YUANFEN [Yeonbin/Soojun]

By TumishaSioSi

9.4K 1.4K 1.2K

Las almas gemelas sí existen. Pero, ¿quién dijo que tiene que haber un final feliz? ¿O siquiera un inicio? Re... More

Antes de leer ^^
SB
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
El verdadero comienzo - 01
02
03
04
05
El verdadero verdadero comienzo - 01
YEONJUN - 02
03
YEONJUN - 04
05
06
07
08
09
10
12
13
14

11

185 31 7
By TumishaSioSi

Le estaba encontrando el gusto a usar el regazo de Yeonjun como almohada. Si bien mi novio estaba dotado con una buena musculatura, sus muslos siempre se sentían blanditos y cálidos. Siempre que me echaba en su regazo mientras conversábamos de la vida, él me daba caricias en el cabello distraídamente. No era consiente de lo feliz que me hacía hasta que dejé de tenerlo.

Recuerdo uno de esos días, en el campus de la universidad, en un hueco de por ahí: sentía que el mundo era nuestro.

--Estás bromeando --rió.

--Te lo prometo --aseguré recordando --, terminé volviendo a casa envuelto con parte de la tela del mantel.

Como el burlón que era, Yeonjun estalló en risas. Yo lo miré desde abajo con una ceja alzada, haciéndome el ofendido.

--Eso, búrlate de tu novio.

--Es que... --dijo entre risas --. No puedo creer que todo eso haya pasado en una sola noche, lo siento.

--Parece chiste pero es anécdota, en serio --reí con él.

--Por lo menos alcanzaste a estar para la parte de la ceremonia de despedida, ¿verdad?

Negué con la cabeza.

--¿Por qué no? --preguntó curioso --Se supone que es la parte más bonita y es al inicio de la fiesta.

--Yo me tropecé con la pata de la mesa de ponche a los cinco minutos de haber llegado, ahí tú explicación, me fui apenas llegué.

Su entrecejo se acentuó.

--Pero el baile de promoción es muy importante, Binnie, es tradición. ¿No pudiste esperar a que secara el ponche o prestarte una camisa de alguien?

Con lo que dijo, comprendí que Yeonjun no entendía la gravedad del asunto. Como si después de haber hecho tremendo ridículo hubiera querido quedarme.

--Claro, todos llevan muda a un baile de promoción --dije sarcástico --. Igual ni siquiera quise ir en primer lugar. Nunca fui cercano a todos esos tipos y Heejin estaba enferma por lo que tampoco fue, entonces no había punto. Solo fui por qué mamá me obligó.

La realidad era que fue una de las peores noches de mi vida; fue humillante y me sentí jodidamente solo, pero Yeonjun no tenía que saber eso.

Su expresión cambió tan pronto terminé de hablar, se tornó triste, siendo adornada por el mismo tierno puchero de siempre.

--¿Qué sucede? ¿Por qué esa cara? --Quise saber a la vez soltando una risilla ligera --. No me digas que estás así por lo que te conté.

Sospechando que era por eso, con cariño acaricié su mejilla con mis dedos.

--Es solo que... No sé, me parece injusto. Se supone que es un día bonito, especial e inolvidable, ¿no?

--No le des tantas vueltas cuando a mí ni siquiera me importa, amor. No vale la pena que te pongas así por tonterías así, ¿ok? Ambos sabemos que mis años de escuela nunca fueron los mejores, y está bien, ya pasó.

Tan solo lo dije para que se sintiera mejor, pero tal vez sintió parte de la mentira, porque solo asintió desganado.

Mi Yeonjun siempre fue muy susceptible a mis sentimientos, tanto así que a veces parecían más suyos que míos. Él decía: "Tu felicidad es mi felicidad, tu tristeza es mi tristeza, e incluso cada mini cosita que sientas, siempre vas a tener con quién compartirla".

Deseando volver a ver su sonrisa, me senté invadiendo su espacio personal, a la par dejando una lluvia de besitos en todo su rostro. Me costó varios de estos el volver a hacerlo sonreír, pero lo conseguí. Yeonjun rió avergonzado tomándome de los hombros para separarse de mí.

Nuestros ojos se encontraron y me le quedé viendo embobado por lo precioso que era.

Solo podía haber un pensamiento en mi mente.

--Yeonjun --llamé, mas salió como un susurro porque su sola presencia me hacía olvidar como respirar correctamente.

--Binnie... --enunció como incitándome a seguir, sus muñecas relajadas se apoyaron en mis hombros al mismo tiempo que veía como sus ojos obtenían un brillo precioso.

Quiero estar contigo para siempre.

--¿Podemos volver a lo de antes?

Ladeó su cabeza luciendo confundido por mis palabras.

--¿Lo de antes?

Asentí sin vacilaciones.

--Si antes pudiste convertir una noche en dos años, ¿crees ahora poder hacer lo mismo?

--¿C-cómo?

--Quiero que tengamos una vida normal, Junnie, así como antes que pasábamos semanas, meses juntos... Quiero pasar las siguientes noches como años a tu lado, ¿es posible? No quiero sentir que estas citas son temporales. Yo... cada vez las siento más cortas, no es suficiente...

Y como si nada su carita apenada volvió.

--No puedo hacer eso ya, Binnie, lo siento --murmuró cabizbajo --. Me encantaría, lo sabes, pero no puedo.

--¿Por qué?

--Ahora que eres consciente del tiempo, si intento hacer eso, será muy obvio, además que puedo afectar tu realidad, la verdadera, la del mundo real. No quiero hacer eso.

--¿Cómo sería obvio?

Yeonjun cerró los ojos y exhaló.

--Mira.

Se supone que eran las 4:00 de la tarde cuando Yeonjun llegó a mi mente. Se supone, porque de repente se hizo de noche, en literalmente, un santiamén.

Quedé estupefacto.

--¿T-Tú hiciste eso?

Mi pregunta era tonta, claro que él lo había hecho, pero una cosa era verlo crear cosas pequeñas y otra totalmente diferente era verlo controlar el cielo a su antojo como si fuese Dios.

Con cada tic tac del reloj, pasábamos a un cielo diferente. En cinco segundos ya había visto el atardecer y sus colores cálidos dos veces, el anochecer oscuro bañado de estrellas, y el amanecer difuminado por las nubes nacientes. Era increíble, una obra de arte vívida.

--Lo que acabas de ver --explicó --, equivale a lo que era un día común para nosotros, antes de que enteraras por supuesto.

Solo pude balbucear, porque además de que seguía perplejo, no tenía las palabras.

--P-Pero, ¿cómo afecta el que me enterara?

--Tu cerebro ya tiene bien presente que esto no es real, así que simplemente lo mira como siempre fue: una mentira.

Jodidamente detesté como sonó eso. ¿La peor parte? Era verdad.

Para desviar el tema lo abracé por la cintura e hice que apoyara su barbilla en mi hombro.

--Da igual, lo importante es que podemos pasar tiempo juntos.

Escuché un adorable sonidito de afirmación que me dejó más tranquilo.

--¿Cuánto tiempo me queda para despertar?

--Como unas dos horas.

--Vamos de compras entonces --Me separé del abrazo y me puse de pie, listo para aprovechar nuestro tiempo juntos --, no hay que perder tiempo. Quiero sentirme como un niño millonario por una vez. Quiero sacar todo lo que quiera de las tiendas como tú hacías, sin restricciones.

Yeonjun me miró como si hubiera dicho alguna estúpidez y luego rió.

--Dios, estás pasando mucho tiempo conmigo.

--Silencio y arriba. Yo también puedo ser un engreído cuando quiero.

Días después, Yeonjun me tenía preparada una sorpresa.

A cualquiera le hubiera parecido un lindo detalle. Por otro lado, estaba yo, terriblemente asustado.

¿Por qué? Simple, Es Yeonjun de quien estamos hablando.

Yeonjun estaba literalmente arrastrándome por los pasillos de nuestra vacía universidad mientras yo me paniqueaba por el pedazo de tela que cubría mis ojos.

No era para nada una sorpresa grata.

Por el material del suelo resbaloso, más la resistencia que yo estaba poniendo, el chirrido que provocaba por el contacto del suelo con mis zapatillas era horrible y aturdidor.

Yeonjun seguía jalándome.

--¡Deja de poner resistencia, hombre! ¡Te estoy diciendo que te va a gustar!

--¡No! ¡Yah, suéltame idiota! Ah, diablos, ¿por qué eres tan fuerte?

--Pero no seas así, te va a gustar, es más, te va a encantar. Espero.

--¿Esperas? Lo mismo dijiste con lo del paracaídas o la montaña rusa asesina esa. No quiero más adrenalina, Yeonjun, sé que te gusta, pero a mí no. N-No quiero.

--¿Qué? --El jaloneo se detuvo --. ¿De qué estás hablando? No haré nada de esas cosas, tonto. Es una sorpresa real, te gustará.

--No sé, Yeonjun, si es una de esas cosas locas, no quiero.

--Amor... --exhaló y pronto sentí sus manos sobre mi cintura --Lamento mucho lo de esas sorpresas, ya no haré esas cosas, ¿sí?

-- ¿Y-Y cómo sé qué ahora no me estás engañando?

--¿Confías en mí, bebé?

Gruñí con desconfianza porque había usado esa carta muchas veces antes.

--Me enojaré mucho contigo si estás mintiendo, Choi.

--¿Y si no? ¿Qué ganó?

--Nada, ¿qué esperabas? Un golpe si quieres, aunque no. Ash, ya apúrate antes de que no quiera nada de nada.

--Uy, pero nos pusimos exigentes --rió --. Entendido sargento, en marcha entonces. Dame tu mano.

Todavía no estaba totalmente convencido, pero igual se la di.

--Te prometo que esta vez es diferente --susurró muy cerca de mí, provocando que mis vellos se erizaran --, tú solo sígueme.

No me quedaba de otra, así que eso hice. Mis pasos aún eran endebles y cortos. Dije que confiaría, pero considerando que la vez pasada dijo lo mismo y me hizo caer al vacío...

--Llegamos.

La confusión me abordó de inmediato.

--¿En la universidad? --cuetioné sintiendo como soltaba mi mano.

Si había calculado bien, según los pasos que habíamos dado, debíamos estar en la cafetería de la universidad.

--¿Me preparaste una cena romántica? --Intenté adivinar, siendo positivo por supuesto, en parte rogando internamente que si en caso fuera así, no hubieran fresas presentes.

--Mejor todavía.

Moría por quitarme la venda, pero Yeonjun era tan impredecible que tenía miedo

--¿Qué es? --pregunté aún vendado.

De repente sentí su mano por sobre mi vientre apegando nuestros cuerpos juntos. Mi cuerpo se estremeció cuando susurró grave detrás mío.

--¿Por qué no lo averiguas?

En ese momento la venda cayó de mis ojos. Al abrirlos ahogué un suspiro, me congelé pensando en que tenía que ser imposible.

En mis labios se formó una perfecta "o" que denotaba mi sorpresa. Y es que no podía ser real.

Era el gimnasio de mi escuela secundaria, ese donde tantas veces me cayeron pelotazos "accidentales", ese gimnasio que detesté toda una vida porque significaba exponer mis flacas piernas por los shots deportivos, ese gimnasio donde se desarrolló una de las peores noches de mi vida, el baile de promoción.

Era el mismo gimnasio, solo que se veía tan diferente... Se veía bonito.

Nunca creí que un lugar tan traumático pudiera cobrar vida ante mis ojos.

La decoración era preciosa, elegante y llamativa. Había una coronilla de globos blancos y azules en la entrada, estos también estaban regados por todo el suelo del gimnasio. Más atrás podía verse una mesa con bocaditos, cada detalle de la decoración y el cátering era azul o blanco, por lo cual al ver toda la escena se sentía una armoniosa satisfacción. Las luces tampoco se quedaban atrás, pues estas eran de colores, iluminando la oscuridad como si fuera una discoteca.

Era hermoso, el tan conmovedor gesto hizo que mi respiración se estancara. Todo era perfecto; los brillitos, las letras...

--No lo hiciste --hablé en un jadeo.

--Oh, claro que lo hice.

Dios, el lugar se veía exactamente como lo recordaba, la tarima, las puertas, todo.

--¿C-cómo? --inquirí embelesado con la mágica decoración, aún sorprendido.

--Quería sorprenderte antes --Lo escuché decir tras de mí --, pero quise tomarme mi tiempo para hacerlo bien. Visité tu escuela cuando estabas en clase y me di un paseo por el gimnasio un par de veces para-

--¿Replicarlo? --completé y me volteé para verlo.

La respiración se me volvió a cortar por segunda vez en el día.

Yeonjun con traje.

MI Yeonjun con un despampanante traje negro.

Yo sabía que él era guapo, siempre lo tenía presente, pero verlo en un impecable traje negro con el cabello hacia atrás, con ese porte, esos ojos... Dios, yo le rezaba a ese hombre que me tenía suspirando como tonto. Siempre se veía tan guapo y bonito que era demasiado de ver.

Cuando me sonrió sentí una avalancha dentro de mi ser. Se acercó a mí.

--Te dije que te iba a gustar --me recordó, luego dándome un pequeño tinque en la frente con sus dedos finos --, petit babeux.

Frunciendo el ceño me sobe donde él había golpeado.

--Eso fue un insulto, ¿no es así?

Yeonjun rió abiertamente. La imagen me hizo sonreír de inmediato, haciéndome olvidar mi fingido malhumor.

--Me conoces perfectamente --murmuró juguetón dando un pasito más cerca, lo que me hizo tragar saliva.

Quería besarlo, mucho. Ese estúpido traje me hacía pensar cosas.

No es momento, Soobin.

Reí nervioso por su acción y por mis propios pensamientos. Honestamente estaba sin palabras; no sabía cómo reaccionar a las sorpresas porque no estaba acostumbrado a ellas antes de Yeonjun.

Carraspeó como jugando, como si fuera a decir algo, luego me miró directamente.

--Señorito Choi Soobin --dijo con tonalidad formal. Siempre me hacía reír con sus ocurrencias --, ¿aceptaría ser mi pareja en este baile? --Con elegancia, me invitó extendiendo su mano.

Y quién era yo para negarme.

Tomé su mano de vuelta sin decir nada, mi sonrisa hablaba por mí.

No había música aún y yo seguía con mi ropa deportiva, pero de todas formas Yeonjun puso sus manos en mi cintura.

--Qué bonito te ves con traje --Tuve que decirle, como a él le fascinaban los cumplidos, se sonrojo un poco. Amaba cuando causaba ese rubor natural en él --. Con esta ropa siento que no soy digno de bailar con usted, principito --bromeé.

--Eso se puede arreglar.

Me tomó desprevenido eso, solo sentí un cambio de material sobre mi piel. Parpadeé desorientado alejándome unos cuantos pasos para ver que ahora llevaba un traje negro, uno tan bonito como el de Yeonjun, solo que mi corbata no era michi, era una normal.

--Basta, qué lindo te ves --Yeonjun no soltó mi mano pero me alejó de sí mismo para poder apreciar el traje que él había escogido para mí --. Ahora sí eres digno de mí.

Mientras más lo pensaba, más irreal parecía todo. Yeonjun... Él había hecho todo eso por mí, solo por mí...

Una oleada de euforia me inundó hasta la última fibra cardíaca.

Con emoción salté hacia él, rodeando su cuello con mis brazos

--Eres el hada madrina más sexy del mundo, te amo.

Yeonjun volvió a reírse de mis malos piropos, a la par devolvió sus manos a donde siempre pertenecieron, a mi cuerpo.

--El mejor también, ¿sabes por qué, princesita? --susurró en mi oído juguetonamente --Porque la diversión recién empieza a las doce.

De la absoluta nada, Yeonjun me hizo dar tres torpes vueltas y cuando estuve apunto de caer me atrapó en sus brazos, como si fuera una película romántica antigua.

Se sentía como una.

Nuestros ojos conectaron con un ápice de diversión.

--No sé bailar --confesé sabiendo que ya tenía conocimiento de ese detalle.

--Lo sé, princesa, pero vamos a bailar hasta que amanezca y ni tus mediocres habilidades de baile ni mi grandísima torpeza van a arruinar eso.

De un pequeño jaloncito por su parte volví a pararme derecho. Con cariño acaricié sus cabellos engelados mientras él hacía lo mismo con mi cintura.

Tan idiotizado... Me sentí completamente feliz al ahogarme en sus ojos como si de lagunas oscuras se tratasen.

Me quería quedar así para siempre, maldita sea.

--No me llames "princesa", ese es tu papel, principito berrinchudo.

--Las cosas cambian hoy, cenicienta --Sonrió con picardía. Se alejó de mi cuerpo una vez más, y lo supe antes de que lo dijera, que quería empezar de nuevo, hacerlo correctamente. Carraspeó una vez más antes de extenderme su mano como había hecho minutos atrás, invitándome de la manera más tierna posible --. Choi Soobin, ¿bailaría conmigo esta pieza?

Probablemente mis iris tenían una forma de corazón en ese momento Y pensé, que no me importaría aceptar mil veces más si era necesario; porque la sola idea de bailar con Yeonjun, tal cual aquella primera vez en mi habitación, me hizo y me haría flotar más alto que las mismas nubes de cualquier bello atardecer.

--No tienes que preguntar de nuevo.

Las sonrisas en nuestros rostros eran reales, nuestros corazones latiendo desbocados también, si tan solo...

Yeonjun se aferró a mi cuerpo y "Perfect" de Ed Sheeran empezó a tocar, felizmente sacándome de mis destructivos pensamientos. Eché una risa nerviosa por todo lo que estaba sintiendo. No creí que me mereciera una cuarta parte de lo que él había preparado para mí. No obstante, Junnie nunca me permitió subestimarme, y eso, se lo agradezco infinitamente, hasta el día de hoy.

Yeonjun no demoró un segundo más y empezó a guiar el baile.

Lento, torpe, pero tan romántico como ambos podíamos ser. Y eso era lo que éramos: simplemente dos tontos adolescentes enamorados, haciendo las cosas mal, pero amándolo cada maldito segundo.

--Qué canción más cliché --comenté suprimiendo mi estúpida sonrisa.

--Y eso la hace perfecta.

Tenía que ser un payaso hasta en momentos así de lindos. Reí por su mal chiste porque mi humor era mucho más polifacético gracias a sus absurdas ocurrencias.

--Ah, Yeonjun, eres tan tonto.

Junnie cerró los ojos y me apretó más contra sí, me abrazó con fuerza de la cintura y sentí como inspiró por sobre mi cuello, enviando descargas eléctricas por todo mi cuerpo.

Nuestros cuerpos se balanceaban juntos. Me sentí tan cálido...

"Never knew I needed" de Ne-yo se hizo pasó para ser el nuevo acompañante de nuestro baile improvisado.

Estaba tan relajado y feliz, olí su perfume y me sentí un poco más mareado. Era increíble como solo él podía mandar a la mierda todos mis problemas; porque él era la solución.

--No tenías que hacer esto --musité.

--No tenía, pero quería --aclaró apoyando su barbilla en hombro, sin detener sus movimientos, empezó a hablar --. No quería que tuvieras un feo recuerdo de tus últimos años de secundaria.

Si tan solo supiera...

--Lo estás convirtiendo en algo muy bonito.

--¿Te gustó? --preguntó y pude notar cierta inseguridad en el tono de su voz.

¿Por qué lo dudaba?

Cuidadosamente rompí el abrazo para verlo, sus ojitos, su carita.

Cuanto más mirara esos ojos, más convencido estaba de que, definitivamente, felicidad y Yeonjun iban en la misma oración.

--Me encantó.

Esas dos palabras no lograron explicar lo que estaba sintiendo ni lo tan agradecido que estaba. Pero incluso si no existiera una palabra en nuestro idioma que pudiera expresarlo, esperaba que mis ojos pudieran hacerlo.

Yeonjun me atrapó entre sus brazos de nuevo. Pueden llamarnos chicles si quieren, pero solo no queríamos estar lejos del otro.

--Y quiero hacerlo mejor todavía --me susurró.

"And I'd give up forever to touch you"

Me bastó el primer verso para reconocerla.

--Esa canción...

"Cause I know that you feel me somehow"

"You're the closest to heaven that I'll ever be, and I don't want to go home right now"

¿Era normal querer llorar por haber escuchado veinte segundos de una canción? Probablemente no, pero de nuevo, mi historia con ese chico tuvo de todo menos " lo normal".

Yeonjun me cantó al oído, justo como aquel día.

--And all I can taste is this moment, and all I can breathe is your life, and sooner or later, it's over, I just don't wanna miss you tonight...

De verdad no quería llorar.

La música reventó contra los parlantes, haciendo eco en mi pecho.

"And I don't want the world to see me".

'Cause I don't think that they'd understand".

"When everything's made to be broken".

"I just want you to know who I am".

Seguimos bailando como si fuera un cuento de hadas. Seguimos bailando nuestra canción.

Lágrimas llenaron mis ojos, pero no quise que las viera, aún así fuera de felicidad.

Fue el deja vu más hermoso.

--Gracias. --Dejé que mi corazón hablara desde lo más profundo de mi ser. Una palabra tan simple y pequeña que resumía sentimientos más complicados y grandes que las mismas montañas.

Yeonjun lo sabía, por eso no dijo nada, tal vez ambos nos hubiéramos puesto a llorar.

Lo que siguió de esa noche fueron muchas risas, sonrisas, muchísima comida, malas bromas, paseos, todo tipo de canciones, y bailes graciosos.

¿Quién diría que una noche que jamás viví sería la mejor de todas?

Nota:

Ew, demasiado fluff para mí.

Esta historia es una montaña rusa, estamos en la subida más alta, ya saben lo que viene después :D

Linda semana <3














Continue Reading

You'll Also Like

541K 73.6K 44
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
145K 16K 38
⠀⠀⠀⠀ ⠀★ jeongguk es un ⠀⠀⠀⠀⠀⠀famoso actor porno ⠀⠀⠀⠀⠀⠀y taehyung un lindo ⠀⠀⠀⠀⠀⠀chico que disfruta de ⠀⠀⠀⠀⠀⠀public...
101K 18.2K 53
Jimin es un humano común y corriente, un día va a una excursión en el bosque y al recostarse en un árbol es transportado a un mundo mágico, llamado f...
144K 12.1K 33
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...