LILY
Me desperté por unos ruidos algo fuertes, hizo que abriera mis ojos. Me fijé que estaba tumbada en una cama muy suave y una corcha blanca, huele super bien.
También me fijé en una camisa blanca de rayas, no llevaba nada debajo.
Pegué un bostezo mientras abría poco a poco mas los ojos, me fijé en la habitación y pude ver a 4 chicos que reconocí muy bien, Thomas, Jack, Marcus, Marco.
Ellos me miraron.
—Eh, buenos días—digo con una sonrisa nerviosa.
—Valla, la bella durmiente ya despertó—habla Thomas.
—¿Qué pasó anoche?—pregunto.
—Pues, Dominic te trajo en vuelta en su camisa, al parecer estabas dormida, nosotros estábamos despiertos viendo todo, es resumen, dormísteis juntos—sonríe Jack.
Me sonrojo.
—Por cierto, ¿qué pasó en los bolos?—pregunta Marco con una mirada pícara.
—N-nada de otro mundo—río nerviosa.
Marco me mira fíjamente y solo levanta las cejas y ríe.
—Vamos, no vamos a decir nada, dilo, no te dejes ningún detalle—dice con emoción Thomas.
—Bueno, solo que baile un poco en la sala VIP, pole dance, y luego me cogió y me tiró a la piscina—paré y sonreí.
—¿Y?, vengaa, no nos dejes a medias—Marcus empieza a hacer un berrinche.
—Bueno, l-lo hicimos en la piscina—digo tímidamente mientras cojo la corcha y me tapo hasta la nariz con una sonrisa.
—Lo sabía, os lo dije que acabarían de esta forma u otra—Thomas da una palmada.
Me reí.
De pronto la puerta de la habitación se abre dejando ver a un Dominic con los pelos revueltos, camiseta blanca de mangas largar remangadas con algunos botones sueltos, eso lo hace lucir muy sexy, y con unos pantalones largos negros.
Estilo empresario, pero muy, muy, sexy.
—¿Terminaste el análisis?—pregunta Dominic con una sonrisa pícara.
Aparto la mirada mientras que Thomas ríe, y los otros tres intentan aguantarse.
—Te traje el desayuno, no te preocupes por las clases, al parecer los profesores tenían hoy una reunión y tenemos el día entero libre, el director dió permiso para andar por la universidad con ropa libre—comentan.
Suspiro y el me entrega el desayuno.
Abro la bolsa y veo un paquete de cinco dorayakis medianos y un batido de chocolate.
—Wow, gracias—le doy una sonrisa.
—Ay Dominic, ¿por qué no nos rajiste el desayuno como ella?, que injusto—se queja Marcus.
—Tenéis piernas y brazos, podéis ir vosotros—dice con frialdad.
Los miro y abro el paquete.
—¿Queréis?—ofrezco.
Ellos me miran con una sonrisa y un brillo en sus ojos.
Cojo cuatro dorayakis y se los doy.
—Eres un ángel Lily—Jack pega un mordisco.
Río.
—Por cierto Lily, anoche no paró de sonar tu móvil, era un tal, Mark Tompson, ¿quién es?—pregunta serio.
—Un amigo mío de la infancio, se fue a estudiar a Nueva Orleáns y al parecer vendrá a esta universidad, aunque me impresiona que no se haya ido a Harvard—digo mientras agarro mi móvil.
Vi que tenía 6 llamadas perdidas de Felix, 3 de Mark y 10 de Rina, por no hablar de sus mensajes, +99.
<<Santo cristo>>pienso.
—Creo que iré a vestirme—digo mientras me pongo de pie.
Pero al dar un paso caigo, menos mal que Dominic me agarró, si no ahora mismo tendría mi cara estampada en el suelo.
—Dominic, ¿qué le as echo que la pobre no puede ni andar?—ríe Jack.
El le da una mirada fría y me coge en brazos.
—Te llevo yo—dice Dominic.
—Un momento, ¿y si alguien nos ve?—agarro su camisa.
—No pasa nada—dice sin importancia y sigue andando.
Mientras íbamos por los pasillos algunas pocas personas nos vieron, yo estaba muerta de vergüenza.
Sin darme cuenta ya estábamos en mi puerta, el la abrió y me puso en la cama.
—Hoy te elijo la ropa—me sonríe.
Asiento.
Cogo mi móvil y veo que tengo una llamada de Rina.
Acepto la llamada.
"Hasta que porfín contestas, ¿dónde te habías metido, chica?"
"Perdona, solo, dormía"
"Bueno te llamo que voy a pasar por tu habitación, vamos de compras, invito yo"
"NO hace falta Rina, puedo pagarlo yo"
"No hace falta, invito yo y punto, además ya estoy en tu puerta, voy a entrar"
Abro mis ojos, si me ve con Dominic que dirá.
Pero antes de poder decirle que no, me colgó. Ella no tardó en entrar, y al verme a mi y luego a Dominic abrió sus ojos.
—Puedo explicarlo Rina—levanto mis manos.
—Al parecer los rumores eran ciertos, ¿sois novios?—salta de alegría.
Antes de poder decir nada Dominic interrumpe.
—A sin es, ¿verdad cariño mío?—dice Dominic con burla.
Sonrío.
—Pues sí Rina, el es el amor de mi vida, moriría por el—pongo mi mano en mi frente y me tumbo a la cama.
Rina y yo nos reímos.
—Bueno, ya, dejad el drama chicas, ponte esto Lily—Dominic me tira un pantalón de campana color negro y un top de tirante fino blanco
Lo miro mal.
—Ni de coña me pongo esto—lo miro mal.
El rueda los ojos.
—Verdad, con lo plana que está el top se le puede caer—ríe Rina.
Dominic aguanta su risa.
Le tiro una mirada.
Me levanto, el dolor se fue.
Voy hacia la ducha con la ropaen la mano.
—¿Te acompaño?—pregunta Dominic con burla.
—No, gracias—le doy una sonrisa forzada.
Empiezo a ducharme y lavarme el pelo, salgo y en segundos mi pelo está seco al igual que mi cuerpo, pude verme en el espejo, el maldito idiota me dejó chupetones muy notorios, y encima una marca de sus dientes en mi cuello.
<<Maldito hijo de puta, y encima quiere que me ponga el top>>pienso y suspiro.
Salgo ya vestida, obviamente con la ropa interior.
Opto por ponerme un moño bajo con algunos mechones fuera, un poco de rímel y labial transparente.
Y por una vez en mi vida, decido ponerme unos tacones blancos, no muy altos.
Salgo y se me quedan mirando.
—Algunas veces pienso que tu fuíste modelo—sonríe Rina.
Dominic solo me mira de arriba y abajo y sin que Rina se diera cuenta, me da una mirada pícara y se relame el labio superior dejando ver sus colmillos.
...
RINA
Al salir le di unas gafas de sol que convinan con las mías, en verdad la envidio, tiene un aura de poder impresionante, aunque dudo que ella sea una simple liebre, su aura es la de un pura sangre, pude que ella todavía no lo sepa, pero se parece mucho a Elisabeth.
Decidimos salir andando para que vean y envidien a la perra de mi amiga.
Obvio, mi amiga es única.
—Dominic, ni se te ocurra, estamos en la calle—susurra Lily.
—Pues mejor, muchos chicos no paran de verte, y eso no me gusta—susurra.
Veo como entrelaza sus manos con las de Lily.
Sonrío.
<<Espero que conozca a un chico tan cariñoso como Dominic, pero que no este loco>>pienso.
—Bueno, ya llegamos, estamos en la tienda mas famosa de Nueva York center, la tienda de ropa, de la señora Machel—sonrío.
—¿A qué esperamos?, vamos a entrar—dice Dominic.
Cuando entré, algunas cosas cambiaron, su ropa es única y hermosa.
—Dominic, mira ver algo que te guste, ahora te robo a tu queridísima futura esposa—cojo del brazo a Lily.
Fuimos hasta una cabina para cambiar de ropa, llamé a la señora Machel por su ayuda.
...
—Que chica mas hermosa, creo que ya tengo la idea, con ese pelo plateado blanco y esos hermosos ojos azules, ya tengo un estilo mágico para ti—me mira de arriba y abajo.
Veo como da una palmada y aparece ropa flotando.
Mucho diría yo.
—Vamos a ver, pruébate este—le da un conjunto.
DOMINIC
Fuí con las chicas para ver como ivan, cuando me vió la señora se asustó.
<<¿Tanto miedo doy?>>pienso.
—Tranquila señora Machel, es el novio de Lily—dice Rina.
—¿Este chicó?, ¿Cuántos años tiene?—me mira de arriba y abajo.
—Tengo 20 años señora—respondo.
—¿Y la chica?—pregunta.
—17—responde Rina.
Sonrío, antes de que la señora Machel pudiera decir algo Lily salió, me quedé impresionado.
Ni la mismísima Afrodita la llega superar, ni en los talones.
—Dios, santo, como puede alguien ser tan, hermosa y tan pura a la vez...—dice la señora Machel.
La verdad, es mucho mejor que Katherine, cada vez, poco a poco, siento que me enamoro mas.
Pero todo esto será un simple juego, los sentimientos hace que la gente se vuelva débil, solo por el sentimiento a los que todos llaman "Amor". La verdad ese sentimiento solo hace que tengas una debilidad, y yo como me llamo Dominic Rashet Ivanov, juro no enamorarme en la puta vida.
NARRADORA
¿De verdad Dominic podrá cumplir esa promesa?, ¿o al final todo será diferente?.
LILY
Estuve mucho rato probandome vestidos, y al final me opté por 3 vestidos, única colección, cada uno de la misma diseñadora, ¿lo malo?, cada uno cuesta por lo menos que vi yo, unos 100,000$.
<<¿Estamos locos?, no quiero que Rina gaste todo esa cantidad de dinero por tres vestidos>>pienso.
Suspiro incómoda viendo los vestidos.
—Rina, en serio, no hace falta, además no quiero que te gastes 300,000$ en solo tres vestidos, no seas tonta—cojo sus manos.
—Pero yo quiero verte con estos magníficos vestidos, mereces lo mejor—me da una sonrisa.
—Pero esto ya es pasarse, n...—Dominic me interrumpe.
—Señora Machel, me llevo los tres vestidos, pago en tarjeta—veo como saca una tarjeta BLACK.
<<Joder, ya quisiera yo tener una>>pienso embobada.
Veo como la señora Machel se va con los tres vestidos una sonrisa en la cara, veo de mala gana a Dominic.
—No tenías que haberlo echo—hablo mientras veo como se hacerca mas a mi.
Rina fue rápida y se fue con la señora Mechel.
Perra traicionera.
—Pero lo hice—me da una sonrisa de lado.
—¿Por?—alzo una ceja.
—No hay ningún porque, es solo que quiero y tu quieres, nada mas—abro mis ojos de la impresión—solo pídelo, y lo tendrás, hoy como en el futuro, tendrás todo lo que me pidas, yo no te reprocharé nada—abro mi boca.
<<¿Este chico está loco acaso?, si le digo que quiero todo Nueva York para mi, ¿me lo daría?, o creo que eso ya es pasarse>>pienso.
Yo solo asiento no muy segura.
...
Salimos de la tienda de ropa con tres bolsas,
—Bueno Rina, ¿siguiente tienda?—sonríe Dominic mientras se pone las gafas de sol.
Que en verdad, le queda super bien, hace que luzca mucho mas atractivo de lo que es.
Veo como Rina sonríe y dice, "a la de ropa interior".
Siento que será un día muy largo...
...
—¡Que no Rina, no pienso ponerme esa cosa!—aparto la ropa interior.
Ella rueda los ojos.
—Solo es una lencería, seguramente haces que Dominic se vuelva loco—bromea.
La miro mal.
—No creas que me voy a poner esto...
Y cinco minutos después, ya estaba probandome casi todas las lencerías, ninguna me gustaba, eran muy extravagantes, y encima parecía desnuda.
Suspiro.
Me quito la última lencería y me pruebo la última que es de color roja.
Me miro en el espejo, esta si me gusta, es perfecta, aunque no se si es muy de...¿Puta?.
Sin darme cuenta, mi goma de pelo se cae al suelo y justo al cogerla alguien entra.
No me sentí incómoda ya que sabía que era Rina, viniendo con mas pares de lencerías, pero gusto al levantarme y ver por el espejo a Dominic, mi sangre se congeló.
Me dí la vuelta mientras que el me comía con la mirada, con esa mirada por todo mi cuerpo, hacia que estuviera mas desnuda de lo que estoy.
Siendo sincera, ese pelo rojo, y esos ojos tan dorados que me matan, me excitan un montón.
—¿Qué haces a-quí?—pregunto mientras intento taparme con mis manos.
El entra y cierra la cortina negra.
Me mira una última vez y se hacerca a mi cuello, noto su respiración y huelo sus ferómonas, olor ¿chocolate?, si, chocolate, y ¿lo bueno?, a mi me encanta el chocolate.
Justo cuando en casi nada le beso, ya que no aguantaba esas deliciosas feromonas, Rina entró.
Empujé a Dominic en segundos, y ella se nos quedó viendo en silencio.
—Vale, c-creoo que volveré en otro momento—cierra la cortina.
Suspiro.
Pero cuando veo a Dominic, me asusté, tiene su mandíbula apretada y parece serio, cabreado, mas de lo que es.
<<¿La cagué?>>pienso.
***
EL DIABLO NO TIENE MIEDO A NADA, PERO SU DEBILIDAD ES EL AMOR