Jungkook lo dejo entrar al baño con él, por lo que pudo apreciar por fin este cuarto que, como el resto de la edificación, estaba hecho mayormente de madera, con el estilo minimalista que daba la ilusión de un lugar amplio y claro. Al lado de la puerta había una estantería de piedra blanca pulida, donde se exhibían varios productos de higiene.
El piso estaba cubierto por baldosas rojas, en un patrón contante como fichas de dominó. Era curioso, hasta tenía un toque elegante, con la bañera en el fondo con un cabezal estático y otro tipo manguera.
Después de su inspección rápida, se dispuso a desvestirse. Apenas había tomado una túnica para cubrirse de camino al baño, por lo que simplemente la dejó caer, mostrándose desnudó frente al Alfa, que no lo estaba imitando, en vez de eso, parecía muy concentrado en llenar la bañera.
-Jungkook, quítate la ropa- Dio una orden, lo cual no fue sexy ni nada parecido, por lo que su Alfa se limitó a mirarlo desconcertado.
-No puedo, yo...- Jimin se conocía ya el problema, por lo que levantó sus manos para taparle la boca.
-Ustedes están exagerando ¿Como la sola vista de tu pene me haría entrar en celo? ¿Acaso cada vez que tienen relaciones, entrar en frenesí?- El ex terrícola lo dijo muy confiado, pero en realidad le parecía que sería bastante posible.
-No tanto así. ¿Te acuerdas de las visitas del chamán?- El guerrero se sentó al borde de la bañera, con el sonido del agua fluyendo de fondo.
-Si, pero solo ponía una mano sobre mi cabeza, haciendo ruidos raros por diez minutos- Para Jimin ese tipo era un charlatán, sin embargo, era importante para estos aliens.
-Los felinos tenemos nuestro primer celo a los catorce, y como tu caso se atrasó hasta esta edad, es una posibilidad que cuando te llegue, te duela- Espera, su guía no le había dicho eso. Jimin sabía que tenía una expresión de espanto, porque el guerrero estaba tratando de consolarlo, acariciando sus brazos.
-¿Por eso es mejor que me llegue, cuando esté seguro en el clan?- Jungkook asintió, zanjando el asunto.
-La carga hormonal será pesada, por lo que es mejor que sigas alimentándote, para que tu cuerpo esté fuerte cuando llegue el momento- El Omega bajo la mirada, derrotado.
-Esta función es muy molesta- Quejándose, Jimin aprovechó y se sentó al borde de la bañera, probando la temperatura del agua. La verdad ahora tenía muchas ganas de limpiarse.
-Por lo que se, cada cierta cantidad de años, esa carga hormonal vuelve a presentarse, y es beneficiosa para el cuerpo- Jimin no estaba versado en el tema, por lo que desconocía cómo era el caso de los humanos, pero lo que sí sabía es que estos seres no envejecían como en la tierra. Sin canas, encogimiento muscular o infertilidad.
-No había pensado en que te iba a doler- Se sinceró su guía, demostrando de nuevo, que no siempre era la fuente más confiable en este mundo. -...estoy haciendo mi mayor esfuerzo.
-Ooowww no suenes triste, perdón- Haciendo gala de sus costumbres de ensimismarse en sus pensamientos, Jimin entro en trance para consolar a su gatote.
-No me toques, no acepto tus disculpas- Indignado trato de escaparse del agarre del humano, sin embargo, estaban en un espacio limitado, por lo que rápidamente fue emboscado.
Se entretuvo un buen rato molestando al Leopardo, acariciando y amasando la carita del felino, y no se detuvo hasta saciarse. Ya cuando quiso volver a la realidad, se encontró con su Alfa ya en la bañera, con una toalla cubriéndole los genitales.
-Hey de nuevo estás aquí- Con una sonrisa adornando sus duras fracciones, vio al guerrero dejar caer tónicos de colores en el agua.
-Lo siento, no era mi intención ignorarte, pero parece que aprovechaste- Aun cuando no vio todo el procedimiento, le gustaba verlo así, como una pintura erótica, con la piel expuesta y mojada.
-Esta bien, puedo entender tu fascinación por tu animal interno- Era más como si sintiera que tenía una gran mascota, lo hacía sentir bien tenerlo siempre allí en su cabeza.
-Quisiera que estuviera también en el plano físico, así podría jugar con él, y podría interactuar con ustedes- Su guía protesto, pero seguro le gustaría también.
-Mmm pero interactúamos a través de ti- Para estos aliens siempre sería diferente, tanto que la palabra "mascota" era un gran insulto.
-No, él es diferente créeme, sería como conocer a otra persona- Seguro se llevaría muy bien con el guerrero, siempre se pone a ronronear cuando es acariciado por Jungkook.
-Te creo Jimin. Ahora Ven a bañarte- Estaba disfrutando la vista, del Alfa frotándose el cuerpo, pero no era Namjoon; el Omega prefería tocar.
-Oh ¿puedo entrar contigo?- Sus intenciones estaban muy alejadas de tomar un baño, aunque ciertamente necesitaba uno.
-Si puedes- El magnífico macho abrió las piernas, invitándolo a ocupar "ese" espacio.
-Lo haré entonces...ocuparé el mejor asiento- Sabía que la sonrisa que mostraba, emanaba todas sus traviesas intenciones, echando a la basura toda la charla reflexiva anterior.
-No tienes remedio Jimin, estás demasiado caliente aún sin el celo- Se quejó su Leopardo, mientras lo veía entrar lentamente en el agua.
La bañera era lo suficientemente grande para un gran guerrero y su pequeño Omega, por lo que fue fácil para Jimin jugar desde la parte inferior, apretando los tobillos de Jungkook, para empezar a subir por las pantorrillas. El vello de las piernas era suave, delgado y claro, por lo que, aunque se sentía, no oscurecía la piel. Le gustaba ese detalle.
Siguió su toqueteó que por más que trato de ser superficial, terminó siendo un tanteo profundo, casi clínico, como si estuviera cerciorándose de que cada músculo estaba en perfecto estado. Todo lo que oprimía, se resistía con poder, siendo fibra gruesa y tensa.
-¿Te gusta?- Jungkook sabía que sí, no es como si el olor del Omega no lo estuviera delatando.
-Es increíble, ahora cada vez que te vea pelear, solo podré imaginarte desnudo, ondulando cada músculo bajo tu piel. Eres el arquetipo de Alfa perfecto- El guerrero parecía hincharse de orgullo por sus elogios, por lo que bajo la guardia.
Se movió tranquilo y con seguridad, dándose la vuelta para acomodarse entre las piernas de Jungkook, pero obviamente no puso su trasero en la fría cerámica, sino que se contoneó sobre la virilidad del Alfa.
-Espera Jimin, no...- Fue reprendido por palabras sin aliento, siendo el gruñido contenido del guerrero el sonido más fuerte en ese cuarto.
-Pero no me está tocando, ni lo estoy viendo- Jugó con los vacíos legales, simplemente flotando, con cuidado de no aplastar nada.
Podía sentir la protuberancia de Jungkook, que siempre estuvo muy animada bajo la toalla, larga y gruesa, como todo en ese cuerpo. -Soy un Alfa de sangre caliente, no puedes esperar que no responda.
-Eso es lo que quiero, que me correspondas- La idea de ser golpeado por el gran Alfa, lo hizo aumentar la fricción, restregándose sin vergüenza, contra su acalorada presa. -Ya no me importa si duele, solo quiero cabalgarte duro y por horas, como si fueras mi caballo ganador.
La extraña analogía para él cambia-forma perdió importancia, cuando decidió corresponder, profundizando cada embiste, alejándose y rosándose en una danza constante, que hizo que el agua chapoteara a su alrededor.
Después de un rato fue atrapado por los fuertes brazos del guerrero, que de una sola le rodearon la cintura y el abdomen, restringiendo sus movimientos.
-Después de tu celo, me asegurare de penetrarte todos los días, Omega codicioso- Cuando Jungkook quería aturdirlo con ese tono de voz del todo poderoso jefe, lograba hacerlo temblar como si cada palabra se deslizara por cada fibra de su ser.
-Jungkook hazlo, No me importa si me destroza, este cuerpo puede sanar rápido pero nunca dejará de desearte- Era increíble lo necesitado que se escuchaba, porque constantemente pensó que solo en la fantasía, podía llegar a desear tanto físicamente a alguien, que le arderían las entrañas como si estuvieran clamando por esa persona.
-Mi prioridad es tu seguridad- El guerrero fue inflexible, para su buena y mala suerte.
Para ese momento parece que agotó la paciencia del Alfa, porque fue guiado fuera del regazo de este, empujándolo brusco para que quedara sobre sus rodillas. Por el nivel del agua sus partes íntimas quedaron al aire, y luego quedaron expuestas, cuando Jungkook lo forzó a ponerse en cuatro.
-¿Q...?- Agitado por la anticipación, no pudo hilar su pregunta.
-Soy un buen Alfa, tengo que aliviar este agujero que llama por mí- Ah, el Omega se estremeció por esas sucias palabras. Estaba expectante de las acciones del Alfa que, con el cabezal alargado de la ducha, comenzó a rosearle todo el cuerpo.
-No me bañes en esta posición- Avergonzado, trato de darse la vuelta, pero su Alfa le apretó la nuca, subyugando su voluntad.
-Quieto, te va a gustar cuando termine- Jimin acepto con un poco de sospecha, dejando que lavaran su cuerpo, esparciendo jabón líquido con una esponja, por su espalda y pecho, para después bajar una a una por cada una de sus extremidades.
-No estás complaciéndome- Demandó casi rugiendo.
-Luego, cuando estemos limpios- Jungkook se atrevió a mentirle como a un niño pequeño, prometiéndole lo que quería para que obedeciera.
Como este alíen nunca había tenido una mascota o visto como tratan a una, sabía que esto no debía tener la misma connotación que él le estaba dando. -Podía bañarme solo...o en una mejor posición.
-Cambia al Leopardo, también necesita una limpieza- Al menos en esa forma no sería tan vergonzoso, así que lo hizo, aunque su guía estaba totalmente en contra, rugiendo como un gato mimado cuando intercambiaron lugares.
-¡No lo necesito! ¡Auxilio! ¡Estoy limpio, déjenme, mi pelaje no debe ser mojado!- Protestó tan fuerte, que Jimin tuvo que bloquearlo por un rato. Por tal escándalo, Casi quiso comprobar que estaba sumergido en agua tibio y no lava.
-Por la Dama!- Jungkook se quejó pero no se rindió, sometiendo a la bestia lo suficiente para aplicarle shampoo en todo el lomo.
-Ya no me agradas Alfa, jamás volveré a entrelazar nuestras colitas- Lloriqueo el gatote, atrapado en la fuerza del guerrero.
-Eres un espíritu antiguo ¿no deberías estar acostumbrado?- Interrogo Jimin, porque esta no podía ser la primera vez que alguien lavaba al Leopardo. Imposible.
-Es una desventaja de mi composición, en cada vida todas las sensaciones se sienten como la primera vez- Cierto, ya habían hablado un poco sobre eso.
-Listo- Jungkook empezó a secarlo con una toalla, pero prácticamente estaba arrastrando el lánguido cuerpo del Leopardo, que imitaba a la perfección a un muñeco de trapos mojado.
Cuando todo estuvo limpio, volvió a transmutar a humano, acostado boca abajo en el suelo, sintiéndose fresco, pero de mal humor.
-Creo que ahora mi guía te odia- Le informó a Jungkook, entre el lío de melodrama de su animal espiritual.
-Sé que fue rudo, pero por lo que sé, su último baño data de sus primeros años de vida. Era necesario- Jimin se burló, ha estado usando una cola polvorienta todo este tiempo.
-¿A quién llamas polvorienta?- Una garra trasmuto sin permiso, con toda la intención de arañarle la cara.
-Ya perdón, perdón, empezaré a cepillarte lo prometo- Eso pareció apaciguar a la bestia, pero la pata siguió presionándole la nariz. Un acto de silenciosa ira.
Jimin se volteó hacia su Alfa, para quejarse de lo poco sexy que había sido toda la situación, de ser bañado como un perro. Cuando se dio cuenta que ya nada cubría la desnudez del guerrero. Sus ojos avariciosos fueran de una hacia la entrepierna, detallando la forma masiva del pene erguido.
Oh sea cual sea la deidad, que se encargó de que semejante semental existiera, se había ganado su total devoción en todas sus vidas.
Que obscenamente grande era, encajando a la perfección en el cuerpo del guerrero. Si alguien merecía la simil de tener un pilar entre las piernas, era a este Alfa, con un grueso falo recto, simétrico y tan largo que, viéndolo desde abajo, parecía que le hacía sombra.
-Me retracto, tenías razón, solo un vistazo de ese pene disparo mi celo- Trató de levantarse, pero ya le estaban temblando las piernas. Su cuerpo parecía instintivamente asustado, que poderoso instinto.
-Oh no- Jungkook busco la toalla en el fondo de la bañera, tapándose en vano. -Igual un vistazo es una exageración, no pensemos en esto ¿cómo te sientes?...¿Jimin?...¿cariño?- En pánico, el Alfa vio a su pareja sumergirse lentamente en el calor del apareamiento, con la piel sonrojada y las feromonas produciéndose en una densidad que intoxicaría a cualquier Alfa.
¿En serio solo necesito mirarlo? No tenía tiempo de sentirse halagado, debía buscar rápido supresores y ponerle un collar al Omega.
-Siento que voy a morir por tanto calor- Logró quejarse en un susurro, sintiéndose mareado y sensible.
Jungkook podía soportar las feromonas de este celo, pues el primero no busca atraer Alfas, solo es su dulzura haciéndote sentir incómodamente caliente. Aunque no debería estar haciendo sentir tan débil al Omega, eso sería peligroso frente a un Alfa perverso.
El guerrero fue rápido, hizo que el agua estancada de la bañera se fuera para el depósito de reciclaje y encendió la ducha en agua fría. Luego tomo al Omega que acababa de secar, para sentarlo bajo el débil chorro de fresco líquido.
Jimin gimió ante el contacto de piel contra piel, restregándose en busca de caricias contra el Alfa, y negándose a soltarlo cuando trató de dejarlo en el suelo de nuevo. Así que Jungkook tuvo que meterse también, pues sabía que rechazar al Omega en este estado, tendría muy malos resultados.
-¿Cómo te sientes ahora?- Consoló a Jimin, sobándole la espalda y besándole la frente, sintiendo el calor seguir alto a pesar del agua.
El Omega hizo el amago de gemir su nombre, en una etapa profunda del celo, imposible de llegar en apenas unos minutos. Jungkook se sentía tan culpable, había acelerado el peor escenario.
Resignado se sentó con Jimin en su regazo, y aprovechó para echarse shampoo en el pelo. En el proceso no dejó de mojar la glándula del Omega, que se estaba hinchando mientras segregaba feromonas. Debía estar doliendo, pero incapaz de hablar, el Omega solo gemía por lo bajo.
Jungkook espero hasta que la fiebre bajo, para sacarlos a los dos. Le gustaría contar con la ayuda de Yoongi en este momento, pero debía arreglárselas para secarlos y vestirlos a ambos, sin soltar a Jimin.
Cuando fue por la ropa en los estantes, se encontró con un pequeño y adorable Erizo. El guerrero estaba sorprendido, luego furioso por la implicación de que volvió a colársele un intruso. -¿Estas siendo serio, Namjoon?
La criatura corrió el rostro, al menos luciendo apenado. -No te voy a interrogar si eso es lo que temes, ahora ayúdame con Jimin.
Estaba molesto con el Alfa, pero dio un paso atrás, por la paz. Dicho esto, vio al mil pieles saltar del estante, envolviéndose en una tenue luz mientras su forma cambiaba a la del humano.
Un cuerpo elegante, de complexión delgada y extremidades largas volvió a saludarlo. -No puedo creerlo Jungkook, pensé que te había educado mejor- El diplomático volvió a adquirir los colores y el olor de un Leopardo, pero los más sorprendente es que se atreviera a reprenderlo.
Que descaro.
-No me hagas enojar, y limítate a secarlo- No iba a ceder al juego de "aquí no pasó nada" también se negó a mirar directamente al otro Alfa.
-De acuerdo es válido. He perdido la confianza de ambos, no importa las razones por la que lo hice, pero Créeme que me duele haberles fallado, y no estoy orgulloso de aceptar que habría sucumbido a viejos hábitos, tomando otra identidad dentro del clan- Jungkook no iba a caer, ya fueron muchos años de mentiras, nada le aseguraba que esto no fuera otra máscara.
-Eres tan aterrador como imaginaba, tomando la forma de tus seres de confianza. No puedo aceptarte hasta saber toda la verdad, y si no puedes dárnosla, lo mejor sería que te marcharas- El guerrero miró culpable al Omega en calor, gimiendo con los ojos cerrados.
-Mi raza no revela su identidad, es una regla a fuego en nuestra sangre- Namjoon como mil pieles podía tomar perfectamente una pareja por años, sin nunca salirse de su papel. Aunque no había formado una familia o lazos estrechos en todas estas décadas, hasta ahora, había sido un coleccionista de primera categoría, pero Esto había ido cuesta abajo, desde que Bra se metió en su camino.
-Si esa es tu respuesta, no hay nada de qué hablar entre los dos- Jungkook sostuvo por la cadera a Jimin, para facilitarles secarlo y vestirlo. El Omega no dejó de quejarse en todo el proceso, con su piel más sensible en ese estado.
Cuando terminaron, ambos escucharon que tocaban la puerta del baño. -Líder Omega, le trajimos la túnica ceremonial- Sonaba como un séquito de varias voces infantiles.
Jungkook no tenía conocimiento de esto, ya que por seguridad había establecido que toda interacción con Jimin pasaría por su evaluación.
-No tiene buenas intenciones- Namjoon no buscaba provocar al guerrero, pero nada perdía con decir aquello.
-Solo dilo- De mala gana, Jungkook dio la orden sin determinarlo.
-Aunque por tierra han mantenido a todos los curiosos a raya, por aire algunos pajaritos han captado suficiente información de nuestra formación. - El diplomático captó el estremecimiento nervioso de su amigo, sólo pensar en los seres alados de nuevo en su contra, ponía en el borde a este valiente Alfa. -No son los halcones, son la tribu de Ginetas, han engatusados a varios gorriones y algunos habitantes de este pueblo. Buscan la muerte de Jimin, para que los Leopardos sigan perdiendo su estatus.
-Entonces solo son un par de Alfas drogados, no son una amenaza- Las Ginetas podían doblegar la voluntad de los Alfas, a través de su feromona maldita, pero estos no eran más que enamorados descerebrados.
-Aunque sea ese el caso, Siento la marca mágica de un artefacto tras la puerta, no muy fuerte. Estimó que debe ser una red de nivel medio- Namjoon estaba pensando en cómo neutralizarlo, cuando Jungkook dejó a Jimin en sus brazos, empujándolos hacia el fondo del baño.
El diplomático estaba estupefacto, él era la mejor opción para estos casos, pero el guerrero se abalanzó hacia la puerta, abriéndola de un solo movimiento, que golpeó la pared por el impacto, dejando entumecido al cambia-forma del otro lado.
-Maldita mierda- Jungkook rugió, estrellando ese poderoso puño, que ha noqueado a Osos negros en su forma animal, de un solo golpe.
Jimin no era capaz de hablar o razonar como una persona, pero era consciente de su entorno, por lo que pudo ver a su Alfa lanzar un golpe que cortó el aire, no importó que el cambia-forma objetivo, pusiera resistencia con el disco entre sus manos, este se fragmentó por la fuerza, y sin perder la potencia, se hundió en la cara ajena.
Se veía tan doloroso, que Jimin tuvo que cerrar los ojos de la impresión. Escucho como el cuerpo del intruso se desplomaba, no por la inercia de la inconsciencia, sino porque fue tumbado por la fuerza del guerrero.
Ah, Jungkook es tan caliente.
-Sigues excitando a Jimin- Namjoon lo dijo junto a un suspiro fingido. -Eso solo aumentará tu malestar, trata de relajarte.
El ex terrícola se sentía afiebrado, por lo que su cabeza nadaba en calor líquido, y su glándula en estos momentos estaba segregando sopa de feromonas, y esa era el único símil que podía pensar, con ese líquido caliente escurriendo por su cuello. Por lo que quería disminuir estos efectos, PERO necesitaba tocar la piel de sus Alfa con más urgencia.
Por esta razón miró mal a Namjoon, porque aún con su cerebro asado, sus instintos le gritaron que ese Alfa no estaba correspondiéndolo, tratándolo con indiferencia cortes.
De forma torpe metió su mano debajo del hanfu del Alfa, buscando abrazarse al pecho desnudo. -No pequeño, no creo que sea buena idea.
-¿Acabas de rechazar a un Omega en celo?- Jungkook que había estado revisando el cuerpo inconsciente, escucho el intercambio.
-Corresponder tampoco es la solución, estoy tomando el camino menos doloroso para Jimin- Trató de explicarse, mientras las feromonas del Omega se agriaban y este empezaba a sollozar sobre su hombro.
-Bien hecho, eres muy bueno para ponerlo triste- Dejando tirado al intruso, se acercó con los brazos abiertos. -Ven cariño.
El Omega logró moverse lo suficiente, para abrazarse a Jungkook, buscando consuelo en su pareja.
Namjoon se quedó sin palabras, luciendo dolido para la apática mirada del guerrero. -No me había sucedió antes... y solo tienes una toalla mojada encima.
-Si ya sé. Vigila al sospechoso, mientras llevó a mi Omega con Yoongi, él sí sabe que hacer- No le importó ser cruel, ya que no tenía la confianza del diplomático, podía asumir lo peor de lo peor del sujeto.
El cazador estaba profundo, disfrutando la comodidad del suave colchón, cuando un cuerpo caliente se le subió encima, exudando las feromonas dulces a las que ya estaba familiarizado, pero con la fragancia cautivante del celo, apenas perceptible, se podía decir que inmadura, sin embargo, era mucho más potente que la acostumbrada del primer celo.
El Alfa se acomodó para recibir un afectuoso abrazo de Jimin, que gimió de necesidad, restregándose contra él. ¿Cómo era posible que ya estuviera en ese estado?
Miro con los ojos entrecerrados al guerrero, que estaba cabizbajo por la culpa. –Luego te explico, debo encargarme de un traidor- Y con eso simplemente lo dejo solo.
Bueno, con un Omega bañadito y en celo. En otras circunstancias esto sería una buena noticia, pero en este momento, sufriría terriblemente conteniéndose, porque agregar sus propias feromonas al coctel hormonal que ahora era Jimin, le haría mucho daño.
Avergonzado se quitó la camisa, para aliviar el hambre de piel del Omega, y se enfrentó a las traviesas mordidas en su cuello, como al jugueteo brusco en sus pezones perforados.
Aunque esto era un escenario fuera del control de todos, Yoongi juró que castigaría a su Omega cuando estuviera fuera de peligro. Pronto, se desfogaría completamente sobre ese codicioso cuerpo.
CONTINUARÁ
Estuve de viaje, por ello tarde en terminar este capítulo. Pero ya la siguiente parte que escriba daré más detalles, de Jimin siendo exigente y calentando a sus Alfas. Nos leemos.