JungKook estuvo muchísimo tiempo hablando a profundidad por fin con TaeHyung. Ambos lograron establecer una conversación muy larga y especial, esta vez Kim fue transparente con el de cabellos negros. El castaño se dio cuenta de cuantas cosas tenían en común y en lo lindo que se veía cuando sonreía aquel temible jugador.
— ¿Entonces esa vez mentiste? — Dijo incrédulo Jeon escuchando la historia de el más bajo.
— Si, es que esa vez, tuve una pequeñita pelea con mi mejor amigo y ambos nos hicimos heridas graves. No sabía como decirle eso a mi mamá entonces se me ocurrió la grandiosa idea de meterte en el asunto, le dije que me habías prestado la bicicleta. — Contó apenado, con un leve sonrojo.
Ese Kim TaeHyung, egocéntrico, digno, orgulloso y poderoso, había quedado inconsciente de aquel desmayo. Ahora mismo, se mostraba débil, sumiso y con muchísima pena.
Era de esperarse, el castaño estaba aterrado. Entraba en un trance nervioso cada vez que sufría ataques y esta vez no era la excepción. Él estaba en otro mundo aun, pero sentía la fuerte mano de JungKook sostenerlo en esta realidad haciendo que no estuviera perdido.
— Ese día mi papá... — Trago el fornido hombre antes de seguir procesando las palabras. — Me dijo muchísimas cosas, sobre SeulGi, mamá y sobre mi... Antes tenía tanto miedo de mostrarme, dios. Tu cara es perfecta y no pude evitar apreciarla todos los días desde el comedor. Me metía en la cabeza que no estaba bien halagarte, observarte, quererte y desearte. Me convencí a mi mismo, que debía de ignorar cómo mi corazón latía cada vez que pasabas tan llamativo por los pasillos o cuando hablabas de mí creyendo que no te escuchaba. — Solto una cálida risa haciendo que Kim mirará otra parte de la habitación con su rostro completamente rojo. JungKook lo tomo del mentón con sus varoniles manos e hizo que lo viese a los ojos. — Hablabas muy bien de mi. —
— S-si hablar de tu pene, de que tamaño sería, hasta donde me entraría y que talla de ropa interior eres, es hablar bien de ti... bueno. — Esta vez Jeon carcajeo depositando un beso en la frente del contrario.
— Todo a su tiempo. —
— ¿En serio me dejarás ver que talla de ropa interior eres? o tu pene si quie... ¡¿Hoseok?! — TaeHyung se sentó de golpe en la camilla observando a un alma del pasado. — Mierda, cuando me desmaye me di muy fuerte, quizá es un sueño, ¿si? Vamos Kim culon TaeHyung, inhala — El castaño entro en pánico al ver al de cabellos naranjas entrar.
— ¡TaeTae! ¡Estás muy lindo! — Habló el de sonrisa adorable y saltó para abrazar a su viejo amigo.
— H-hoseokie... — Pudo mencionar su nombre sin evitar tartamudear debido a la impresión que le causó.
— ¡Vaya, estás muy grande! — Hoseok le acarició la cabeza al castaño, cosa que hizo que JungKook carraspeará colocándose a lado de TaeHyung.
— "TaeTae" También me dice eso, ¿Verdad, bonito? — Jung se alejo de Kim al notar la presencia de un tercero.
— ¿Y tú eres? —
— JungKook, Jeon JungKook. — Hoseok solto un "Ah" alargado viendo a aquel alto joven.
— Espera, ¿Qué haces aquí, Hoseok? Pensé que terminarías la carrera en el extranjero. — Esta vez preguntó TaeHyung que seguía en su trance.
— Vengo a ver a mamá y a quedarme. — Nuevamente mostró esa sonrisa que JungKook empezaba a detestarla. — Por cierto, ¿Por qué tu ex novia se estaba besando con tu mamá? —
Los ojos de el azabache se abrieron de golpe, pero Kim solo encogió los hombros restándole importancia.
— No lo sé, mamá es rara. Un día quiere ser padre, otro día madre, un día quiso que le prestará mi disfraz de la obra porque dijo que su fantasía era tener sexo vestida así. — Dijo completamente tranquilo, ya era de esperarse.
— ¿De qué era la obra? — Preguntaron ambos chicos que escuchaban la historia.
— Creo que era de Peppa Pig.
— ¡CARIÑO! — Se escuchó una escandalosa voz en la sala, haciendo que los tres jóvenes voltearan a ver a la madre de Kim. — Pendejo, te dije que esas pastillas no eran. — Lo reprochaba vilmente, Kim le hizo una seña que se callase a lo que ella asintió.
— Señorita Kim, ¡Qué gusto verla! — Hoseok se acercó y la abrazo cariñosamente a lo que la señora le dio leves palmadas.
— No sé si la droga o el botox me afecta, pero no te reconozco chiquillo, ¿Quien eres? — Dijo Jennie observando al atractivo muchacho.
— Soy Hoseok, Señora. El galán de TaeHyung. — Al nombrar lo último, volteo a mirar al azabache tenso, quien sólo empujo su mejilla contra su lengua.
— Hoseok... Hoseok... ¡Hoseok! Ya sé quien eres, no me digas señora por favor, soy Jennie para ti. — Le guiño el ojo descaradamente a lo que TaeHyung le grito.
— Tiene casi mi misma edad, mamá. —
— Yo me embaracé cuando tenía tu edad cariño, estos niños de hoy, pierden el tiempo. —
— ¡Tae! — Entraron dos personas de baja estatura y corrieron hasta la camilla apartando a todos. JiMin le tocó la frente a Kim mientras que Irene revisaba los ojos de el castaño con la lámpara de su teléfono.
— Chicos, esperen, estoy bien. —
— No es posible, yo leí el ranking semanal de los signos del zodiaco y ahí sale que capricornio esta de último, eso significa muerte, TaeHyung ¡Muerte! — Decía Bae JooHyun mientras le mostraba el teléfono que reflejaba la imagen nombrada. Kim sólo trago saliva con miedo.
— Ya van dos semanas seguidas en donde estoy de último y géminis siempre de primero, aghh, como los odio. — Se enfureció TaeHyung al ver a su enemigo zodiacal en el top uno.
— Ya déjense de cosas. Tete, ¿Cómo te sientes? — Esta vez pregunto Jimin, preocupado por su soulmate.
— Bien, sólo me dio un ataque, nada grave. — Dijo con ironía haciendo que Park rodará los ojos. — Estoy bien, Mochi. ¿Y SeokJin? pensé que me estaría organizando mi funeral, pero no lo veo tomando mis tallas para el ataud. —
— Esta afuera con NamJoon, aquí entre nosotros, yo creo que ya culearon. — Dijo un convencido JiMin, Bae y Kim se sorprendieron.
— Es obvio. Si tú, te cogiste a un vato que no tenías ni una semana de conocerlo, ¿Cómo el calenturiento de Jin no estaría con el amor de su vida? Minnie, tus chismes van decayendo. — TaeHyung negó fingiendo dolor.
— Es cierto... — Se quedó pensativo JiMin al recordar que no conoce ni el color favorito de YeonJun y ya tuvieron sexo.
— Era de esperarse, ustedes dos son bien zorrillas. — Soltó Irene soplando sus uñas con descaro.
— Si, ya cállate lesbiana cuernuda. — Respondió TaeHyung rodando los ojos. — ¿Desde cuando te le andas arrimando a mi mamá? —
— No lo sé, es que se parece a ti. — Río sarcasticamente haciendo que TaeHyung le sacará el dedo de corazón. — Pues es linda, Jennie me atrae. —
— Que asco, no me cuentes. — Kim hizo una expresión de asco al imaginarse a su ex novia y a su mamá juntas. — ¿Definitivamente te separaste de tu osa? Digo, de SeulGi. —
— Creo. —
— ¿Como que crees? — Preguntó JiMin saliendo de su nube de pensamiento.
— Pues no hemos terminado, así que... —
— Istidis dis sin biin zirritis. — Le hizo burla el castaño a la más baja.
— Bueno, quizá todas somos zorra aquí. — Admitió Irene rascando su cabeza avergonzada.
Mientras que Irene, JiMin y TaeHyung hablaban, JungKook, Hoseok y Jennie hacían una batalla de freestyle. ¿Razón? No había, simplemente la mamá de Kim, incitó a que aquellos dos jóvenes se echaran una pelea de rap para ver quien se quedaba con su hijo.
— Ah, si, JungKook, Jung, Jung, JungKook le viene a enseñar, aja, a éste vagabundo a rapear, yeh. — Empezó Jeon dándolo todo, la adulta le hacía un beat que más bien parecía un perro con gripe.
— Aja, hueles a caca. — Intentó conseguir una rima Hoseok, más no salió. La de tez morena, dejo de hacer ruidos con la boca y volteo a ver al pelinaranja.
— Wow, ¿Qué fue eso? — Preguntó con una ceja alzada.
— No sé rapear, estuve la mitad de mi vida en Paris. ¿Qué esperan? —
— Si, tiene razón. — Dijo JungKook asintiendo levemente.
— Tengo una idea, si me consiguen una cita con sus padres, se quedan a TaeHyung, ¿Les parece? — Propuso la madre del codiciado castaño que yacía escuchando todo.
— ¡Mamá, estoy presente! Diablos. — Grito TaeHyung desde la camilla.
— ¡Hecho! — Soltaron JungKook y HoSeok, pero Jung luego negó rascando su nuca.
— Se me olvido, no tengo papá. —
— Ahuevo, ya gane. — Celebró el azabache yendo hacía Kim. — Quitense, yo me lo gane. — Aparto a Park y a Bae, quienes solo bufaron.
— Es increíble que la señora Kim haya intercambiado el culo de Tae por un número. — Le susurro JiMin a Irene, a lo que ella asintió sorprendida.
— Ya veo, es igual a su hijo. — Park movió su cabeza dándole la razón.
Las miradas de los seis se dirigieron a la puerta en donde entraba Jin junto con NamJoon. Seok corrió hasta la camilla para poder ver mejor al menor.
— ¡TaeHyunie! Me preocupaste tanto, dios. — Suspiro bajando la tensión que se acumulaba en su espalda. — No me vuelvas a hacer esto, ¿Ok? La próxima vez, avísame que te vas a desmayar. —
— Te dije que no me sentía bien...
— ¡Si, pero debes ser más específico! — Le grito tomándolo por los hombros.
— Ya, l-la próxima vez te avisaré. — Dio la razón, aunque no sabía como haría para avisarle si se llegase a desmayar de nuevo.
NamJoon saludo a JungKook para luego acercarse hacia el recién inconsciente para verificar su estado.
— Hola Tae, ¿Cómo sigues? — Pregunto el alto, moreno y precioso hombre.
— Estoy bien, gracias por culear ¡Digo! Cuidar a Jinnie. — JiMin y Irene ahogaron una carcajada al ver el rostro rojo de Seok.
Así transcurrió la tarde, JungKook dándole de vez en cuando besos traviesos a TaeHyung, provocando que este se sonrojará a más no poder.
Jin dándole lecciones de vida a JiMin, Irene y a TaeHyung.
Nam impresionado por aquella capacidad de su amado al dar consejos.
En un momento JiMin salió de la habitación para buscar a su ex pareja, al verlo sentado hundido en sus pensamientos, decidió hablarle, se sentó llamando la atención del pálido.
— M-Minnie, yo... —
— Escúchame Min, primeramente quiero que sepas que esta relación me dejo muy cansado emocionalmente, la manera en la que me despreciaste y ocultaste fue la gota que derramó el vaso. No quiero victimizarme aunque aquí yo soy la persona que más daño recibió, pero si en serio, sientes amor por mi, déjame ir. — JiMin hablaba sin verlo a los ojos, porqué sabía que su tonto corazón siempre le correspondería.
— Perdóname. Nunca me alcanzarán las palabras para pedirte perdón, me arrepiento tanto por hacerte esto. Creeme que quiero dejarte ir, quiero que seas feliz pero duele, duele saber que eche a perder algo precioso que ambos teníamos, no sé que hacer. — Su mano tembló sintiendo sus ojos humedecerse, Park notó el nerviosismo que tenía el contrario.
— Sólo, dame tiempo. Date tiempo, para que aclares y te logres responder tus propias preguntas. — JiMin se levanto y palmeo el cabello revuelto de YoonGi. — Cuídate, Min. Fue lindo. — Le sonrió por última vez y volvió a reincorporarse a la enfermería.
YoonGi sintió una amarga lágrima recorrer su pómulo, la limpio bruscamente. Tenía razón, su pequeño tenía razón. Se sintió miserable, le hizo daño al hombre que juraba amar. Ahora debía soltarlo, dejarlo ser feliz. El de cabellos mentas se levantó con dolor en su pecho, ya no lo iba a seguir molestando, solo quedaba verlo de lejos. O quizá...
¿Seguir intentando?
Hole, espero disfruten el capítulo.