𝙋𝙀𝙊𝙋𝙇𝙀 𝙒𝘼𝙏𝘾𝙃𝙄𝙉𝙂...

By kisseslikedreams_

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'Eres como las estrellas en mis noches frías y oscuras, brillantes e inquebrantables.' En la década de los oc... More

𝘼𝘾𝙏 𝙊𝙉𝙀
1. 𝙈𝙖𝙙𝙢𝙖𝙭
2. 𝙏𝙧𝙞𝙘𝙠 𝙤𝙧 𝙩𝙧𝙚𝙖𝙩, 𝙛𝙧𝙚𝙖𝙠
3. 𝙏𝙝𝙚 𝙋𝙤𝙡𝙡𝙮𝙬𝙤𝙜
4. 𝙒𝙞𝙡𝙡 𝙩𝙝𝙚 𝙬𝙞𝙨𝙚
5. 𝙎𝙘𝙧𝙚𝙖𝙢𝙨 𝙞𝙣 𝙩𝙝𝙚 𝙢𝙤𝙤𝙣𝙡𝙞𝙜𝙝𝙩
6. 𝙏𝙝𝙚 𝙈𝙞𝙣𝙙𝙛𝙡𝙮𝙚𝙧
7. 𝙏𝙝𝙚 𝙂𝙖𝙩𝙚
8. 𝙎𝙣𝙤𝙬 𝘽𝙖𝙡𝙡
𝘼𝘾𝙏 𝙏𝙒𝙊
1. 𝙎𝙪𝙯𝙞𝙚, 𝙙𝙤 𝙮𝙤𝙪 𝙘𝙤𝙥𝙮?
2. 𝙈𝙖𝙡𝙡 𝙧𝙖𝙩𝙨
3. 𝙏𝙝𝙚 𝙘𝙧𝙖𝙯𝙮 𝙗𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧
5. 𝘼𝙣𝙭𝙞𝙚𝙩𝙮
6. 𝙁𝙚𝙖𝙧 𝙤𝙛 𝙡𝙞𝙫𝙞𝙣𝙜
7. 𝙏𝙝𝙚 𝙗𝙞𝙩𝙚
8. 𝙏𝙝𝙚 𝙬𝙤𝙪𝙣𝙙
9. 𝙏𝙝𝙚 𝘽𝙖𝙩𝙩𝙡𝙚 𝙊𝙛 𝙎𝙩𝙖𝙧𝙘𝙤𝙪𝙧𝙩
10. 𝙄 𝙙𝙞𝙙 𝙞𝙩 𝙛𝙤𝙧 𝙡𝙤𝙫𝙚
𝘼𝘾𝙏 𝙏𝙃𝙍𝙀𝙀
1. 𝙏𝙝𝙚 𝙉𝙞𝙜𝙝𝙩 𝘼𝙡𝙡 𝙎𝙩𝙖𝙧𝙩𝙚𝙙
2. 𝙏𝙝𝙚 𝙃𝙚𝙡𝙡𝙛𝙞𝙧𝙚 𝘾𝙡𝙪𝙗
3. 𝙑𝙚𝙘𝙣𝙖'𝙨 𝙘𝙪𝙧𝙨𝙚
4. 𝙏𝙝𝙚 𝙈𝙤𝙣𝙨𝙩𝙚𝙧 𝙖𝙣𝙙 𝙩𝙝𝙚 𝙎𝙪𝙥𝙚𝙧𝙝𝙚𝙧𝙤
5. 𝙂𝙤𝙞𝙣𝙜 𝙘𝙧𝙖𝙯𝙮

4. 𝙏𝙝𝙚 𝙨𝙖𝙪𝙣𝙖 𝙩𝙚𝙨𝙩

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By kisseslikedreams_



"𝙒𝙚𝙡𝙘𝙤𝙢𝙚 𝙩𝙤 𝙩𝙝𝙚 𝙥𝙖𝙣𝙞𝙘 𝙧𝙤𝙤𝙢. 𝙒𝙝𝙚𝙧𝙚 𝙖𝙡𝙡 𝙮𝙤𝙪𝙧 𝙙𝙖𝙧𝙠𝙚𝙨𝙩 𝙛𝙚𝙖𝙧𝙨 𝙖𝙧𝙚 𝙜𝙤𝙣𝙣𝙖 𝙘𝙤𝙢𝙚 𝙛𝙤𝙧 𝙮𝙤𝙪, 𝙘𝙤𝙢𝙚 𝙛𝙤𝙧 𝙮𝙤𝙪"



Mientras los chicos recogían todos los materiales necesarios para poder poner en marcha su plan, Raven estaba al lado de Max, vigilando muy de cerca a Billy.

—Ojalá no seas tú.— Susurró Max, mirando por los binoculares. —Por favor, ojalá no seas tú.— Raven sintió una gran opresión en su pecho. Aunque su novia tenía la relación perfecta con su hermanastro, se notaba que lo quería demasiado. Verla así la puso diez veces peor de lo que estaba.

—Estamos listos. Nos vemos en la sauna en menos de cinco minutos.— La voz de Mike sonó por el supercom, haciendo que Raven fuera a por él al momento.

—Recibido, ahora mismo vamos, cambio.— Dijo, mirando a Max, quien simplemente asintió, con la mirada baja.

—Tú crees que lo lograremos?— Preguntó, su semblante era de completa preocupación. Raven notó como Max jugaba bruscamente con sus dedos, intentando calmarse.

—Lo lograremos, no voy a dejar que te pase algo malo, ni a ti ni a Billy.— Agarró una de sus manos, evitando que Max pudiera hacerse más daño. —Te lo prometo.

Ambas abandonaron la zona discretamente, intentando no ser vistas por Hargrove. Corrieron hasta la puerta trasera de la piscina, la cual había sido forzada por Lucas.

—Vamos, tenemos que escondernos.— Las dos chicas lo siguieron, posicionándose en una de las salas donde se guardaban distintos materiales. —Esperaremos aquí hasta que Mike nos dé la señal.

—Dios santo, necesitaré terapia después de esto.— Dijo Raven, pasando su mano por su frente, quitándose el sudor que tenía. Lucas la mandó a callar, haciendo que toda la sala quedara en completo silencio.



Billy caminó hacia una de las duchas, abriéndola y dejando caer el agua fría sobre su cuerpo. Después de pasar toda esa tortura, el frío era el único remedio. Se sentía perdido dentro de si mismo, pero no podía hacer absolutamente nada, solo gritar en su interior.

Mientras se colocaba su ropa, comenzó a escuchar pasos en el vestuario de hombres.

—La piscina ha cerrado.— Fue ignorando completamente. Los pasos se hicieron más fuertes. —He dicho que la piscina ha cerrado!— Cerró bruscamente su taquilla, caminando hacia la puerta, intentando abrirla, sin ningún éxito. Estaba completamente bloqueada.

—Billy...— Una voz susurró.

—Quién anda ahí?— Hargrove empezaba a ponerse de los nervios. Si encontraba a la persona que estaba bromeando con él, lo mataría sin dudar.

—Billy!— Dijo de nuevo la voz, esta vez se oía desde un sitio distinto.

—Quién anda ahí!— Oyó como la voz soltaba unas carcajadas. —Así que esto es gracioso para ti, eh?

—Billy, ven y encuéntrame.

—Como te encuentre, te mato.

—Ven a por mí, venga!— El sonido de una puerta cerrándose llamó su atención. Entró a la sala, viendo una silueta dentro de la sauna.

—Billy...

—Ya eres mío.— Se acercó a paso rápido, mientras soltaba carcajadas, sabiendo que no tenía ningún tipo de escapatoria.

—Ven a por mí, capullo.

Hargrove abrió la puerta de la sauna son fuerza, encontrándose con un maniquí. Lo agarró por el cuello y lo elevó en el aire, dándose cuenta del aparato que tenía pegado al pecho.

—Eh, detrás de ti.— Volteó rápidamente su cabeza, encontrándose a una chica en frente suya.

—Hola.— Dijo Eleven. Billy amenazó con atacarla, pero fue empujado por sus poderes, golpeándose contra la pared detrás suya, cayendo al suelo abruptamente .

—Ahora!— Gritó Mike. Los chicos salieron rápidamente de la habitación en la que se escondían. Mike pasó una barra de metal por la puerta y Raven la ató con cadenas y cerró el candado, dejando a Billy completamente encerrado dentro, mientras golpeaba la puerta con fuerza, intentando liberarse.

El grupo se posicionó detrás de Eleven, quien los protegería en caso de que algo saliera mal.

—Max...— Susurró, clavando su mirada en ella. Raven entrelazó su mano con la de Max, asintiendo y dándole a entender que nada pasaría.

—Hazlo.— Dijo, sin dejar de mirar a su hermanastro. Will corrió hacia el termostato, aumentando al máximo la temperatura.

—Max! Sácame de aquí!— Billy gritaba mientras seguía golpeando la puerta, sin éxito. —A vosotros... esto os hace gracia? Os lo tomáis como una broma, eh?— Escupió con rabia el cristal. —Os hace gracia, cabrones?— Los chicos estaban completamente asustados, sin saber que hacer.

—Abrid la puerta! Abrid la puta puerta!— Billy cayó al suelo, soltando grandes alardeos de dolor. Will comprobó rápidamente la temperatura de la sauna.

—Estamos a 105 grados.

Sollozos comenzaron a escucharse dentro de la sauna. Hargrove estaba retorciéndose de dolor. —No es culpa mía. Max, te prometo que no es culpa mía!— Gritó, casi suplicando, mientras se arrastraba por el suelo.

Max dejó la mano de Raven, acercándose lentamente. —Qué no es culpa tuya Billy?— A medida que se acercaba, veía la imagen de su hermanastro de rodillas, derramando lágrimas.

—He hecho cosas Max.— Sus palabras apenas salían de su boca, que sus manos temblaban. —Cosas horribles.— Susurró.
—Yo no quería hacerlo. Él me obligó.— Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Raven.

—Quién te obligó a hacerlo?— Preguntó Max, aguantando las ganas de llorar. Ver a su hermano de esa manera le rompía el corazón.

—No lo sé, es como una sombra... una sombra gigante. Por favor, Max.— Su voz se rompió.

—Que te obligó a hacer?

—No es culpa mía! Max, por favor!— Billy se dejó caer, apoyando su cabeza sobre el banco de madera. —Créeme por favor! Intenté detenerlo, de verdad!

—Billy, todo va a estar bien. Queremos ayudarte.— Max posó una de sus manos sobre el cristal. Raven notó como había empezado a derramar lágrimas y se sintió terriblemente mal. Pero todo eso desapareció cuando notó que el cuerpo le comenzaba a arder, de una manera descomunal. —Solo tienes que hablar con nosotros Billy.— Siguió diciendo. Will llevó la mano a su cuello, dirigiendo su mirada a Raven, quien ya lo miraba llena de terror.

—Lo noto, se ha activado.— Susurró, casi inaudible, solo Mike pudo escucharlo.

—Max, aléjate de la puerta.— Dijo Raven, sintiendo como el ardor aumentaba. La pelirroja puso una cara de confusión.

—Qué?

—Aléjate de la puta puerta!— Gritó, corriendo hacia ella. Billy rompió el cristal, haciendo que Max se tapara con sus brazos, soltando gritos. Raven la protegió con su cuerpo, mientras varios cristales cortaban pequeños lados de su cara y algunos se incrustaban en su espalda.

—Sacarme de aquí, hijas de puta! Os voy a destripar!— Gritó, mientras intentaba forzar la puerta, sacando la enorme barra de metal que le impedía salir.

Max lloraba en los brazos de Raven, quien no sabía que hacer. Lucas sacó rápidamente su tirachinas, golpeando con una roca la frente de Billy, haciéndole caer al suelo. Raven y Max retrocedieron rápidamente, posicionándose detrás de Eleven, quien los cubría a todos.

Las luces del lugar comenzaron a parpadear sin control alguno, alterando a todos los chicos.

—Mierda.— Dijo Raven, sintiendo que su cuerpo estaba quemando. No entendía como aún seguía consciente.

Rugidos comenzaron a escucharse por toda la sala. El cuerpo de Billy se llenó de venas negras, mientras el Azotamentes tomaba todo el control sobre él. Se abalanzó contra la puerta, una y otra vez.

—No puede salir, verdad?— Max sentía el terror apoderarse de todo su cuerpo.

—Imposible.

Billy dejó salir un fuerte grito, mientras se abalanzó una última vez contra la puerta, con toda su fuerza, logrando abrirla. Todos los chicos soltaron gritos de terror, retrocediendo rápidamente. Raven puso a Max detrás de ella.

Billy respiraba pesadamente, mientras observaba a Eleven, sus ojos eran completamente oscuros ahora.

La chica elevó una gran pesa de una de las estanterías, soltando un grito y lanzándosela con fuerza a Hargrove, quien chocó fuertemente contra la pared, golpeando su espalda. La pesa aprisionaba cada vez más su cuello.

Eleven elevó sus dos manos, aplicando mucho más fuera. Su nariz sangraba por los dos orificios.

Billy comenzaba a respirar pesadamente, haciendo fuerza para liberarse del mortal agarre. La pesa comenzaba a retroceder cada vez más. La fuerza de Eleven no era suficiente.

La pesa fue aventada hacia ella, mientras caía al suelo agotada. Pero no tuvo tiempo para reaccionar. La mano de Hargrove agarró su pelo, mientras la estiraba con fuerza. Volteó su mirada hacia Raven, quien lo miraba con lágrimas en sus ojos, estaba horrorizada. De repente, Billy aprisionó el cuello de Eleven con su mano, levantándola varios centímetros del suelo.

—No!— Gritaba desesperadamente, en busca de aire. Cada vez le costaba mucho más respirar y estaba comenzando a perder la conciencia.

Ante todo este caos, Raven volteó a ver una barra de metal apoyada sobre la pared, y sin dudar, se separó de Max y la agarró con fuerza. Corrió hasta el lado de Billy y lo golpeó fuertemente en su cabeza. El chico soltó a Eleven y cayó al suelo desorientado.

—Déjala en paz, pedazo de mierda!— Gritó con rabia, golpeándolo otra vez, pero el chico fue más rápido. Agarró fuertemente la barra, lanzándola lejos, mientras se levantaba y caminaba peligrosamente hacia Raven, quien retrocedía completamente asustada. Pero no tuvo más escapatoria cuando su espalda tocó la pared.

El puño de Hargrove impactó en su cara, lanzándola directamente al suelo, dejándola inconsciente. Max miraba la escena completamente congelada. Temía por la vida de su novia.

Billy amenazó con golpearla de nuevo, pero fue elevado en el aire de repente, haciendo presión sobre su cuerpo, quien se retorcía de dolor. Eleven caminó hasta quedar frente a él. Ambos soltaron un grito desgarrador, antes de que la chica aventara el cuerpo de Billy hacia una de las paredes, rompiéndola por completo.

Mike corrió rápidamente hacia Eleven, que cayó en sus brazos, completamente agotada, sollozando sonoramente. La sangre no dejaba de salir a chorros de su nariz.

—Raven!— Max corrió al lado de su novia, viendo como su cara estaba hecha un desastre. Su mejilla tenía cortadas, de su labio salía sangre y su ojo estaba completamente morado. Puso la cabeza de Raven en su regazo y le dio pequeñas palmaditas en el lado no dañado de su cara, intentando despertarla. —Vamos, por favor Raven, despierta.— Le susurraba, casi suplicándole. —Lucas! Ayúdame!

Los demás vieron como Billy salió corriendo del lugar. Su cuerpo estaba herido. Había huido.

Entre Lucas y Mike, tuvieron que cargar con el cuerpo inconsciente y maltratado de Raven hasta la casa de los Wheeler, mientras Eleven y Will intentaban tranquilizar a Max, que estaba al borde de tener un ataque de pánico.



Max estaba sentada en frente de la cama de una de las habitaciones del sótano de Mike. Su novia estaba tumbada en ella, aún inconsciente. Estaba comenzando a preocuparse, ya que aún no despertaba. Jugaba con sus dedos nerviosamente, mientras la escena de la sauna se repetía en su mente.

La cabeza de Raven daba vueltas. Sentía como si un camión le hubiera pasado por encima. Abrió lentamente sus ojos, intentando acostumbrarse a la luz. Se removió en su sitio, soltando varios quejidos de dolor. Max notó como despertaba, y rápidamente se movió, arrodillándose a un lado de la cama. A su lado.

—Hey.— Dijo Raven, a duras penas, mientras veía la expresión de preocupación de su novia. —Me duele todo el cuerpo.

—Gracias a dios.— Max la atrajo en un abrazo, que se sintió más fuerte que nunca. —No sabes el miedo que he pasado.

—Me acaba de entrar un deja vu del año pasado.— Dijo soltando una pequeña risa. Puede que su cara le doliera, pero sabía que todos se encontraban bien, y eso era lo importante.

—Dios, que idiota eres.— Max dejó salir una pequeña sonrisa en forma de alivio. Notó como hace unas horas su corazón iba a explotarle. —Puedes levantarte?

—Sí, creo que sí.— Max pasó su mano por debajo de su hombro, ayudándole a levantarse. Ambas caminaron lentamente, saliendo de la habitación y encontrándose a los demás en el salón, sentado en un círculo. Las miradas de todos se posaron sobre ellas dos.

—Estás bien Raven?— Preguntó Mike, algo preocupado. Le debía una a su amiga por haber salvado la vida de Eleven.

—Lo mejor que se puede estar después de que me hayan partido la cara.— Respondió, mientras Max la dejaba suavemente sentada a la izquierda de Lucas, posicionándose ella en el lado derecho.

—Me alegra saber que estás bien Raven.— Dijo Will, mientras chocaba su puño con ella.

—Muchas gracias Willy.— Con su mano, despeinó un poco el pelo del chico, para luego acomodarse en su sitio. —Y bueno, que ha pasado mientras estaba inconsciente?

—Ahora mismo estamos tratando de encontrar a Hopper.— Dijo Lucas, viendo como Raven miraba a Eleven, con un pañuelo tapando sus ojos. —Tu cara no se ve bien.

—En serio Lucas? No me digas.— Bromeó Raven, dándole un pequeño golpe en el hombro, causándole una risa al chico.

—Pues se ve atractivo.— Dijo Max, mirándola fijamente. Su novia se sintió nerviosa y se sonrojó tímidamente ante la repentina acción de la pelirroja.

—Dios mío, cállate.— Tapó su cara con sus manos, mientras Max soltaba una risa.

—Chicos.— Habló Eleven, haciendo que todos quedaran en silencio. —Lo he encontrado.

—Dónde está?.— Preguntó Mike, acercándose un poco más a ella.

—Están en el bosque, con la madre de Will.

—Con mi madre?— Preguntó algo confundido. —Que están haciendo?

—Illinois. Van a Illinois.— Dijo Eleven.

—Mike! El desayuno!— La madre de Mike lo llamó desde la parte de arriba de la casa.

—Ahora no mamá!— Gritó, mientras volvía a ver a Eleven. —Illinois? El estado?— La chica alzó los hombros, dando a entender que no tenía ni idea.


Max abrió el grifo, mojando un trapo con agua fría. Con él, limpió la sangre que salía de la nariz de Eleven, mientras Raven reposaba sobre la pared, con una bolsa de hielo sobre su ojo. La mirada de Max bajó hasta el cuello de Eleven, el cuál ahora se notaba una gran marca.

—Te duele mucho?— Preguntó, mientras hacia una especie de mueca.

—Solo me duele cuando hablo.— Dijo Eleven, pasando sus dedos sobre la zona.

—Pues menos mal que no eres Mike. Bla bla bla, te dolería a todas horas.— Raven soltó una pequeña risa, la cual se sintió como música para los oídos de Max. Pero su risa se desvaneció cuando su espalda tocó la pared. Soltó un pequeño quejido cuando notó un pequeño ardor. Llevó su mano a su espalda, manchando sus dedos con algo de sangre. Max no pasó esto por desapercibido.

—Raven, ven aquí.— Le dijo, volviendo a mojar el trapo de antes con agua, limpiando la sangre de Eleven. Su novia le obedeció, poniéndose justo delante de ella. Max limpió primero las heridas de su cara, como la sangre seca que había en su labio. —Habrá alguna vez en la que no acabes con media cara desfigurada?

—Nunca.— Rió, clavando la mirada en esos ojos azules que tanto ama. —Pero si me curas tú, entonces tendré que hacerme heridas más seguido.— Max dejó salir una sonrisa de sus labios, mientras acababa de limpiar la cara de su novia. Posó una de sus manos en su mejilla y depositó un pequeño beso en sus labios. Eleven las miraba con mucha ternura.

—Puedes darte la vuelta un momento?— Pidió Max, sacando el botiquín de uno de los cajones. Raven se dio la vuelta, quedando a espaldas de la pelirroja. Su camisa estaba manchada con sangre en varias zonas. —Em, puedo subirte la camiseta?— Pidió, algo avergonzada.

—Claro que sí, no te preocupes.— Respondió, sintiendo como las manos de su novia alzaban su camiseta con cuidado, causándole un escalofrío. Sus heridas no eran muy profundas, pero si no se trataban, podrían llegar a infectarse.


—Aquí hay algo que no cuadra. Hopper me da la brasa todo el verano, y ahora se va a Illinois con la madre de Will?— Mike se quejaba mientras daba vueltas por toda la habitación. —Y Dustin está desaparecido. No puede ser casualidad.

—Que importa eso ahora?— Preguntó Lucas, harto de escuchar las quejas de Mike. —No están aquí. Es cosa nuestra.

—Qué es cosa nuestra exactamente?— Preguntó Will, confundido.

—Detener a Billy.— Dijo, algo evidente.

—Me parece una buena idea, pero si El lo localiza, que lo dudo, qué haríamos?— La mente de Mike estaba sobrecargándose.

—Lo quemamos bien para que esta vez no escape, y luego ganamos.

—No, ese es el problema, que no ganamos. Ya le sacamos en Azotamentes a Will, y volvió. Con Billy no basta, hay que matar al Azotamentes.— Explicó detalladamente Mike.

—Y como lo hacemos?

—Ni idea.

Will volteó a ver hacia la puerta del baño, donde estaban ahora las chicas. —Quizás Eleven lo sepa.— Los tres se levantaron, mirando fijamente la puerta, deseando que se abriera por fin.

—Qué hacen ahí metidas?— Preguntó Mike, algo enfadado.

—Yo que sé. A las chicas les gusta ir juntas al baño.

—Por qué?

—No sé.

—Están conspirando contra mí.— Dijo Mike.

—Eso es lo único que te preocupa?— Preguntó Will, harto de la actitud de su amigo. —No habíais roto?

—No. Solo nos hemos dado un tiempo.

—Dijo que cortaba contigo. Eso no suena como un tiempo.

—Porque no lo es!— Gritó Max desde dentro del baño. —Os dais cuenta de que desde aquí se oye todo verdad?

—Entonces que hacéis tanto tiempo ahí dentro?— Pregunta Lucas, alzando los brazos.

—Nos estamos liando.— Gritó Raven. Max soltó una pequeña risa.

—Muy gracioso Raven!— Dijo Mike, sarcásticamente. El ruido de la puerta resonó por la habitación. —Ahora no mamá!

—Mike, soy Nancy. Abre la puerta.






















Aquí tienen un nuevo capítulo. Personalmente no me ha gustado mucho, pero a partir del siguiente se vendrá el auténtico drama.

En fin, me he dado cuenta de que Raven siempre acaba con un ojo morado, el labio roto o una ceja abierta. #justiciaparaRaven.

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