Culpabilidad, aquel sentimiento interno de haber o estar realizando algo malo, jugando con los sentimientos de alguna persona inocente, entre otros casos.
Kim MyungSoo siempre fue una buena persona, desde niño realizando servicios que ayudaran a su comunidad, su madre era constantemente siendo halagada por tener un ángel como hijo.
Pero para ser franco, el pelinegro se considera un ángel caído; lleno de pecados pero con una fachada digna de una buena persona. Llega a darse asco, se llena de culpa, pero no puede evitar caer siempre a la misma situación.
La sensación de querer detener tus malas acciones pero a la vez aferrarte a ellas porque te hacen sentir bien en ciertos momentos, es abrumadora.
Lee SungJong le sonríe visiblemente emocionado al haber logrado sacar el gato de peluche de aquella máquina infernal, claro que le llevo al rededor de quince intentos, pero vale la pena por verlo feliz.
Es esa sonrisa la que llena su alma de culpabilidad, pues el coreano menor parece un verdadero ángel, no solo en apariencia, también en sentimientos; claro que cuando se enoja puede volverse un demonio, pero eso es hablar de más.
― ¿No estabas desesperado por sacarlo? ―. Pregunta confundido al ver como el pelinegro le ofrece aquel feo peluche.
― ¡Me recordo a tí! Así que debía sacarlo para que lo tuvieras.
La calidez que comienza a formarse rápidamente desaparece para ser reemplazada por la indignación al ser comparado con un feo peluche de gato.
Sin poder evitarlo su cara se deforma y SungJong que conoce tan bien a su pareja, comienza a reír.
El mayor no puede contener la sonrisa de lado que se le forma al escuchar a su novio reír, pues nadie puede negar que la risa del de apellido Lee es contagiosa. Aunque su felicidad se ve sustituida por el susto y la preocupación al reconocer una cabellera rojiza a lo lejos.
Kim se apresura a tomar la mano del menor para comenzar a caminar y así perderse entre la multitud en un intento desesperado por no ser visto por la persona que reconoció.
― ¿Qué pasa? ―. SungJong luce no solo confundido, también algo asustado. Así que una vez que están en un lugar alejado y que el Kim considera seguro, este lo abraza.
― Me parece que ví a alguien de mi familia, lo siento Jjongie, te prometo que la próxima vez tendré más cuidado.
El menor parece creerse aquello, pues le regresa el abrazo como si intentase consolarlo, y MyungSoo se siente la peor persona en la Tierra por estar engañando a aquel buen chico.
Pero no puede arriesgarse a que Woohyun lo vea, o se meterá en bastantes problemas.
Bueno, ¡felices 1200 días de amistad!, jsjsjs.
No sé si te lo mencione, pero aquí los capítulos van a ser cortos porque mi mente no da para más.
Sabes que te amo muchísimo y nos leemos en tres años que actualices tu libro ♡.