POV ALISON.
—Que bellos tus padres, pasar por nosotras para que podamos irnos cómodamente... los amo —exclamé, agarrando a Mia del brazo.
Estábamos en una de las salas vip que tenía este aeropuerto, mientras esperábamos que aterrizaran los padres de Mia y posteriormente revisaran el avión, llenaran el tanque, lo normal. Ellos estaban en España por un viaje de trabajo y yo de último momento tenía que viajar a Nueva York antes de lo previsto por problemas en los hoteles de mi padre, así que ellos se ofrecieron en llevarnos de vuelta a casa.
—Y ellos a ti —respondió, pellizcándome para que la soltara.
—Animal —susurré, sobando mi brazo.
Mia amaba el cariño, pero por segundos.
—Sí como sea, necesito ir a dar una vuelta, me cansé de estar aquí —se levantó y negué de inmediato. Estaba demasiado cómoda como para ir a caminar—. Te advierto que no te traeré nada de lo que posiblemente compre, no sé qué, pero compraré.
Empecé a reírme mientras la veía salir. Ella me traería cada cosa de lo que compraría, porque simplemente así era, siempre pensaba en mí.
Intenté cerrar mis ojos y relajarme, pero recordé que en menos de dos días estaría viendo nuevamente a Noah y las mariposas empezaron aparecer en todo mi cuerpo, estaba tan nerviosa que no podía más, no tenía tiempo para pensar en nada que no fuera nuestro encuentro, ni siquiera en Bryant quien a pesar de mi advertencia, empezó a llamarme y enviarme mensajes como un completo desquiciado, hasta fue a nuestra casa, lo que hizo que Mia se volviera loca y me obligara a denunciarlo, yo no creía que era para tanto, pero siempre terminaba por hacerle caso, esa mujer sabía cosas que yo no, así que tenía una orden de alejamiento y por su bien tenía que cumplirla.
Mi celular empezó a sonar y con la esperanza de que fuera Noah, lo saqué rápidamente de mi bolso, pero no, no era él.
—Creo que moriré —dije en cuanto contesté, esto nunca pasaba—. ¿Es enserio esta llamada?
La hermosa risa de Aiden se escuchó rápidamente, me gustaba demasiado escucharlo reír, lo hacía muy bien...era muy sexy.
—Eres privilegiada, no llamo a cualquiera —esta vez fui yo la que empecé a reírme, era una mentira, este hombre debía de tener como mínimo a trescientos contactos de solo mujeres, mujeres con las que claramente había llamado para pasar el rato.
—Ni en tus sueños ocurre algo como eso, Aiden. Ahora dime, ¿Por qué me has llamado?
—Primero, ¿en dónde estás? —fruncí mi ceño de inmediato—. Solo responde Walker.
Esto si que era demasiado raro y mas si venía de Aiden, el prácticamente nunca me llamaba, solo hablábamos algunas veces y solo para enviarnos memes donde representaban al otro y burlarnos, en eso se había basado nuestra amistad desde que empecé mi amorío con uno de sus amigos. Nos llevábamos bien, entendíamos el humor del otro.
—Estoy con Mía en la sala de un aeropuerto y no te diré el nombre, esperamos a sus padres —Hubo un silencio en la línea y después varios murmullos. Estaba con alguien—. ¿Qué mierda, Aiden?
—Ah y... ¿estas bien?
Bajé los pies de la silla para poder entender mejor la situación, no entendía la razón, pero el hacerlo me hacía pensar que entendería mejor todo. Idiota, tal vez.
—¿Qué es lo que está sucediendo? Y quiero la verdad —advertí seriamente.
—Mierda Alison, queríamos hacerles una bienvenida sorpresa a las dos, pero ya la arruinaste —se lamentó—. Preguntaba para saber el estado de humor en el que están, como cambian tanto ustedes.
Omití lo último, dejándolo para después.
—¿Queríamos?, ¿por qué ya no? —cuestioné totalmente indignada—. ¡Quiero mi bienvenida!
—¿Acaso no me escuchaste, mujer? ¡sorpresa! ¡era sorpresa! —chasqueé mi lengua en forma de disgusto.
—Perfectamente puedo hacerme la sorprendida y ...
—No —me cortó de inmediato—. Eso te pasa por querer saber lo que no te interesa, arruinaste todo, ahora vuelve a casa.
—Y yo que había pensado en darles tu número a un par de amigas demasiado interesadas en ti, hermosas son... tu tipo.
—Lo siento amor, estoy retirado de las canchas —respondió con pesar.
—¿Desde cuándo? —esto si que no me la sabía.
—Desde hoy en la mañana, me puse ese propósito y pienso cumplirlo esta vez.
—¿Qué número de intento es esta? —apreté rápidamente mis labios para que la carcajada no saliera.
—Ya perdí la cuenta, ¿cincuenta?, ¿ochenta? No lo sé —empezó a desesperarse.
—Enserio, ¿Cuándo te vas a comportar? —quise saber de repente, entrándome una terrible curiosidad y preocupación por su futuro—. Solo espero que pronto conozcas una chica y sea igual a ti, ahí sentirás todo lo que han sentido esas pobres mujeres que terminan enamoradas de ti.
—Y que termine enamorado y llorando por ella, ¿eso quieres?
—¿Por qué no?, al final sanarán y vivirán felices por siempre —dije entre risas.
Aiden odiaba hablar del futuro, él solo vivía el presente y listo, así que estaba lista para su humor un poco fuerte.
—Es el momento donde te mando a la mierda, pero recuerdo que ambos estuvimos allá así que... te veré en el infierno, Walker. Te guardo puesto.
Ni siquiera me dejo responderle, solo colgó y empecé a reírme como una loca desquiciada, sabía que muy pronto Aiden conocería a la chica ideal y estaría en primera fila mientras observaba todo, no dejaría pasar ni un detalle porque simplemente sería fantástico verlo caer por una mujer.
La puerta fue abierta de repente y me callé abruptamente al ver a quien venia con Mia, ósea es que no se había tardado nada y encima venía con...
—¿Mason? —nombré con algo de duda, estaba muy cambiado... ¿Cómo podría cambiar tanto en un año?
Cuando vi su sonrisa, confirmé que era él.
—Alison, pero que hermosa estas —me levanté para recibir su abrazo—. Divina como siempre.
Era algo muy lindo verlo después de tanto tiempo.
—¿Qué haces aquí y... con Mia? —cuestioné mientras me alejaba, aun asombrada por verlo.
—Acabo de llegar y vi a Mia, así que la saludé y me dijo que estaba contigo...
—Y me rogó para que lo trajera —terminó Mia, haciéndolo sonrojar de inmediato.
Los tres nos sentamos y empezamos hablar de todo un poco, todo marchaba correcto, le explicamos como era la vida en reino unido y como nos habíamos acoplado tan bien, hasta que comentó la razón por la que estaba aquí, pues tenía una reunión muy importante pero que volvería para el viernes porque no se perdería el partido del equipo de Noah, había varios amigos de él e iría a verlos jugar.
Sabía que la conversación se tornaría incomoda en cuanto lo nombró.
—Supe que terminaron, lo siento mucho —no, no lo sentía para nada.
—No tienes porqué, todo esta en el pasado —me apresuré en responder.
—Por lo que vi Noah está rehaciendo su vida, lo cual es estupendo —levanté levemente mis cejas.
—¿Qué quieres decir? —quiso saber Mia.
—¿No lo sabían? —preguntó confundido y algo arrepentido.
—¿Saber qué? —esta vez fui yo la que preguntó.
—La otra noche coincidimos en una fiesta y fue con la chica que está saliendo ahora...¿Cómo era su nombre? —frunció su ceño mientras trataba de recordar—. No recuerdo, pero hay una noticia sobre ello...puedes buscarla —señaló mi teléfono—. Era...Hailey, eso, se llama Hailey, muy bonita, por cierto.
Nadie dijo nada por varios segundos. No sabía si creerle o no, así que quería buscar esa dichosa noticia, pero era claro que no lo haría delante de él, opte por fingir que me importaba una completa mierda.
—¿Ah sí? Que bien, él se merece lo mejor —comenté con la sonrisa mas sincera, jamás actuada—. Lo veré en el partido, entonces creo que debo felicitarlo.
—¿Iras al partido? —abrió sus ojos levemente, no se lo esperaba.
—Claro, el mismo Noah nos invitó —me encogí de hombros y miré mi reloj—. Fue muy lindo volver a verte, supongo que nos veremos de nuevo el viernes.
Exactamente lo estaba echando de aquí, la conversación pudo ser otra, pudimos reír, pudo ser divertida y amena, pero Mason no había cambiado y la verdad es que ya no estaba para soportar estas actitudes.
—Eh sí, creo que ya debo irme —asentí rápidamente—. Fue un gusto volver a verlas.
[...]
—¿Por qué aun no lo has buscado? —preguntó Mia.
Ya íbamos hacia Nueva York y hace poco habíamos terminado nuestra larga plática con sus padres, siempre era reconfortante y divertido el conversar diferentes temas, eran un poco locos, entendía porque Mia era así.
—¿Por qué debería de hacerlo? —inquirí—. ¿Con que derecho podría reclamarle si fuera verdad?, además sé que no lo es.
—¿Por qué estas tan segura? —quiso saber, demasiado intrigada.
—Noah me ama —volteé a mirarla con una sonrisa—. Demasiado y no sería capaz de engañarme, ahora lo entiendo con mucha claridad.
—Sí, te ama demasiado —se recostó a mi lado y suspiró.
—¿Qué sucede? —dije de inmediato.
—Creo que me estoy enamorando de alguien...y estoy aterrada.
Mi corazón se detuvo al escucharla. No pensé que viviría para este momento, era algo increíble, era un sueño, era un acontecimiento maravilloso, pensé que mi amiga sería una bad bitch toda su vida y no.
—Eso es bueno, Mia. Pensé que jamás me dirías algo como eso y...dios, enserio esta pasando —la atraje más hacia mí—. Estoy feliz por ti, es momento en que sepas que se siente ser amado.
—No, no es bueno Alison... me estoy enamorando de la manera mas asquerosamente posible —refunfuñó demasiado molesta.
—¿Cómo?
—Para empezar, hace mucho no nos vemos y...hemos estado hablando por chat, alguna que otra videollamada —se detuvo un momento y chilló—. Sabía que si hablaba todos los días con ese idiota terminaría por sentir algo tarde o temprano, pero me dije...Mia Cooper, eres una perra mala y no sentirás algo y mucho menos por esa persona... bueno, a esta perra mala la están domesticando.
Me alejé un poco de ella para así verla a los ojos, no entendía absolutamente nada y quería que fuera directa conmigo, como siempre.
—Ok, ¿Quién es? —la miré fijamente, mientras trataba de adivinar quien era, pero es que...¡no tenía a nadie en la mente!
—Aiden —soltó mientras se tapaba el rostro.
No dije nada por varios minutos, tenía que procesarlo todo y entender la situación. Bueno, le había deseado hace horas atrás que encontrara a una mujer como él y resultaba que ya estaba hablando con ella... y era mi mejor amiga.
¿Cómo Mia había podido empezar a tener sentimientos por Aiden?
—Ok —tragué duro e inhalé hondo—. Necesito unos minutos más para procesarlo y así mismo, dejar que me cuentes toda la historia y juntas encontrar la solución.
NECESITAMOS EL LIBRO DE MIA Y AIDEN