Han pasado unos días después de lo ocurrido, todo lo que pasó está borroso.
Estoy en casa tranquilamente, con Arrow, jugueteando a mi alrededor, mientras veo Locke & Key, una serie interesante de intriga y misterio. La verdad que es una serie nueva, pero me ha llamado la atención y voy a darle una oportunidad.
Llega un mensaje al móvil.
Buenos días, preciosa.
Espero que hayas empezado bien el día. ¿Cómo te encuentras?
Cualquier cosa, puedes contar conmigo.
Le respondo rápidamente.
Buenos días, mi capitán.
Estoy bien, algo confusa por todo. Es como un mal sueño.
Gracias por protegerme y por ir a por mí. Sin ti, no sé qué hubiera sido de mí.
Nos ponemos a hablar un rato por la mañana. Hablar con él me hace bien, que me salvara, que se preocupara por mí, creo que sin la comisaría, tal vez no estuviera aquí ahora mismo.
Suena la puerta, que se abre, y Arrow va a acercarse.
—Hola, dulcilla —me dice Sheryl viniendo hacia el salón.
—Hola —respondo feliz.
La verdad es que no tengo por qué preocuparme de que entre así por casa, desde que pasó aquello, tiene una copia de las llaves.
Se sienta a mi lado a ver la serie, aunque antes me entrega una chocolatina.
—Quería hablar contigo —le digo nerviosa.
—¿Qué ocurre? —pregunta preocupada.
—Tranquila, no es nada malo, es sobre lo ocurrido ese día.
—¿Y qué es? —me pregunta curiosa.
—Quiero darte las gracias por todo, por preocuparte por mí, por hacer que me encontrasen —le digo con los ojos llorosos y brillantes—. Gracias.
Me abraza fuertemente y me susurra al oído.
—Por ti haría lo que fuera —contesta—, eres una hermana para mí.
Ambas lloramos y nos abrazamos durante un rato.
Se acerca Arrow a por nosotras y se cuela entre nuestros brazos, el pobre pide mimitos y jugar con nosotras.
Nos pasamos el día jugando con Arrow y comiendo pizzas, porque, solo unos días después de toda la movida, nos merecíamos un buen festín. Después nos ponemos a ver series, o películas, da igual lo que sea, o ambas cosas, pero entre una y otra, por la tarde, nos atiborramos a palomitas, pero saladas, que somos más de beber mucho refresco con ellas.
Sheryl se queda esta noche en casa para pasar el día siguiente juntas.
La universidad se quedó parada con mi problema, con lo cual Sheryl y yo teníamos que entregar el TFG, imprescindible para poder graduarnos. No es nada fácil, porque con tanta teoría sobre de qué tema hacer el trabajo se juntan muchas ideas, pero hay poca productividad y aparecen los bloqueos.
Por las noches todavía tengo pesadillas de la situación pasada. No suelo dormir bien, me despierto con temblores, calores y con dolor de cabeza.
Por cierto, tengo una pequeña cicatriz en la frente, en un lateral, pero, por suerte, se cura rápido con el aceite de rosa mosqueta. Eso sí, cuando tengo pesadillas siento que esa cicatriz me arde. Sí, parezco Harry Potter, con una cicatriz, recordando esa pesadilla horrible.
Roi me llama para comentarme lo sucedido, sobre el caso de mi secuestro, pero no tienen nada claro. El caso es que estuvieron investigando el suceso para encontrar a esa persona, a ese hombre que me secuestró.
No hubo indicios suficientes como para encontrarlo, se notaba que había desaparecido, no pudieron dar con él ni capturarlo, todo se quedó en el limbo.
Esa persona me advirtió que no me metiera en mi pasado, ¿por qué?, ¿qué tenía mi pasado que fuera tan importante?
Nunca sabré el porqué del asesinato de mi padre ni por qué me secuestró. Ignoro si ambas cosas estaban relacionadas, o no quieren que descubra algo demasiado importante en lo que tal vez mi padre estuviera involucrado.
Por ahora, nunca lo sabré, pero estaré a acecho, en busca de respuestas. ¿Las encontraré algún día?