—¡Eres mi bebé, mi bebito fiu fiu!
Canturrean burlescos jóvenes entre risas desde un auto, luego de reconocer al rubio abordo del vehículo colindante en el semáforo. El video de Robert se ha viralizado y las risitas no faltan por donde sea que pasa, incluso en el restaurante al cual asistió con Xiomi, las miraditas y habladurías estuvieron a la orden del día.
—¿Aún crees que exagero? —pregunta con la vista en su amiga, fastidiado por la situación mientras presiona el botón para subir el cristal e ignorarlos.
—No prestes atención, Joha, sabes que no mide su amor por ti.
—No lo defiendas, Xiomi.
Un suspiro le sigue a sus palabras y cuando la luz cambia a verde continúan en marcha.
—Joha, no lo hago. Escucha, él siempre ha sido efusivo contigo, ¿no deberías estar acostumbrado ya?
—Creo que jamás pasará, Xiomi. —Suspira con pesadez—. No estés con un famoso. Menos, uno como él que transmitirá un “en vivo” mientras hace del dos en cualquier momento.
Ambos se carcajean por largo rato ya que al joven argentino le gusta compartir con el público prácticamente todo del día a día. Su Tik tok está repleto de videos random donde se muestra recién levantado, prueba estilos en su cabello, escoge ropa, citas, incluso sus cambios veloces en backstage durante los desfiles. Sí, adora la exposición y aunque sabe que su prometido es más de estilo “perfil bajo”, no puede evitar presumirlo. Está demasiado enamorado.
—Mejor, no estés con un famoso que, además, es Tiktoker —añade Johan entre risas.
—Si tanto te molesta, ¿por qué están juntos? —replica la joven morena con algo de ironía y Johan vuelve a sonreír, tantos momentos se hacen presente.
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