—Hola Jungkook — me acerqué un poco a él, apenada por lo de ayer — Yo enserio lamento tanto lo de ayer.
—No te preocupes, ni si quiera lo recordaba hasta que hice memoria. Estoy bien, Jisoo.
Me sentí aliviada, pensé que estaría enojado conmigo.
—Me da gusto, ayer yo fui a buscarte para disculparme pero ya no estabas.
—Yo también te busqué anoche para irnos juntos al estacionamiento, pero también ya no estabas.
—Yo me fui pasando de las dos de la madrugada.
—Yo también, le pregunté a Seohyun por ti y ella me dijo que ya te habías ido.
—No te vi, creo que no te busqué lo suficiente.
—Estaba en cirugía, no me hubieras encontrado aún así.
—Ahora me siento peor porqué seguías aquí.
—No, no importa — sonrió y miró un segundo el piso para volver — ¿Ya comiste?
—Ya, acabo de comer — sonreí.
—Oh, bueno — sonrió.
—¿Te comiste tu desayuno?
—Si, gracias por eso — hubo un pequeño silencio hasta que volvió a hablar — ¿Tu novio?
—¿Eh?
—El chico de hace rato, ¿era tu novio?
—No, es un amigo, Yeri también es su amiga.
—Ah, entiendo, es que se vio muy cariñoso — explicó.
—No, sólo fue un besito de despedida.
Soltó aire — Deberías tener cuidado, ese beso se vio otra cosa.
—¿Qué cosa?
—Muy coqueto.
—Apenas lo conozco, no hay nada de eso.
—Pues dicelo a él.
—Estás juzgando antes de tiempo — piqué su mejilla con mi dedo.
—Y tú no ves que quiere otra cosa contigo — copió mi acción.
—Tengo que ir a acomodar la mercancía, te veo después — sin más me despedí.
—Nop, no te vas — me agarró del brazo, cómo ya era costumbre.
—¿Por qué?
—Irás a escuchar unas buenas pláticas — me abrazó por los hombros.
—¿Aún no acaban? — frunci el ceño.
—No, son temas largos y entre más dudas salgan, esto seguirá, vámonos — caminamos juntos, Jungkook abrazando mis hombros con una mano, es tan cómodo, mi corazón late muy fuerte pero no me veré débil, tengo que actuar cómo si no quisiera gritar de la emoción.
Llegamos al mismo salón de antes, puras mujeres y chicas, nada de chicos o hombres. Anteriormente si había visto uno que otro chico pero no tantos, y está vez no hay ninguno.
—¿Por qué parece escuela de mujeres? — pregunté a Jungkook.
—Este salón sólo será para chicas, en otro salón metieron a chicos.
—¿Por qué los separaron?
—Para qué cada quién tengan sus propios temas.
—¿Y qué dirás hoy?
—Yo nada, ¿ves a esa mujer? — señaló a una mujer joven.
—Sip.
—Es una buena amiga mía, y es la mejor sexologa que conozco.
—¿Osea que ya no hablarán de cuidados?
—Sí, pero también tendrás la oportunidad de conocer lo que querías — se acercó a mí.
—No me voy a meter, si mi hermana me ve a dentro le va a dar algo.
—Tú hermana siempre está ocupada, no la he visto hasta ahora.
—Jungkook... — me interrumpió.
—Tranquila, yo estaré vigilando la puerta, tengo que quedarme aquí de todos modos.
—Osea qué, ¿no entrarás?
—No, no soy sexologo, y sólo se permiten mujeres aquí.
—Voy a estar sola adentro, no me dejes.
—Tienes que hacerlo, ve, te espero aquí afuera — me dio la vuelta y entré dando unos pequeños pasos, él se alejó para recargarse en la pared de enfrente y esperarme.
No me voy a negar, quería hacerme la difícil porque me da pena que me vea queriendo saber de estos temas, pero ya hemos pasado por algunas cosas así que lo sentí menos incómodo.
Me senté en las tercera fila de enfrente casi a la orilla, los lugares estaba llenos, y todas tenían una sonrisa enorme o una cara de seriedad, mientras yo parecía una víctima en medio de muchas cazadoras.
—Hola chicas, ¿cómo están? — la sexologa llegó con un ambiente de alegría.
Todas respondieron al unísono "Bien", y yo me mantenía viendo a todos lados, no sé, sentía que me veía mal haciendo esto, pero no soy la única aquí, todas estamos por lo mismo.
—Vamos a comenzar este pequeño taller, me presento soy la sexologa Yoo, y yo les impartire este viaje a conocerse así mismas — se presentó.
La manera en la que habla y transmite ese sentimiento de confianza y esa increíble comodidad en que habla, te deja sin palabras, y empiezas a creer que esto no tiene nada de malo.
—Hoy no tengo un tema en específico, hoy todas tienen la libertad de preguntar lo que sea — en ese momento todas nos miramos, haber quién sería capaz de sacar a flote eso que tanta pena nos da y nos da miedo preguntar — Sin pena, todos tenemos preguntas, así piensen que es estúpido, no lo es. Anímense, ¿quién quiere preguntar?
Hasta el fondo una chica de cabello corto y lentes, levantó la mano, emocionada la Sexologa le indicó para hablar.
—Dime, mi niña, ¿en qué te ayudo? — le dijo.
—Ahora estoy en la adolescencia, tengo diecisiete años, y ya hace unos años probé por primera vez la masturbación, pero sólo lo hago con una almohada — ella dijo esto último con pena, y todas sacamos unas pequeñas risas normales, sin burla — Quisiera experimentar hacerlo con mi mano, pero no sé cómo hacerlo.
¿Vieron el tamaño de sus ovarios? Así de bien quiero preguntar, pero no, Jisoo reprimiendose es lo primero. Una chica de diecisiete años y yo teniendo veinte no puedo hacer estas mierdas.
—Perfecto, imagínate que esto — puso su mano en un puño, mostrando la parte de un lado — es una vulva, en la parte de arriba está el clitoris, y con tu mano — ocupó su otra mano para señalar y hacer movimientos — vas a dar un pequeño masaje en círculos, no tan fuerte por que puedes lastimarte, hazlo despacio, y poco a poco tú irás a tu ritmo. Con estos tres dedos — señaló — puedes dar unos ligeros — hizo enfoque en esta última palabra — golpecitos, recorre con tus dedos toda tu zona, y después regresa al clitoris, masajealo en círculos o de lado a lado, puedes ir subiendo la intensidad si así lo deseas, al final sólo te queda disfrutar.
En la primera vez que lo hice, probé el vibrador, pero no mi mano, gracias a la chica de cabello corto pude resolver una duda que desde hace tiempo quería saberla.
Narra Jungkook.
Quería escuchar esa plática, quiero saber de que tanto hablan las mujeres en tanto al sexo, o esas dudas que yo sé que Jisoo no quiere decirme, hay algo que le incómoda, y lo que menos quiero es hacerla sentir así, por eso se me ocurrió llamar a Jeongyeon, o la sexologa Yoo, además de ayudar a Jisoo fue una propuesta que ya quería hacer desde hace un tiempo y qué mejor momento ahora.
Cómo le dije a Jisoo, me quedé afuera a esperarla, no quería dejarla sola, además la preocupación que tiene por el hecho de que Jiyeon la descubra es alarmante, ¿qué tanto le prohíbe estos temas? Al fin no soy nadie para juzgar pues yo con Dahyun no me he dado el tiempo para hablarlo.
Estando recargado en la pared, y pensando otras cosas, en en lado derecho del pasillo, vi al amigo de esta mañana de Jisoo salir de un cuarto, venía platicando con alguien y también estaba riendo, hasta que se asomó Yeri por la puerta para despedirlo, ambos reían y ella de broma lo empujó del hombro, no tan fuerte, sólo un golpe, él rió y ambos se acercaron para darse un beso, hasta acá pude ver cómo cambiaron de boca sus lenguas.
Me volteé a lo que seguía, pues no quería ver esa pésima vista. Hasta que escuché la voz de Yeri a mi lado.
—Hola, guapo — dijo con esa sonrisa coqueta que les da a todos.
—Hola, Yeri — no iba a ser grosero, sólo me está saludando.
—¿Qué haces? ¿Por qué estás aquí?
—Estoy esperando a una amiga — me limite a decir.
—¿A quién?
—Una amiga.
—¿Tú novia?
—No — negué.
—A mí no me engañas, estás esperando a tu novia, dime, ¿quién es?
—No es nadie, Yeri, no es mi novia.
—¿Entonces estás mintiendo y en realidad estás escuchando la plática de mujeres cómo un pervertido? — levantó las cejas, cómo si quisiera retarme.
Sonreí muy forzado — Estoy esperando a Jeongyeon.
—Ah, la sexologa, ¿ella es tu novia?
—¿Porque tanta insistencia con eso?
—Sólo quiero saber si ahora estás disponible — se acercó a mí dando pasos lentos pero con un peculiar caminar y tomó mi corbata jugando con ella — Si te interesa ir a... — la detuve quitándole mi corbata de sus manos.
—Si te me estás insinuando, no va a pasar.
—¿Por qué no? Dijiste que no tienes novia.
—Acabas de darle un beso a un chico saliendo de tu oficina.
—¿Me espías? — levantó las cejas.
—Yeri, si no te molesta tengo cosas que hacer — me fui del lugar.
(...)
A los minutos regresé, sólo estaba esperando a que se fuera para volver. Aún Jisoo seguía adentro, desde afuera escuchaba risas de a momentos pequeños.
—¿Trabajando duro o durando en el trabajo? — dijo Jiyeon al verme, y mientras caminaba hacia mí.
—En estos días — hice una pausa para pensar — durando en el trabajo —ambos reímos un poco.
—¿Qué haces aquí?
—Esperando a alguien.
—¿A jeongyeon?
—Sí, exacto.
—Escuché que tu la llamaste para que viniera, eso es muy bueno de tu parte para las mujeres que están allá adentro.
Y también tu hermanita.
—Yo sé que soy bueno, no necesitas decirme.
—Engreído — me miró entre cerrando sus ojos.
—Un poco, sí — me estiré para no mostrar importancia y ella sólo bufó.
—Tengo que entrar, me dijeron que tomara fotos cómo evidencia.
—¿Evidencia de qué?
—No sé, así me dijo el jefe, pero ya sabes que sólo lo hace por andar mamando.
Reí ante su comentario, y es que a veces nuestro jefe, sólo quiere presumir sus logros con otros hospitales, y dejarlos quedar mal, pero son estrategias.
—Pues ve, antes de que se acabe, por que ya llevan rato ahí adentro.
—Deseame suerte, esto no es fácil para mi — sacó su celular para las fotos.
—Suerte — sonreí.
Antes de que se metiera, reaccioné a tiempo, había olvidado que Jisoo estaba adentro, se me fue todo eso por un segundo.
—¡Espera! — dije — Si quieres yo tomo las fotos.
—¿Estás loco? Son puras mujeres les va a dar pena si ven a un hombre a dentro.
—Recordé que Namjoon te estaba buscando, y me pidió que te dijera.
—¿Creés que sea importante? Me urge más esto.
—Sí, dijo que era de emergencia, ve a verlo, yo me encargo — le quité el celular.
—Gracias — asintió y se fue corriendo cómo buena Doctora ante un problema.
Sin más que hacer me metí por la puerta de atrás, no por la de enfrente para que nadie me notara, hasta el final.
Jeongyeon se mantenía hablando, notó mi presencia, sólo me sonrió y yo hice lo mismo. Tomé una silla que estaba sola en una esquina y me senté, no quería interrumpir ahora, al final tomaría las fotos.
—Así pasa, no sólo es la penetración, no sólo es meter y sacar, es estimular para logar sentir ese placer que a la mayoría nos gusta — continuó — ¿Alguien más?
Jisoo levantó la mano, ella estaba sentada hasta al frente, en la tercera fila, y yo estaba hasta atrás de todas.
—Por favor — señaló Jeongyeon para darle la palabra.
—Yo he sabido del famoso squirt, ¿eso se da en todas al momento de tener relaciones o en la masturbación?
Escuché que preguntó con un tono normal, no se veía nerviosa o mostraba pena, todo lo contrario.
Desde mi lugar negué para mi con la cabeza a su pregunta.
—No, no en todas se puede lograr hacer esto, pero si hay unas técnicas que ayudan a tener uno, pero no siempre se da.
—¿Entonces un squirt no es necesario para tener un orgasmo? — volvió a preguntar.
—Un squirt no necesariamente viene acompañado de un orgasmo y viceversa. Existe esa obsesión por querer hacer o tener squirt, y todo es por culpa del porno. Por eso es necesario conocer nuestro cuerpo para saber cómo funciona, y todos somos diferentes — explicó.
Pasaban los minutos, más chicas y señoras preguntaron cosas, entre bromas y anécdotas de todas es cómo llevaban está plática. Me siento un metiche, pero todo lo que preguntan es interesante.
Al ver que la sesión ya iba a terminar me levanté, de mi asiento y tomé dos fotos desde atrás en ambos puntos de las esquinas.
—Así termina nuestra sesión de hoy, espero verlas otra vez muy pronto, me despido y espero haber resulto esas dudas — sonrió Jeongyeon.
Todas agradecieron al unísono, y aplaudieron ante tan magnífica plática y su experta detrás de esto.
Todas ya se estaban yendo, tenían una expresión sonriente todas, parece que todas van a llegar a sus casas a coger o a masturbarse.
—¿Qué tal estuvo? — me acerqué a Jisoo, quién apenas se levantaba del asiento.
—¿Qué haces aquí? — volteó a ver a todos lados cómo si alguien estuviera viéndonos.
—Tomé unas fotos para tu hermana, se las pidió el jefe.
—¡No! Salgo yo, me va a ver en las fotos.
—Cálmate, estabas de espaldas, y una señora te tapaba. No soy estúpido.
Con un poco de desconfianza ella asintió dándome aprobación.
—¿Entonces? — le golpeé el hombre y sonreí burlón.
—¿Qué?
—¿Qué te pareció? — seguía con mi sonrisa.
—Pues buena, estuvo interesante, y resolví algunas dudas, además contaban puro experiencias propias y eso le da el toque.
—Hola, Jungkook — se acercó Jeongyeon a nosotros con sus cosas en la mano.
—Hola, Jeongyeon, gracias por venir.
—Gracias a ti por la invitación, cuándo quieras sólo llámame y vendré a apoyarte — asentí — ¿Quién es ella? — preguntó al ver a Jisoo.
—Ella es Jisoo, una amiga.
—Hola — respondió esta, con esa sonrisa tan grande y hermosa que tiene.
—¿Metiste a tu novia aquí? — me preguntó con esa sonrisa pícara.
—No es mi novia — dije.
—¿La metiste para probar cosas nuevas? — cruzó los brazos mirándonos con los ojos achinados.
—¿Qué? No, no, no — esta vez respondió Jisoo.
—Puedo ayudarlos enseñándoles nuevas posiciones sexuales, ¿cuáles han hecho?
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Te pido disculpas si ves alguna falta de ortografía :(
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