Cheshire, Reino Unido.
Era jueves y Harry no tenía clases. Supuestamente era feriado de alguna mierda y su colegio había cerrado las puertas por el día entero.
Aunque estaba medio enojado y medio emocionado porque alguien lo había despertado a las nueve de la mañana, o más bien la más hermosa voz del mundo lo había despertado.
Louis, como buen hijo de puta, se había enterado de aquel feriado y había decidido hacer madrugar al rizado.
Así que había marcado el número en tu teléfono y después de hacer siete llamadas no correspondidas una voz muy grave y sexy le respondió malhumorado.
-Gemma, eres la peor persona en el mundo, te vas a la mierda.- contesto, aun con los ojos cerrados.
-Primero que todo, tienes una voz súper sexy por la mañana, te llamare más seguido a esta hora.- empezó a hablar el castaño.- Y segundo, no soy la mierda de tu hermana, soy la mierda del chico de detrás del mostrador. ¿Me recuerdas?-
Se escucharon como algunos artefactos impactaban en el piso, ruido de agua y la voz, ahora no tan profunda, inundo el audífono de su celular. -Mierda, Louis. ¿Por qué molestas a esta hora?-
-Porque se me da la gana. Ya levántate. Necesitamos hablar.- Louis se podía imaginar al rizado quemando neuronas para adivinar lo que estaba diciendo y eso le encantaba. -De nuestra cita.- concluyo Louis.
-Ahh, cierto. Nuestra cita.- Y Louis prácticamente podía ver su sonrisa al otro lado de la línea.
-Bien será en Burger King-
-¿Por qué no en McDonald's?- cuestiono.
-Porque sale más barato en Burger King y tengo cupones de 2x1. Ya basta de cuestionarme rizos.- escupió el mayor.
-Bien, ¿Cuándo?-
-Hoy al mediodía, en el del centro. A la una. Llega puntual. Te espero.- Y colgó con una maligna sonrisa en su rostro.
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Harry se sentía frustrado, sí, eso era.
El muy hijo de puta de Louis lo había citado en el centro al mediodía, tendría que viajar en colectivo por dos putas horas seguidas, lo cual hacía imposible, si quería llegar a tiempo, que pudiera dormir un par de horas más.
Pero justo en ese segundo cayo en la cuenta de que hoy sería su cita e hiperventiló de alegría.
Abrió su armario de par en par para mirar cada una de sus prendas, lo cual fue muy en vano ya que se decidió por una simple remera blanca clásica, jeans demasiados apretados, un sweater gris y su sobretodo negro. Terminó de armar su conjunto con sus características botas marrones, las cuales amaba incondicionalmente, y se sonrió en el espejo.
No se veía nada mal.
Arregló su pelo lo más que pudo, pero al final decidió dejarlo suelto. Sabía que tenía el pelo bastante largo ya, pero no le importaba mucho.
Y salió por la puerta principal de su casa, no sin antes dejarle una nota a su madre de que no almorzaría con ella.
Camino varias cuadras hasta la parada y se dignó a esperar el colectivo que venía cada muerte de obispo.
Por suerte el dichoso trasporte vino bastante rápido e hizo todo el viaje en menos de cincuenta minutos, y para cuando llego al centro eran apenas las 12pm.
Pensó en ir a molestar a su hermana a la universidad, llamarla por nombres estúpidos o cargarla en frente de los chicos con que "salía por un mes" como ella les llama, pero tenía miedo de que Louis lo viera e hiciera preguntas de porque no asiste a esa universidad, porque sí, Harry aun no le había comentado al castaño su edad, o peor, que aun concurría a la escuela secundaria. Y que lo haría el próximo año también.
Sabía que tarde o temprano lo debía hacer, pero prefería que las cosas tomaran solas su camino.
Llegada la hora, entro al local en cual el castaño había dicho que debían encontrarse y ahí estaba tan perfecto como siempre.
Su hermoso pelo en un jopo y sus ojos azules resplandecían entre la multitud de personas.
En cuanto fijo su mirada en el morocho, a este le se tiñeron a más no poder sus mejillas y el mayor rio bajo mientras iba por Harry al lugar en donde este se había quedado petrificado de la vergüenza.
-Te ves bien Harreh.- Halagó el mayor.
Harry quiso decir algo como "tú también" pero las palabras no pudieron salir de su boca al sentir que el castaño entrelazó sus manos, (causándole una corriente eléctrica traspasar todo su cuerpo) para dirigirlo a una mesa llena de papeles y lapiceras por doquier. Louis estaba estudiando, pensó alegre y sonrió.
-¿Qué estudias?- pregunto curioso.
-Derecho penal. Ugh es una mierda pero será divertido atrapar a criminales.- argumentó sonriente.
¿Cómo es que su sonrisa era tan bella?
Harry no podía dejar de preguntarse, había perdido hace minutos el hilo de la conversación y tan solo veía como un Louis entusiasmado habla sin parar de sus estudios y sobretodo miraba sus hermosas facciones cambiar.
El rizado, que tenía apoyado su codo en la pequeña mesa de 4x4 y su cabeza en su mano, se puso pálido cuando el mayor lo miro un buen rato con el ceño fruncido y se di cuenta de que le había preguntado algo.
-Lo siento. ¿Qué decías?- se acomodó bien en su lugar y volvió a prestar el 100% de su atención al ojiazul.
-Me preguntaba si ya quieres ordenar.- sonrió ampliamente, busco algo en su bolso y se lo entrego.
-Wow era verdad lo del 2x1.- rió.
-Por supuesto, hay que economizar los costos nene.- Le guaneó un ojo para luego preguntar que quería almorzar y, cuando obtuvo su respuesta, se desplazó de su pequeña silla para llegar al mostrador y ordenar por ambos.
Harry no lo podía creer. Louis estaba actuando como todo un caballero, sonriéndole e incluso no lo cargo cuando sus mejillas se tornaron rojas.
"¿Sera que al mayor no le gustara trabajar en aquella cafetería y es por eso que tiene ese humor ahí?" Pensaba el rizado mientras veía al castaño acercarse con una bandeja.
-¿Podrías ir a buscar las servilletas?
-No.- Sonrió con malicia, solo estaba jugando pero al parecer al mayor no le causo tanta risa.
-No llego al mostrador.- susurro muy bajito.
Harry no podía creer lo que sus oídos le trasmitían. -¿Qué?- cuestionó. Harry estaba medio riendo, porque era tan adorable ver a un Louis algo sonrojado y admitiendo no tener la altura suficiente para llegar al mostrador.
-Que no llego, carajo.- maldijo.
-Hay uno para niños, ¿sabes?
-Sí, pero no me gusta ir a ese.- un puchero se formó en sus labios.
Al menor le dio tanta ternura que se levantó de su lugar y fue por las dichosas servilletas.
La cita fue bien simple, y para cuando las manecillas del reloj dieron las 6 pm ambos tenían una sonrisa en sus rostros y las mejillas algo coloradas por comentarios no tan sutiles de los compañeros de clase del castaño.
Ambos iban caminando por la calle y el primero en romper el hielo fue Harry.
-Bien, voy a tomar el colectivo. Gracias por la ci-cita.- tímido y con la cabeza baja comentó.
-Si quieres te llevo.- detuvo sus pasos en espera.
Por millonésima ves en el día Harry se sintió en el paraíso y era solamente porque Louis, por una vez en su vida, no estaba actuando como un idiota.
-Claro.- tomó, sin pudor ya, la mano del mayor y se encaminaron a su pequeño auto de segunda mano.
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Hola hola C:
Perdón por las faltas de ortografía .-.
Lo del Burgen Kind se me ocurrió porque tenía este fin de semana 2x1 *la gorda re feliz* *a quien le importa, bue*
Por favor comenten y voten si les gusto. (Ya llevamos más de 70 votos! *llora grasa*)
Pd: ¿Alguien sabe hacer portadas? ¿Conoce a alguien que sepa hacer portadas?
Pd2: ¿Pueden pasarse por mi nuevo Os de Larry? Se llama Bullshit ♥
-luly