Cap.25 Maldigo el día de mi estúpida elección
Fernanda
Al abrir los ojos, podía sentir cada parte de mi cuerpo que ardía. Como si dentro de mi había fuego. Fuego que en cualquier momento podía salir por mi boca.
Pero no. No tengo fuego. Lo que tenia, eran muchos moratones, heridas. Heridas que me había provocado el imbécil de Kevin. Y no solo eso, podía sentir la sangre que salia de mi labio inferior. Y por desgracia no solo tenia sangre en el labio, sino también en una de mis rodillas. Podía decir que en las dos, pero vi que solo era en una de ellas. Ya que sentía el dolor en cualquier parte de mi estupendo cuerpo. Que ahora ya no era tan estupendo.
En tan solo cinco, diez minutos. De un estupendo cuerpo, quedó un desastre de cuerpo. Algo que nunca me había imaginado y que nunca pensaba que me iba a pasar.
Y si me lo hubieran echo personas que no conocía, vale. Pero me lo hizo mi ex-novio. Una persona que quería. En su tiempo, pero le quería. Eso jamas se lo perdonaría. Y nada mas salir de aquí, escapar o lo que sea. Lo iba a denunciar. Y no solo a el. También a la víbora de la Mery. Que ya no aguanto ver ni en pintura.
Se cree el centro de atención. Pero se equivoca. Porque no hay mas centro de atención que una estúpida que todo lo que quiere lo tiene que conseguir con secuestros, peleas.. Mejor no sigo porque me dará un infarto.
Ya bastante estaba sufriendo en estos momentos por el estúpido dolor, que también esté sufriendo por ese par.
Edu
Cuando me dirigí hacia la cocina, encontré a Lola sentada y llorando. Nada mas verla así me acerqué y me senté a su lado. Tenia que saber que le estaba pasando, esto no era nada normal.
-¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?- dije al poner mi mano sobre su hombro.
-Ai, Edu... Fernanda se fue.- dijo entre lágrimas.
-¿Cómo que se fue?- entonces me entregó una carta. Al abrirla, leí.
Mamá, ya se que te lo tenia que decir en persona. Pero no he podido ni tampoco me dio tiempo. Y se que estarás enfadada, pero entiendeme. Necesito respirar, vivir mi vida, y creo que con la vuelta de una persona que no esperaba volver a ver, me va a ser difícil. Así que me iré por unas semanas o meses, todavía no lo tengo muy claro a un lugar donde nadie me conozca. Un lugar donde podré olvidarme de todo, sentir aire puro, pensar. En definitiva, creo que eso ultimo es lo que mas quiero, pensar. Quiero arreglar unos pensamientos que no me dejan dormir, montar un rompecabezas que tengo en la cabeza. Y no se cuanto tiempo me durará. Lo único que se, es que es la mejor idea de arreglar esto.
Os quiero a las dos, y mil disculpas por no habértelo dicho antes. No te enfades, estaré bien. Me pude cuidar sola, eso tenlo claro.
Un beso. Fernanda
Me quedé con la boca abierto. Seguro que todo eso era por mi culpa. Aunque no la tenia, pero bueno. Cambiemos de tema.
Le devolví la carta y me iba a levantar, pero me paró.
-Edu, ¿tu no puedes ir a buscarla o algo?- me sorprendió mucho esa pregunta.
-¿Yo? No, no se donde habrá ido.
-Tienes razón. Perdón. Es que estoy muy mal, nunca había pasado algo así.- si podría ayudar en algo, lo haría. Pero no puedo.
No tenia ni idea de donde se habrá ido.
Mery
Bueno, la primera parte del plan ya había comenzado. Ahora faltaba la segunda. Acercarme mas a Edu. Ser su amiga. Aunque me cueste admitirlo, no quiero ser su amiga. Quiero ser algo mas que su amiga. Pero por el principio con eso me conformaba.
Iba a ir a visitarlo en la casa de Fer, para ver si le apetecía dar una vuelta por los alrededores y hablar un ratito. Conocernos mejor. Aunque a mi no me hace falta conocerlo mejor, ya que me gusta y se que es el chico de mi vida. Puedo que por ahora, pero sigue siendo el chico de mi vida.
Toqué al timbre, y nada mas me abrió Lola. La vi algo rara.
-Hola querida.- dijo al darme un beso en la mejilla.- ¿Qué te trae por aquí?.- se limpió uno de los ojos. Creo que estaba llorando.
-Hola...- saludé.- Vengo a ver a Edu ¿está?- se sorprendió mucho a lo que le dije.
-Si, está en su habitación. Pasa.- dijo al abrir la puerta.- ¿Te apetece beber algo?
-No, no quiero nada, gracias.- sonreí.
Entonces nos dirigimos a la cocina, y cuando entré. Vi que había una carta en la mesa.
Deducí que era la que supuestame envió Fer. Y si digo supuestamente, es porque a ella no le dio la revelenda gana de escribirla. Así que tenia que escribirla yo, tenia que ponerme en el pie de ella y al final me salió demasiado bien. Supongo que se lo han creído lo de que ella fue quien la escribió.
Lola se dio cuenta de que estaba mirando la carta, así que habló.
-Es de Fernanda, se fue.- no se si tenia que ponerme triste o feliz delante suya. Pero creo que la mejor opción era la primera.
-¿Y por qué?- me hice la interesada, pero en realidad me daba igual lo que me iba a decir.
-No lo sé. No entiendo nada, pero espero que cuando vuelva me explique todo.
Nada mas terminar de contarme ese rollo, bajó Edu por casualidad. Se le quedó la cara de sorprendido al verme, pero me daba igual. Fui a darle un abrazo, como saludo y eso. Pero se apartó. Si sigue tratándome así, su queridita lo pagará. Así que tenga cuidado conmigo.
Edu
De verdad que no entendía nada. Pensaba que todo esto era un sueño o algo así. Pero no lo era. Estaba frente mía intentando abrazarme. Pero que gracia. Esta tía no sabe con quien se está metiendo.
Si viene a buscar a Fernanda o quiere que nos vea juntos, va a ser que no. Ya que no está. Pero no se ni porque me importa todo esto. Si ya tengo claro que entre Fernanda y yo no pasará nunca nada más. Todo lo que pasó entre nosotros y lo poco que haya durado, se acabó.
Puede que me cueste decirlo así, pero esa era la única verdad. Me dolía, pero no había marcha atrás. Pasó lo que tenia que pasar y no puedo hacer ya nada más.
-¿Te apetece dar una vuelta?- dijo acabando con mis pensamientos.
Pensamientos que tampoco entendía pero ya no quería entender nada mas. Solo necesitaba que los meses que quedaban se pasasen rápido e irme ya de aquí. Me ha causado demasiado dolor mudarme aquí. Nunca me había imaginado algo por el estilo y creo que nadie se habrá imaginado que le pudiera pasar algo así y menos a mi.
No sabia si aceptar la propuesta.
-No, lo siento. Es que he quedado, tiene que ser otro día.- mentí.
Pero igualmente me tenia que ver saliendo de casa. Así que me despedí y me fui para la casa de Laura. Creo que allí me sentiré mucho mejor. Y me entenderá por lo que estaba pasando en estos horribles momentos.
Fernanda
Ya no aguantaba más. El dolor se hacia más fuerte. Cada herida que había por mi cuerpo, dolía, y dolía mucho. Lo malo que no había forma de acabar con este dolor. Un dolor que jamas había sentido o a lo mejor cuando era pequeña y me caí de la bicicleta o cualquier cosa.
Las heridas que tienes cuando eres pequeño, creo que eran las únicas que había tenido en mi vida hasta hoy.
Hoy era el día que volví a tener heridas y de muy mala manera. Manera que nunca había imaginado. Pero lo peor, que jamas había pensado que Kevin me podía hacer algo así. Esto me ha decepcionado, me ha impresionado, me ha.. de todo.
Seguía echada en el suelo, lamentandome de todo.
Sufriendo, y eso que pensaba que no iba a sufrir por lo que me quisieran hacer. Aunque reconozco que preferiría que me hubiesen matado que esto.
-¿Tienes hambre, sed?- apareció Kevin por la puerta hablando. Yo solo podía escuchar, bla, bla, bla...
-¿Eh?- no entendí nada de lo que me dijo.
Primero, porque estaba pensando en otras cosas.
Segundo, no quería saber nada más de él. No quería verlo ni en pintura si quiera.
Y tercero, creo que no hay tercero por ahora.
-No te hagas la tonta, no volveré a repetirlo..- se dio la vuelta para irse.
-Kevin, dejame irme. Creo que conseguisteis lo que queríais. Ya no os soy necesaria.- dije entre dejar alguna que otra pausa, porque no podía hablar casi. Y mejor no os digo porqué, porque para repetirlo mil veces, no hace mucha falta que digamos.
Creo que ahora si que hay tercero.
Tercero, porque es un imbécil. Y habla como un idiota.
Ya volvió alguna parte de mi, eso es bueno.
-Pues te equivocas. Todavía no te vas a ir de aquí.- iba a irse, pero no le dejé.
-Decías que me querías...- al escucharme se dio la vuelta.- Si de verdad me quieres como me decías, no me hubieras echo esto ni me harías daño..- iba a continuar, pero no me dejó terminar.
-No sigas, Fernanda. Si pasó todo esto no es por mi.- ahora si estaba confundida.
-¿Cómo que no es por ti? ¿Entonces por quien es?- dije al moverme un poco y levantarme.- Auch...- pero me hice daño.
-Esto se le ocurrió a tu amiga.- así que ella tiene que ver con todo esto. Que puta.- Yo en verdad te quiero. Pero...- esta vez le interrumpí yo.
-Hacerme esto no es amor, Kevin. Nunca me esperé esto de ti. Ni en mi peores pesadillas.
Quería intentar hacer que recapacitara un poco y me dejara libre. Espero conseguirlo, aunque lo dudo. Porque se que es un cabezota.
-No puedo dejarte, lo único que puedo hacer es que...- dijo al acercarse y agacharse frente mi.- Pedirte perdón, siento mucho haberte golpeado. Me conoces muy bien y sabes que soy capaz de todo, pero de pegar a una mujer, jamás.
-Si, por eso me sorprendió que me hayas lastimado así.
-De verdad que lo siento mucho, Fernanda. Ahora traeré alcohol y algodón para curarte las heridas. Es lo menos que puedo hacer.- entonces desapareció por la puerta y tardó un minuto en volver.
Pero justo cuando iba a agacharse, alguien chilló.
-¡KEVIN! ¿DÓNDE TE METISTE, TÍO?- era Marcos. Por dios, que me encuentre, por favor.
Rezaba en lo mas fondo del corazón y alma. Incluso hasta recé a dios. Marcos me tenia que salvar de esta. El nunca fue malo conmigo, y dudo que eso alla cambiado.
Todavía recuerdo ese día cuando me dijo que me quería.
Flashback...
Justo acabamos de salir del instituto, íbamos a primero de la eso. Y hacia muy buen tiempo, solo nos quedaban un par de semanas de clases y luego vacaciones de verano.
Al acabar las clases, siempre nos íbamos un rato a un parque a sentarnos a un banco para hablar de como nos fue el día, con Kevin, Marcos y yo. Pero hoy no era un día de estar los tres juntos. Los tres amigos inseparables, aunque la única diferencia de que Kevin era mi novio, Marcos mi amigo.
Hoy Kevin no había venido a clases. Así que solo fuimos Marcos y yo. Nos sentamos en uno de los bancos y observamos el bonito paisaje que había frente nuestra.
-Me encanta venir aquí...- dije al seguir observando, pero noté que me estaba mirando.
-A mi me encanta que estemos solos por una vez en la vida.- nada mas escuchar eso me giré y le miré.
-¿Cómo?- dije algo confundida.
-Si, mira Fer. Nunca te lo he dicho, pero por algunas razones.- dijo al cogerme de la mano.
-¿Qué razones y que cosa?- pregunté algo intrigada.
-Pues, porque eres la novia de mi mejor amigo y porque somos amigos desde hace mucho tiempo, ni tampoco he tenido la oportunidad de decirte esto. Pero como sabes que pronto me iré, quiero que lo sepas.
-Marcos López García o me dices ya que es eso que me quieres decir, que creo que me lo estoy imaginando o verás lo que te espera.- dije algo cabreada.
-Te quiero, Fer. Siempre te he querido, incluso antes que Kevin.- na mas decir eso abrí la boca, creo que me podían entrar moscas, pero no entró ninguna.- No me mires así, hablo en serio.
-¿Y lo dices ahora?- yo no sentía nada por el, pero creo que a lo mejor el iba a ser mejor que Kevin.
-Lo siento.- se levantó del banco y se fue.
Me dejó con la palabra en la boca y seguía confusa. Jamás me había esperado eso.
Fin del flaschback.
Presentía que si hubiera estado con el, nada de esto me estaría pasando. Porque el era buena persona. Aunque reconozco que lo traté bastante mal, cuando volvió.
Pero desde ese día del parque no lo volví a ver mas. Se iba a ir supuestamente al acabar las clases, pero se fue por adelantado. Y otra de las razones que lo traté mal, fue porque pasó eso con Kevin y pensé que el era igual que el. Pero me equivocaba.
Marcos es mucho mejor persona que Kevin. Y siempre lo será. Maldigo el día, de haberme fijado en la persona equivocada. Aunque ahora esté por otro.
Ahora deseaba con toda mi fuerza que me encuentre aquí y me ayude.
-Kevin, tío...- se estaba acercando. Si, solo quedaba poco. Iba a chillar, pero Kevin me tapó la boca.- Eiii...- llegaba, estaba llegando.
-Mmmmmm...- intenté decir algo, pero no podía, con su mano en mi boca no conseguía pronunciar ninguna palabra.
-Shhh, no abras la boca, será peor.- quitó su mano y se levantó para ir a verlo.
Yo me quedé mirando la escena. Estaba tan nerviosa que me daban ganas por cometer alguna locura, a la vez tenia miedo de si me iba a hacer algo peor que lo de antes. Pero no tenia opción.
Quería salir de aquí, alejarme de el mas que nada.
-¡¡¡MARCOSS, AYUDA, MARCOSSSSS!!!- chillé lo más fuerte que pude.
Marcos
Habia presentido que tenia que volver. No podia seguir alejado de todo esto. Ni tampoco dejar a Kevin que cometiera alguna locura. Lo conocia lo suficientemente bien y se que planeaba algo aunque todavía no sabia muy bien que seria. Pero pasó mucho tiempo desde que me lo dijo y seguro que ahora ya tiene algún plan.
Así que nada mas llegar me fui a buscarle.
La puerta estaba abierta así que me era fácil entrar. Estuve llamándolo, pero no conseguía respuesta. Así que comencé a dar vueltas por todo el lugar. Hasta que de repente sentí unas voces.
Al acercarme encontré una puerta abierta, de donde salió Kevin algo nervioso.
Y nada mas salir de allí, escuché a una voz de chica llamando, al recapacitar, pude reconocer aquella voz. Era Fernanda.
ME DIO TIEMPO!! Dije que intentaria acabar el capitulo hoy, asi que aqui lo teneis. Un poco tarde, pero por lo menos complí con lo que dije y me propuse xD Espero que os haya gustado y a ver s Marcos salva a Fer de ese imbecil de Kevin!!! Un besitoo y gracias por leer, espero sus votos y comentarios!!:)) PD: MIL GRACIAS POR TODAS LAS VISITAS, CADA DÍA SON MAS Y LOS FANS TAMBIEN SUBEN!! OSQUIERO!! Y ahora buenas nochess jeje