Melodías del corazón || PJM

By CheilaAbreu_

2.2K 590 71

¡Sin editar! Mérida, una talentosa diseñadora, decidió viajar a Corea del Sur para encontrarse con su amiga... More

Prólogo
Cap. 0
Cap. 1
Cap. 2
Cap. 3
Cap. 4
Cap. 5
Cap. 7
Cap. 8
Cap. 9
Cap. 10
Cap. 11
Cap. 12
Cap. 13
Cap. 14
Cap. 15
Cap. 16
Cap. 17
Cap. 18
Cap. 19
Cap. 20
Cap. 21
Cap. 22
Cap. 23
Cap. 24
Epílogo
Extra
ANUNCIO

Cap. 6

74 22 0
By CheilaAbreu_

Muchas personas a nuestro alrededor, una suave brisa acariciando las hojas de los árboles, el cabello de algunas chicas, el rostro de los que caminaban al contrario de éste, niños jugando, brincando y gritando de alegría, pajaritos en el aire cantando y abriendo sus alas al cielo, yo junto a un cantante que más que un cantante es una bonita persona tanto por fuera como por dentro, sonriendo a mi lado mientras andamos en bicicleta... Todo era perfecto.

El clima estaba de lo mejor, el sol estaba en su punto, los colores del lugar resaltaban con el resplandor de la tarde, Jimin y yo andábamos todo sonrientes en la bicicleta, que luego de tantos intentos y fracasos terminamos montando una de parejas porque un señor había dicho que nos veíamos bien juntos, hasta nos preguntó si éramos pareja, Jimin solo sonrió y me miró, no contestó a la pregunta del señor. En fin, estuvimos andando en bici durante una hora y media, todo fue muy bonito, pero ya se me habían cansado las piernas así que le pedí detenernos un rato.

- Tus piernas son tan cortas. - dijo entre risas, mirándome mientras caminábamos para sentarnos en uno de los banquillos cerca.

- No hables, tú también eres chiquito.

- Pero al menos soy más alto que tú. - me miró con una expresión de satisfacción.

Me senté en el banco, bajo un árbol que quedaba cerca del río.

- Ah, ¿sí? Pues... Ello hay chicos que soy más altos que tú. - le respondí en modo de burla.

- Pero esos chicos no te gustan como yo a ti, ¿o sí?

Pero qué-

Mis mejillas se tornaron de un color rojizo, desvié la mirada y empecé a jugar una vez más con mis dedos.

- ¿Estás nerviosa o apenada?

Mis ojos lo miraron rápidamente topándose con los de él. - Es que me di cuenta de que cada que estás nerviosa, apenada o tímida, empiezas a jugar con tus manos o desvías la mirada. O... ¿Me estoy equivocando?

No se equivocaba. Había acertado en decir ese dato sobre mí, pensé que nunca se daría cuenta, pero me equivoqué. Volví a mirar hacia otro lado aún más apenada que antes, apoyé mis codos sobre mis piernas y con las palmas de mis manos cubrí mi rostro.

Jimin se sentó a mi lado, colocó una de sus manos sobre mi espalda acariciándola junto con mi cabello. En cuanto sentí su mano sobre mi cabeza, mi corazón se detuvo, quité las manos de mi cara, mis ojos estaban sorprendidos por su acción.

- Lamento ponerte así, no fue mi intención. - susurró cerca de mí, su voz erizó mi piel, sentí algo en el estómago, algo extraño, difícil de explicar. - ¿Me perdonas?

Giré la cabeza aún encogida, su mirada se topó con la mía, el rubio tenía una sonrisa en su rostro esperando una respuesta, estaba muy cerca de mi cara cuando lo vi. Rápidamente enderecé mi cuerpo y carraspeé mi garganta.

- Está bien, no hay de qué preocuparse. Al menos ya sabes algo más sobre mí. - aún estaba nerviosa, su mano aún seguía en mi espalda. - Solo no vayas a usar ese dato a tu favor, en un futuro.

Él empezó a reírse, mientras yo lo miré confundida. - ¿Qué, por qué la risa?

- Perdón, es solo que no haría algo como eso, así que no tienes de que preocuparte.

- Bueno. Está bien.

El chico de ojitos lindos se puso de pie frente a mí y me extendió su mano.

- Ven, vayamos por algo de comer.

-------- ≪ °✾° ≫ --------

- Me siento algo apenada porque te hice gastar mucho dinero. - lo miré mientras tomaba del vaso con agua a mi derecha.

- No tienes por qué sentirte así, yo te invité, yo decidí pagar todo, además, eso no es nada. - el chico tomó un sorbo de su jugo de cereza y me miró.

- Igual, me siento muy avergonzada. Si volvemos a salir, seré yo la que pague.

- Pero ni siquiera tienes un trabajo, Mérida. No tienes que preocuparte por cosas pequeñas, no es nada para mí, puedo pagar sin problemas. - me sentí mal por eso, porque tenía razón. Yo no tenía trabajo así que no podía hacer ese tipo de cosas. - Mira, hagamos algo. Cuando consigas el trabajo, me dirás; "hey, Jimin, quieres... No lo sé, ir al cine tal vez, a cualquier lugar", yo te aceptaré y tú pagarás, pero hasta que no lo tengas, déjame eso a mí.

Solo asentí.

Después de haber comido algo, regresamos al parque para devolver la bicicleta, se estaba haciendo de noche así que me dijo que me llevaría a casa. Los dos nos subimos en un taxi sin decir nada más y nos dirigimos a casa de Jisoo.

- Fue muy agradable pasar la tarde junto a ti, Jimin. Gracias. - afirmé una vez que llegamos al lugar. Aún no había bajado del taxi, Jimin me sonrió.

- A mí también me gustó mucho pasar el día contigo. - con su mano colocó el mechón de cabello que caía sobre mi rostro, detrás de mi oreja y prosiguió. - Espero volver a verte pronto y conocer más de ti.

- Lo mismo digo. - abrí la puerta del auto para salir.

- ¿No te vas a despedir? - Jimin me miró, esperando algo más.

Lo miré algo confusa pero igual lo hice. - Cierto, que tengas bonita noche. Te cuidas. - y salí.

Cuando iba a cerrar la puerta, algo evitó que lo hiciera. Jimin, con su mano derecha agarró la puerta saliendo del auto y me miró en silencio. - ¿Sucede algo?

Me abrazó. Sin decir nada, sin dejar que reaccionara, Jimin me abrazó. Sus manos rodearon mi cuerpo con suavidad y delicadeza, su calor corporal se mezcló con el mío en el instante en que nuestros cuerpos se unieron, se sentía irreal. Al principio no supe cómo reaccionar, estaba anonadada con lo que estaba sucediendo en esos momentos, me sentía en las nubes. Mis brazos lo rodearon dejándose llevar, mis ojos se cerraron a momento de seguirle la corriente y abrazarlo, estaba feliz.

- Ahora sí. - su voz en mi oído, su corazón latiendo al mismo ritmo que el mío, nuestro calor corporal mezclado como nuestros perfumes, su cuerpo pegado al mío era más que suficiente para sentir que estaba en un sueño.

Solo unos segundos, unos segundos que se sintieron como horas junto a él, como si el tiempo se detuviera para los dos, pasaron. Los dos nos separamos.

- Que tengas buenas noches, Mérida. Descansa y ten bonitos sueños. - confesó para luego dejar un cálido beso sobre mi mejilla, entrar al taxi y desaparecer entre los demás autos de la calle dejándome ahí, parada frente a la puerta de la casa con más de mil hormonas alborotadas y millones de sensaciones diferentes al mismo tiempo.

¡¿Pero qué acaba de pasa?!

-------- ≪ °✾° ≫ --------

- Ya sé dónde buscar trabajo.

Jisoo me miró asombrada por lo que le había dicho, estábamos comiendo el desayuno. Habían pasado ya tres meses completos desde que había llegado a Corea del Sur, casi tres de que conocí a bangtan y casi tres saliendo con Jimin. Habían pasado ya tres meses, y gracias a Jisoo y los chicos, había conocido parte de lo que es Seúl, gracias a mi compañera y amiga he podido hablar y leer con fluidez el coreano y gracias a ella había sabido cómo conseguir un buen trabajo.

- Ah, ¿sí? Y... Como, ¿De qué o qué?

- Recuerdas que sigo estudiando en la universidad de modo virtual, ¿Cierto?

Ella asintió. - Cierto, casi se me olvidaba. Pero... Y, ¿Qué con eso? Aún no has terminado.

- Bueno, resulta que antes hice unos cursos, tanto de inglés como de diseño gráfico y fotografía también, así que... Me estaba preguntando si big hit necesitaba más gente del staff. Antes había trabajado con fotógrafos profesionales, tengo buena recomendación por parte de ellos, puede que llegase a conseguir un puesto, aunque sea grabando ahí. - me encogí de hombros.

- Hm... No lo sé, creo que te falta más para entrar. - expresó sin titubeos.

Suspiré estresada. Coloqué mis manos sobre mi cabeza dejándome consumir por mis pensamientos negativos. - ¡¡AAAAAAAH!! ¡¡No sé qué hacer!! - me quejé berrinchuda.

- Hey, - Jisoo hizo que me detuviera y la mirara. - Estoy aquí, me tienes aquí para ayudarte.

- ¡Sí, pero ya has hecho suficiente, más que eso! No quiero que te sientas más cargada de lo que supongo que ya estás con mi presencia y tu trabajo y tu poco tiempo libre.

Ella rodó los ojos y volvió a mirarme.

- Escucha pendeja, no eres una carga para mí, ¿Cuándo diablos dije eso?

- ¡Jisoo! - la miré sorprendida. Ella se encogió de hombros dándole poca importancia a la grosería que dijo y siguió hablando.

- Me importa un comino, es mi casa, puedo decir lo que quiera y cuando quiera. - solo asentí. - El punto es que... Somos amigas, casi hermanas, estoy aquí para ayudarte y apoyarte en todo lo que necesites, me tienes y me tendrás siempre.

- ¡Ay, qué lindas palabras! - me levanté para abrazarla, pero...

- No, te quedas ahí. - ella hizo que me volviera a sentar. - Y tranquila, me amas, lo sé, pero no quiero abrazos.

- Está bien. - fue lo único que me salió luego de eso.

Terminamos el desayuno, Jisoo y yo nos levantamos al mismo tiempo de la mesa y lavamos los platos. Ella se terminó de arreglar para ir a su trabajo cuando de repente me acordé de algo.

- Jisoo, se me ocurre algo más, ellos también necesitan personal para maquillar, yo hice un curso de maquillaje profesional, puedo también poner eso en mi currículum.

- Bueno... No suena mal la idea, ya lo has puesto en práctica, así que estaría bien si lo agregaras. - se paró frente a la puerta con llave y cartera en manos y me miró. - Haz el currículum, averigua bien en la página de Hybe y luego lo envías, si te responden, tienes suerte.

Me emocioné tanto que empecé a dar pequeños brincos de felicidad.

- Pero... - prosiguió. - Tampoco te emociones tanto, puede que te pidan que vayas a la reunión, pero no te acepten por muchas razones o excusas que ellos dan así que... Solo sé realista, ¿Okey?

Asentí sonriendo. - Está bien, ya mismo enviaré mi currículum al correo.

- Bien, pero no te emociones, eh. - volvió a advertirme, yo solo asentí. La chica de pelo negro me halo del brazo para abrazarme y dejar un beso sobre mi mejilla, despedirse y alejarse en su auto blanco.

Siempre fui de sentimientos débiles, soy muy sensible cuando se trata de amor y he sufrido mucho por esa razón. Tiendo también a emocionarme con facilidad, es algo que a veces no puedo evitar así que he estado trabajando en eso. Intento siempre controlar tanto mis sentimientos como emociones, no quiero que las personas piensen que soy tan débil y me usen, así que he decidido cambiar un poco eso, ser una persona más fuerte y confiada, y siempre dar lo mejor de mí.

Pasaron dos horas.

Eran las once de la mañana, estaba sentada frente al escritorio de mi habitación con toda la atención al computador. Estaba terminando de escribir el correo para enviarlo cuando me llegó varias notificaciones del grupo de los chicos.

Miré al celular, el cual estaba a mi izquierda, terminé de enviar el correo y lo tomé. En cuanto desbloqueo el celular entro al grupo y me topo con un montón de mensajes de los chicos. Éstos hablaban sobre una pequeña reunión para simplemente hablar en la casa de Namjoon, lo que no entendía era porqué lo estaban escribiendo a este grupo y por qué no simplemente se lo decían personalmente.

Fruncí el ceño, confundida y escribí un mensaje al grupo diciendo que se habían equivocado de chat, ya que lo que planeaban seguro era entre ellos nada más pero un mensaje hizo que me quedara sin palabras.

NJ: No, no nos hemos equivocado de chat.

Los demás le siguieron con un "No" de su parte.

NJ: Si escribimos por aquí la idea, es porque queremos que estén tú y mi prima en la pequeña reunión.

Khe-

- No creo que estén hablando en serio. - pensé en voz baja.

NJ: Y sí, sí estoy hablando en serio.

Entré en pánico cuando Namjoon escribió lo último, mis sentidos se agudizaron haciendo que mirara a mi alrededor, no había nadie, estaba sola, entonces, ¿Cómo supo lo que había pensado?

Me asusté un poco, pero no le presté atención a eso, así que le respondí con un; "¿cuándo la harán?" A lo que había respondido que a la semana siguiente ya que estaban algo ocupados con unos proyectos nuevos.

Acepté la invitación a la reunión, pero el rostro de Jisoo se hizo presente en mi mente.

- Pero ¿ya le dijiste a Jisoo sobre lo que planeas hacer? - a lo que él respondió con un "sí". Eso me dejó más tranquila, ya que, si Jisoo no iba, no podía ir, por más increíble y genial que sonaba la idea no podía ir sin mi chica, son siete hombres y si iba una sola mujer, el ambiente se sentiría pesado e incómodo.

Luego de haber enviado el correo y haber tenido esa conversación con los chicos, me puse una ropa cómoda y unos zapatos para caminar. Había empezado hacer eso desde dos semanas atrás, junto a Jisoo cada que estaba libre, pero como últimamente ha estado ocupada, he decidido hacerlo por mi propia cuenta, como casi todo lo que he aprendido.

- ¿Dónde andabas? Los vecinos no vinieron a quejarse de ti hoy. - Jisoo, quién acababa de llegar a la casa me preguntó. - ¿Acaso tú y Jimin volvieron a salir? Ya deberían de ser parejas, los dos.

Reí ante su comentario. - Bienvenida, querida. También estoy bien, gracias por preguntar. - me levanté del mueble para abrazarla y besarla. - Primero, salí en la mañana a caminar un rato, creo que casi me pierdo, pero no importa, luego regresé a la casa, cociné algo, leí un poco bajo el árbol de atrás y después fui a dormir un rato. Desperté hace una hora y segundo, no, no volví a salir con Jimin, aunque me hubiera gustado y tampoco somos pareja, aún.

La ayudé con las cosas que traía; le quité el abrigo, la cartera y las bolsas de plástico. Éstas las llevé a la cocina y acomodé todo donde iba.

- ¿Por qué no me llamaste para que te ayudará con las cosas de la casa? Podía haber ayudado con la compra.

Ella entró a la cocina en busca de un vaso con agua. - Es muy lindo de tu parte, gracias. Tal vez para la próxima.

- Bueno, pero después no te andes quejando de mí, ¿Okay? - las dos reímos.

Jisoo dejó el vaso sobre el fregadero y me miró. - Oye, y ¿qué pasó con lo del currículum? ¿Lo enviaste?

Asentí. - Así es, lo envíe luego de que te fueras. - el mensaje de Namjoon vino a mi mente. - Oye, ¿es cierto que Nam quiere que vayamos las dos a su casa por unos tragos?

- Así es, ¿Qué sucede?

- Nada, solo preguntaba.

- ¿Tienes miedo porque estarán los hombres que te traen muy hormonal todo el tiempo? - en su rostro apareció una sonrisa malévola.

Me puse algo nerviosa. - ¡¿Qué?! No, ¿cómo crees? No me preocupa. - dije tratando de no darle importancia a la situación.

- Entonces es por Jimin... - no contesté. - ¡Es por Jimin! Tranquila, estaré junto a ti todo el tiempo, no te hará nada.

- Lo sé, él no sería capaz de hacer algo sin algún consentimiento.

El día de la reunión:

- La verdad estoy muy nerviosa, no entiendo por qué, ya he visto a los chicos antes, pero sigo sintiéndome así.

- Tranquila, seguro es porque aún tu cerebro no asimila que todo esto está pasando, pronto lo hará.

Era viernes del mes de junio, mi cumpleaños se acercaba y aún no sabía qué hacer para ese día, casi nunca celebro así que me daba igual si la pasaba como siempre, encerrada comiendo, viendo tele o durmiendo. En fin, Jisoo y yo íbamos en su auto camino a la casa de su primo, el día de la reunión en la casa de Namjoon había llegado, estaba nerviosa a pesar de que ya los había visto y hablado con ellos antes.

Mientras íbamos en la carretera, escuchábamos música, Jisoo cantaba mientras que yo pensaba en las posibles atrocidades que podía cometer si hablaba de más, lo mejor sería no tomar rápido y tampoco beber como si fuera agua. Porque así soy, siempre que salía con mis amigas a fiestas, me tomaba el alcohol como si fuera algún jugo o agua, y luego de suficientes tragos, hablaba hasta por los codos, algunas veces hacía travesuras y otras veces me ponía melancolía. Con el alcohol, definitivamente era un caso serio.

- Solo espero no volverme loca si consumo mucho alcohol, porque estoy segura de que eso es lo que beberemos y no juguito.

- Tranquila, no pasará nada, solo no te lo tomes rápido o terminarás ebria en menos de una hora. - me aconsejó sin quitar su vista del frente. - por cierto, creo que dormiremos allá, como será hasta tarde, no podré manejar a esas horas de regreso así que preparé algunas cosas para ti.

- ¡¿Qué?! - la miré estupefacta. - ¿Por qué no me dijiste antes?

- Solo se me olvidó decirte, por eso te prepare las cosas que necesites.

- ¡Ay no, esto no puede ser! - me quería volver loca. - Y, ¿A qué te refieres con las cosas que necesito? ¿Qué me trajiste?

- Tranquila, no te alteres. Te traje tu cepillo dental, cepillo para el pelo, tú pijama, bueno una de ellas, ropa interior y tu toalla para el cuerpo.

- ¡Igual, debiste decirme antes! Así no hubiera aceptado la invitación.

- Por eso no te dije, porque se si te decía, no aceptarías.

Quería entrar en pánico, ¿cómo no me lo dijo?, ¡acaso estaba loca! Se trata de BTS, de siete hombres treintañeros que me traen loca, incluyendo a uno que me trae como pendeja, enamorada. No podía dormir en el mismo lugar que ellos, sería una abominación para todos, aunque me parece que estoy exagerando un poco...

- Tranquila, ni que fuera el fin del mundo, estaré contigo, además, ya los conoces, sabes que no serían capaces de hacerte algún daño. - comentó entre risas. - A menos que sean vampiros, claro. Solo así los dejaría hacerme cualquier cosa.

- De verdad que estás loca, Jisoo. - la miré con el modo drama activado fingiendo estar decepcionada con ella.

- La pasaremos bien, no te preocupes.

-------- ≪ °✾° ≫ --------

En cuanto se abrió la puerta, Namjoon habló. - Hola.

- Hola, ¿Cómo estás? - preguntó Jisoo calmada a su primo.

Habíamos llegado a la casa unos diez minutos después de mi drama, Jisoo siempre ha sabido comportarse frente a las personas, pero cuando está en casa es una loca grosera y divertida, era lo de más amaba de ella, aparte de lo inteligente e increíble que es tanto en su trabajo como en su vida personal.

- Bien, ¿y tú?

- Bien también, gracias. - la chica entró a la casa mientras que Namjoon aún seguía de pie en la esquina de la puerta.

Éste me miró y me sonrió. - Hola, Mérida, ¿Qué tal estás?

¡Dios, sus ojitos y sus hoyuelos!

- Hola, Namjoon. Bien, ¿y tú?

- También estoy bien. - me miró aun sonriendo y me ofreció su mano para que pasara. Con una sonrisa en mi rostro acepté y entré al lugar.

¡Wow! Su casa era enorme, por fuera parecía una casa normal, pero por dentro, era muy bonita y organizada, tenía cuadros de arte colgados en varios lados de la sala, me enamoré del lugar. Había plantas en algunas esquinas de la sala, un estante para libros, CON libros, muchos libros, unos muebles hermosos, con una vista al patio, increíble, y tiernas figuras coleccionables.

Después de contemplar con detenimiento la sala de Namjoon, miré a los demás sentados sobre los muebles que hace unos segundos había admirado. No me había dado cuenta de que ellos estaban sobre éstos porque estaba más concentrada en observar todo con detalle.

Sonreí deteniéndome frente a ellos, a cada uno los miré. - Hola, chicos. - dije agitando mi mano al aire, saludándolos.

Todos me miraron al mismo tiempo, sonrieron y me saludaron alegres. Mis ojos se posaron en Jimin, él también estaba mirándome, los dos sonreímos.

- Ven Mérida, siéntate aquí. - Jisoo me miró, indicándome lo que debía hacer. Mi mirada pasó a la chica para luego automáticamente hacer lo que me pidió.

Unos minutos se hicieron tardar, ya estábamos todos tomando un poco de vino, los demás querían tomar algo más fuerte como el whisky, pero Namjoon prefirió tomar vino, así que todos terminamos tomando lo que el de la idea pidió. Estaba sentada al lado de Jisoo, está estaba hablando con Namjoon mientras que yo no quitaba mi mirada del rubio que estaba sentado a unos pasos de mí.

Continue Reading

You'll Also Like

107K 4.6K 23
_____ vuelve a Londres pensando que ya a olvidado a Louis.¿Sera verdad?Nuevas personas en su vida que le haran abrir los ojos.Un giro de 360° en sus...
6.6K 425 60
¿Acaso tanto sufrimiento tendrá alguna recompensa? ¿Por qué a mí? ¿Tendré alguna maldición?
55.9K 8.8K 38
Libro #2 de Mpreg. Tiziano no se encuentra muy feliz con los papás primerizos que le tocó, pero... Será una aventura para los tres conocerse ahora.
204K 17.5K 36
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...