—No dormiste bien.—Irene me mira, estábamos en el almuerzo sentadas en la cafetería. La verdad vine al trabajando porque siendo nueva no puedo faltar a mis primeras semanas, pero estaba confundida y un poco cansada.
Esta mañana me había ido sin hacerle el desayuno a Ismael, porque me levanté muy tarde. Las escenas de anoche se repetían en mi cabeza una y otra vez. Ismael me estaba gustando, pero ¿Qué relación teníamos? ¿Debería mudarme? Sería la mejor, mire a Irene, le iba a plantear la idea cuando Kelvin llegó a nosotras.
—Mara que bueno que te Encuentro, Ismael me pido que te avisara que tiene que irse a representar la empresa a una sucursal al otro lado de la ciudad, debe supervisar la administración por unos días, es para que sepas.—Kelvin se sienta con nosotros mientras me cuenta.
—¿En serio?—Pregunte.
—Es normal para Ismael hacer eso.—Hablo Irene.—¿Pero deberían mandarte a ti? Déjame adivinar, Samantha Ross lo esta acompañado.—Irene y Kelvin se miran y sonríen con complicidad.
—¿Quién es? —Me miraron.
—Samantha es la secretaria del jefe de la empresa, todos sabemos que tiene un interés por Nuestro ejemplar y buen chico Ismael.—Dijo Irene divertida.—Suelte que no sabe que eres su amiga de la infancia y que vives con él o haría de tu vida un infierno aquí, esa chica cree que es su novia.
—Es su ex novia.—Dijo Kelvin.
—¿Que?¿De verdad? ¿Entonces es cierto el rumor de que Ismael si se acostó con ella? Las chicas estaban que no aguantaban las ganas de hablar de como Samantha le reclamaba a Ismael que no lo llamo después de una noche juntos, parece que Ismael tiene tendencia a jugar con las mujeres.—Hablo Irene mirando a Kelvin.
—Eso no es cierto, mi amigo es serio, Ismael es un hombre directo, te dice lo que quiere y si se lo da lo toma sin pensarlo mucho, además la chica es muy intensa.—Hablo Kelvin.—Y ya me voy pal de chismosas.—Irene le saco la lengua y Kelvin rodeó los ojos en respuesta.
Tome mi celular para llamar a Ismael, todo el asunto del viaje era repentino, Pero no contestó, lo intente varias veces durante el día pero nada.
Cuando llegue a la casa estaba sola, extrañaba a Ismael, decidí que como ya mañana era el fin de semana ir a visitar a mi madre, la llame para avisarle, estaba por irme a leer algo o usar mi celular hasta que me de sueño cuando Irene toco la puerta de mi apartamento.
—¿Noche de chicas?—Pregunto con una gran taza de palomitas, entró y nos sentamos en la sala en el piso.—¿Porque está tan vacío este apartamento? Y bonito que es.—Dijo caminado por el pasillo que conecta la cocina y más adelante la habitación.–Nunca había entrando, Ismael no suele pasar mucho tiempo aquí, solo lo veía llegar tarde para dormir.
—Pues eso no ha cambiado, la verdad no se porque aún no compra más cosas para la casa, un comedor , otra televisión para la sala o algo así.—Dije aún sentada en el piso comiendo las palomitas que trajo Irene.
—¿Y qué pasa con Ismael? ¿todo bien?—Se sentó a mi lado y la mire confundida.—Cuando te dijeron que se fue de viaje con una ex te pusiste rara, no soltaste el celular por todo el día.—Miró mi celular que estaba en el piso a mi lado.–¿Te contesto?—Negué con la cabeza.—Me lo imaginé, seguro pasó algo muy urgente.
—Ismael y yo no somos parejas.—Dije, Irene me miró como si no me creyera.—En serio nada que ver entre nosotros, hace poco estaba saliendo con su hermano, y vine aquí para alejarme un poco, pensar e independizarme, Ismael es como mi hermano.—Irene solo me miraba y yo me sentía rara llamándolo hermano después de lo que hicimos anoche, yo dejé que me lo haga, ¿Qué clase de moral tengo ahora?
—Está bien, ya no insisto—Vayamos a ver una película.—Fuimos a la habitación donde estaba la televisión de la casa, una plasma de cuarenta y dos pulgadas que estaba perfectamente colocada en la pared de la habitación cómoda de ver desde la cama.
Luego de dos horas Irene regresó a su casa, estaba por acostarme cuando sonó mi celular, era una video llamada de Ismael, me acomodé en la cama, arreglé rápidamente mi cabello, y atendí.
—¿Estabas dormida? Perdóname la hora, tenía que hablarte, tuve que irme sin avisar, mi celular estaba con poca batería, Samantha lo puso a carga y no escucho las llamadas.—Dijo lo observé saliendo de la ducha con el celular en las manos, algunos mechones de su corto cabello caían mojados por su frente, tenía el pecho desnudó y una toalla al rededor de la cintura, se sentó en la cama.—¿Estás enojada?
—No, solo estaba algo preocupada, pero no importa, no tienes que darme explicaciones de lo que hagas, andas con tu Ex eso me dijeron.—Había hablado sin pensar ¿Qué estaba haciendo?
—¿Te molesta?
Claro cretino, te acuestas conmigo y al día siguiente estás en un hotel en un viaje de negocios con tu ex.
—No me importa que es diferente.—Dije disimulando mi molestia.—Que bueno que estás bien, me escribes cuando vuelvas, Iré mañana a casa de mis padres aprovecharé mi fin de semana.
—Está bien, buenas noches.—A Ismael le pareció extraño mi actitud pero no me dijo nada, cerró la llamada y eso me hizo sentir más incómoda.
Al día siguiente en la mañana, llegue a casa de mis padres para ayudar a mi madre con la comida, y pasar el día con ellos.
—¿Ismael lleva mujeres a su apartamento?—Comentó de la nada Sara cuando llevábamos como cinco minutos en silencio, cada quien con su celular en la habitación. La mire sorprendida.—Como vives al frente de la puerta de su apartamento, por eso pregunto.
—No lo se Sara, ¿Qué te pasa?—Intenté relajarme.
—Es que está mañana lo llamé y lo atendió una mujer, era muy temprano para estar con alguien, dijo que es una compañera del trabajo, pero fue raro...—Sara era una chica inteligente y posesiva con sus amistades.
—Supe que está en un viaje por orden de su jefe, anda con la secretaria del jefe, seguro ella fue quien te atendió.—Sara relajo un poco más el rostro, parece que quedó convencida.—Dijiste que no te gustaba Ismael, ¿Son celos de amiga?
—No me gusta Ismael, somos amigos, es que yo siento que él está interesado en alguien, hace mucho que siento eso, pero por alguna razón no me lo dice, él nunca me ha escondido nada,—Me mira a los ojos.—Samara, Ismael es un hombre increíble, atractivo, inteligente, puede ser un poco irracional a veces cuando se pone emocional, pero es sincero, cuando dice algo es porque lo siente...—Se queda callada de repente.
Mi corazón se aceleró, Sara si era una mujer enamorada, exactamente ese era el Ismael que había conocido hace una noche, un hombre difícil de olvidar y al mismo tiempo te hace sentí especial, ¿Porque Sara no tenía la confianza de decirme que si estaba enamorada de Ismael? Además, si me lo dice abiertamente ¿Podré decirle que me acosté con el?
Sea lo que sea que pase entre Ismael y yo debe terminar aquí, debo mudarme de su casa.
—Mara te buscan.—Saly llega y nos saca de nuestros pensamientos.—Es Isaac .—Ivana llega y nos saluda para luego irse con Saly fuera de la casa.
—Hola, no sabía que vendría hoy por aquí.—Isaac me da un beso en la mejilla cuando lo recibo en la sala de mi madre.—Váyanos por un helado, hay muchas cosas de que hablar.
—Está bien.—Lo seguí fuera de la casa.
Isaac y yo desde la ultima vez no habíamos hablado, caminamos hasta un gran parque donde nuestros vecinos y amigos suelen venir. Hablamos muchas cosas de los tiempos en la escuela, nuestra niñez, y algunas cosas que han cambiado.
—¿No has hablado con Leonora?—Preguntó.
—Hum..—Me comí lo ultimo de mi cono de helado. Suspire al sentir la brisa de la tarde, estaba anocheciendo.—No, desde la ultima vez en la fiesta de Victor, no he hablando con ninguno, nunca pensé que mi mejor amiga me odiará tanto, me dijo cosas muy extrañas.
—¿Cómo que?—Isaac dejó de caminar para sentarnos en un pequeño banco del parque, mire a lo lejos a unos padres jóvenes con un niño pequeño de unos cuatro años.
—No lo se, como que me metí con Rafael y a ella le gustaba ¿Puedes creerlo? Rafael que era mi sombra y yo la suya desde que éramos unos bebés, nunca me dijo que le gustará.
—Quizás deberían de hablar, ustedes nunca han dejado de hablar por tanto tiempo.—Isaac se distrajo jugando con uno de los mechones de mi cabello, estaba sentando a mi lado, relajado observándome.—Aunque también entiendo porque Victor le gusto tu forma de ser.
—La forma de ser que no te gusto a ti.—Ya podía hacer bromas con mi oscuro pasado.
—No digas eso, el problema siempre fui yo no tú, eres increíble, aún recuerdo cuando me pediste que te besara en mi habitación, como me llamabas cuando duré algunos días sin escríbete.—Dijo mirándome a los ojos, se acercó lentamente y me besó, un beso de Isaac después de mucho tiempo...hubiera sido mágico sino no fuera porque los besos apasionados de Ismael por todo mi cuerpo llegaron a mi mente, me aleje un poco para terminar el beso.—¿Fue muy pronto?
—No es eso...—No sabía que decir.—Creo que es mejor que seamos amigos.—No lo puedo creer, Isaac mi amor de toda la vida, le estaba rechazando un beso, es que estoy confundida, tengo que organizar mi vida y luego los sentimientos.
—Lo entiendo, aún estás herida por mi culpa.—Isaac acaricia mi mejilla.—Vamos, te llevare a la casa de tu madre.
—Isaac no sabía que estaba aquí.—Ivana llega a nosotros y detrás de ella Sara y Saly.—Vámonos juntos.
Mientras Isaac hablaba con su hermana y Saly se unía a ellos, Sara me miraba con cierta picardía, no entiendo la mirada, se reía sola. ¿Y que le pasó a ella?
Regrese a mi casa, bueno al apartamento de Ismael, descanse el domingo y volví a mi rutina el lunes para seguir el resto de la semana, Daniel y Paul estaban animado por un nuevo club que abriría en esta semana, nos invitaron a ir con ellos, Irene no estaba convencida pero dijo que lo pensaría.
Mientras ellos hablaban me llegó un mensaje de Ismael, volvería dentro de dos días, me sentí ansiosa y lo quise llamar pero me contuve.
—Samantha gracias por acompañarme.
—Puedo llevarte a tu casa.—Se ofreció mientras su chofer le ayudaba con sus cosas, yo tenía una mochila en el hombre derecho y mi celular en mano, mire la hora, las cinco de la tarde.
—No te preocupes, Kelvin viene por mi, ya salió de la oficina.—Le dije mirándola mientras guardaba mi celular en los bolsillos.
Samantha se acercó y me dio un beso en la mejilla, me miró, conocía esa mirada, estaba provocándome, invitándome a algo más.
—Te llamaré, aún no hemos hablado de nuestro asunto Ismael.—Dijo serenamente y se fue a su carro al mismo tiempo que Kelvin me hacía señal para que me montara en su coche.
—¿Viaje con final feliz?—Comenzó a conducir y lo mire mal desde el siento del copiloto.
—Cállate, no sabes lo que dices, a esa mujer no la vuelvo a tocar ni aunque me paguen, sabes muy bien que solo fue una vez y anunció que era su novio a medio mundo, y sabes que estaba fuera de mis cabales, solo quería desahogarme, pensé que ella era así.
—Pues te salió el tiro por la culata.—Comenzó a reírse.—Yo le digo a todos que si fueron novios para que no pase tanta vergüenza.
—Tu eres peor que ella entonces.—Kelvin volvió a reírse, hablamos de algunas cosas de camino a casa, recogiendo las hermosas calles de Santo Domingo, inquieto por ver a Samara y estar con ella, aunque estuvo un poco rara conmigo, no me iba a detener hasta tenerla.—Gracias, luego te llamo.—Kelvin me dejo frente al edificio y se fue.
Salude a Bernardo brevemente, llegue un poco tarde pero se que Samara ya debe estar en la casa, en cuando iba subiendo para mi apartamento Sara me escribió.
¿Ya llegaste?
Me llamo, es como mi madre, le conteste.
—Si, estoy subiendo a la casa Sara.—Dije algo divertido por su atención.
—No te creas tan importante, solo me ocupo de que no te roben con lo tonto que eres tomas cloro por agua.—Me río levemente.—¿Haz hablando con Mara? No me contesta, si la ves por ahí dile que me escriba.
—Está bien.
—Aunque seguro debe estar con Isaac.–Detuve un poco mi caminado.—¡Verdad que no te dije!—Exclamó emocionada.—Mara vino el sábado, Isaac vino por ella, salieron solos y unas horas después los encontré besándose en el parque, tomé algunas fotos te las mandaré, ¿Qué opinas? ¿Tu hermano quiere o no a mi hermana? Aunque no sé muy bien qué pasó en la fiesta de Victor.
—Sara no lo se, te he dicho que no me meto con Isaac y mucho menos con Samara.—Trate de calmarme.—Te hablo luego voy a entrar a mi casa.—Cerré la llamada, estaba incomodó, cuando el celular volvió a sonar, Sara me mando fotos de Mara e Isaac besándose en un parque muy conocido de nuestro vecindario, ¿Eso era lo que hacia mientras yo no estaba?
Te dije que si se gustaban.-Me Escribió Sara.
Sara no tenía ni idea de lo que estaba pasando con mi corazón por estas imágenes, pero ¿Quién me manda? Que hayamos estado juntos no quitará lo que Samara siente por Isaac.
La puerta se abrió y supe que era él, Ismael había llegado, termine de organizar mi ropa, y cuando quitaba la maleta de la cama él entró a la habitación y me miro, miró las maletas.
—¿Qué haces?¿Te vas?—Se pasó las manos por el rostro y luego se cruzó de brazos mientras inclinaba uno de sus hombros al marco de la puerta y cruzaba los piernas relajando.—¿Porque?
—Es lo mejor, no debimos estar juntos Ismael.—Estaba algo nerviosa, después de todo yo también lo permití y me gusto.
—¿Porque Isaac te volvió hacer caso?—Lo miró confundido.—Ya Sara me dio la noticia,—Se acerca rápidamente y me agarró de los hombros.—¿Cuándo vas a dejar de estar detrás de él? Ni porque te hice mía una noche antes te detuviste de ir a buscarlo.
—Eso no es cierto.—Me agarre de sus muñecas que estaba a cada lado de mi, mientras sus manos agarraban y sacudían levemente mis hombros mientras me reclamaba.—¿Qué clase de mujer crees que soy? Solo fue un beso, le puse freno, no pasó más nada.
—No te creo, te mueres por mi hermano, siempre lo has hecho.—Me suelta y me mira con enojo, se pasa la mano por la barbilla y camina algunos pasos inquieto por la habitación.
—No tienes derecho a reclamarme, te fuiste con una ex novia, ustedes solos cuando una noche antes me sedujiste.—lo acusé.
—¿Te seduje?¿Soy el malo ahora?—Levanto las cejas en forma de ofendido.
—Si, lo hiciste, quede en blanco en cuanto te me insinuaste.
—Si te seduje, tú te dejaste y te gustó.
—Caí, que es diferente.—Hubo un silencio, nos miramos molestos, incómodos, celosos uno del otro.
—¿Te estás arrepintiendo? ¿Tan malo fue?—Estaba más calmado, se acercó me agarró de la cintura y me hizo mirarlo.
—Yo no, tú fuiste quien me pidió perdón cuando terminaste, como si te arrepentirás de haberme tocado.
—No es cierto, te pedí perdón porque fui egoísta, descargué mis sentimientos hacia ti y no te deje procesarlo.—Lo mire aún cruzada de brazos, molesta con el, mientras él me agarraba por la cintura, se acercó sin vacilar y me beso en los labios, con ese beso me relaje en sus brazos y termine subiendo mis brazos a su cuello, profundizando el beso sintiendo su lengua y abrazándome a él.—Quería besarte cuando llegue, solo quería eso...—Cierra los ojos y une su frente a la mía.—No quería discutir, no tengo derecho a reclamarte.—También cerré los ojos, solo escuchando su voz y sentía su respiración.—Solo haremos esto cuando estamos solos, no te vayas, no tienes que tener una relación conmigo.—Dijo alejándose para mirarme a los ojos.
—¿Entonces que seremos tú y yo?—Le pregunté buscando su mirada.
—Solo eso: tú y yo, nadie tiene que saberlo, nadie tiene que meterse entre nosotros, mientras vivamos juntos es el tipo de relación que quiero contigo, Si no puedes amarme, Déjame amarte.—Volvió a besarme pero está vez con intención de llevarme a la cama, lo cual hizo haciéndome el amor toda la noche, besando cada parte de mi cuerpo, disfrute y sentí mas que la primera vez, no sabia definir lo que sentía por Ismael, solo sabia que me llenaba y me consumía por completo, ambas cosas a la vez.
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