— Voy a ayúdale a Hu Tao un par de horas... ¿estarán bien sin mi mañana?
— Si si, no te preocupes, lo tendré todo controlado.— Tartaglia sonrió.
— Te voy a dejar algunos biberones de leche por si.
— No te preocupes amor, solo serán un par de horas.— Tartaglia le beso las manos.
— Pero cualquier cosa llámame, ¿esta bien?
— Que si...— Sonrió Tartaglia.
Era la primera vez que Zhongli salía de casa y le daba pendiente dejar al bebé, aunque Tartaglia le decía que todo iba a estar bien... Ya en caso de que no pueda estaba la opción de ir a la Funeraria y llevar al bebé. Pero confiaba en que dos o tres horas iban a estar bien. Además a Zhongli le haría bien salir un poco tras permanecer todo el tiempo en el departamento tras el nacimiento.
— Te dejare las botellas suficientes para el bebé.
Zhongli tenía un extractor de leche que se usa para cuándo las madres tienen mucha leche y les duele el pecho, o bien para una emergencia y tener un biberón en caso de no poder amamantar en ese momento.
— Zhongli...
— ¿Qué?.— Vio de reojo a su novio mientras seguía con el extractor.
— ¿Cuántos biberones piensas que se va a tomar en dos horas?.— Tartaglia vio que había alrededor de cinco botellas.
— Creo que estoy nervioso...
Lo cual era normal si era la primera vez que dejaba al bebé.