— Ya llevamos pan, carne, algunos dulces... ¿que más falta?
Tartaglia le había preguntado a su novio mientras llevaba el carrito con las compras, habían ido a surtir la despensa...
Aunque era un poco complicado ello en parte por los antojos todavía de Zhongli, era impredecible sí quería algo dulce, picante o crujiente.
"Debes de cumplir sus antojos o el bebé nacerá con cara del antojo".
Ese comentario de Lumine no le gusto a Tartaglia así que se esmeraba por cumplir así sea un capricho leve de su amado.
— Creo que ya está todo.— Zhongli reviso la lista y vio el carrito.— Pero...
— ¿Pero...?
— Quisiera comprar algo para mí.
— Claro claro amor.— Sonrió el ojiazul.
Aunque eso le apenaba un poco al mayor, pero había ropa que no le cerraba ya dada su pancita... Le daba un poco de pena que Tartaglia supiera eso. Pues pese a todo quería seguir viéndose atractivo para él.
Aunque en ese aspecto, Tartaglia era cariñoso... Él siempre decía que se veía bien como siempre.
— ¿Te gusta esto?.— Le había mostrado una batita en color beige para embarazo.
— Se me vería bien.— Zhongli sonrió agradeciendo la ayuda.
Compro algunas prendas, más pantalones que otra cosa, su vientre había crecido más que lo que usaba ya no le cerraba.
— ¿Que es esto?.— Zhongli noto una compra en especial.
— ¿Te gustan?.— Tartaglia sonrió.
Eran dos pequeños peluches para el bebé, uno en color azul y el otro café con tonos dorados. Tenían nombre, Seelie.
— Son para el bebé.
Zhongli sonrió por ello. No habían comprado ningún juguete para su bebé pues aún dudaban que fuera a ser niño, los ultrasonidos luego se equivocan la primera vez... Pero esos peluches le habían gustado, serían sus primeros juguetes y que Tartaglia los escogiera hacia más especial ello.
"Me encantan".