"Ah, querida, fue amor a primera vista, ¿no?"
—Pepe Le Gamba.
~.~.~
Son más de las diez de la noche cuando termino de borrar los últimos garabatos de mi dibujo y empiezo a inspeccionarlo de cerca. Es la mejor portada hasta ahora, pienso con orgullo al incluir la fecha en el pie de página. A pesar de que he estado trabajando en la autoedición de mi propio cómic durante más de un año, cada volumen de Las Aventuras de C-Girl en el salvaje desierto se siente como el primero.
Ya he pasado momentos en que casi me di por vencida en este proyecto. La cantidad de tiempo y dinero que he gastado es absurda. Continúo porque son mis personajes en mi visión, y no tengo que seguir las instrucciones de nadie.
Mis compañeros de trabajo en la República saben lo que hago y muchos incluso compran y leen. Tal vez no hablan mucho al respecto, pero ciertamente admiran mi enfoque y mi energía para continuar trabajando en mi proyecto después de un largo día en el estudio.
Mi inspiración para esta edición fue el personaje Dr. Fantástico, de película de Stanley Kubrick, y C-Girl está sentada en un enorme cohete espacial. Se ve como una chica de rodeo, pero se ve tan caliente, y es tal como me encanta verla. Me gusta la portada y seguro ayudará en la tienda de Billie, una amiga propietaria de mi tienda de cómics favorita quién siempre comenta que los chicos son muy aficionados a las heroínas sexys.
Sus estadísticas muestran que mi trabajo se vende al mismo ritmo para hombres y mujeres. Me encanta ese hecho. Antes de apagar la luz en la habitación que convertí en un estudio en mí en casa, abro mi diario para escribir sobre el evento del día. Solo escribo una línea: Le llevé café a Camila y discutí el tema de la amabilidad.
En sábado también tiene una sola línea escrita: Hablé con Camila en el mundo geek de Jimmy
Lunes, martes, miércoles... Camila era lo más importante. Lo mejor de todo es que ella es aún más maravillosa personalmente de lo que imaginaba. La admiraba tanto por ser una persona generosa y accesible, creativa y divertida, con mucha experiencia en cómics... Maldición, ella es incluso la chica de mis sueños, y, después de todo, es hermosa y sexy.
Empiezo a emocionarme solo de pensar en ella. La semana pasada, Camila se convirtió en la estrella más brillante de mi universo. Parece que vivo en órbita a su alrededor.
Mientras me preparo para dormir, me cepillo los dientes blancos perfectos y por Camila y recojo mi iPod cargado con el último audiolibro de gurú de autoayuda, Dr. Wayne Dyer. Ajusto los auriculares y me preparo escuchar las palabras de aliento de Wayne, que son esenciales para mantenerme enfocada en mi plan. ¿Cuál es mi sueño? ¿Qué es lo que realmente quiero?
Tengo una imaginación fértil y, mientras me acuesto, puedo imaginar todas las escenas que están en mi cabeza, y obviamente Camila se convierte en la actriz principal de mi programa.
Los pensamientos son cosas reales, amigos. Nunca subestimes el poder de la mente. El primer paso para lograr tus objetivos en la vida es visualizar primero en tu mente.1
Entonces, durante mi visualización, la mayoría de las imágenes de Camila son prohibidas para menores de 18 años. Y lo más importante es que en cada escenario, ella me mira con la misma devoción que siento por ella.
Mientras Wayne recita en mis oídos, empiezo a pensar: No es extraño que espere que no solo sienta atracción por mí, sino que también me ama por improbable que sea, no puedo parar de pensar y querer cada parte de Camila y, especialmente, su corazón.
Me doy la vuelta para configurar la alarma y decido que voy a continuar escuchando a Wayne y aplicando técnicas de pensamiento positivo, imaginando a Camila en mis brazos. Me duermo imaginando que la estoy abrazando y no a la enorme almohada a la que me aferro.
~~~
Después de hacer unos diez dibujos al día, veo a Dani acercarse a mi puesto.
—¿Has visto esto? — Ella pregunta. — La clase me pidió que lo coloreara. Kevin incluso está pensando en hacer un pequeño libro. Él ya hizo doce escenas.
— Apuesto a que lo hiciste todo durante las horas de trabajo. — Respondo y tomo la hoja.
— Ciertamente. — Ella está de acuerdo.
El diseño es simplemente la habitación del apartamento de Andy. Lo sé porque reconozco el cartel de Darth Vader que cuelga torcidamente en la pared. Andy y yo estamos sentados con dos muñecas de plástico en nuestro regazo. Él esta peinando amorosamente el cabello de su novia y me siento prestando más atención a la forma de "O" de sus bocas, incluso parece que lo disfrutan.
Mis ojos están casi fuera de mis lentes y mis mejillas están muy rojas. Hago una mueca, pero en realidad esperaba ver un dibujo así cuando Kevin hizo el comentario. Es una idea demasiado buena para deja pasar la oportunidad.
—Por el amor de Dios, confírmame, él solo me incluyó en esta escena, ¿No? — Pregunto ansiosamente por Danielle o Dani, ya que ella prefiere ser llamada así.
— Sí, es una apariencia especial. — Confirma ella. — Y Andy... Digamos que nunca volveré a hacer ningún comentario de los ajustes de fábrica de Brandy. Maldición, juro que casi vomité mi almuerzo cuando escuché.
Sacudo la cabeza de acuerdo y digo: —Seguro que fue una muy mala idea de su parte.
—Ahora dime la verdad. ¿Tienes una muñeca como esta en casa también?
Dani siempre fue parte de la clase como una del equipo, de lo contrario estaría avergonzada por la pregunta.
—¡No! Definitivamente no, ni desesperada me imagino teniendo sexo con una muñeca.
—Está bien, pero escuché a uno de los asistentes decir que cuándo fue a tu escritorio, vio escrito en la barra de búsqueda de Google: Muñecas vinilo.
—Sí, porque colecciono esas muñecas japonesas de personajes de cómics. Son los mismos que tenemos en la feria Comic Con.
—¡Oh, me encantan estas muñecas!
—Solo dime una cosa: ¿Por qué un asistente estaba espiando mi computadora?
—Probablemente investigando. Todos los asistentes hicieron una apuesta. Tratando de descifrar si eres heterosexual o no.
—Espera, Dani, ¿Estás tratando de terminar mi día? Estas chicas son copias de las "chicas malas" que me perseguían a diario en la escuela. Estaba bien, de muy buen humor, y después de que llegaste fue difícil.
—Wow, lo siento, ¡Fue malo! Soy de las personas a las que le gusta saber qué están hablando de mí y pensé que tú también. Borra todo, olvídalo, por favor. — Dice ella mientras deja el escritorio.
—¿Dani? — La llamo en voz alta cuando ya se está distanciando. Ella se da vuelta y me mira.
—¿Podrías darme una copia del dibujo después a color? Voy a poner un marco y dar mi regalo de navidad a mi madre.
Ella sabe que estoy bromeando, pero sonríe y responde: — ¡Claro Lauren! — Mientras caminaba por el pasillo.
Aunque extremadamente desfavorable, el diseño es increíble. Exactamente a las cuatro y cuarto, estoy casi a la mitad camino a la oficina de Camila cuando la voz fría de su asistente, Morgan anuncia: — No está, Jauregui.
¿Jauregui? ¿Qué le hice a ella?
Intento ocultar mi vergüenza y responder cortésmente: — Gracias, Morgan, ¿Sabes a cuándo vuelve?
—Creo que solo al final del día. Ella y Arnauld están con unos ejecutivos, se encuentran en una reunión con otro grupo de gerentes de la rama de Nueva York.
No puedo ocultar la tristeza en mi cara mientras pienso en qué hacer. Tenía muchas ganas de verla y tener mi "Camila recarga", nunca pensé en la posibilidad de que ella se fuera.
—Te estoy mirando. —, dice Morgan enojada.
—¿A mí?
— Estás preparando el terreno, trayendo café todos los días, adulándola para poder ofrecer un proyecto. ¿Crees que es estúpida? Estoy segura que ella ya se dio cuenta de tu movimiento y no funcionará.
—Pero no lo estoy haciendo. — Mi estómago se da vuelta solo pensando en la posibilidad de que Camila piense lo mismo que Morgan.
—Sí, claro. — Provoca ella. —, si realmente no estás tirando de la bolsa para un proyecto, ¿Qué haces aquí?
—Nos hicimos amigas. — Respondo en voz baja, y de repente me doy cuenta de que esta conversación parece haber salido de un patio de recreo primario.
—¿Amigas? Sabes que su novio es el presidente de la compañía. ¿No Jauregui?
Sacudo la cabeza, estoy de acuerdo y me doy la vuelta para irme antes de que empeore la situación después del primer paso, tengo una gran idea y volveré.
—Morgan, ¿Te gustaría tomar este café? Estaría muy feliz si aceptaras.
Su expresión cambia de inmediato. —Wow, me encantaría. No siempre puedo comprar esto con mi propio salario.
—Es un macchiato de caramelo. ¿Te gusta?
—Cappuccino es mi favorito, pero sí, gracias.
—De nada. Gracias por la ayuda.
Ella me sonríe, y tengo la clara sensación de que este simple gesto me traerá beneficios futuros.
El viernes, el ambiente en el estudio es mucho más relajado con todos los la gerencia había estado en una reunión con los otros grandes personajes. Los chicos están comiendo rosquillas, hay cajas abiertas en varias mesas, mientras improvisa una mesa de abotone fútbol e incluso arroje bolas de papel a la basura.
Me doy cuenta de que Arnauld aparece y desaparece el material utilizado para clavarle el culo al burro rápidamente desde la sala de café. Alrededor de las dos y media el estudio recoge en llamas con la noticia de que los ejecutivos llegaron de la reunión, y todos vuelven a trabajar rápidamente.
Una hora después, aparece Dani en mi puesto y me entrega la copia de mi cita doble con Andy y las chicas de vinilo. Ella trabajó mucho en el diseño, mucho más de lo que esperaba.
—Bien, gracias. — Digo emocionada. — Es casi una obra maestra.
—Está bien, casi. —, dice mientras cruza los brazos y se sienta a mi mesa.
La veo balancear las piernas de un lado a otro varias veces mientras espero que ella hable lo que piensa. Ella se lleva la mano a la boca, nerviosa, comienza a morderse la uña y pregunta:
—¿Nick todavía habla de mí?
—¿Después de que terminaron? — Pregunto
—Sí. — Responde con cautela, casi esperando con ansiedad.
—¿Recuerdas ese día cuando no viniste al trabajo y no llamaste para avisar?
—Por supuesto. Era el día de la resaca después de la despedida de soltera de Zara. Nosotras cruzamos la línea en el Club de Mujeres.
—Ni siquiera quiero escuchar los detalles. Pero para tu información, él estaba muy preocupado me pidió que te llamara varias veces hasta finalmente respondiste.
—Y todo el tiempo pensé que estabas enamorada de mí.
—¿En serio?
—No lo sé, en realidad me di cuenta de que soy la única chica por aquí con quien hablas. — Me rasco el brazo pensando en lo que acaba de decir.
—Probablemente es porque te considero una del equipo.
—¡Qué encantadora eres! — Declara, mientras toma una pila de libros de referencia del escritorio para hacer espacio para mi trabajo. — ¿Estás haciendo ejercicio? Te ves muy fuerte.
Estoy roja en este momento, feliz de que al menos alguien notara mi esfuerzo. Estoy corriendo en la cinta, jugando tenis y haciendo culturismo, exactamente como mi hermano Curtis me enseñó, y en mi mejor forma física.
—Sí, estoy haciendo ejercicio. Gracias por notarlo.
De repente me doy cuenta de que ya no me está escuchando, y cuando me doy la vuelta, me encuentro con Camila en la entrada del puesto. Ella se ve incómoda, un poco fuera de lugar. Mi corazón late tan fuerte que incluso le tengo miedo escuchar.
Wow, ¿Qué está haciendo ella aquí?
—Hola, Camila. — Digo. — Ella es Danielle.
—Dani. — Me corrige mientras se desliza fuera de mi mesa y saluda con la mano a Camila. — Tengo que volver al trabajo. Encantada de conocerte.
—También es un placer. —, responde Camila y luego me mira. — Disculpen si interrumpía algo, pensaba que debía devolverle la amabilidad. Compré café para ti.
Sonrío ampliamente, como un idiota, y digo: — Vaya, muchas gracias.
No estoy seguro de qué decir y hacer. Finalmente doy un paso adelante y tomo el vaso de su mano.
—Y todavía tenía que adivinar cuál te gusta...
—¿Y? — Digo, mientras quito la tapa para ver qué hay dentro.
—Capuchino grande con espuma de leche extra. — Dice ella y espera mi reacción
—¿Espuma extra? — Respondo riendo, mientras mi mente viaja a lugares oscuros.
—La espuma es mi parte favorita. ¿No es la tuya?
—Creo que será a partir de ahora. —, le digo, sonriendo. — Muchas gracias.
Esto es perfecto: Tomo el vaso y tomo un sorbo mirándola todo el tiempo.
—Entonces, hoy Nick y yo hablamos de ti.
Mi cabeza comienza a vagar. Dios mio, no. Y empiezo a pensar en todas las situaciones embarazosas que le pudo haber contado.
—¿En serio? ¿Hablaron de qué?
—En realidad, me dijo que eres la mejor animadora que tenemos.
—¿En serio? — Sacudo la cabeza, escéptica. Nick ama mi trabajo, ya he escuché comentarios a Joel una vez, pero esta noticia me sorprende.
—En realidad, me dijo que eres una de las mejores animadoras. Que él ya sabía y que tú y Joel son una excelente pareja. Tú eres como Rob Scribner y Joel, Bob Clampett.
—¿Conoces el trabajo de Rod Scribner?
—Es mi animador favorito de la clase Bugs Bunny, desde los momentos de oro, cuando realmente sabían hacer dibujos animados.
—Por supuesto, fue un animador brillante que trabajó con Bob. Juntos hicieron magia.
Sé que soy una fanática cuando se trata de animación. Mis emociones se hacen cargo y me muerdo la lengua por miedo a decir algo ridículo. Sus cumplidos me obligaron a perder la lógica y la razón. Por un segundo me imagino arrodillándome y rogando: Cásate conmigo Camila. Podemos ir a la Comic Con de luna de miel, y podemos tener nuestra versión de los Tres Cerditos.1
—Te dije que soy una geek. Soy un gran fanático de los dibujos animados.
Debe ser mi imaginación... Es demasiado perfecta para ser verdad.
Lucho por arreglar mis pensamientos.
—Scribner y Clampett son mis héroes. Cuándo conocí a Joel pensamos que éramos una pareja increíble, la versión humana de Fred y Barney, Beavis y Butthead o incluso Ren y Stimpy. Te juro que somos más como Pinky y Cerebro, y definitivamente soy el Cerebro, lo quiera admitir o no.
Camila se ríe y termina viendo mi caricatura y Andy que Dani coloreó y lo dejé sobre la mesa. Antes de tomarlo y esconderlo, ella pregunta:
—¿Tu novia es la que está contigo en el sofá?
—¡No! — Respondo casi gritando. — Esto es realmente una broma de que los chicos estaban jugando conmigo y Andy.
—Ciertamente es una broma muy bien hecha. — Comenta ella sospechosamente cuando salgo de mi puesto. — Bueno, me tengo que ir. Sólo quería traerte este café.
Me temo que está enojada conmigo, y luego, con todo mi coraje, miro en sus ojos, sonrío y digo: — Gracias de nuevo. Fue genial que te hayas acordado de traerme café.
—De nada, Cerebro. — Responde sonriendo mientras camina hacia el corredor.
Por supuesto, a medida que avanza la tarde, me agito cada vez más recordando el extraño momento en que Camila llega a mi puesto con el café y encuentra a otra chica prácticamente acostada sobre mi escritorio y para completar, ella todavía ve mi dibujo sintiendo de una muñeca inflable con cara de perra.
¡Maldita sea! Ella debe pensar que soy una mujeriega.
A las cinco cuarenta y cinco, me doy cuenta de que me volveré loca si no hablo con ella y explícame. Voy muy despacio al piso administrativo y afortunadamente encuentro que Morgan ya se ha ido. Miro alrededor de la habitación y veo a Camila escribiendo concentrada en la laptop. Toco suavemente la puerta para llamar la atención.
Ella me ve y me pregunta: —Hola, Lauren, ¿Cómo estás? — Puedo sentir el cansancio en su voz
—¿Puedo entrar? Quería aclarar algo.
—Claro. — Responde señalando el sofá. — Siéntate y dame un minuto. Muy lentamente, me siento y recuerdo la primera vez que entré en esta oficina y me imaginé con ella aquí. Bueno, al menos esta parte está un paso adelante.
Empiezo a toser para aclararme la garganta mientras ella termina el correo electrónico.
—¿Qué te molesta?
—Alguien me preguntó si te estaba trayendo café porque quería halagarte y luego presentar un proyecto. Solo quiero que sepas que nunca haría eso. Esa no es la razón por la que traigo café y empezar a hablar.
Una sonrisa gentil transforma totalmente la expresión cansada. – Entonces dime, ¿Por qué me traes café y me hablas?
Me congelo por un momento. ¿Qué digo para no parecer una completa idiota?
—Bueno, en realidad eres una chica... Quiero decir, cuando te escucho hablar en reuniones mensuales siempre... — Me detengo, tratando de cavar un agujero para esconderme.
—¿Si?
Miro hacia abajo antes de decir algo. —Siempre pensé que eras realmente genial e interesante y nunca pensé que hablarías con alguien como yo... Eres una ejecutiva, solo soy una animadora. Eres tan popular. — Declaro, retorciéndome las manos nerviosamente.
Estás apostando todo aquí, amiga. Pongo los ojos en blanco internamente.
—¿Solo una animadora? Por favor, reconoce tu mérito. Ustedes son fundamentales aquí.
No puedo decidir si solo está diciendo esto para que me sienta mejor o si realmente es lo que ella piensa. Camila tiene un regalo mágico que me hace sentir importante, como si fuera capaz de hacerlo, incluso sabiendo que no lo soy.
—Wow, quería causar una mejor impresión que en la tienda de Jimmy, no solo ser la mujer con la bufanda. — Recuerdo algo que había olvidado por completo. — Hey, ¿El cable USB está funcionando?
Camila se pone roja de vergüenza, hace una cara bonita y dice: — ¿Puedes creer que todavía no puedo usarlo? El fin de semana y toda esta semana han estado muy ocupados.
—Ok. — Respondo un poco decepcionada de que ella haya olvidado la razón de nuestra unión. —Mañana es mi último día cubriendo a Bill en la tienda, si tienes tiempo échale un vistazo y, si es necesario, sabes dónde encontrarme.
Suena su teléfono e incluso sin contestar me doy cuenta de que necesita regresar al trabajo.
—Es bueno saberlo, gracias.
Me levanto para salir y arreglar el cabello que cayó sobre mi frente. — ¿Puedo hacer una pregunta más?
—Por supuesto.
—Tengo curiosidad... ¿Cuántos años tienes?
Se pone la mano en la cadera y sacude la cabeza con incredulidad.
—Tendré una conversación seria con el rector de la Universidad de la Amabilidad, seguro no saben lo que están haciendo. Eres mujer ¿No deberías saber que nunca pueden preguntarnos nuestra edad?
Bajo la cabeza y me ajusto las gafas. Empiezo a salir de su oficina disculpándome.
—Lo siento, lo siento. Por favor, olvida que lo pregunté, estoy tan avergonzada...
¿Por qué soy tan estúpida? Tendré que emborracharme esta noche para olvidar todo.
—Relájate... Estaba bromeando. Tengo 30 años, ¿Por qué?
Me detengo en la puerta y trato de entender el cambio repentino. Ella respondió. Pienso por un segundo.
—¡Es que te ves tan joven y ya tienes tanto éxito! — Amiga, eso fue rápido.1
—Creo que sí. —, ella está de acuerdo. — ¿Cuántos años tienes?
Me detengo un momento antes de confesar. ¿Ella tendrá un problema por ser mayor que yo?
—Veintiseis.
—¡Eres muy joven! Yo podría decir lo mismo. Mira cuánto ya has alcanzado.
Aunque no creo que haya logrado mucho, acepto el cumplido.
—Gracias. — Contesto antes de irme. — Si no te encuentro mañana, ¿Hasta el lunes?
—Seguro, es tu turno de traer café. Solo para informar... — Advierte sonriendo.
Acepto mientras pongo mis manos en el bolsillo de mis pantalones.
—Hasta luego. — Respondo con mi mejor sonrisa brillante y regreso a mi puesto.
Después de todas las sorpresas y giros del día, como una montaña rusa, me subo al ascensor sintiéndome como una ganadora.+
¡Camila me compró café! Se han hecho progresos.