Capítulo 22
Aun no había soltado a Callum, seguía con mis brazos a su alrededor.
Me separo al instante, al ver la sonrisa irónica en su rostro.
Pero lo importante ahora es que hace Keylan aquí.
No pensé que lo encontraría aquí, creí que tendría que esperar un poco más para que él viniera.
—Gracias por traerme —murmuró.
—Fue todo un placer pequeña Waller.
Paso mi pierna sobre el asiento de esta bestia para bajar, pero no calculo bien la altura a la que tenía que levantarla, me tropiezo y cierro los ojos esperando impactar con el piso.
Siento que alguien sostiene mi mano, al abrir los ojos me encuentro con que Callum sin haberse bajado de su moto, me ha salvado de la caída frente a mi crush.
Hubiera sido un momento muy vergonzoso para mí.
Y ya estaba preparándome mentalmente para enfrentar este momento y guardarlo en la lista de los momentos mas torpes que he tenido frente a el.
—Gracias de nuevo —alego.
Asiente lentamente con el ceño fruncido.
—Nos vemos hermano —grita Callum dirigiéndose al chico tras de mí.
No escucho la respuesta de Keylan, seguramente solo le dio un asentimiento de cabeza como todos los chicos en la actualidad lo hacen.
Me giro, quedando de ese modo frente a frente con Keylan y me acerco lentamente a él. A cada paso que doy mas cerca de el, siento mis mejillas calentarse.
—No sabía que estabas con Callum —indica.
Al no saber que puedo responder me encojo de hombros restándole importancia y empiezo a caminar dirigiéndome a la habitación. Escucho los pasos de Keylan seguirme así que no volteo para mirarlo.
—¿Qué es tan importante? —pregunto a la vez que introduzco la llave en la puerta.
Antes de abrirla Keylan tira de mi abrigo atrayéndome a él, pongo mis manos sobre su pecho duro y definido por lo poco que puedo sentir.
Siento dolor en mis ojos de tanto abrirlos por la sorpresa que me causo.
Siento el calor irradiando de su cuerpo, sus brazos a mi alrededor, todo se detiene a mi alrededor, solo me concentro en la sensación de estar cerca de él, de este modo.
—Espera —murmura sacándome de mis pensamientos. —Hay algo que tengo que decirte.
Lo miro extrañada.
—Si, está bien, pero antes me gustaría darme un baño —informo insegura.
Keylan me mira con el ceño fruncido.
—Claro, ve —habla alzando la voz.
Él afloja su agarre en mi muñeca y empujo la puerta.
Pongo un pie en la habitación sin apartar la mirada de Keylan, actúa un poco extraño.
—¡Feliz Cumpleaños!
Retrocedo un paso atrás, por el susto de los gritos provenientes de adentro. Enfoco mi atención en la habitación y veo a mis amigos.
Dorian, Amelia, Marcus y la persona que pensé que no volvería a ver en mucho tiempo y he extrañado tanto.
Dayse Waller.
Mi hermana.
Al verla con una sonrisa dirigida a mí, siento un nudo en mi garganta, mis ojos empiezan a mojarse de las lágrimas que trato de contener. Quiero correr y abrazarla, pero mis pies no reaccionan.
¡Demonios!
—Feliz cumpleaños Campanita —murmura Keylan envolviéndome en sus brazos.
Pero ahora yo solo puedo pensar en que mi hermana está aquí.
Keylan se separa y me mira, le dedico una sonrisa y entonces ahora mis pies reaccionan.
—Feliz Cumpleaños Eli —dice mi hermana acercándose a mí, doy el paso que me separa de ella y la abrazo.
La abrazo demostrándole lo mucho que la he extrañado, la falta que me ha hecho ella, sus consejos, bromas y berrinches.
Me da miedo soltarla y que pueda irse de nuevo, desapareciendo de mi vida como lo ha hecho, ella y yo siempre hemos sido unidas.
—Dey —susurro.
—Quien diría que mi hermana acaba de cumplir 22 —enfatiza.
Me separa de a poco y yo a regañadientes dejo que lo haga.
—No te vayas —murmuro entre lágrimas.
Dey acaricia mi mejilla y mi cabello.
—No me iré —consuela. —Ahora, tienes invitados a los que saludar —me da un leve empujoncito y me guiña el ojo.
Sin apartar la mirada siento que alguien me abraza con fuerza y me levanta, giro hacia él y es mi mejor amigo.
—Feliz vuelta al sol —alega.
Me hace sonreír porque empieza a dar vueltas y a diferencia de con Callum sé que él no me soltaría.
—¡Dorian!, déjala es mi turno —se queja Amelia.
Mi amigo me pone en el suelo y Amelia me envuelve en otro abrazo al igual que Marcus.
—¡Oye! yo voy primera es mi amiga —discute Lia.
—También es mi amiga hermanita —defiende Marcus.
Ambos empiezan a mirarse de una forma tan intensa que, si las miradas pudieran matar, ellos estarían estrangulándose.
—¿Qué hacen aquí? —pregunto con incredulidad.
—¿Acaso no es obvio? —pregunta Lia poniendo los ojos en blanco.
—Casi arruinas la sorpresa sabes —informa Keylan acercándose a donde estamos todos.
Lo miro extrañada.
No recuerdo haber hecho algo fuera de la universidad hoy, analizo mi día buscando lo que posiblemente pude haber hecho, pero nada viene a mi mente. Fui a la universidad, defendí los dos últimos proyectos, fui por un helado con Callum y de ahí vine aquí.
—¿Cómo...? —empiezo.
Hasta que soy interrumpida por el llanto de un niño.
Miro a mi hermana, quien me mira emocionada acercándose a mi cama.
Entonces lo veo.
Luka, mi sobrino.
El corazón se me hace chiquito al verlo sentado en mi cama, con unos peluches alrededor y algunos juguetes, así como también veo varias bolsas sobre mi cama.
Me acerco, Dey le da un juguete.
—Mami —llama a mi hermana con la voz más hermosa, tierna y dulce que he escuchado en mi vida.
Acaricio el cabello del pequeño y él me mira frunciendo el ceño, luego ve a mi hermana quien le sonríe.
—Está bien, es la tía Elaine —indica, mostrando el amor que le tiene en la manera en cómo le habla a Luka.
El pequeño me observa por unos segundos y me ofrece un juguete.
—Cuando ibas a entrar el pequeño Luka estaba llorando, me sorprende que no lo hayas escuchado —explica Marcus.
—¿Cómo supiste donde encontrarme? —pregunto.
—Dorian, me escribió hace unos días —informa.
Miro a mi amigo con los ojos entrecerrados, por no haberme dicho nada al respecto, el sabia cuanto extrañaba a mi hermana y lo mucho que ansiaba saber algo de ella.
—Si te lo decía, habríamos arruinado la sorpresa —explica.
El resto de la tarde pasamos haciendo bromas entre todos. Dorian y Lia le contaban las anécdotas o más bien ocurrencias que he tenido durante este tiempo a Dey.
Keylan y Marcus habían salido por algo de comer y casi nos olvidamos de la torta helada la cual estaba sosteniendo Lia cuando llegue aquí.
—¿Entonces...?
Miro a mi hermana con curiosidad, está sentada a mi lado en la cama, Lia y Dorian están buscando algo en mi laptop sobre el escritorio.
—¿Entonces? —repito.
—¿Qué hay entre tú y ese chico Keylan? —pregunta curiosa.
Siento la sangre subir a mis mejillas.
—No hay nada —explico con tristeza.
—Elaine te conozco, y créeme que si me dices que él no sabe lo que sientes por él es porque es muy ciego.
Abro mis ojos en sorpresa.
—De verdad es tan obvio —susurro sorprendida.
Ella asiente.
—Deberías decírselo, me agrada —asegura.
A diferencia de Dey yo no estoy tan segura de que Keylan corresponda a mis sentimientos o a mi atracción por él.
—Llego la comida —informan los chicos entrando a la habitación.
No me sorprendió el hecho de encontrar a todos dentro de mi habitación cuando llegue, porque Dorian y Amelia tienen una copia de la llave. Seguramente ahora uno de ellos les presto las llaves.
Mientras comíamos y todos estaban charlando de temas que no me entere, porque estaba viendo a mi sobrino mientras comía él solo sin la ayuda de nadie teniendo tan solo 1 año, puesto un babero.
La última vez que lo vi, estaba en pañales había tenido semanas de nacido y ahora ya camina, y come solo. Por supuesto, mi hermana esta pendiente de cada uno de sus movimientos a la vez que escucha la charla de mis amigos.
—¿Qué harás estas vacacione Eli? —pregunta Dey de repente.
—Tenía pensado ir a ver a mamá y papá el jueves —informo apenada.
Seria una buena idea invitarla a que venga conmigo, podría hacer las pases con mis papas. Y así podrían conocer a su nieto.
—Elaine, yo no puedo ver aun a papá —explica Dey.—Quisiera pasar tiempo contigo, podrías posponer esa visita hasta el fin de semana.
Siento una punzada de tristeza por su respuesta, ella y papá al igual que con mamá no se han hablado durante los últimos dos años, según mi parecer ellos fueron muy duros e injustos con ella, Dey los necesitaba más que nunca, necesitaba saber que no estaba sola, que podía contar con su familia y sin embargo ellos le dieron la espalda y sin estar conformes hicieron que mi hermana pensara que yo también se la daba al no dejarme ir a consolarla como siempre hacíamos.
Suelto un suspiro resignada, también quiero pasar tiempo con mi hermana, apenas están empezando las vacaciones así que podría esperar unos días para poder ir a verlos.
—Si me permiten opinar, es una buena idea, así no nos retrasamos más con lo que tenemos pendiente —explica Keylan apoyado en mi escritorio.
Me encuentro con su mirada y su sonrisa que trata de ocultar.
—Si, está bien —accedo deprisa.
Miro a todos los presentes, Dorian y Lia me miran sorprendidos. Dey se limita solo a reprimir una sonrisa.
Luego de varios segundos tratando de comunicarme solo con la mirada con mis dos mejores amigos, recuerdo que tenía una charla pendiente.
—Lia podemos salir un momento —pregunto.
Me mira con el ceño fruncido.
—Está bien —acepta dudosa. Me pongo de pie y empiezo a caminar hacia la puerta.
—Hey, Elaine no se te olvida algo —indica Dey, con su voz mandona. Niego lentamente —Ponte un abrigo.
Al instante en que mi hermana dice lo último siento una brisa fría recorrer mis brazos haciéndome estremecer. No ha cambiado tanto durante este tiempo, sigue siendo igual de mandona y sigue preocupándose por mí.
—Voy —respondo apresurada acercándome a mi armario y sacando una playera que era de Dorian, un día se la robe de su armario antes de empezar nuestra carrera universitaria.
—¡Oye eso es mío! —se queja Dorian al percatarse de la playera que acabo de ponerme.
—Era —me encojo de hombros.
Niega con la cabeza mientras se ríe y continúa jugando con mi sobrino.
Salimos de la habitación y camino un poco alejándome de la habitación con Lia a mi lado.
—¿Qué le dijiste a Keylan? —pregunto.
Amelia me sonríe con entusiasmo.
—Dime que aceptaste —pide.
No respondo, porque es obvio que espera que le diga que sí, y de hecho lo hice.
—¿Tú que crees? —suelto a la vez que ruedo los ojos.
—Entonces a eso se refería con las cosas que tienen pendientes —chilla.
Le tapo la boca, antes de que alguien la escuche.
—¿Qué planeas? —pregunto cruzándome de brazos y poniendo todo mi peso en una solo pierna.
—Que te de algunas lecciones para que conquistes a tu crush —informa.
—¿No le dijiste quien es el chico? —consulto.
Niega lentamente.
—No te fallaría, solo trato de hacer mi trabajo —indica.
—Y ¿Cuál se supone que es? —pregunto.
—Hacer de cupido, para que dos de mis amigos terminen juntos —explica.
Lo pienso por unos minutos, tratando de analizar todos los posibles escenarios.
—¿De verdad crees qué esto funcione? —pregunto esperanzada.
—Elaine, no has leído libros sobre este cliché, se supone que si pasan tiempo juntos ambos terminaran enamorándose —explica moviendo sus manos.
Tiene razón, pero y si todo sale al revés
—Así como también puede terminar queriéndome solo como a una amiga y me mande directo a la friendzone —informo.
Rueda los ojos ante mi pesimismo.
—Pueden pasar muchas cosas Elaine, pero date cuenta de algo, tu y él no se conocen tanto como para que él termine enamorándose de ti ahora, así que es mejor que se conozcan —explica.
—No creo que este plan salga como queremos —comento.
—Y quizás si salga como queremos —refuta.
Escucho voces a lo lejos, entonces veo a Dorian, Marcus y Keylan dirigirse hacia nosotras.
—Confía en mí, todo saldrá bien —pide Lia guiñándome un ojo.
Los chicos llegan a donde nosotras estamos, así que no puedo responder.
—Es momento de irnos —anuncia Marcus.
Amelia asiente y me da un abrazo. Al separarnos Dorian se despide dándome un beso en la frente. Creo que el problema que tenían mis amigos, que hasta ahora no se que era, ya se ha resuelto, porque ahora pueden estar en el mismo sitio y no ignorarse.
—Tenemos una charla pendiente —habla Dorian.
Asiento, tengo que contarle sobre la propuesta de Keylan y el objetivo de este plan.
Keylan se acerca a mi y me revuelve el cabello, aparto su mano de un manotazo, provocando que el ría y como siempre que lo hace yo también lo hago.
—Nos vemos mañana Campanita —se despide y me da un abrazo, le devuelvo el abrazo y acomodo mi quijada en su hombro, inhalo su aroma el cual me embriaga.
El aroma de Keylan Castle será mi perdición
♡ ゜・。。・゜ ✴ ✩ ✴゜・。。・゜♡
Nota de la autora:
Nos leemos en unos minutos más...
¡Doble actualización!
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