"Nuevos retos, nuevos juegos, nuevos oponentes, un mismo ganador".
El miércoles por la mañana las cosas comenzaron de maravilla, por primera vez había despertado con entusiasmo por asistir a la academia, aunque aquel no se mantendría por toda la mañana, claro que yo no lo supe hasta que me encontraba a las afueras del auditorio, donde todos los de primer ingreso escucharíamos la charla donde nos informarían sobre todo lo que debíamos tener en cuenta para realizar el proyecto de la artístico.
Había estado pensando cómo o qué haría y es que debía tener en cuenta que esculpía o pintaba y dibujaba, pero no estaba completamente seguro de qué haría como proyecto así que no podía definir qué técnica. Entré y hasta ese punto, no había iniciado una relación de amistad con nadie, en realidad no pretendía relacionarme con nadie, en primer lugar, porque mis únicas y verdaderas amistades, se habían quedado en Latinoamérica y segundo, porque no me interesa la vida de ninguno de estos idiotas.
Airton Ferrer caminaba con aires de grandeza hacia uno de los asientos de la primera fila, desde lejos pude observar cómo fastidiaba a los chicos que estaban a su alrededor –era un completo imbécil–. Caminé por el corredor principal y, sin intención de verme como alguien superior, todos me hacían espacio para que pasara, de manera que mi ego se engrandecía con aquel acto. Tal vez era por el hecho de que no hablaba con nadie y hasta donde supe, se había corrido el rumor sobre la leve discusión que tuve con Ferrer.
No entendía a que se debía la popularidad y liderazgo negativo que tenía en el lugar, si el programa recién comenzaba. Tomé asiento en medio de un chico y una chica, ella alzó la ceja y él le brindó una cara de desagrado, yo me hice el desentendido por la situación y es que, no me importaban los problemas que entre ellos pudieran mantener, no me importaba nada en realidad. A pesar de eso, tomé asiento entre ellos y sin tratar de parecer abusivo ignoré la presencia de ambos. El director del programa tomó la palabra y todo el auditorio quedó en silencio a excepción de él, de cierta forma quería dar la bienvenida a todos los estudiantes.
–Bienvenidos todos los estudiantes de nuevo ingreso, de igual forma a todos aquellos que se encuentran en su segunda oportunidad de ingreso –aquellas palabras aclaraban mis dudas, de seguro Airton era un estudiante que estaba gozando de una segunda oportunidad de ingreso, no obstante, me era difícil entender porque los nuevos estudiantes le rendían tanto respeto–. Me honra darle la bienvenida al grupo de docentes que están dispuestos a trabajar al lado de todos los estudiantes que este año van a estar gozando de la oportunidad que nuestra academia brinda.
El director comenzó a enlistar a los docentes, informó que algunos serían asesores de ciertos estudiantes y que habría unos trabajarían en equipo, como por ejemplo los bailarines. Pero nada de eso me interesaba, también tocó ciertos temas sobre los inicios, los objetivos y fines de la academia, entre los días que descansaríamos por las fiestas navideñas.
–Me gustaría que todos y cada uno de los estudiantes que se encuentran en el programa, sean admitidos en la academia –según había informado, ahora quienes no superaran ciertas pruebas, no podrían iniciar un año escolar, lo cual comprometía a todos a tomarse en serio este mes de cursos propedéuticos–, lastimosamente las normas han cambiado y los más entregados serán quienes podrán optar a un puesto dentro de nuestras instalaciones.
Finalmente, nos dieron la despedida y pudimos salir del auditorio, esperé que saliera la mayoría de estudiantes para evitar la aglomeración en las puertas de acceso, mientras lo hacía vi como la chica que estuvo a mi lado durante la presentación sonreía tontamente con varios de los chicos que la rodeaban, pero noté que su atención iba dirigida precisamente hacia mi puesto, «Era yo su punto de interés», lastimosamente yo no podía decir lo mismo de ella. Pero amaba crear la impresión errónea en la gente, más cuando las personas creen conocerme.
Salí en dirección a la sala de arte, de seguro tendría que compartirla con varias personas, pero no importaba, soy del pensamiento que todo artista trabaja a su manera y con ese toque que lo hace único, que incluso copiando las técnicas de otros artistas, sería imposible obtener el mismo resultado en la obra. De camino al que sería mi lugar de trabajo por el resto de las tardes durante el tiempo que me faltaba en el programa pude observar como algunos ya tenían planeado lo que harían en sus diferentes áreas y yo hasta este punto, aún era incapaz de decidir a cuál de las disciplinas me inclinaría.
No solía ser distraído, sin embargo, en ocasiones las personas suelen sorprenderme con ciertas cosas, como el sujeto que tocó mi hombro para llamar mi atención, la cual estaba puesta en un grupo de baile que ya estaba practicando una rutina. Era impresionante.
–¿Qué quieres amigo? –espeté.
–Perdona que te interrumpa, no era esa mi intención.
–Habla –ordené, era el mismo chico que había estado a la par mía.
–Tú perteneces al área de artes visuales, ¿verdad?
–Sí –dije seriamente.
–Yo también, mi nombre es Iker, Iker Martínez –en su acento podía percibir que provenía de Argentina–. ¿Meyer, Edrick Meyer? –asentí–. Vaya, eres un chico de pocas palabras.
–Supongo –alcé los hombros.
–No mentían cuando hablaban sobre vos –enarqué una ceja y el rió–. No lo malinterpretes, hay muchos rumores sobre vos.
–Si lo que buscas es hacerme saber que soy popular de muchas formas entre todos los integrantes del programa, debo decirte que no genera un grado de importancia en mi vida.
–No, ni lo creas. Quería decirte personalmente que te admiro, no sólo por el gran artista que eres, sino también por ser reconocido como el mejor de los gamers a nivel internacional –sonreí–, eso y tener las agallas por hablarle como lo haces a Airton.
A pesar de que el chico me estaba halagando, no me agradaba para nada toda la situación.
–Así que realmente hay rumores sobre mí, ¿no? –él me vio confundido–. ¿Tan importante soy para que ande en boca de cada uno de los aspirantes?
–No sabría decirte con exactitud, siendo honesto.
–Entonces, ¿por qué mencionas que no mentían cuando hablaban de mí.
–Verás, no es como que yo sea de las personas que se andan entrometiendo en la vida de los demás estudiantes, al igual que vos, soy del tipo de personas que no se interesan por los demás.
–¿Pero?
–No he dicho algún pero.
–Sé que hay uno, así que habla o deja de entrometerte en mi camino.
–Me dio curiosidad todo lo que decían de ti y saber qué tan cierto era, sin embargo, más allá de mi curiosidad, se tratada de una advertencia –alcé la ceja–, no creas que es algo malo, tampoco busco tener problemas contigo o con alguien más de la escuela. Al contrario, lo único que quiero es evitar problemas, tanto para mí, como para terceros.
–Estás hablando demasiado y yo lo único que quiero es que vayas al punto –solté interrumpiéndolo.
–Perdón, a veces suelo ser un poco parlanchín.
Aquello me recordaba la poca paciencia que tenía hacia ese tipo de personas y a la única a quien fui capaz de tolerarle semejante cosa, fue a Idunn.
–Verás, eso no me interesa, yo lo único que quiero es que te quites de mi camino o si bien mi poca paciencia se estira un poco más, pueda permitirme el que termines de decir lo que, según tú, has venido a informarme o informarte –murmuré la última palabra.
–Perdón, perdón.
El chico ya me estaba hartando, mi paciencia siempre había sido escasa y siendo honesto, luego de todo lo que ha ocurrido, se redujo en gran medida.
–Como te decía –continúo–, me enterado sobre lo de tus roces con Airton, la cuestión acá es, por la academia suenan rumores sobre un plan para hacerte caer, aún no estoy seguro de qué se trata, no obstante, hoy que estuvimos en el acto me di cuenta que Leire busca llamar tu atención.
–¿Leire?
–La chica que estuvo en el asiento junto a vos.
–Creo que, al menos el 85% de las chicas de todo el programa buscan mi atención, amigo mío.
–Vaya ego el que traes –soltó una risita.
–Si eso era todo, adiós –dije comenzando a rodearlo.
–Espera, Leire es amiga de Airton, probablemente busquen hacer un complot contra ti, más allá de todo eso, considero que ella tratará de acercarse a ti y poder ocasionarte algún tipo de problema acá en la academia.
–Verás –hablé sin girarme para ver su rostro–, la chica que quiera acercarse a mí tiene todas las de perder, porque ninguna tiene oportunidad conmigo, nadie está al nivel mío como para que yo llegue a hacerle caso.
–Leire tiene un don especial con los chicos –musitó interrumpiéndome.
–No me vuelvas a interrumpir –dije girándome en su dirección–. Si yo te estoy diciendo que ninguna chica está a mi nivel o al mínimo de nivel para que yo pueda fijarme en ella, es porque conozco mis gustos y lo que quiero, estoy seguro que esa chica no está a la altura de alguien como yo –alzó las dos cejas sorprendido por mis palabras–. Sin embargo, necesito que me resuelvas una duda –asintió.
–¿Por qué todos aquí le guardan respeto a Airton?
–Es el niño rico –soltó sin tapujos–, el consentido de papá y también el hijo de un funcionario de alto nivel acá en la academia.
–O sea que, cree que posee privilegios porque su padre es algo de este lugar, ¿no?
–Eso y que le han dado una segunda oportunidad para entrar a la academia, esperan que pueda entrar en esta ocasión y busca valerse de los demás para sobrevivir a las pruebas.
–¿Hace trampa?
–En teoría.
–Bien.
–Espera –habló cuando yo comencé a caminar en dirección a mi salón–, ¿qué planeas?
–¿Debería planear algo? –mi tono de voz ya hacía notaria mi molestia–. Y en caso de ser así, ¿crees que te diría? No te conozco, no debo confiar en todo lo que dices, mucho menos comentar contigo algo que pueda o no pueda hacer.
Caminé y no voltee a ver, la verdad era esa, no podía confiar en nadie, las únicas personas a quienes me permitía brindarles mi confianza, estaban en Latinoamérica y sólo eran cuatro. Aunque debía admitir que, las cosas que me había dicho el chico me generaban cierta curiosidad, no sabría decir si era porque quería hacerlo pagar por andar de chistosito o si mi instinto me decía cosas que, por ahora, no podía descifrar.
El salón de arte era un lugar amplio y brillante, a mi punto de vista había la suficiente luz, sin necesidad de colocar baldosas de un blanco iluminado, eso generaba una imagen un poco molesta para la vista, pero bueno, no era yo quien había diseñado aquel sitio. A pesar de que había gran cantidad de estudiantes en el auditorio, no éramos muchos los jóvenes que optamos por el área de pintura, dibujo o escultura.
Pude ver cómo el chico que había interrumpido mi camino hacia acá entraba a la amplia sala, en sus manos llevaba uno de los lienzos que proporcionaba la academia y se ubicaban en la entrada, el resto de estudiantes también estaban frente a sus lienzos, unos dibujaban y otros sólo pintaban. Eran muy pocos los que estaban esculpiendo, yo no era crítico del arte, ni cosa similar, pero era perfeccionista en mi trabajo, así que me era difícil no dedicarme a observar de manera detenida el trabajo de los demás.
Hacía mucho que no tocaba un pincel o cincel, mucho menos un lápiz para trazar algo, mi inspiración y mis ganas de crear arte habían muerto junto con ella, pero sabía muy bien que por cualquier disciplina hacia la que me inclinara, ella debía estar presente.
Los lienzos que brindaba la academia eran de un tamaño –a mi criterio– mediano, yo solía dedicarme a hacer arte sin limitarme al espacio. Me dirigí hacía la cartelera donde colocaban todo tipo de información, en ella habían folletos con información y base en las tres disciplinas, luego de leer detalladamente caminé hacia los lienzos de la entrada, aún sin tener una puta idea de qué haría.
–Joven Meyer –dijeron cuando acababa de tomar un lienzo–, ¿no es muy pequeño ese lienzo para usted?
–Todo siempre quedará pequeño ante mí –me giré en dirección a aquella voz, era el profesor del otro día.
–Me recuerdas en muchas cosas a tu padre, pero también eres muy distinto a él –comentó algo que yo no le estaba pidiendo.
–Claro que podemos ser Meyer y ser los mejores, profesor. Pero a mí no me pude comparar o asemejar con nadie, ni con mi padre.
–¿Por qué lo eres? –cuestionó.
–¿El mejor? Así me han creado. Si no le molesta, dejo retirarme y empezar a trabajar –le di una sonrisa que claramente era fingida.
–Cualquier cosa que necesites, duda o apoyo, puedes contar conmigo Edrick.
–Gracias –respondí.
El profesor se acercó y me ofreció su mano, la cual apreté por cortesía y no verme tan ojete, principalmente por lo que habían explicado en la reunión de hace un rato. Cuando el hombre se fue del lugar desdoblé el pequeño trozo de papel que había dejado en mi mano, pero que tampoco cuestioné.
'Te recomiendo trabajar lo que harás en casa y fingir que haces otra obra acá en la escuela. Llámame, necesito darte unos consejos'.
El señor que decía conocer a mi padre desde hace mucho tiempo me quería 'ayudar', pero como dije anteriormente, no puedo confiar en nadie. Hoy por la noche llamaré a mi padre y le comentaré lo que sucede, porque si este sujeto quiere charlar conmigo, es porque algo hay detrás de todo esto.
Comencé a trazar líneas tenues sobre el lienzo, al principio no tenía idea de a que me llevaría y dudaba que aquel reguero de líneas pudiera salvarse para crear el tipo de arte que yo hago. Sin embargo, media hora más tarde me detuve para observar detenidamente y los trazos me dejaron perplejo.
Frentea mí, con un trazo sencillo se dibujaba la hermosa silueta de la que mesesatrás era mi falsa novia, nunca pude ver las curvas de su cuerpo, sólo la de susonrisa y sí, había detallado en algún momento su cuerpo, pero nunca fue conuna mala intención, sino todo era porque fue mi musa y dueña de mi arte –¿y porqué no? También la de mi corazón–. Era hermosa, realmente lo era, aunque ella aveces dijera lo contrario, pero Idunn era la mujer más hermosa que mis ojospudieron admirar, ella insistía en que su nombre era lo único relacionado a unadeidad, pero nunca percibió la belleza divina que poseía.
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¡Hola! Alguna vez dije que no abandonaría a esta saga como he abandonado mis otros proyectos, sin embargo, lo hice. No precisamente porque yo quisiera que así pasara, no eso no es lo que me gusta y nada por el estilo, la realidad es que la universidad me ha estado consumiendo en gran medida y siento que ya no puedo, pero ahora que estoy casi de vacaciones (al menos en una de las dos carreras que estudio) me siento un poco desahogada y estoy bien, retomando la escritura y parte de la lectura.
Espero les guste y estén conmigo nuevamente ahora que hemos regresado, que no hayan olvidado a este niño hermoso de ojos locos. Besitos :·3