๐—ฐ๐—ผ๐—น๐—ผ๐—ฟ๐˜€ ๐Ÿฅ€ ๐—ฟ๐—ผ๐—ด๐—ฒ๐—ฟ ๐˜...

By winterwitch-

88.9K 8.9K 12.7K

โ ๐–ค๐—‡ ๐–ฝ๐—ˆ๐—‡๐–ฝ๐–พ ๐—…๐–บ ๐—‰๐–พ๐—Š๐—Ž๐–พ๐—‡ฬƒ๐–บ ๐–ฅ๐–บ๐—‚๐—๐— ๐–พ๐—Œ๐—๐–บฬ ๐—ˆ๐–ป๐—Œ๐–พ๐—Œ๐—‚๐—ˆ๐—‡๐–บ๐–ฝ๐–บ ๐–ผ๐—ˆ๐—‡ ๐—…๐—ˆ๐—Œ ๐–ผ๐—ˆ๐—…๐—ˆ๐—‹๐–พ... More

๐—ถ๐—ป๐˜๐—ฟ๐—ผ๐—ฑ๐˜‚๐—ฐ๐˜๐—ถ๐—ผ๐—ป.
๐—ฝ๐—ฟ๐—ผ๐—น๐—ผ๐—ด๐˜‚๐—ฒ.
๐—ฝ๐—น๐—ฎ๐˜†๐—น๐—ถ๐˜€๐˜.
๐—ฐ๐—ฎ๐˜€๐˜.
๐˜‡๐—ฒ๐—ฟ๐—ผ.
๐—ผ๐—ป๐—ฒ.
๐˜๐˜„๐—ผ.
๐˜๐—ต๐—ฟ๐—ฒ๐—ฒ.
๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ.
๐—ณ๐—ถ๐˜ƒ๐—ฒ.
๐˜€๐—ถ๐˜….
๐˜€๐—ฒ๐˜ƒ๐—ฒ๐—ป.
๐—ฒ๐—ถ๐—ด๐—ต๐˜.
๐—ป๐—ถ๐—ป๐—ฒ.
๐˜๐—ฒ๐—ป.
๐—ฒ๐—น๐—ฒ๐˜ƒ๐—ฒ๐—ป.
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—น๐˜ƒ๐—ฒ.
๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐—ฒ๐—ฒ๐—ป.
๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐—ฒ๐—ฒ๐—ป.
โš ๏ธŽ ๐—ณ๐—ถ๐—ณ๐˜๐—ฒ๐—ฒ๐—ป.
๐˜€๐—ถ๐˜…๐˜๐—ฒ๐—ฒ๐—ป.
๐˜€๐—ฒ๐˜ƒ๐—ฒ๐—ป๐˜๐—ฒ๐—ฒ๐—ป.
๐—ฒ๐—ถ๐—ด๐—ต๐˜๐—ฒ๐—ฒ๐—ป.
โš ๏ธŽ ๐—ป๐—ถ๐—ป๐—ฒ๐˜๐—ฒ๐—ฒ๐—ป.
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜†.
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜† ๐—ผ๐—ป๐—ฒ.
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜† ๐˜๐˜„๐—ผ.
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜† ๐˜๐—ต๐—ฟ๐—ฒ๐—ฒ.
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜† ๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ.
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜† ๐—ณ๐—ถ๐˜ƒ๐—ฒ.
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜† ๐˜€๐—ถ๐˜….
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜† ๐˜€๐—ฒ๐˜ƒ๐—ฒ๐—ป.
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜† ๐—ฒ๐—ถ๐—ด๐—ต๐˜.
๐˜๐˜„๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜† ๐—ป๐—ถ๐—ป๐—ฒ.
โš ๏ธŽ ๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐˜†.
๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐˜† ๐—ผ๐—ป๐—ฒ.
๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐˜† ๐˜๐˜„๐—ผ.
๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐˜† ๐˜๐—ต๐—ฟ๐—ฒ๐—ฒ.
๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐˜† ๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ.
โš ๏ธŽ ๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐˜† ๐—ณ๐—ถ๐˜ƒ๐—ฒ.
๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐˜† ๐˜€๐—ถ๐˜….
๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐˜† ๐˜€๐—ฒ๐˜ƒ๐—ฒ๐—ป.
๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐˜† ๐—ฒ๐—ถ๐—ด๐—ต๐˜.
๐˜๐—ต๐—ถ๐—ฟ๐˜๐˜† ๐—ป๐—ถ๐—ป๐—ฒ.
๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐˜†.
โš ๏ธŽ ๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐˜† ๐—ผ๐—ป๐—ฒ.
๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐˜† ๐˜๐˜„๐—ผ.
๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐˜† ๐˜๐—ต๐—ฟ๐—ฒ๐—ฒ.
๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐˜† ๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ.
โš ๏ธŽ ๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐˜† ๐—ณ๐—ถ๐˜ƒ๐—ฒ.
๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐˜† ๐˜€๐—ถ๐˜….
๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐˜† ๐˜€๐—ฒ๐˜ƒ๐—ฒ๐—ป.
๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐˜† ๐—ฒ๐—ถ๐—ด๐—ต๐˜.
๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ๐˜๐˜† ๐—ป๐—ถ๐—ป๐—ฒ.
๐—ณ๐—ถ๐—ณ๐˜๐˜†.
๐—ณ๐—ถ๐—ณ๐˜๐˜† ๐—ผ๐—ป๐—ฒ.
โš ๏ธŽ ๐—ณ๐—ถ๐—ณ๐˜๐˜† ๐˜๐˜„๐—ผ.
๐—ณ๐—ถ๐—ณ๐˜๐˜† ๐˜๐—ต๐—ฟ๐—ฒ๐—ฒ.
โš ๏ธŽ ๐—ณ๐—ถ๐—ณ๐˜๐˜† ๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ - ๐—ฝ๐—ฎ๐—ฟ๐˜ ๐—ผ๐—ป๐—ฒ.
๐—ณ๐—ถ๐—ณ๐˜๐˜† ๐—ณ๐—ผ๐˜‚๐—ฟ - ๐—ฝ๐—ฎ๐—ฟ๐˜ ๐˜๐˜„๐—ผ.
๐—ฏ๐—ฒ๐—ต๐—ถ๐—ป๐—ฑ ๐˜๐—ต๐—ฒ ๐—ฟ๐—ฎ๐—ถ๐—ป๐—ฏ๐—ผ๐˜„.
๐—ฒ๐—ฝ๐—ถ๐—น๐—ผ๐—ด๐˜‚๐—ฒ.
๐—ฒ๐˜…๐˜๐—ฟ๐—ฎ - ๐—ด๐—ฒ๐—ป๐—ฒ๐—ฟ๐—ฎ๐—น ๐—ฎ๐—ป๐—ฎ๐—น๐˜†๐˜€๐—ถ๐˜€.
๐—ฎ๐—ฐ๐—ธ๐—ป๐—ผ๐˜„๐—น๐—ฒ๐—ฑ๐—ด๐—บ๐—ฒ๐—ป๐˜๐˜€ - ๐—ฎ๐˜‚๐˜๐—ผ๐—ฟ๐—ฒ'๐˜€ ๐—ป๐—ผ๐˜๐—ฒ.

๐—ณ๐—ถ๐—ณ๐˜๐˜† ๐—ณ๐—ถ๐˜ƒ๐—ฒ.

259 17 75
By winterwitch-

→   CAPÍTULO CINCUENTA Y CINCO.

⇆ ◁ || ▷ ↺   :  𝚌𝚘𝚕𝚘𝚛𝚜 (𝚜𝚝𝚛𝚒𝚙𝚙𝚎𝚍) - 𝚑𝚊𝚕𝚜𝚎𝚢.

──────── ✧ ────────

LONDRES, INGLATERRA.
ABRIL, 1974. ✧ —

──────── ✧ ────────

dante terminaba de preparar la cena con la compañía de paul y hayden. al tenor se le daba la cocina lo suficientemente bien como para encargarse de la comida e invitar a los otros para que se distrajeran un poco mientras los demás se encargaban de poner la mesa o tomar un descanso.

el único que no tenía descanso era mccartney, porque a pesar de estar intentando concentrarse en las hojas de lechuga que estaba cortando, su mente no conseguía demasiado sosiego ya que comenzaba a impacientarse por el regreso de roger.

chiméne le había contado de su conversación con el rubio, le había dicho personalmente que se sentía más tranquila y con algo de esperanza porque creía que el baterista estaba un poco mejor y que incluso se había llevado a paulie para un paseo.

según las palabras de su novia, todo estaba bien dentro de lo que cabía y aparentemente no había razón para preocuparse, pero entonces, ¿por qué no podía quitarse esa angustia del pecho?

paul se preguntó asimismo si en verdad había quedado tan traumado como para sobre pensar hasta las cosas tan pequeñas y suspiró con pesadez, sintiéndose trastornado de sobreprotección.

la presencia y voz de maira lo sacaron de sus tormentosos pensamientos un segundo, logrando captar su atención.

—¿dónde están los vasos?— preguntó ella tras entrar a la cocina. al estar a penas integrándose al grupo y a estar en la casa, no conocía demasiado.

—en la gaveta a la derecha.— indicó él, apuntando a un lado de ella con el cuchillo que tenía en la mano.

—gracias.— sonrió, poniéndose de puntillas para alcanzarla.

—oh, permíteme.— dijo brian, llegando tras ella y abriendo la despensa con facilidad.

el ambiente al interior de la vivienda era llevadero aún si no había risas y la misma energía que días atrás, porque se apoyaban entre todos e intentaban no caer los unos a los otros.

—querida, ¿podrías pasarme una fuente para ensalada?— pidió van de bossche a la castaña. —están en el mueble a tu espalda.—

maira se volteó para cumplir con lo solicitado, dejando al más alto terminar con su primera labor hasta que un vaso resbaló de sus largos dedos, haciéndose pedacitos al caer al piso.

—oh no, eso es de mala suerte.— dijo hayden, negando con la cabeza y dante y paul lo miraron de mala manera en perfecta coordinación.

—ay, no seas supersticioso.— le reprochó tania, apareciendo tras el guitarrista y tras haber sido atraída a la cocina por el ruido. —solo es un vaso.—

el pelilargo alzó sus manos en una expresión un tanto cómica y luego se acercó a tomar la escoba para ayudar a recoger los trozos mientras su hermana tomaba su lugar, ayudando al rubio con las ensaladas.

unos golpes se escucharon justo cuando rosewarn se agachó al lado del guitarrista y tanto él, como sus compañeros, levantaron la cabeza para mirar hacia la puerta de entrada con interés.

—tania, ¿podías abrir?— preguntó brian a la mencionada ya que era la única libre. —seguramente es roger.—

la de rizos acató sin mayor problema y tras brindarle una sonrisa amable a may, fue a atender, esperando encontrarse con la cara de su amigo, aunque solo se topó de forma totalmente inesperada, con las caras de un par de policías.

—buenas noches.— saludó uno de ellos, enseñándole su placa, aunque ella apenas la miró. —¿se encuentra roger taylor?—

la chica frunció el ceño y las palabras se le atoraron en la garganta con confusión y preocupación. su mente hizo cortocircuito y sintió su cuerpo enfriarse bruscamente, como si una ola helada la abrazara sin aviso alguno.

—¿señorita?— dijo el mayor con duda.

la femenina parpadeo, intentando salir de su trance y sacar la voz.

—no...— balbuceo. —no está.—

su reacción descolocada y su respuesta temerosa llamó la atención de los uniformados. su aspecto asustado la hicieron parecer sospechosa ante sus ojos, pues desconocían el miedo que vivía en ella y sus amigos desde lo ocurrido con faith.

—señorita, tendré que pedirle que nos deje revisar la casa.— expresó el mismo poli. parecía estar a cargo del operativo.

las palabras del hombre la desconcertaron aún más, haciéndola sentir las piernas temblar. ¿qué demonios estaba pasando?

—yo... yo no soy la dueña.— musitó, girándose hacia el interior antes de hablar en tono alto. —um... ¡brian!—

el nombrado se levantó de inmediato al escuchar el tono de voz de la joven y en segundos estuvo al lado de ella, siendo seguido por los demás que estaban en la cocina y por chiméne, sophie y freddie que también aparecían desde el comedor.

la reacción de todos fue muy similar a la de la chica al ver a la policía. el ambiente se volvió denso, pesado y silenciosamente tenso hasta que el oficial dio un pequeño suspiro y un paso hacia delante, mientras volvía a enseñar su placa, mostrando su nombre y rol ante ellos, quienes a diferencia de tania, sí le prestaron atención al grabado: comisario ralph bonan.

—¿usted es brian may?— dijo el hombre, observado al de cabello rizado.

el chico asintió lento y con cautela. —si, señor.—

—tenemos una orden de arresto en contra de roger taylor y nos han han señalado su casa como el lugar más probable donde podría encontrarse.— informó sereno y antes de señalar a tania con su mano. —la señorita aquí presente dice que no está aquí, pero mis hombres y yo tenemos el deber de cerciorarnos completamente.—

el guitarrista tragó duro. sabía que tenía la palabra en nombre de todos sus amigos y el deber de mantener la compostura frente al uniformado a pesar de su evidente preocupación.

—¿podemos saber de que se le acusa?— preguntó con la voz sonándole más ronca que de costumbre.

ralph miró a todos los presentes de manera rápida. realmente no parecían saberlo, así que tendría que darles la noticia con la mayor discreción y neutralidad posible.

—por el homicidio de michael taylor, su padre.—

las caras de todos cayeron prácticamente al suelo y cualquier posibilidad de una respuesta por parte de brian se perdió instantáneamente.

paul sintió su cuerpo endeble, perdiendo toda resistencia tras oír las palabras del oficial. hayden y maira lo sujetaron justo antes de que su equilibrio se volviera nulo y se miraron entre sí con pánico.

los ojos de dante, freddie y chiméne se cristalizaron de incredulidad mientras sophie y tania permanecían totalmente rígidas.

bonan no los juzgó. sus reacciones parecían naturales.

—tiene que haber un error.— musitó mercury, negando con la cabeza. —rog y michael nunca se llevaron bien, pero... no para llegar a algo como esto.—

—roger no haría algo así...— agregó chiméne con la voz rota y con lágrimas corriendo por sus mejillas.

—entiendo que les parezca difícil de creer.— dijo raplh, tomando la palabra nuevamente. —no hay error alguno. la denuncia fue hecha por su propia madre.—

brian sintió su mandíbula desencajada. penas si podía procesar el horror que estaba escuchando, se estaba forzando a hacerlo porque todos sus compañeros a su lado y a sus espaldas, parecían incapaces de reaccionar ante la nueva tragedia.

el policía volvió a suspirar. podía darse cuenta que alrededor del grupo habían un montón de hilos suelos que no podían unir sin la información correspondiente.

—tanto él como ustedes estuvieron involucrados en el caso de la chica que se quitó la vida en el puente hace unos días, ¿no?—

chiméne cerró los ojos, teniendo de fondo el involuntario sollozo casi automático de tania y sophie; y aunque no lo vio, casi pudo oír también como su novio tragaba más duro que nunca.

—así es.— afirmó dante, sacando la voz por may y por todos, aunque en un tono tambaleante.

sin embargo, para mal de él y los demás, lo peor estaba por venir. el origen de aquel enfermante sufrimiento comenzado a escapar de lo boca del comisario como disparos directos a lo profundo de sus almas que, sin duda, podían destrozarlos aún más.

—la madre de la muchacha se entregó hace menos de una hora y confesó todo.—

—¿todo que?— demandó van de bossche, intentando mantenerse fuerte.

—los abusos que cometió contra la muchacha desde niña y la violación de la que fue cómplice.—

—eso no es ninguna novedad, nosotros mismos lo declaramos.— enfrentó el tenor, cayendo prisionero ante el llanto. —¿a qué quiere llegar realmente, oficial? dígalo de una vez y deje de hacernos sufrir de esta manera.—

—dante...— susurró maira, dejando el brazo de paul para tomar el suyo en un pequeño intento por tranquilizarlo.

la joven comprendía que se rompiera, que se volviera a caer a pedazos, pero era fundamental que mantuvieran la calma y el control tanto como fuera posible y a pesar de la gravedad de todo el asunto.

ralph hizo una línea con sus labios. a pesar de sus años de servicio, nunca le fácil dar malas noticias, menos aún cuando eran tan retorcidas y afectarían muchísimo.

—michael fue el responsable.—

sus palabras habían sido cortas y rápidas, casi como si quisiera que los jovencitos presentes no las entendieran; pero la realidad demostró que sí lo habían hecho.

las piernas de sophie flaquearon, haciéndola caer derrotada y sentada sobre el sofá mientras paul se giraba con brusquedad, rompiendo a llorar tan desarmado que los brazos de hayden tuvieron que contenerlo.

los sollozos de freddie no tardaron más que dos segundos en escucharse también, aunque ahogados ya que el persa cubrió su rostro con sus manos a la vez que los demás permanecían quietos como un témpano de hielo que lenta y silenciosamente está quebrando por dentro.

todo cobró sentido para ellos de la peor manera y ante eso, la pequeña esperanza de que todo se tratara de un error, se esfumó como un rastro de polvo frente a un vendaval violento.

las dudas se fueron para ser reemplazadas con la cruel certeza de que roger lo había hecho.

bonan guardó silencio, intentando darles un momento de asimilación entre la urgencia con la que el deber lo llamaba a continuar.

—lo siento.— mencionó al cabo de un rato.

maira asintió despacio. se sentía confundida y con un nudo en la garganta, porque a pesar de no llevar demasiado tiempo en el grupo, sufría por ellos.

—señor may.— llamó el uniformado, atrayendo la mirada del aludido, quien tuvo que parpadear varias veces entre sus lágrimas para poder ver correctamente. —lamento recordarle que necesitamos revisar la casa.—

el rizado hipó de llanto. se sentía invadido y no por lo que respectaba al registro, sino en el dolor, en el duelo que vivían y aún no sanaba como para añadir más cosas encima. sin embargo, no tenía más alternativa que tragarse sus sentimientos y asentir apenas antes de hacerse a un lado para dejar que los compañeros del comisario ingresaran en su vivienda, dispersándose.

uno de ellos le entregó una carpeta con un formulario en la que comenzó a apuntar el procedimiento policial a la vez que brian se sentaba lentamente en uno de los reposabrazos del sofá frente en el que sophie se encogía.

el silencio por la situación de roger los ahogaba tanto como recordar el luto de faith. ¿qué era lo que le había pasado a la colorida pareja? ¿en qué momento se habían perdido así, hasta llegar al punto en el que su intimidad se había vuelto algo tan sensible como expuesto?

todos tenían la sensibilidad a tope, tanto así que ni ellos mismos sabían cómo rayos aún tenían lágrimas para llorar y no acababan secos; pero en medio de ese dolor, el joven de apellido mccartney se obligó a reaccionar al lograr pensar con claridad un instante. se separó del abrazo de hayden lentamente y tiró de la manga del suéter de du jefe con discreción.

el tenor volteo a verlo, dejándole ver sus ojos tinturados de un rojo de irritación, pero aún dispuestos a brindarle atención.

—van a preguntarnos si sabemos dónde está roger.— presagió paul en un susurro, rogando porque el poli no lo escuchara. —cuando eso pase, mantente fuera. tienes mucho que perder.—

los hermanos rosewarn alzaron las cejas, algo sorprendidos y faltos de conocimiento. ¿acaso si sabían dónde se encontraría taylor aún en una situación como esa?

—¿estás loco?— musitó el rubio en un tono bajo y casi ofendido. —prefiero irme a la cárcel antes que abandonarlo.—

—no me jodas, dante.— refunfuño paul al borde de otro colapso.

la conversación cesó tras el comentario del pelinegro por dos motivos, uno fue que supo que van de bossche no daría pie atrás con su determinación y porque john se hizo presente en la escalera a pisadas rápidas y con aspecto asustado.

—chicos, ¿qué está pasando?— soltó atemorizado. como hace ya varios días, pasaba encerrado o dormido en el cuarto de brian, así que ver a la policía entrar de golpe, lo había sacado de órbita.

—¿quién es él?— inquirió ralph, apuntando con el bolígrafo.

nadie pudo responderle de inmediato, ver a deacon allí, exigiendo saber que ocurría, les presentaba otro escenario -aún más doloroso- que en medio de todo el caos no habían considerado: john enterándose de todo.

el bajista estaba demasiado débil, física y emocionalmente como para lanzarle otra bomba que iba a impactarle hasta las entrañas.

bonan carraspeo, sacándolos de sus pensamientos y ejerciendo presión indirecta para que se le respondiera.

—es el hermano mayor de faith.— se atrevió a decir hayden, ya que los demás parecían tener las palabras atoradas bajo la garganta.

el aludido la miró sin cambiar de desconcierto, pero sintiendo su pecho apretarse ante la mención de su pequeña.

—¿por qué la policía está aquí? ¿que tiene tiene que ver con ella?— demandó tembloroso.

entonces, a rosewarn también se le fue el habla. no se sentía preparado ni el indicado para responder a eso y decirle la razón de la tropa en la casa.

tras el castaño, tres de los hombres desplegados por la vivienda aparecieron negando con sus cabezas en una señal de que no había rastro de meddows en la planta superior.

—nada, jefe.— corroboró uno de ellos a su madamas y este asintió.

el silencio tenso volvió a formarse mientras los otros uniformados también regresaban desde el jardín trasero, cocina, baño y los demás espacios de la casa con la misma actitud y protocolo que sus compañeros.

—¿puede alguien decirme que está pasando? por favor.— suplicó john, casi en las lágrimas.

—precioso, aguarda un momento, ¿sí?— pidió freddie, girando sobre sus talones para verlo e intentar regalarle una sonrisa rota.

no obstante, las acciones de mercury no lograron tranquilizarlo, ni eso ni la incipiente explicación del sujeto a cargo de la operación.

—joven deacon, existen novedades sobre el caso de su hermana y...—

en un pestañeo, el comisario fue interrumpido por brian poniéndose de pie frente a él antes de hablar en un tono bajo, pero lleno de ferocidad: —le pido que tenga la delicadeza de permitir que nosotros se lo digamos y que si ya termino su registro, se largue de mi casa de una vez.—

maira sitió sus ojos abrirse más de lo normal y tania sintió sus manos temblar de nerviosismo. el guitarrista era una persona bastante pacífica, educada y muy respetuosa para tratar con cualquier persona, pero estaba en su límite y con john involucrado, también estaba un paso más cerca de estallar.

—brian...— susurró chiméne tras él, pudiendo ver como sus hombros estaban tensos y como su postura le brindaba un aura desafiante y sobreprotectora. le llevaba más de una cabeza a ralph y parecía tener ganas de echarlo a patadas.

—no puedo retirarme sin hacerles una última pregunta, señor may.— expresó el hombre, de manera neutra. —¿tienen alguna idea de donde podría estar roger taylor ahora mismo?—

paul cerró sus ojos, queriendo aventarse del edificio más alto de la ciudad... eso, antes que hablar. porque sí, estaba perfectamente consciente de que era una infracción a la ley y que callar sería prácticamente un delito, pero simplemente no podía abrir la boca y entregar a su amigo, a su hermano, a un miembro de su familia.

pero mccartney no era el único sintiéndose de esa manera. a su lado y frente a él, el resto de la particular familia tenían la misma noción, certeza e idea del paradero del rubio, pero confesarlo les parecía algo instintivamente imposible.

y quien manifestó esa sensación colectiva instalada en lo profundo de sus pechos, fue dante, sin saber exactamente cómo fue que llegó a dar un paso al frente y decir con toda valentía: —no.—

su asistente reprimió toda emoción en el momento, sabiendo que se estaban jugando el todo por el todo.

todo el grupo sintió alivio repentinamente. aún si no era lo correcto, aún si no habían palabras de por medio ni un acuerdo previo, estaban de acuerdo en defender a roger... estaban juntos contra el mundo.

el comisario los analizó brevemente a cada uno con la mirada. parecían desorientados de lo afectados que estaban, pero también resultaba evidente que eran demasiado unidos como para soltar la lengua fácilmente.

—¿están seguros?—

—hemos dicho que no.— siseo tania, sacando la voz con fiereza.

paul, dante y brian la miraron con el mismo consuelo, con la misma hermandad.

—¿hemos?— insistió bonan.

—sí, hemos.— repitió la muchacha sin tambaleos.

—lo que uno de nosotros diga, vale para todos.— agregó sophie, levantándose del sofá para posicionarse al lado de su amiga.

—entonces les recomiendo decir la verdad. es evidente que su amigo no está bien de la cabeza, tendría un juicio diferente y ninguno de ustedes se iría detenido por complicidad u obstrucción a la justicia.—

ninguno de ellos era tonto. sabían exactamente que el policía estaba dejándoles en claro la situación para ver si alguno trastabillaba y en un reflejo de miedo, decía algo.

y así fue ante sus ojos.

—hay un lugar.— susurró chiméne.

todas las miradas se posaron en ella, varias de ellas totalmente incrédulas, asustadas e incluso dolidas mientras sus corazones comenzaban a ir de prisa y sus respiraciones se volvían irregulares.

—chim.— rogó paul, sin poder contenerse a sí mismo.

—le ruego que se mantenga en silencio.— ordenó el poli.

mccartney volvió a cerrar los ojos, esperando oír lo peor y dejando escapar lágrimas esta vez. todo dentro de él se revolvió en una mezcla de impotencia, desesperación y decepción.

el comisario hizo un ademán con su mano, alentando a la morena a seguir y tras un pequeño suspiro, esta obedeció, hablando con voz lloricosa: —el puente donde faith se quitó la vida... si roger está está desesperado y quiere huir de todo... podría ir ahí.—

los corazones y las respiraciones se calmaron de pronto. su novio salió del trance y llevó sus iris a ella, arrepintiéndose al instante de haberse sentido decepcionado.

era una distracción, una que los llevaría al otro lado de la ciudad de donde roger se encontraba realmente.

el silencio reino a la vez que los demás se sintieron confusos, casi perdidos, como si hubieran recorrido una salvaje montaña rusa en tres segundos y ya no sabían ni donde estaban; pero fueron justamente sus reacciones genuinas de desconcierto, las que hicieron aún más creíble el escenario.

—ha hecho lo correcto, señorita.— dijo el oficial a la de cabellos negros. —por consideración a su honestidad y al dolor que están sintiendo, no tomaré detenido a ninguno de sus compañeros por negar información a la policía. espero que con su testimonio hayan aprendido la lección.—

chiméne asintió, pareciendo cabizbaja ante su papel de delatora a la vez que ralph apuntaba rápidamente en el formulario, para luego entregárselo a uno de sus hombres y volver a tomar la palabra.

—les notificaremos cualquier novedad.—

la visita estaba concluyendo.

hayden se apresuró a asentir por todos y acercarse a cerrar la puerta en cuanto el uniformado se giró para salir, diciendo buenas noches. el muchacho correspondió de la misma manera y cuando estuvieron solos, apoyó su espalda contra la madera, soltando un suspiro y llevando sus orbes directamente a una de las muchachas justo antes de disparar.

—¿acabas de mentirle a la policía, chiméne?—

su voz había salido seca y directa, sin rodeos. no importaba cuanto tiempo pasara ni como fuesen las cosas, él siempre se preocuparía por ella, aún si era solo como amigos.

la mencionada no miraba a nadie, mantenía su vista en el piso y dio un paso atrás antes de dejarse caer en el sofá donde anteriormente había estado sophie. había actuado desde lo profundo de su corazón, dándolo todo por el rubio.

las piernas de paul reaccionaron por sí solas, haciéndolo avanzar y arrodillarse frente a ella para tomar sus manos con una pequeña sonrisa cálida que brotó desde lo profundo de su corazón pues se sentía orgulloso de su chica. le femenina le sonrió de vuelta a penas y mccartney se inclinó para besar su frente con amor.

los demás los contemplaron, dándoles su espacio ante el pequeño momento. estaban comprometidos hasta la trancas.

—hay que ir por él.— susurró la chica luego de que su novio separara sus labios de su piel y se sentara a su lado.

—¿ir por él y luego qué, chim?— dijo sophie, pasando una mano por el cabello.

—mierda, no lo sé, soph... hay que convencerlo de entregarse por las buenas o sacarlo de la ciudad.—

nadie dijo palabra de inmediato, estaban cayendo en cuenta de lo que implicaba la situación realmente. aún si michael se merecía la muerte y las peores penas del infierno, roger había cometido un crimen y dado a la fuga.

—¿por qué la policía está buscando a roger?— musitó john, rompiendo el silencio. seguía inmóvil en aquel peldaño de la escalera, demasiado acomplejado para moverse. —¿qué tiene que ver con faith?—

freddie suspiró agobiado, llevando sus ojos a brian, al igual que los otros. nadie deseaba darle más cargas a nadie, pero tenían que decírselo y tal vez la relación existente entre ambos podía llegar a suavizar la situación o al menos ser comunicado lo mejor posible.

el bajista necesitaba saber la verdad y la gravedad de los hechos o moriría con la duda ahí mismo. el problema era cómo decirle algo que tenía el potencial de destruirlo hasta volverlo polvo.

—deaky...— susurró el rizado, sin saber por dónde comenzar y arrastrando su apodo.

los orbes verdes grisáceos y cristalizados del mencionado lo observaron atentamente, delatando ansiedad y nerviosismo de escuchar finalmente una explicación que parecía querer atorarse en la boca de su amante.

el guitarrista bajo la cabeza. ¿por qué? ¿por qué tenía que hacer algo como eso? no podía hacerle ese daño, lo amaba demasiado como para lastimarlo tan hondo.

nadie del resto de lo juzgó ni presionó. sabían exactamente la carga que había de por medio.

tania hizo una línea con sus labios y elevó su vista hacia su amigo, mirándolo casi con compasión antes de atreverse a confesar la realidad.

—roger asesinó a su padre, john.—

lágrimas silenciosas escaparon de los ojos de mercury al oír aquello tan horrible, a la vez que el rostro de deacon se desencajo y de su boca salía un balbuceo casi inaudible. —¿qué...?—

la de rizos sintió sus ojos picar. lo había hecho, había empezado a hablar y ahora ya no podía parar por más que le doliera.

—michael lo hizo, deaky.— soltó sin poder evitar quebrar su voz en llanto. —michael nos arrebató a faith.—

los brazos de sophie la rodearon tras dar la triste y cruel cuenta, sujetándola con amor y contención. se había atrevido a decirlo aún si se desgarraba por completo por dentro.

john parpadeo inconsciente, soltando lágrimas que mojaron sus pálidas mejillas de inmediato. no dijo palabra, solo se volteó lentamente para poder sentarse en uno de los peldaños y encogerse en sus hombros antes de comenzar a sollozar con agonía y violencia. sus manos fueron a su cabeza, apretando sus cabellos largos con tanta fuerza que parecía estar a punto de arrancárselos.

maira dio un brinquito en su lugar ante su reacción, nunca antes había visto al dulce muchacho desmoronarse así, siendo esto lo mismo rompió aún más los corazones de sus compañeros.

freddie fue el único en reaccionar, movido por sus sentimientos. fue a sentarse a su lado para rodearlo y atraerlo a su pecho en un intento de ayudarlo. acarició su pelo con delicadeza, justo en los lugares donde segundos antes se había jalado hasta hacer doler.

brian estaba totalmente fuera de sus capacidades para atender a su novio y brindarle las atenciones que tanto necesitaba. le dolía todo y se sentía igual de débil que él o incluso más. no era que no quisiera consolarlo, simplemente ya no tenía cabeza.

había estado resistiendo demasiado, se había obligado a estar bien por él, por roger, para apoyarlos, para no dejarlos caer; pero acababa de recibir otro impacto del cual ya no sentía capaz de levantarse. la pena lo estaba consumiendo en silencio, matandolo por dentro porque estaba arrebatándole lo que siempre había sido, volviéndolo débil y triste.

agradeció que freddie siempre pudiera estar para los demás y mirándolos abrazarse, él y los demás dejaron a john llorar, sufrir por su hermana, por su cuñado y por lo turbio de los acontecimientos que estos habían padecido. el dolor que lo dominaba era complejo y abismalmente consumidor.

sin embargo, el tiempo era oro y paul retomó lo de antes, intentando ser lo más prudente posible al preguntar: —¿qué vamos a hacer?—

—hay que ir por él y sacarlo de la ciudad.— afirmó dante, repitiendo las palabras que su amiga había dicho momentos atrás, haciendo que el grupo lo mirara con algo de sorpresa ante la repentina decisión. —no podemos convencerlo de entregarse a la policía ahora, no hasta que no sepamos que está bien y en condiciones de dar una declaración. cualquier cosa que diga podría ser fatal para él y para nosotros.—

—¿a qué te refieres?— dijo brian, frunciendo el ceño.

—si reconoce que mató a michael por venganza, lo van a hacer pudrirse en la cárcel independientemente de lo que nos haya dicho el comisario. si dijera otra cosa... podría haber una reducción de la condena.— respondió el rubio, cauteloso.

—winniefred hizo la denuncia, su testimonio está de por medio.— habló mercury.

—¡freddie, por dios!— se exasperó el tenor. —esa mujer está desequilibrada y si roger dice que fue en defensa personal, nosotros podríamos testificar todo lo que sabemos de la violencia intrafamiliar que ha sufrido y cambiar la sentencia que se le dicatará.—

van de bossche no continuó de inmediato, los rostros confusos de sus compañeros delataron el evidente debate moral. el músico tenía perfectamente claro que lo que estaba proponiendo era demasiado peligroso y arriesgado para sus vidas y futuros, que era como lanzarse a una piscina a ciegas sin saber si esta tendría agua para flotar o hundirse hasta la mierda.

—habría que estar de acuerdo en lo que diríamos, en cómo sostenerlo y sobre todo... preparar a roger para que no cometa ningún error al declarar.— retomó finalmente. —si dijera lo más mínimo de que nosotros lo convencimos de entregarse... dios, se supone que no sabemos dónde está. chiméne sería la primera en irse a la cárcel con él y nosotros no tardaríamos en seguirla.—

mccartney tragó duro, invadido de preocupación, pero no por él, sino por su novia. bajó la cabeza un momento mientras los demás procesaban la verdad en las palabras del pálido.

definitivamente debían que sacar a roger de la ciudad hasta que pudieran decidir que hacer o él mismo lo decidiera adecuadamente, con la cabeza fría y estable.

—¿y no sería conveniente que alguien se quedara por si viene aquí?— musitó mercury después de unos segundos, aún con john entre los brazos.

—roger no va a venir aquí, fred. todos sabemos dónde está.— respondió sophie.

el sótano.

sí, razón tenía la de pelo negro porque era obvio que taylor se encontraba en el sótano de esa casa que no era suya, pero que había estado habitando desde hace ya tantos meses.

la lista de cosas ilegales en la que estaban involucrados acabaría por ponerles los vellos de punta.

el persa asintió, sabiendo que aquello era cierto y guardó silencio. los ojos de van de bossche lo contemplaron con pena antes de reparar en algo.

—no, no todos.— dijo dante entonces, llevando su vista a los hermanos rosewarn.

ambos comprendieron de inmediato y se miraron entre sí, casi comunicándose a través de los iris que compartían en color y similitud. cada uno supo la decisión del otro, pero solo maira tomó la palabra.

—no, dante. vamos con ustedes.—

paul y brian no pudieron evitar demostrar en sus rostros la sorpresa que les causaba la determinación e incondicionalidad del par.

—no. ustedes se quedan.— ordenó el tenor, imponiéndose con seriedad.

en cualquier otro momento, su actitud habría parecido atractiva y digna de olvidar, pero en aquella instancia, todo era distinto. no era que no valorará la disposición del par, sólo estaba intentando tomar las riendas del asunto de tal manera que nadie saliera perjudicado o al menos, lo menor posible.

—dante, estamos...—

—dije que se quedan, hayden.— cortó el rubio, sonando seco. —se quedarán por si roger llegara a volver y porque cuanto menos sepan, mejor. nosotros ya estamos demasiados envueltos en esto y estamos dispuestos a correr los riesgos aún si esto puede salir muy mal; pero ustedes tienen otras oportunidades.—

el pelilargo infló su pecho con aire, aceptando su voluntad y protección. tomó la mano de su hermana, alentándola hacer lo mismo y finalmente asintió en nombre de ambos.

dante asintió también, agradeciendo su comprensión y estiró sus manos hacia chiméne y paul para invitarlos a levantarse. no tenían más tiempo que perder aún si eso les implicaba sacrificar sus pobres y tristes corazones una vez más.

—¿estás seguro de hacer esto?— dijo mccartney.

—¿están seguros ustedes?— preguntó de vuelta, capturando la atención de todos, incluso la de john hundido en su mar de lágrimas.

¿estaban seguros?

todos sabían que si por alguna razón, uno de ellos no se sentía listo o dispuesto para hacer lo que estaban a punto de hacer, podía retractarse y nadie lo juzgaría; pero la particular familia, seguía unida por los mismos sentimientos de hermandad y amor que siempre los habían caracterizado.

¿estaban listos? sí. sí por roger, por faith y por ellos mismos.

chiméne y paul se levantaron del sofá y la mano de tania tocó el hombro de dante en cuanto este soltó a sus amigos, atrayendo su vista a ella para verla asentir con determinación con sophie detrás haciendo lo mismo.

los ojos del tenor, volaron entonces a los miembros de la banda. sus chicos estaban destrozados, completamente rotos y más que afectados con la situación de taylor; eran sus mejores amigos, sus hermanos y no soportarían verlo tras las rejas.

deacon se separó de freddie para limpiar su rostro con sus manos y asentir también. a su lado, mercury lo imitó y por último brian, tragó duro antes de sacar la voz.

—vamos por roger.—

tras la decisión en pleno, hayden se volteó hacia la ventana, corriendo la cortina con cuidado para echar un vistazo al jardín. —no veo ningún policía, pero podrían estar cerca y si los ven salir, los van a detener por sospechosos.—

mccartney ladeo la cabeza. —tiene razón. salgamos por atrás.—

tomando la mano de su novia y siendo seguido por todos los demás a excepción de los hermanos rosewarn, se encaminó a la puerta del jardín trasero y dirigirse a este. antes de salir, lo último que pudieron escuchar fue la voz de maira deseándoles buena suerte.

una vez fuera la oscuridad y frío de la noche los rodeó con ímpetu, pero no los hizo detenerse hasta que llegaron al muro de cemento.

paul se arrodilló para prestarle sus manos de soporte a chiméne para subir y pasarse al otro lado, provocando dante, brian y freddie copiaran su acción para ayudar a las otras dos chicas y a john, antes de ayudarse entre sí mismos, siendo may el último en cruzar la muralla al ser el más alto y con menos problemas de alcance.

tras aquella maniobra estuvieron completamente fuera de la casa por la calle trasera y sin vuelta atrás.

tras una mirada a su alrededor para cerciorarse de que no había presencia de la ley, comenzaron a avanzar en la dirección que tan bien conocían a pasos rápidos y en un ligero trote por parte del mayor de ojos hazel. mccartney estaba demasiado acomplejado y ansioso porque sentía que estaba viviendo el mismo horror que con faith, y deseaba con todas sus fuerzas que recorrer la ciudad no volviera a traducirse cómo una búsqueda inútil y tardía. tras él, el silencio era palpable y colectivo, al igual que sus angustias y sufrimiento.

sus pisadas se detuvieron de golpe al divisar la patrulla policial después de dos cuadras. el escenario los hizo quedarse inmóviles un par de segundos mientras el vehículo de desplazaba por la calle a unos metros de ellos a velocidad lenta.

—mierda.— musitó tania.

—hayden tenía razón.— dijo mercury. el barrio se había convertido en zona de vigilancia.

dante miró a su alrededor, intentando hallar un lugar para esconderse, pero ni siquiera encontró un árbol que pudiera cubrirlos.

—hay que seguir.— susurró sophie con determinación. —necesitamos salir de aquí ahora o nos descubrirán.—

la de cabellos negros estaba en la cierto. tenían que desaparecer o en menos de un minuto la policía los vería.

—soph, espera...—

las palabras brian se agotaron al verla echarse a correr tan rápido como podía. el grupo tardó un momento en reaccionar y por instinto hicieron lo mismo, comenzando a apurar sus pasos cada vez más y sintiendo sus corazones comenzar a acelerarse sin control.

no se detuvieron, forzaron sus cuerpos al máximo hasta abandonar el barrio aún si estaban agitados y en poco el sudor comenzó a perlas sus pieles. sentían la adrenalina recorrerles cada milímetro del cuerpo en una mezcla de ansiedad y temor.

tal sentimiento los mantuvo en movimiento para salir a la avenida principal y seguir corriendo con algún destello de esperanza hasta comenzar a divisar la casa, pero entonces hubo algo que los hizo detenerse a trescientos metros: un arcoíris en medio de la noche.

sus cuerpos se quedaron inmóviles contemplando como el moonbow* pintaba el cielo nocturno, iluminándolo débilmente con distintas tonalidades.

y entonces lo supieron.

faith había ido por él.

sus ojos se cristalizaron en lágrimas que no tardaron en salir mientras no dejaban de mirar el firmamento, el manto sobre sus cabezas, en lo más alto, allí a donde siempre habían pertenecido: al infinito, a la eternidad.

paul fue el primero en colapsar, cediendo a un llanto que lo debilitó hasta el punto de caer de rodillas al piso. sus pantalones y piel se lastimaron con la dureza del cemento y articulaciones dolieron ante el impacto, pero nunca ningún dolor corporal se igualará al sufrimiento en el que su alma se perdió en ese momento, cayendo en el infierno de sentir que no había llegado tarde una sola vez y que no solo había perdido a uno. los había perdido a los dos, no había podido encontrarlos a tiempo y menos, salvarlos.

—no, no, no...— repitió brian llevándose las manos a cada lado de la cabeza. su pecho ardía con violencia, con un ímpetu tormentoso. —roger...—

dante cerró los ojos con fuerza un momento, incapaz de seguir mirando el fenómeno óptico y meteorológico que lo estaba llenando de frustración e impotencia. lo habían intentado todo y aún así la vida les decía que no una vez más.

se arrodilló al lado de mccartney, rodeándolo por los hombros y apoyando su mentón en su cabeza, lloró con él. los brazos del pelinegro le correspondieron por instinto y sosteniéndose el uno al otro, vaciaron lo más profundo de sus corazones.

las chicas reaccionaron casi por igual, hundidas en lágrimas silenciosas que las hicieron quedarse quietas observado la banda de tintes en el cielo. la excepción fue chiméne, abrazándose así misma con el dolor de haber sido la última de todos ellos en ver a roger siendo él mismo, en hablar con él y sacarle una mínima sonrisa.

¿su tranquilidad? su tranquilidad provenía del vínculo que las ataba a faith y al rubio, porque sabían que estaban juntos, como siempre debió ser y que en algún lugar podrían amarse para siempre. no era que no les doliera, de hecho las destrozaba, pero estaban en paz porque ellos lo estaban, porque su amor había hecho camino para que volvieran a estar juntos aún si era en la muerte misma.

freddie sentía su cuerpo congelado, como si miles de agujas de hielo puntiagudo estuvieran enterrándose en cada poro de su piel. con la boca abierta en respiraciones irregulares y con los iris cristalizados, se giró a a ver a john a su lado, porque aún en su peor momento, siempre estaría dispuesto a ayudar a los otros primeros, especialmente a él; pero solo lo encontró admirando el suceso con las mejillas humedecidas y una diminuta sonrisa.

su calma era más inquietante que la de las muchachas, prácticamente irreal. sabía lo mismo que ellas y los demás, aún a pesar del horrible dolor.

supieron que los amantes eternos se habían reencontrado siendo lo que siempre habían sido:

colores en medio de la oscuridad.

──────── ✧ ────────

* moonbow: el arcoíris lunar o nocturno, es un fenómeno que se da gracias a la luz reflejada de la luna, refractándose de la humedad en la atmósfera. son mayormente posible en las noches de luna llena, pero aún así, son bastante débiles por la poca luz que se refleja. por ello, no es muy común que el ojo humano pueda captarlos.

Continue Reading

You'll Also Like

10.1K 600 48
๐˜พ๐™ค๐™ง๐™ง๐™ž๐™– ๐™š๐™ก ๐™–รฑ๐™ค 1982, ๐™ช๐™ฃ๐™– ๐™˜๐™๐™ž๐™˜๐™– ๐™ก๐™ก๐™–๐™ข๐™–๐™™๐™– ๐˜ผ๐™ก๐™š๐™ญ ๐˜ฝ๐™ช๐™ง๐™ฉ๐™ค๐™ฃ ๐™˜๐™ค๐™ฃ๐™ค๐™˜๐™š ๐™– ๐™ก๐™ค๐™จ ๐™ž๐™ฃ๐™ฉ๐™š๐™œ๐™ง๐™–๐™ฃ๐™ฉ๐™š๐™จ ๐™™๐™š ๐™ก๐™– ๐™—๐™–๐™ฃ๐™™...
561K 38.9K 72
ใ€Œเผปโ„ญ๐”ฌ๐”Ÿ๐”ฏ๐”ž ๐”Ž๐”ž๐”ฆเผบใ€ ๐”–๐”ฑ๐”ฏ๐”ฆ๐”จ๐”ข ๐”‰๐”ฆ๐”ฏ๐”ฐ๐”ฑ ๐”–๐”ฑ๐”ฏ๐”ฆ๐”จ๐”ข โ„Œ๐”ž๐”ฏ๐”ก ๐”‘๐”ฌ ๐”๐”ข๐”ฏ๐” ๐”ถ ใ€Œเผปโ„ญ๐”ฌ๐”Ÿ๐”ฏ๐”ž ๐”Ž๐”ž๐”ฆเผบใ€ NO SE PERMITE USAR LA PORTADA PARA OTRAS HIST...
3.3K 344 9
"No necesito a un hombre, mi meta en la vida es ser una gran magizoรณloga y tener una casa en el bosque para mi y mis animales, ยกno voy a enamorarme n...
10.1K 353 3
desde el quinto aรฑo en adelante. Al final del sexto aรฑo, Harry se encuentra nuevamente aislado y encarcelado en los Dursley. El final del libro seis...