Con la idea del bebé, Zhongli por un momento ya se hacía a la idea de criarlo solo...
Pero todas sus preocupaciones se esfumaron cuando le dijo a Tartaglia que iba a ser padre y este reaccionó de buena manera.
Estaba feliz por la noticia y aunque aún no tenía una pancita, el ojiazul ya le acariciaba el vientre con emoción. Eso enternecio a Zhongli y sus únicas preocupaciones eran las del embarazo.
— Tienes que alimentar bien a tu novio.— Lumine una amiga cercana comenzó a explicarle a Tartaglia.
— Cosas sanas ¿eh?.— Asintió a los consejos.
Debido a que no vivían juntos, en cuanto Tartaglia se enteró del embarazo, pasaba el tiempo que podía con Zhongli en el departamento de esté... En casa todavía no le decía a nadie que será padre y no creía conveniente todavía hacerlo. No estaba seguro como iban a reaccionar con la noticia y además, con lo que le dijo su amiga Lumine, Tartaglia quería que Zhongli estuviera cómodo y tranquilo. Problemas familiares era lo que menos quería darle.
— ¿Que es esto?.— Zhongli vio el plato que su amado le dejó.
— Verduras al vapor.— Tartaglia respondió pero siguió hablando.— Por supuesto espero que las comas.
— No se me antoja...
— Le harán bien al bebé.— Su ojiazul sonrió orgulloso.— Me encargaré de que comas sanamente.
Aunque en esos momentos a Zhongli no se le antojaba comer nada sano.
— ¿Y si mejor comemos algo más?
Suspirando ligeramente, Tartaglia sonrió y pidió algo a domicilio, aunque ambos saben cocinar, la verdad es que prefería la cocina de Zhongli, pero en ese momento quería mimar a su amado... Por lo que pidió algo que demoró un poco en llegar.
— Amor pedí tu comida favorita.
Tartaglia sonrió para dejar con cuidado sobre la mesa una deliciosa sopa que le encantaba a Zhongli, como se dijo, quería mimarlo...
— Gracias, pero no tengo ganas...
— ¿Que?.— Tartaglia lo vio llevarse a la boca un pedazo de verdura.
Aunque sonrió y se sentó junto a él para ver la televisión y acariciar su vientre.
Eran las dos y algo de la mañana cuando Tartaglia sintió la voz de Zhongli entre sueños. Como no tenía clases al día siguiente temprano se había quedado a dormir con él.
— ¿Amor?.— El mayor lo movió con cuidado.
— ¿Eh?.— Tartaglia se enderezó bostezando levemente.— ¿Que sucede?
— Podrías traerme algo de comer?.— Zhongli sonrió con algo de timidez.
— ¿Es en serio?
Pero no importaba... le cumpliría cualquier cosa, así tenga que salir a las tres de la mañana por algo que quizás Zhongli ya no quiera cuando regrese.