El Adiós Dorado 1L

By Sele_Aspiazu

99.6K 7K 172

Todos sabemos que entre policías y ladrones solo hay una regla en cada bando: Arrestar al delicuente Salir... More

DEDICATORIA
PRÓLOGO:
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPITULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48 (EPÍLOGO)

CAPÍTULO 37

799 69 1
By Sele_Aspiazu

NICOLÁS BENEDETTI

Victoria cayó de rodillas mientras se tapaba la cara con las manos intentando cubrirse ante nosotros, ella pensaba que llorar era ser débil, que demostrar aunque sea algo parecido a los sentimientos te convertía una carnada fácil para tus enemigos.

Smirnova siempre reprimió todo lo que para ella no servía y de a poco se fue formando en un soldado que batalló a sangre fría sin una pizca de compasión pero se perdió en el camino y hasta el día de hoy no se encuentra.

Corrí hacía ella sin importarme absolutamente nada porque la amaba y siempre estaría junto a su alma sin molestarme en tener algo a cambio, resbale por la madera al mismo tiempo que la abrazaba tratando de cuidarla como lo hice desde que éramos niños pero ella no lo recordaba.

Su padre comenzó con las pruebas desde que ella tenía 10 años pero eran pequeñas dosis que no alteraban su mente cómo sus emociones, la cuidaba de una manera retorcida pero Vic nunca mostró signos de tener pocas defensas ya que al principio la usaban de la manera tradicional hasta que cumplió los quince y fue presentada en sociedad, desde ese momento se dieron cuenta que ella sería una grandiosa mafiosa pero muy dentro de Victoria reinaba el deseo de ser escritora profesional pero sus padres nunca la alentaron, para ellos no era más que una mujer que cumplía sus deseos.

La sostuve entre mis brazos con fuerza sin estar dispuesto a soltarla, la abracé mientras mi vista iba hacia la pareja que nos observaba entrecerrando sus ojos buscando la manera de descifrar lo que veían pero sinceramente ni yo podía saber a ciencia acierta cómo Victoria había caído rendida en mi abrazo y en este momento no quería averiguarlo.

Me levanté con ella a la vez que la acomodaba entre mis brazos sin dejar de mirar hacia el frente, giré sobre mis talones al mismo tiempo que escuchaba aplausos detrás de mí cómo si fuera una simple prueba hacia Victoria y que oyendo su celebración, la había pasado.

No me interesaba en lo más mínimo los experimentos que quisieran montar esos dos.

Caminé fuera de la sala mientras me dirigía hacia las escaleras que estuvieron rodeadas por guardias que en su ropa habían bultos los cuales me daban una idea de la cantidad de seguridad que tenían a su alrededor, me sentía satisfecho en haber sacado de Francia a Smirnova antes de que Máximo mandará a sus hombres detrás de mí paradero, según las últimas noticias dieron a conocer la muerte de la chica que tenía en mis manos, también me percate que las dos veces las cuales Victoria había fingido su muerte no salieron a la luz consiguiendo así que supiera con exactitud que todos sabían que era una mentira y me parecía obvio ya que Máximo seguramente había abierto la boca.

Tampoco era muy confidente con su sangre cómo podía apreciar.

Subí escalón por escalón mientras escuchaba cómo los hombres a mi alrededor murmuraban comentarios que no me di la libertad de escuchar cómo tampoco quería saberlo ni mucho menos tenía la intención de seguirle los juegos.

En ocasiones en las mafias entre los guardias existía rivalidad por dejarse ver entre mujeres de alto poder o dar entender cierta debilidad por algo ya fuera humano o sentimental, de ahí se agarraban para lograr desestabilizar a los enemigos que en pocas palabras eran compañeros de guerra.

Llegué el final de la escalera mientras en mi mente volvían las veces que tuve la necesidad de protegerla en las peleas entre niños mayores en el instituto, la muy salvaje creía que lograría vencer a los matones que querían darse a conocer entre los adultos, toda la vida pasamos por diferentes escuelas que tenían dentro la mafia o normales en la cual fue la primera vez donde conoció a Vital, donde la veían cómo un fenómeno por tener tal apellido, pero en la otra cara de las escuelas privadas donde el poder reinaban tanto cómo la posición en la mafia, en esas siempre Victoria estuvo en el ojo de muchos hombres que quisieron llegar más arriba que sus propios familiares o mujeres que querían usarla cómo amiga, pero ella nunca consiguió formar un vínculo amistoso con alguien más que no fuera conmigo.

Entré en la habitación donde lo único que logré ver fueron las botellas vacías que se esparcen en el suelo, parecía la habitación de un alcohólico que había tenido un bajón emocional y simplemente lo pagó con litros de bebidas incolora, aunque no podía juzgar por más que la idea me pareciera fantástica.

Podría notar la magnitud de sus problemas con la cantidad de botellas que estaban vacías pero nunca encontraría el tamaño exacto de su dolor, ella era una gran mentirosa pero yo en cambió me consideraba un observador de primera.

La dejé sobre la cama al mismo tiempo que escuchaba su tranquila respiración que se fue silenciando a medida que pasaban los minutos, apenas su cuerpo tocó la suave sabana acomodo sus extremidades a su vez que se pasaba el cubrecamas sobre ella, la admiré por unos instantes hasta que salí de esa habitación sin mirar atrás mientras me dirigía escaleras abajo con velocidad.

Bajé los escalones que me separaban de la sala principal al momento que escuchaba las risas sarcásticas que tomaron mi atención, en cuestión de minutos estuve frente a las puertas de la entrada a la habitación al instante que fueron abiertas a la vez dejándome ver a la pareja que tenían una carta cada uno en sus manos, apenas escucharon mis pasos se giraron hacia mí con la misma diversión que hace unos minutos atrás.

-¿Me he perdido algo?- les pregunté con sarcasmo.

Ambos asintieron hacía mi dirección a la vez que McKayla caminaba hacía la salida, ignoré cómo chocó su hombro contra el mío al momento que yo me dirigía al lugar vacío que se presentaba frente al líder de una mafia completa.

Observe cómo en sus manos movía una daga de mango dorado que relucía entre sus dedos que se encontraban llenos de anillos plateados pero uno deslumbraba demás, en el dedo del medio se exhibía una joya dorada que tenía en el medio un diamante con la inicial M, sonreí por impulso al momento que escuchaba su risa descarada.

-¿Sabes que la risa histérica es la que te delata cuando estás nervioso o ansioso? ¿Porque temes de mi Nicolas? ¿Te has propasado con Vic? Porque si llega a ser así te descuartizare como a una rata- comentó con simpleza.

Trague con dificultad al momento que colocaba mis codos sobre la mesa mientras mi mirada se dirigía hacía sus ojos, en ellos se deslumbraba la ira que le provocaba pensar que a Victoria le podría pasar algo malo y eso en parte me dejaba tranquilo porque sabía que ella tendría a alguien que la cuidaría sin importarle nada.

-¿Le has contado que tienes cáncer?- preguntó con sarcasmo.

-Me sorprende la cantidad de información que tienes sobre mi Thompson- respondí.

Miles sonrió por mi comentario al momento que volvía a hablar.

-Leucemia, común pero en tu caso ya que según los informes que obtuve es hereditaria algo poco visto en los médicos del mundo, la cantidad exacta de tiempo que tienes con vida no conseguí averiguarlo bien- explicó con tranquilidad.

Asentí a sus palabras al momento que decidía ser sincero por primera vez desde que papá murió.

-La enfermedad no es hereditaria idiota, se originó a partir de las combinaciones de las drogas que estaban a tu disposición aunque no lo creas lo tengo controlado yendo a sesiones de quimioterapia, me decepciona escuchar información falsa salir de tus labios sobre mi pero era obvio, a los que les diste la oportunidad de indagar en mi vida en este momento se encuentran nadando en su miseria- comenté con una sonrisa divertida.

Miles se quedó callado analizando mis palabras mientras movía todavía su única defensa entre sus dedos, me di cuenta que no tenía la confianza suficiente para dejar que vagara por su propia casa sin guardia alguno por lo que me asegure de darles a conocer ciertos aspectos de mi vida que en pocas palabras no eran verdad, al parecer al gran jefe se le podían pasar detalles pequeños como investigar más a fondo a sus inquilinos, mentiría si dijera que no estaba preparado para cualquier matanza que podría levantar contra mí.

-Eres impresionante Benedetti, tu padre no se equivocaba cuando me dio a conocer tu potencial en el mundo de las investigaciones y finanzas- comentó.

-Cuando quieras hago el trabajo de más de veinte hombres- le dije con burla.

Miles rio por mi comentario a la vez que dejaba entrar en la sala a un hombre alto, en sus orbes vi la misma desconfianza que vislumbraba Thompson apenas pisamos su mansión, el tipo me analizó con una sonrisa macabra a la vez que se sentaba frente a mí sin quitarme la mirada de encima y caí en cuenta quien era antes de que el se presentara.

-Kevin Wayner- susurré con sorpresa.

El invitado asintió hacía mí al momento que extendía su mano enguantada con la misma sonrisa espeluznante que había usado Miles cuando me vio por primera vez, alargue mi brazo hacía el medio de la mesa a la vez que Kevin apretaba su mano contra la mía logrando que algo se clavara en la palma consiguiendo que tuviera la impresión que algo me quemaba.

Cuando me separé de golpe observe mi palma logrando ver como un pequeño cuchillo que parecía estar goteando que a mi parecer era sangre aparecía en la carne como una sentencia silenciosa, volví a levantar la mirada a la vez que me paraba con el ceño fruncido al momento que los veía mostrarme sus manos con seriedad en sus rostros.

-Esa es la marca que mi mujer infundió en la orden, necesito tus servicios cómo espía y ejecutor de planes de alto riesgo- dijo Miles mientras se volvía a sentar.

Imite su posición relajada a la vez que volvía a mi asiento sin querer visualizar mi marca nueva, cuando ambos lo prefirieron todas las ventanas se cerraron de golpe dejando toda la estancia en oscuras, en una de las paredes se visualizó un fondo blanco donde apareció una foto de Alexander que tenía en sus manos el collar de Victoria.

-Alexander Vital se ha reportado así mismo como asesinado por un maleante en su domicilio hace más de veinte minutos, el hombre identificado como el asesino ha sido ni más ni menos que el mismísimo Máximo Smirnova- comenzó a contar Kevin con un control en sus manos mientras apuntaba a la pared.

La información me cayó como un balde de agua fría sobre los hombros porque sabía el hecho de que Victoria se enteraría y esa sería la peor noticia que alguien podría decirle pero antes de decir mi opinión Miles levantó su mano dejando en claro que me quedará callado antes de comentar una estupidez.

-El Boss y Smirnova han formalizado un trato con el General, el gobernara como lo tendría que haber hecho desde su nacimiento pero tenía que fingir su muerte como lo hizo en su momento la hermosa de Victoria, el muy idiota pensó con eso sería suficiente pero desgraciadamente no, lo quieren como peón mientras buscan a tu damisela en peligro porque vamos ¿Quien se cree la muerte de una capa de la mafia sin tener la constancia? Ellos- explicó Kevin con una sonrisa divertida.

Mi ceño se frunció por completo cuando escuché su explicación que parecía más una información a medias que un informe profesional.

-¿A eso llamas informe completo?- interrogue con la vista fija en la marca en mi palma.

Kevin giró su cabeza hacía mí con una sonrisa ladeada a la vez que se paraba sobre sus pies tirando la silla donde se encontraba sentado, levanté la mirada hacía sus ojos azules al mismo tiempo que sonreía cómo él lo hacía dejando en claro que no me asustaba su rabieta de niño pequeño.

-¿Tu podrías hacerlo mejor?- preguntó bajando la cabeza.

Antes de responder me levanté lentamente de mi asiento haciendo crujir mi cuello al mismo tiempo que mi sonrisa no flaqueaba delante de él, acerqué mí cara a la suya a la vez que le respondía.

-Mucho mejor Ken- dije por su cabello.

Kevin movió su cabeza hacía los lados al momento que juntaba su nariz contra la mía.

-Cuando quieras competir me llamas porque ahora no veo a nadie mejor que yo- comentó con desinterés.

Se alejó de mí al momento que hacía girar mis llaves en sus manos las cuales tenía un pequeño pendrive donde se encontraba la información que logré recopilar por mis hombres, Kevin me analizó con una sonrisa a la vez que le hablaba a su hermano.

-Tienes buen ojo para tus aliados pero vela por que no le haga nada cuando quiera pasarse conmigo- advirtió largo mis llaves hacía mi cara.

El manojo de copias cayeron sobre la mesa al instante que mi mirada no dejaba de observar cómo Kevin se reía de mí.

-¿Pasarse contigo es cuestionar tu pobre trabajo? Pensé que tenías hombres serios y sofisticados en tus tronas Miles, veo que me equivoque- dije con seriedad pero mi sonrisa me delató.

Sin verlo venir Kevin dejó de hamacarse en la silla al mismo tiempo que largaba un cuchillo hacía mi dirección, baje la cabeza mientras veía pasar el arma que se alejaba de mi.

-¿Tengo que seguir viendo su manera extraña de coquetear o puedo seguir con lo importante?- cuestionó Miles con burla.

Kevin y yo lo ignoramos a la vez movíamos la mano hacía él para luego levantarle el dedo del medio en clara señal que nos había ofendido su comentario pero a él le dio igual al momento que cambiaba la foto donde Alexander salía con una chica entre sus brazos mientras sonreían a la par.

-Esas fotografías fueron sacadas para una revista, el imbécil se casará con una chica la cual no tenemos la información necesaria, cómo el General ha muerto lo han obligado a contraer matrimonio así tener herederos y lo hacen cambiar de apariencia así no levantar sospechas aunque siguen esperando la llegada de Victoria- explicó.

-Me encargue de que supieran a ciencia cierta que Victoria ya no existía- comente de improvisto.

-En serio me gusta ese hombre- comentó Kevin con ironía.

Caminé lejos de ellos a la vez que me dirigía hacía la pared donde se encontraba el presentador, cuando llegué a él coloque el pendrive que Kevin había encontrado y lo encendí, de pronto las imágenes se fueron cargando mientras se les mostraba cómo un cadáver muy parecido a mi y a Vic se encontraba en la casa de la cabaña, en silencio volví a mi puesto en esa mesa para después explicar.

-Asesine a dos guardias que tenía a mi disposición mientras Victoria recuperaba fuerzas para marcharnos, en eso los vestí como nosotros estábamos en ese momento y después cree la escena que ellos preferían, sabían de mi enamoramiento hacía Vic por lo que hice una improvisación sobre el cuerpo del chico consiguiendo figurar como si me había cortado las venas por impotencia, fácil y sin testigos- les comenté.

Miles y Kevin se observaron entre ambos al momento que escuchaba decir al primero.

-Entonces lo casan para herederos- murmuró.

-Error, lo quieren muerto por lo que lo harán creer que tiene el control de una mafia mientras Tairon busca las posibilidades de robarles de vuelta el trono, no es idiota por lo que dudo mucho que les de el poder tan fácil ya que sacrifico años de su vida para conseguir estar en la cima por lo que se de antemano que esta planeando ser el líder de todo- les expliqué con seriedad.

-¿Algún plan respecto a lo que sabes?- preguntó Miles con seriedad.

Sobrepase la idea de acribillar a todos en esa fiesta pero Victoria tenía que tomar el control de su vida y ser la que elegía por primera vez, ella era la heredera de todo ese imperio aunque la hagan pensar lo opuesto.

Estaba a punto de contarles la verdad que sabía pero una voz rabiosa se apoderó del silencio que se había extendido en toda la sala.

-Vamos a masacrar a esas ratas que han querido usurpar mi trono- delego con frialdad.

En esa sala estaba la soldado Smirnova y  la sanguinaria Victoria.

Continue Reading

You'll Also Like

94.4K 16.9K 45
Serie Las Dos Caras de la Luna: Libro II "Las emociones te controlan, pero en mi caso, pueden ser peligrosas" ______________________ "La vida puede s...
4.3K 210 2
Advertencia: contenido Taboo, +21, romance prohibido. Para el amor no hay condiciones y mucho menos barreras de sangre. Kaleina Kahvenci «No enten...
34K 1.8K 31
Dicen que, el que te salva de los problemas, es una buena persona en la cual confiar, pero ¿qué sucedería si quien te salva, en realidad es peligroso...
3.3K 217 39
Riccardo Mancini un hombre poderoso próximo rey de la mafia italiana con un carácter de mierda, todo lo que el dice se hace y punto. Elizabeth De Fi...