2016-2-14 23:00 p. m.
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En una ciudad de fogatas de Keldivia, las chispas volaron desde la madera de pino en llamas, flotando en el oscuro cielo nocturno.
Yan Yi caminó por el callejón estrecho y profundo que resonaba, su rompevientos se balanceaba con el viento. Llevaba una pistola 590M con una boca sobrecalentada mientras sostenía la herida de bala en la parte inferior izquierda del abdomen. Pasó por encima de varios cadáveres de hienas alfa que habían sido disparados en tamices, con las suelas de sus negras y brillantes botas de marinero con cordones manchadas de sangre pegajosa. Pisando el suelo pegajoso, caminó paso a paso.
Pasó por una floristería. El jefe era un beta ordinario de mediana edad cuyas células glandulares estaban inactivas e indiferenciadas. Sostuvo a un niño con fuerza mientras se encogía en una esquina de la pared. Con manos temblorosas, derramó todo el dinero de la caja registradora a los pies de Yan Yi, arrodillándose en el suelo mientras suplicaba: "No... no dispares... tome todo el dinero..."
El florista cubrió los ojos del niño mientras le rogaba a Yan Yi con la cabeza temblando. Debajo de la cazadora, el apuesto joven vestía un traje de mayordomo negro, su figura alta y delgada, un omega gentil y hermoso. En su suave cabello gris ceniza, dos orejas de conejo aterciopeladas se movían ligeramente, quitando el polvo de los copos de nieve en la punta de sus orejas.
Fue este omega quien se enfrentó a diez jeeps de alfas hiena diferenciados J1 al final del carril hace un momento. Enfrentándose a más de una docena de poderosos y rápidos alfas con solo una escopeta 590M pintada, fue el único que salió con vida.
Yan Yi se inclinó y tomó una rosa del barril de flores en el mostrador. Retiró con cuidado la seda blanca que impedía que la rosa floreciera. Sus manos manchadas de sangre se veían drásticamente pálidas por la pérdida de sangre y la fatiga.
Puso la rosa en su bolsillo delantero.
A Lu Shangjin siempre le habían gustado las flores fragantes tan agresivamente ricas. Yan Yi tocó la parte posterior de su cuello, sus glándulas selladas herméticamente debajo de un protector de cuello negro para evitar lesionar el punto más vulnerable del omega durante la batalla. También fue capaz de ocultar sus feromonas de dulce de leche suave para que no se filtraran, a fin de no agitar a Lu Shangjin.
En la intersección, una luz de la calle no estaba encendida y un Porsche gris plateado estaba estacionado bajo la sombra. Yan Yi se inclinó y golpeó la ventana.
"Xiansheng¹, está hecho".
Lu Shangjin abrió los ojos y abrió la puerta. Empujó a Yan Yi contra el auto y lo miró de arriba abajo, como una pantera elegante y autoritaria examinando a su presa.
Con una mano sosteniendo la escopeta en su cinturón, sacó la rosa de su bolsillo delantero con la mano derecha. Se lo entregó a Lu Shangjin y dijo con una sonrisa: "Xiansheng, eres como una pantera negra bajo la luz de la luna, te amo".
A cambio, Lu Shangjin lo besó ferozmente, arrancando con impaciencia la protección del cuello de Yan Yi. Lo presionó contra la puerta del auto, lamiendo las glándulas en la parte de atrás de su cuello mientras escuchaba las dolorosas respiraciones del omega suave y obediente en sus brazos.
Yan Yi dijo suavemente: "Xiansheng, la misión se desarrolló sin problemas".
Esperaba que estas palabras calmaran a Lu Shangjin.
Lu Shangjin se mostró indiferente, "Eso es lo que debes hacer".
Sin preocuparse por la herida de bala de Yan Yi, Lu Shangjin sostuvo su costado con fuerza. Yan Yi apretó los dientes mientras soportaba el intenso dolor que le infligía su amante. Cada vez que tenían sexo, su alfa le hacía experimentar el dolor insoportable anticipado desde adentro.
El conejo de orejas caídas era una raza muy vulnerable.
Yan Yi observó al alfa alto y frío desde el espejo retrovisor.
Qué dichoso y afortunado sería si su alfa pudiera acariciar su espalda o sostener suavemente su cabeza. Yan Yi inclinó su cuerpo mientras fantaseaba con la comodidad del alfa.
A los ojos de Lu Shangjin, su omnipotente guardaespaldas Yan Yi era una perra romántica y sentimental.
A los ojos de Yan Yi, cada confesión era un último deseo amargo y agonizante en su corazón cuando tenía una pequeña posibilidad de sobrevivir. Amaba apasionada y silenciosamente a su alfa, y quería perseguirlo y compensar sus errores.
Yan Yi se aferró impotente a la puerta del automóvil, sin luchar más, y permitió que Lu Shangjin hiciera lo que quisiera con su cuerpo.
Todavía estaba creciendo piel nueva de las marcas de eliminación en las glándulas en la parte posterior de su cuello, el dolor detallado era un recordatorio constante para Yan Yi de que se habían divorciado hace solo una semana.
O bien, no estaba calificado como un divorcio, acababan de romper.
Lu Shangjin se había deshecho de él de la villa en la que había vivido durante tanto tiempo. Desde entonces, trabajo era trabajo, pero aún quedaban hilos de sus sentimientos rotos.
Sabía que tenía la culpa.
Los sentimientos de una pareja fueron los más frágiles durante la picazón de siete años² . Lu Shangjin a menudo no regresaba a casa, por lo que Yan Yi tuvo que quedarse solo en la villa solitaria y vacía.
Durante sus períodos de celo, Yan Yi no podía hacer sus necesidades en absoluto, aguantando hasta que tenía dolores de cabeza terribles. Los paquetes restantes de inhibidores usados y analgésicos estaban esparcidos por todo el piso, pero todavía tenía un dolor terrible.
Cuando finalmente no pudo soportar la tortura del calor, se puso el abrigo y el gorro de algodón, se cubrió la mitad de la cara con una bufanda grande y esponjosa y se coló en un club para reservar un masaje de una araña alfa.
Tan pronto como la araña alfa entró en la habitación, se quitó la ropa como parte de la rutina.
Todos sabían lo que estaba tramando para que un omega en celo se colara en un club en medio de la noche. La araña alfa no pasó mucho tiempo hablando. Este pequeño omega se veía hermoso y lindo, debe ser una noche calurosa y sin dormir esta noche.
Inesperadamente, cuando Yan Yi se quitó el abrigo, debajo llevaba un suéter tejido en casa suave y encantador. Se acostó obedientemente en la camilla de masajes, dándole la espalda a la araña alfa. Un poco tímido, miró hacia el suelo mientras suplicaba: "... no tienes que quitarme la ropa, solo toca, toca mi espalda".
La araña alfa se quedó desconcertada. Se alisó hacia atrás su elegante cabello con mechas.
Luego acarició la espalda de este omega durante toda la noche.
El pequeño conejo de orejas caídas se dio la vuelta cómodamente, con los ojos entrecerrados por el sueño, y luego los cerró gradualmente mientras su respiración se volvía constante y suave. Sus pestañas rizadas parecían un insecto agitando sus alas cubiertas de rocío bajo el crepúsculo, sus pequeñas orejas se movían de vez en cuando.
La araña alfa observaba aturdida. No pudo evitar agacharse con las manos apoyadas en las rodillas y husmear la frente del pequeño conejo de orejas caídas.
Él era tan lindo.
Era tan lindo que hizo que otros estuvieran dispuestos a acariciar su espalda toda la noche sin quitarse la ropa y pedir dinero.
Era un omega limpio. Desafortunadamente, había una marca en las glándulas en la parte posterior de su cuello. Ya estaba casado, así que no podía pensar más en él.
Cuando Yan Yi pasó cómodamente su período de celo con el toque de la araña alfa y se fue a casa, Lu Shangjin lo estaba esperando en el sofá. Con una mirada de juicio en sus ojos, preguntó: "¿A dónde fuiste anoche?"
Yan Yi abrió la boca, temeroso de decir la verdad y enojar a Lu Shangjin, por lo que se le ocurrió una razón en un intento de detenerse.
En cambio, Lu Shangjin arrojó una foto a los pies de Yan Yi.
En la foto, el conejito de orejas caídas se acurrucó en la camilla de masajes, mientras una elegante masajista alfa bajaba la cabeza para besarle íntimamente la frente.
Esta fue la acción provocativa y desdeñosa más desnuda de un alfa posesivo.
Debido al estatus aristocrático del alfa halcón peregrino diferenciado de segundo grado, Lu Shangjin no pudo soportar la flagrante traición del pequeño conejo.
Yan Yi también se defendía cuando tenía poco más de veinte años, por lo que se separaron en ese momento.
Un par de amantes incompatibles del campo de batalla que lucharon codo con codo después de capear el humo de los disparos, no pudieron resistir las muchas grietas de la picazón de siete años. Del amor apasionado hacia la destrucción.
Ahora, Yan Yi fue cargado y arrojado por la puerta nuevamente.
Todavía tenía una tarjeta bancaria en su billetera que había guardado cuando trabajaba con Lu Shangjin. Después de su ruptura, se convirtió en un empleado ordinario de Lu Shangjin con un salario mensual fijo. A diferencia de cómo trató a otros omegas como bebés de azúcar, Lu Shangjin no le daría a Yan Yi una tarjeta que ni siquiera podría terminar de gastar en su vida.
Tenía que encontrar un lugar cálido para que viviera el pequeño bebé en su vientre.
Entonces, sosteniendo su pequeña barriga debajo del cálido suéter de cachemira, dejó el jardín de Lu Zhai aturdido.
1. Xiansheng: Señor.
2.Picazón de siete años: después de aproximadamente siete años de matrimonio, ambos cónyuges enfrentarían numerosas tentaciones que dañarían su relación.