Después de ese incómodo momento, todos se van, quedando solo Jennie.
—¿Ya te vas? —pregunta Jisoo, al ver que Jennie comenzaba a guardar sus cosas.
—Sí, Soo. Es más tarde de lo que esperaba, mañana regreso al trabajo —Jennie bufaba mientras tomaba su abrigo se se ponía los zapatos.
Jisoo se sintió algo triste al ya no oír un "Chu".
—¿Te acompaño? —propuso la azabache. Con una sonrisa, se apresuró a tomar su abrigo.
—Yo la puedo acompañar, cariño. Es peligroso que caminen solas a esta hora. Claro, si ella quiere.
Jennie frunció el ceño y, confundida, asintió lentamente.
—¿Segura? —preguntó Jisoo, algo desconfiada.
—Segura. Ve a dormir, Soo. Nos vemos luego —la abrazo. Mientras Suho estaba distraído, aprovechó para susurrar— Gracias por el bonito día que me diste.
El corazón de Jisoo latio al sentir ese beso en su mejilla. Jennie la había besado.
—Hasta mañana, Chu.
Ahí estaba. Jisoo sonrió al escuchar el apodo.
—Adiós, Nini.
...
La noche fría se metía por las manos de Jennie, quería llegar a casa lo más antes posible. Suho venía a su lado, ambos caminando callados por esas calles solas.
—¿Qué pretendes, Kim? —soltó.
La pregunta confundió a Jennie. Lo miró.
—¿De qué?
—Con mi prometida. Es obvio que te gusta, Jennie. No te hagas idiota, lo noté desde muy antes.
Jennie soltó una risa, haciendo enojar más a Suho.
—Ay, Suho. Que cabecita tan creativa tienes... Pero si así fuera, ¿tienes algún problema? —ya faltaba poco para llegar a su casa.
—Es mi futura esposa, Jennie. Nos vamos a casar—refutó.
—¿Crees que no lo sé? Por cierto, bonito anillo el que le diste —comentó con una sonrisa.
—¿Sarcasmo? —preguntó serio.
—Nop. Está muy bonito, en serio. Pero a veces pienso: "Pobre Soo" Imagínate serle infiel a Jisoo, ¿en serio, Suho? —escupió sin titubear.
Suho se quedó quieto y caminó más rápido al notar que Jennie también lo hacía.
—¡Eras tú! —exclamó, acordándose de la chica que lo estaba espiando.
—¿Era yo? —preguntó confundida, pero también se acordó de esa vez— Ahh, sí. Era yo —sonrió burlonamente.
—Por eso estás haciendo esto, ¿verdad? Le dijiste a Jisoo —a pesar del tono fuerte con el que Sigo hablaba, Jennie se mantenía serena.
—No, yo no he dicho nada. Pero Suho... ¿Con tu secretaria, en serio? ¿Los hombres no tienen más imaginación? Ugh —Jennie, había llegado a la conclusión de que la amante de Suho era su misma secretaria por cómo esta las había visto en la mañana.
Suho se sintió ofendido.
—Más te vale que no hayas dicho nada.
Jennie subió el pequeño escalón de la entrada a su casa y sintió una paz. Solo estaba a centímetros de entrar y correr a su suave y cómoda cama, pero la molesta voz de Suho a sus espaldas, la irritaba.
—Yo no diré nada... —el pelinegro dio un suspiro de alivio— Dejaré que ella sola se de cuenta —volteó a verlo y trató de no reír por su expresión preocupada— Ay Suho~ —le volvió a dar la espalda y, de manera sarcástica, dijo:—, me encantaría seguir hablando contigo, pero tengo que ir a dormir. Hasta mañana —cuando entró a su casa no pudo evitar soltar un suspiro de alivio al ver, desde la entrada, su cama, olvidándose por completo de lo que le acaba de decir a Suho.
Solo quería paz.