres espontanea. Tú haces pruebas para cambiar el esmalte de uñas de los pies- dije y tomé un libro. Era La Letra Escarlata y al abrirlo, vi a quien pertenecía: Shana Fring - ¿Qué pasa? – me preguntó Aria y dejé el libro -Nada-
-Cameron- insistió y suspiré con resignación -Era de Shana- Aria me miró asustada - ¿Qué? – me lo quitó de las manos y lo empezó a hojear -Sólo devuélvelo- dije -No, no, no. Sólo un segundo... Por Dios, miren lo que subrayó "Es curioso pensar si el odio y el amor no son la misma cosa en el fondo. Cada uno deja al amante o al que odia sólo y desconsolado cuando su objetivo desaparece"-
-Aria, tal vez sólo es un trabajo- dijo Hanna -No, tiene que ver con Ali, con Jenna y nosotras ¡Esto es sobre ser A! –
- ¡No! Eres tú husmeando en las cosas de Shana cuando deberías estar tratando de olvidarla- dije -Aquí debe haber otra cosa-
-No ¡Ya basta! – se lo quité y lo dejé sobre los otros libros cuando alguien más lo tomó y ese alguien era Mona - ¿Quién no quiere la letra escarlata? Me encanta este libro. Deberían llevarlo, para Ali, si piensa volver a la escuela debería ponerse al corriente ¿Verdad? – dijo sonriente -Que lo consiga después- se apuró en responder Hanna -Llévenle este, Shana no va a necesitarlo- Aria volteó a verla -La transfirieron a Georgia ¿Cierto? –
-No lo sé, apenas me acuerdo de ella- respondí atrayendo la atención de Mona, quien no dejaba de observar a Aria -No te culpo. Mucha gente va y viene por aquí. Shana se va, Ali vuelve. Una se da de baja y otra aparece. Lindo cabello- añadió para después retirarse.
En el almuerzo creímos que sería mejor almorzar afuera de la escuela creyendo que así podríamos evitar las miradas indiscretas, pero eso parecía ser imposible -Es mejor que la cafetería- dijo Spencer y le di una mordida a mi sándwich -No lo creo, aún somos fenómenos. Hoy presentándonos con luz natural- dijo Aria -Somos langostas en el tanque de un restaurante- volteamos a ver a Hanna por tan extraña analogía -Sí, las que están para elegir cuál te quieres comer y luego las vez con una tenaza mordida y unas... bandas elásticas...-
-Hanna, no somos langostas... Tranquila- dije cuando Emily llegó -Hola- dijo sentándose a mi lado -Hola- respondí con el mismo desanimo que mostrábamos todas. Volver a la escuela fue más difícil que nunca -Ahí está- dijo Aria y volteamos a ver a Mona, quien nos miraba sonriente desde la entrada de la escuela -Oigan, está asustándome mucho- murmuró -Sabe que estuvimos en Nueva York, amenazó a Ali ¿Qué tal si sabe lo de Shana? –
-Aria, tomate una foto psicológica, estás dejando que la paranoia se apodere de ti- le dijo Spencer - ¿Tú crees? ¿Cómo sabes que todo esto no es por Shana? –
- ¡Porque no lo es! ¡Es todo por Ali! Me hacen preguntas por ella todo el día- dijo Spencer -A mí también, aunque algunas personas son más consideradas- añadió Emily -Y algunas muy groseras. Alguien me preguntó si era cierto que la alimentaban con carne cruda- dije - ¿Y qué dijiste? – me preguntó Spencer sorprendida -Nada, sólo le devolví la pelota en la cabeza- en ese momento, nuestros teléfonos sonaron al mismo tiempo -Ay por Dios- dijo Aria y tomé el mío -No puede ser- murmuró Emily -No es, es Ali- aclaré y leí el mensaje -Esto es intenso. Dice que no hubo signos de violencia, esperarán los resultados toxicológicos para determinar la causa de la muerte de su madre-
-La causa de muerte fue homicidio, dah- dijo Hanna -tal vez piensan que fue envenenada- sugirió Aria - ¿Cómo saben que no la sepultaron viva? - cuestionó Hanna y miramos a Spencer algo incómodas -No tienen que fingir que no la enterraron en mi jardín-
-Sabemos que tu familia no tuvo que ver con la muerte de la mamá de Ali- dijo Emily -Por supuesto que no, si hubieran sido ellos, no habrían sido tan tontos de sepultarla en su propio jardín-
-Hanna, eso no ayuda mucho- dijo Aria -Claro que sí- espetó. Suspiré profundamente y continuamos almorzando.
Después de que Dylan me recogiera en la escuela, volvió a llevarme al puente abandonado, sólo que con luz de día y sin gente se veía muy diferente - ¿Qué hacemos aquí? – le pregunté - ¿Acaso ya olvidaste que aceptaste deliberadamente una carrera contra Nath? –
-Ah... Sí, sobre eso... Sólo fue el calor del momento, realmente no pienso...-
- ¿Acaso no lucharás por mí? – dijo bromista y rodé los ojos -No, pero hablando en serio. Esa chica está loca, no te dejará en paz y si rechazas la competencia, bueno, aquí las reglas son algo estrictas- fruncí el ceño - ¿Qué pasa si me retracto? –
-Ah... Sólo destruyen tu casa- lo miré perpleja esperando que en algún momento dijera "No te creas, sólo juego" pero eso nunca pasó -Entonces ¿Quieres casa? – suspiré profundamente y caminé hacia la moto, pero antes de subir, él me detuvo -Aguarda, traje esto- descolgó de su hombro la mochila negra que traía y de ella sacó una chaqueta negra bastante gruesa, unos guantes, rodilleras, empeines y unas botas - ¿Estás bromeando? –
-No, quiero regresarte a tu casa entera- volví a rodar los ojos y él me ayudó a ponerme las cosas.
-Listo- tomó el casco y me lo puso -Ahora...- De pronto, me tomó por la cintura cargándome y subiéndome a la moto -Primero, debes insertar aquí la llave- hice lo que me dijo -Ahora, como en los autos, muy importante que estés en neutro, si estás en primera se volverá loca- asentí - ¿Has manejado estándar? –
-Ah... Una o dos veces, siempre se me apagaba-
-Bueno, es el mismo principio, pero más sencillo. En el manubrio izquierdo está el clutch, cada vez que cambies la velocidad, debes presionarlo y soltarlo suavemente. Del lado izquierdo, tienes el freno de la llanta delantera, no lo recomiendo mucho, y si giras esto- dijo moviendo la agarradera hacia el frente -Aceleras. En los pies, de lado izquierdo tienes las velocidades, hacia arriba es primera y hacia abajo neutro, 2, 3, 4 y 5 ¿Vamos bien? –
-Eso creo-
-Bien, de lado derecho tienes el freno de la llanta de atrás, es mejor para evitar salir volando hacia el frente si eres principiante. Ahora, para encenderla, puedes hacerlo de dos formas, con el switch eléctrico que es este botón de aquí- señaló un botón de lado derecho en el manubrio -O, si no tienes suficiente energía, de forma manual con el pie y esta palanca- dijo sacando una palanca que estaba oculta -Y con el botón de emergencia puedes suspender la energía y apagar la moto. Ahora, enciéndela-
- ¿Y si mejor lo hacemos luego? – Dylan me reprochó con la mirada -Bueno- suspiré y fui a presionar el botón, pero él me detuvo -Ah, ah ¿Está en neutro? – revisé el tablero y negué -Sube entonces- hice lo que me pidió y el indicador del tablero cambió -Bien, ahora sí- presioné el botón y en cuanto sentí el motor vibrar debajo de mí, me puse más nerviosa de lo que ya estaba -Bien, empecemos con algo sencillo. Avanza hasta los tanques de allá y frena- asentí y volví a suspirar. Alcé un pie y con el otro metí la primer velocidad, pero cuando solté el clutch, esta se apagó -No lo lograré-
-No digas eso, es la primera-
Y después de casi dos horas, logré llegar a los tanques sin que la moto se apagara - ¡Bien! – dijo corriendo hacia a mí y chocó mis manos en el aire -Ahora, da la vuelta- me quejé en llanto.
El sábado por la tarde, fui a casa de Emily con el pretexto de que debíamos hacer un proyecto escolar para que mi papá me dejara salir de casa -Estábamos bromeando, riéndonos y de repente se quedó callada- Emily nos habló sobre su almuerzo con Paige y la chica a la que ayudan a entrenar, Sydney Driscoll -Tal vez Paige no quiere acercarse tanto y que la rechaces- opinó Aria -No creo que sea eso- dijo Emily mientras continuaba doblando su ropa limpia - ¿Qué? – le preguntó a Aria ya que no la había dejado de ver -Nada-
-Oye, dilo-
-No, nada, es que... He notado que has estado evitando hablar con Ali- cuando Aria dijo eso, recordé las cinco llamadas que tenía de ella el día de ayer -Y tú también- le dijo Spencer -Sí, ya sé, por eso lo he notado, volveremos conmigo en un segundo, tampoco he visto que ustedes la frecuenten en su casa, por cierto- nos miró a Spencer y a mí -Su mamá fue sepultada en mi jardín- respondió Spencer con obviedad y Aria volteó a verme -Y ¿Cuál es tu excusa? -
-No es una excusa, sólo prefiero no verla a explotar en su cara- Ali nos estaba presionando demasiado con respaldar su maldita historia, pero no dejaba de pensar que esto nos metería en un gran problema -Bien, espera, retrocedamos un segundo ¿Qué estás diciendo? ¿Crees que de nuevo temo estar cerca de Ali? – le preguntó Emily y Aria se encogió de hombros - ¿Aún sientes algo por ella? – Emily pareció desconcertada por la pregunta -No lo sé... En serio, no lo sé- Emily rodó los ojos con fastidio -Es absurdo ¿No lo creen? Quisimos esto por tanto tiempo, una vida sin A y con Ali de vuelta, pensé que todo se sentiría como antes, pero no-
-Em- la llamó Aria -Después de lo que pasó con Nate, sentiste... ¿cómo que querías saber todo sobre él también? – Emily pareció meditar la respuesta a la pregunta de Aria y suspiró antes de hablar -Cuando recibí el paquete de la mamá de Nate, estaba obsesionada con eso. No dejaba de pensar cómo fue para ella escribir mi nombre... La persona que tomó la vida de su hijo- miré a Emily atenta -Y... estudié su escritura, imaginando las partes donde sus manos debieron haber temblado-