55LOVE (Runner 1)

By Basummers2020

367K 34.4K 25.8K

A Carlos Sainz , su equipo le da un ultimátum. Tiene que cambiar su actitud o el año que viene lo echan de la... More

♥️🅵🅸🆁🆂🆃 🅿🅻🅰🅲🅴♥️
🏎️ 🅿🆁ó🅻🅾🅶🅾 🏎️
𝟣. 𝐿𝒶 "𝓈𝓅𝑜𝓈𝒶" 𝒹𝑒 𝒫𝒾𝑒𝓇𝑜
𝟤. 𝒩𝑜 𝑒𝓈 𝟧𝟢 𝓈𝑜𝓂𝒷𝓇𝒶𝓈
𝟥. 𝒬𝓊𝒾𝑒𝓃 𝓃𝑜 𝒶𝓇𝓇𝒾𝑒𝓈𝑔𝒶 𝓃𝑜 𝑔𝒶𝓃𝒶
4. 𝑀í𝒶
5. 𝐿𝒶 𝒽𝑒𝒸𝒽𝒾𝒸𝑒𝓇𝒶
6. 𝐿𝒶 𝓅𝒶𝓇𝓉𝒾𝒹𝒶 𝒹𝑒 𝒹𝒶𝓇𝒹𝑜𝓈
7. 𝑀𝒾 𝒻𝒶𝒾 𝒾𝓂𝓅𝒶𝓏𝓏𝒾𝓇𝑒
8. 𝐿𝒶 𝓅𝓇𝒾𝓃𝒸𝑒𝓈𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝒸𝒶𝓈𝓉𝒾𝓁𝓁𝑜
9. 𝒯𝑒𝓈𝓉 𝒪𝓃𝑒. 𝐵𝒶𝓇𝒸𝑒𝓁𝑜𝓃𝒶
10. 𝑅𝑜𝒸𝓀𝒶𝓁𝑒𝓉𝒶
11. 𝒟𝑒𝓈𝓅𝒶𝒸𝒾𝓉𝑜
12. 𝒯𝑒𝓈𝓉 𝒯𝓌𝑜. 𝐵𝒶𝒽𝓇𝑒𝒾𝓂
13. 𝑀𝒶𝓁𝒹𝒾𝓉𝑜 𝓈𝒶𝒷𝑜𝓇 𝒶 𝒸𝑒𝓇𝑒𝓏𝒶
14. 𝒩𝑒𝒸𝑒𝓈𝒾𝓉𝑜 𝓊𝓃 𝒸𝒶𝒻é, 𝓋𝒶𝓁𝑒, 𝓎𝑜 𝓉𝒶𝓂𝒷𝒾é𝓃
15. 𝒦𝓁𝓊𝒷 𝟥𝟨𝟢
16. 20 Horas y 12.800 metros
17. 𝟤𝟧 𝓅𝑜𝒾𝓃𝓉𝓈
18. 𝒜𝓈𝒻𝒶𝓁𝓉𝑜
19. 𝐸𝓈𝓉𝒶𝓂𝑜𝓈
20. 𝒰𝓃 𝓁𝒶𝓂𝒷𝑜𝓇𝑔𝒽𝒾𝓃𝒾 𝓎 𝓊𝓃𝑜𝓈 𝓉𝒶𝒸𝑜𝓃𝑒𝓈 𝓇𝑜𝒿𝑜𝓈
21. 𝐸𝓁 𝒶𝒷𝓊𝑒𝓁𝑜 𝒫𝒾𝑒𝓇𝑜
23. 𝒫𝓊𝑒𝓈 𝓁𝑜 𝑒𝒸𝒽𝒶𝓂𝑜𝓈 𝒶𝓁 𝓈𝓊𝑒𝓁𝑜
24. 𝒞𝓊𝒶𝓃𝒹𝑜 𝒸𝒶𝓁𝒾𝑒𝓃𝓉𝒶 𝑒𝓁 𝓈𝑜𝓁
25. ¿𝒫𝑜𝓇𝓆𝓊é 𝓃𝑜 𝓅𝓊𝑒𝒹𝑜 𝒹𝑒𝒿𝒶𝓇 𝒹𝑒 𝓅𝑒𝓃𝓈𝒶𝓇 𝑒𝓃 𝓉𝒾?
26. 𝒱𝓊𝑒𝓁𝓋𝑒 𝒶 𝓂𝒾
𝟤𝟩. 𝒩𝑜 𝑒𝓇𝑒𝓈 𝒱𝒶𝓁𝑒𝓇𝒾𝒶
𝟤𝟪. 𝐸𝓈𝒶 𝓈𝑜𝓃𝓇𝒾𝓈𝒶
𝟤𝟫. 𝒱𝑒𝓃 𝒸𝑜𝓃𝓂𝒾𝑔𝑜
𝟥𝟢. 𝐿𝒶 𝑅𝑜𝒸𝒽𝑒𝓇
𝟥𝟣. 𝑀𝒾 𝒿𝓊𝑒𝑔𝑜 𝒻𝒶𝓋𝑜𝓇𝒾𝓉𝑜
𝟥𝟤. 𝐸𝓈𝓉𝒶 𝑒𝓈 𝓂𝒾 𝓉𝑜𝓇𝓇𝑒
𝟥𝟥. ¿𝒬𝓊𝒾é𝓃 𝑒𝓈 𝓁𝒶 𝓇𝓊𝒷𝒾𝒶?
𝟥𝟦. 𝒯𝑜𝒸𝒶𝒹𝒶 𝓎 𝒽𝓊𝓃𝒹𝒾𝒹𝒶
𝟥𝟧. 𝐿𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓃𝓊𝓃𝒸𝒶 𝒻𝓊𝑒 𝓂𝒾𝑜
𝟥𝟨. 𝒟𝒶𝓂𝑒 𝓊𝓃𝒶 𝑜𝓅𝑜𝓇𝓉𝓊𝓃𝒾𝒹𝒶𝒹
𝟥𝟩. 𝑀𝒾 𝒹𝑒𝓈𝒶𝓈𝓉𝓇𝑒
𝟥𝟪. 𝐸𝓁 𝓉𝒾𝑒𝓂𝓅𝑜
𝟥𝟫. 𝒩𝒶𝓀𝓊𝓅𝑒𝓃𝒹𝒶
𝟦𝟢. 𝐿𝒶 𝓃𝓊𝑒𝓇𝒶
𝟦𝟣. 𝒞𝒶𝓇𝒶 𝒶 𝒸𝒶𝓇𝒶 𝒸𝑜𝓃 𝓂𝒾𝓈 𝑒𝓇𝓇𝑜𝓇𝑒𝓈
𝟦𝟤. 𝒱𝑜𝓁𝒶𝓇 𝓈𝒾𝓃 𝒶𝓁𝒶𝓈
𝟦𝟥. 𝑀𝒾 𝒽𝑜𝑔𝒶𝓇 𝓈𝑒𝓇á𝓈 𝓉ú
𝟦𝟦. 𝐿𝒶 𝒩𝑜𝒸𝒽𝑒 𝒟𝑒 𝒞𝒽𝒾𝒸𝑜𝓈
𝟦𝟧. 𝒯𝑒 𝒟𝒾𝓇é 𝒬𝓊𝑒 𝒯𝑒 𝒬𝓊𝒾𝑒𝓇𝑜
𝟦𝟨. 𝒩𝓊𝓇𝒷𝓊𝓇𝑔𝓇𝒾𝓃𝑔
𝟦𝟩. 𝐵𝓊𝑜𝓃𝑔𝒾𝑜𝓇𝓃𝑜 𝒫𝓇𝒾𝓃𝒸𝒾𝓅𝑒𝓈𝓈𝒶
𝟦𝟪. 𝒫𝑜𝒹𝓇í𝒶 𝒮𝑒𝓇 𝒞𝓊𝒶𝓁𝓆𝓊𝒾𝑒𝓇𝒶
𝟦𝟫. 𝑀𝒶𝓇𝒾𝓃𝒶 𝐵𝒶𝓎 𝒮𝓉𝓇𝑒𝑒𝓉 𝒞𝒾𝓇𝒸𝓊𝒾𝓉
𝟧𝟢. 𝐿𝒶 𝓂𝒾𝒶 𝓇𝒶𝑔𝒶𝓏𝓏𝒶
𝟧𝟣. 𝐿𝑒 𝓋𝒶𝓈 𝒶 𝒹𝒶𝓇 𝓊𝓃 𝒹𝒾𝓈𝑔𝓊𝓈𝓉𝑜
𝟧𝟤. 𝒮𝓊𝓅𝓁í𝒸𝒶𝓂𝑒
𝟧𝟥. 𝑅𝑒𝓃𝒹𝒾𝒹𝑜 𝒜 𝒯𝒾
𝟧𝟦. 𝒮ó𝓁𝑜 𝐸𝓈 𝒰𝓃 𝒩ú𝓂𝑒𝓇𝑜
𝟧𝟧. 𝒟𝑒𝒷í 𝐻𝒶𝒷𝑒𝓇𝓁𝑜 𝐻𝑒𝒸𝒽𝑜 𝒜𝓃𝓉𝑒𝓈
𝟧𝟨. 𝒯𝑜𝒹𝑜𝓈 𝑀𝒾𝓈 𝑀𝒾𝑒𝒹𝑜𝓈
𝟧𝟩. 𝒞𝓇𝒶𝓈𝒽
𝟧𝟪. 𝒪𝓇𝑔𝓊𝓁𝓁𝑜 𝒴 𝒞𝒶𝒷𝑒𝓏𝒶 𝒜𝓁𝓉𝒶
𝟧𝟫. 𝐼𝓁 𝒫𝓇𝑜𝓉𝑒𝓉𝓉𝑜
𝟨𝟢. 𝟣𝟦.𝟧𝟢𝟢 𝒞𝑜𝓂𝓅𝑜𝓃𝑒𝓃𝓉𝑒𝓈 𝐼𝓃𝒹𝒾𝓋𝒾𝒹𝓊𝒶𝓁𝑒𝓈
𝟨𝟣. 𝒞𝒶𝓃𝓃𝑜𝓁𝒾 𝒶𝓁𝓁𝒶 𝓈𝑜𝓇𝓇𝑒𝓃𝓉𝒾𝓃𝒶
𝟨𝟤. 𝒞𝑜𝓂𝑜 𝓈𝒾 𝒻𝓊𝑒𝓇𝒶 𝓊𝓃 𝒶𝒹𝒾ó𝓈
𝟨𝟥. 𝐿𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝒸𝒶𝒹𝒶 𝓊𝓃𝑜 𝓆𝓊𝒾𝑒𝓇𝑒
𝟨𝟦. 𝐿𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓁𝓁𝑒𝓋𝑜 𝑒𝓃 𝑒𝓁 𝒷𝑜𝓁𝓈𝒾𝓁𝓁𝑜
65. 𝐼𝓁 𝓂𝑜𝓂𝑒𝓃𝓉𝑜
𝟨𝟨. 𝐿𝒶𝓈 𝒹𝓊𝒹𝒶𝓈
67. 𝒜𝓂𝒶𝓇𝑔𝒶𝓈 𝒸𝒶𝓈𝓉𝒶ñ𝒶𝓈
𝟨𝟪. 𝐿'𝓊𝓁𝓉𝒾𝓂𝑜 𝒶𝒹𝒹𝒾𝑜
𝟨𝟫. 𝒱𝒾𝓋𝑒, 𝒶𝓂𝒶 𝓎 𝓃𝑜 𝓁𝓁𝑜𝓇𝑒𝓈 𝓂á𝓈
𝟩0. 𝒬𝓊𝑒𝓇𝒾𝒹𝒶 𝒱𝒶𝓁𝑒𝓇𝒾𝒶
𝟩1. 𝐿𝒶 𝓅𝒾ù 𝒷𝑒𝓁𝓁𝒶 𝓈𝓉𝑜𝓇𝒾𝒶 𝒹'𝒶𝓂𝑜𝓇𝑒
72. 𝒩𝑜 𝓉𝑒 𝓆𝓊𝑒𝒹𝑒𝓈 𝒸𝑜𝓃 𝓁𝒶𝓈 𝑔𝒶𝓃𝒶𝓈
𝒞𝓊𝒶𝓃𝒹𝑜 𝒱𝒶𝓁𝑒𝓇𝒾𝒶 𝒹𝒾𝒿𝑜 𝓆𝓊𝑒 𝓈𝒾
𝒫𝓇𝑒𝓂𝒾𝑜𝓈
𝐸𝓍𝓉𝓇𝒶 𝟣. 𝒩𝑜 𝒽𝒶𝓎 𝓆𝓊𝑒 𝒽𝒶𝒸𝑒𝓇 𝓃𝒾𝓃𝑔ú𝓃 𝒹𝓇𝒶𝓂𝒶

22. 𝒯ú 𝑔𝒶𝓃𝒶 𝓆𝓊𝑒 𝓎𝒶 𝓋𝑒𝓇𝑒𝓂𝑜𝓈 𝒹𝑒𝓈𝓅𝓊é𝓈

5.6K 551 389
By Basummers2020

- Tu abuelo me ha invitado a ir a  con vosotros a Caronia

El sorbo de agua que me iba a beber de la botella, se queda en eso, en que iba a beber. Miro a Carlos apoyada en una de las vallas del circuito. Ha sido quinto en la carrera de clasificación, y ahora vamos a ver lo que hace Charlie. Proceso cada una de sus palabras sin poder creerme lo que ha hecho mi abuelo. Bueno, si que me lo creo. Es mi abuelo y todo en él es posible.

- Le has caído bien entonces -.le respondo llevándome por fin la botella a mi boca

- Espero que mejor que Aless -Carlos me da una burlona sonrisa chocando mi hombro con el suyo

- Aún no he tenido la charla con él. Seguro que me pregunta por ti

-. Yo ya la he tenido

- ¿En serio? -le pregunto algo angustiada. La opinión de mi abuelo es muy importante - ¿y qué te ha dicho?

- En Caronia te lo cuento - Carlos me guiña un ojo dejándome aún más sorprendida

- ¿Vas a venir?

- ¿Tú quieres que vaya?

- Yo pregunté primero Carlos -le paso la botella de agua y él le da un gran trago. Vemos a lo lejos a Charlie meterse en el coche y yo fijo mi mirada en el enorme cronómetro que hay enfrente

- Me apetece mucho estar contigo. Y además, tu abuelo me ha caído muy bien. Pero, tengo la sensación de que tú no quieres que vaya, ¿verdad?

Chasqueo mi lengua y ladeo un poco mi cabeza hasta mirarlo. El viento le ha revuelto un poco el pelo y el flequillo le cae por la frente haciéndolo aún más atractivo si cabe. Me quedo mirando embobada su perfil. Dice que no le gusta su nariz y a mi me parece de lo más bonita. Todo en él me gusta. Esos ojos marrones que cuando te miran más parece que pudieran traspasarte el alma que otra cosa. Sus interminables pestañas. Esas mejillas sonrosadas. Y su pelo. Me encanta pasar mis dedos por su pelo. Y a él también le gusta. Más de una noche se ha quedado dormido mientras yo lo acariciaba. Y hoy encima con las gafas de sol, está aún más guapo. 

- No es eso Carlos. Es que no quiero que veas esto como una obligación o como algo más que no quieras hacer, sólo porque mi abuelo te ha invitado. Ya sabes, que todo se te vuelva "complicado"

Carlos me mira apretando su mandíbula. Pasa la punta de su lengua por su labio superior y esboza una ligera y calmada sonrisa.

- No tienes que ir con pies de plomo conmigo Valeria. Crees que me voy a asustar y salir corriendo si haces o dices algo que implique algún tipo de compromiso

Bajo mi mirada hasta el suelo y muevo mi cabeza de arriba a abajo. Dios, Carlos me conoce más de lo que él se cree. Porque todo eso que me está diciendo, yo ya, lo había pensado.

- Algo así -sus dedos se acercan a los míos. Tengo mi mano apoyada en la parte de arriba de la protección. Él los roza muy despacio haciendo que mis terminaciones nerviosas se pongan dislocadas. Sólo es una caricia y ya me tiene temblando

- Tienes que confiar más en mi, hechicera -Carlos se acerca hasta mi para susurrarme en el oído. Para hacer que su cercanía me afecte de nuevo

- No me estás dando motivos para no hacerlo Carlos

- Pues me alegro, me dejas más aliviado

-¿Y yo? ¿Confías tú en mi? -Carlos sube una de sus manos por mi muñeca, le da la vuelta y sus dedos trazan pequeñas caricias en la palma de mi mano

- Si no confiara en ti, no estaría contigo señorita De Luca

Me muerdo el labio y de nuevo centro mi mirada en el circuito mientras siento que las mariposas que tengo en mi estómago revolotean nerviosas. Sólo me pasan cuando estoy cerca de él. Cuando su sola presencia hace que todo mi cuerpo se altere. 

- Gana mañana, y te puedes venir a Caronia con nosotros -le digo con un deje de diversión en mi voz

- ¡Y lo dirás en serio! -me contesta él algo indignado

-Muy en serio señor Sainz. Usted gane la carrera y le prometo que va a pasar el viaje más increíble de su vida

Le hago un gesto con mis cejas a Carlos y él aprieta sus labios sin dejar de mirarme. Sé que quiere besarme. Lo sé porque conozco perfectamente esa sensación, la de querer perderme en sus brazos. 

- ¿Eso incluye sexo señorita De Luca?

- Todo el que quieras

- Ve reservando hotel Valeria, y dos habitaciones. Te pienso follar en la tierra de tus antepasados así tenga que jugar a los coches de choque mañana

Me llevo las manos a la cara sin poder creerme lo que estoy viendo. Carlos ha ganado. Iba sexto en la parrilla de salida y ha ganado. Ha hecho un carrerón de la hostia, y hasta mi abuelo está eufórico. El muy cabrón se ha motivado bien con lo de venirse conmigo. 

Lo veo entrar en el garaje y tardamos poco en aplaudirle. Se lo merece. Es un gran piloto y hoy lo ha demostrado. 

- Ese chico llegará muy lejos -me dice mi abuelo agarrándose a mi brazo- nunca había visto a nadie hacer lo que él ha hecho hoy, y con tanta ventaja

Asiento ante las palabras de mi abuelo. Carlos recibe las felicitaciones y abrazos de todo nuestro equipo. Viene hacia donde estamos nosotros y se funde en un abrazo con mi abuelo. Aún lleva su casco en la mano, y en un gesto que me emociona, se lo da al abuelo Piero.

- Me gustaría que se quedara usted mi casco en recuerdo de su primera carrera de Fórmula Uno, señor De Luca -le dice Carlos con algo de solemnidad en sus palabras. Mi abuelo coge el casco y agarra una de las manos del piloto

- Muchas gracias, hijo. Es un detalle que no olvidaré nunca. Tu casco estará en un lugar privilegiado de casa

Carlos asiente con la cabeza y se gira un poco para mirarme a mi. Se acerca y lo abrazo tremendamente orgullosa de él. Su boca está a pocos centímetros de mi oreja y por suerte, nadie se está fijando en nosotros para saber lo que me dice.

- ¿A qué hora nos vamos a Caronnia?

Me separo de Carlos algo sorprendida y si, feliz de que quiera venirse con nosotros. Me hace mucha ilusión que nos acompañe. Joder, es que ahora mismo necesito tenerlo cerca durante los momentos más importantes de mi vida. Ir al pueblo de mi abuelo lo es, y quiero compartirlo con él. 

- ¿En un par de horas? -le digo hablando en susurros 

- Déjame que me encargue del transporte. Vosotros estad listos en un rato y te mando la ubicación

- De acuerdo

Carlos es requerido por Lenna, su Relaciones Públicas. Supongo que querrán hacerle más entrevistas y toda la parafernalia. No puedo evitar mirarlo cuando sale del garaje y sonreír cuando me guiña un ojo al irse. Reprimo una sonrisa porque lo que este hombre me hace sentir, es algo que me cuesta mucho esconder.

- Abuelo, recojo un par de cosas y nos vamos al hotel, ¿vale?

- De acuerdo cariño 

Le doy un beso en la mejilla y lo dejo hablando con uno de los mecánicos el cual se muestra muy entusiasmado cuando el abuelo le cuenta que está intentando arreglar el motor del Seat. Voy hacia una de las pantallas y me descargo los datos en mi tablet para poder revisarlos luego con tranquilidad. En dos semanas es el Gran Premio de Miami y si hay algún fallo, tengo que tenerlo todo listo para entonces. 

- A tu abuelo se le ve feliz -la presencia y la voz de Aless a mi lado me hacen ladear un poco mi cabeza para prestarle atención

- Lo está. Para un mecánico, esto es el paraíso

- Desde luego que si -Aless se queda callado unos segundos mirándome fijamente- ¿tenéis planes para cenar esta noche? me gustaría enseñarle a tu abuelo los lugares más emblemáticos de Imola

Muerdo mis labios algo nerviosa. Aless siempre me ha tratado muy bien desde que llegué aquí. Por él estoy trabajando en Ferrari, pero, también es cierto que sé que está interesado en mi, y yo, no puedo corresponderle de la misma manera que él quiere. Y no es por Carlos, porque si él no estuviera, me pasaría igual. 

-  Lo siento, pero, me voy con mi abuelo a hacer un pequeño viaje y nos iremos en un rato

- ¿Un viaje? -me pregunta él algo sorprendido

- Si, quiero enseñarle algo de Italia antes de volver a la Fábrica

- Tal vez yo pueda ayudaros, dime que tienes pensado

Aprieto mis labios y cojo aire con fuerza dejándolo salir lentamente. Tengo que declinar su oferta, y hacerlo de manera que no sea descortés con él. 

- Vamos a la aventura Aless. No te preocupes, estaremos bien. Nos vemos en la Fábrica

Me despido del italiano sin dejar que me responda. Si se enterara de que Carlos viene con nosotros, no sé como se lo tomaría. Y por ahora, prefiero que no lo sepa. No me gusta mentir, pero, a veces, es necesario una mentira piadosa. Y esta es una de esas ocasiones. 

- Tengo que decir que es muy cómodo -mi abuelo acaricia la suave piel del sillón del avión moviendo su cabeza de arriba a abajo- gracias Carlos por encargarte de todo

- Es que si dejo que su nieta lo haga, aún estaría usted metido en un coche -dice él dándome una irónica sonrisa

- No todos podemos alquilar un avión privado, perdona que te diga -le contesto haciéndome la indignada. Uno de sus brazos rodea mis hombros y me atrae hacia su pecho

- Admite que esto es mucho mejor que el Mercedes que querías alquilar 

- Si, lo es -le contesto. Ladeo un poco mi cabeza para mirarlo y no puedo evitarlo, lo beso en la mejilla poniendo mi cabeza en su hombro. Mi abuelo nos mira a los dos y puedo ver una pequeña sonrisa de satisfacción en su cara

- ¿Y tú de que te ríes? -le pregunto a mi abuelo

- Con lo que a ti te gusta tenerlo todo controlado, y me sorprende que en este viaje no lo estés haciendo

- Bueno, abuelo, de vez en cuando tengo que dejarme llevar, bastante controlo todos los días -le respondo encogiendo mis hombros

- A mi me gusta que te dejes llevar -me dice Carlos sonriéndome- estás más guapa cuando no estás en plan mandona

- ¡No soy una mandona! -le doy un pequeño puñetazo en las costillas e intento zafarme de sus brazos, algo que él no me deja hacer atrayéndome más a su pecho

- Si lo eres. Y lo sabes. Y la suerte que tienes es que encima todos te hacen caso

- Porque tengo la razón

- Eso también -Carlos me saca la lengua y sus costillas reciben un pequeño empujón por mi parte. Miro a mi abuelo y lo veo disfrutar con todo esto

- ¿A qué no soy mandona abuelo?

- Bueno...mandona, mandona, pero que  te gusta dirigir, eso si  -responde él 

- Me gusta tenerlo todo controlado para que salga bien, eso no es malo ¿no? -le digo rodando mis ojos

- No, no lo es Valeria -me responde mi abuelo- pero a veces, no pasa nada por dejar para mañana las cosas. Nunca has podido dejar nada a medias, has preferido no dormir con tal de terminarlas. Deberías ser menos responsable de vez en cuando

- Y lo hago. Estoy en este avión cuando yo quería ir en coche -le digo separándome de Carlos y cruzando mis brazos

- ¡Y menos mal que lo has hecho! -me responde el piloto abriendo sus ojos y haciéndome una mueca con la cara

- Os odio, a los dos -les digo algo refunfuñada, pero, a la vez bastante contenta de que estén los dos a mi lado

- Que se te pase pronto el cabreo que vamos a aterrizar -me contesta Carlos señalando a la auxiliar de vuelo que nos lo indica

- Me las pagarás -le digo acercándome a su oído para que no me escuche mi abuelo

- Lo estoy deseando

- Menos mal que has reservado un hotel de cuatro estrellas, me veía durmiendo en un albergue

Cojo la almohada y se la tiró a Carlos con tanta fuerza que se tambalea un poco hacia atrás.

- ¡Eres idiota! -le digo sentándome en la cama. Siento como el colchón se hunde detrás de mi y a los pocos segundos sus brazos me rodean

- No te enfades, anda -Carlos me aparta el pelo de la cara y besa mi cuello haciendo que un ligero temblor recorra mi cuerpo

- Te has aliado con mi abuelo para hacerme rabiar

- Lo he hecho si, pero es que estás tan mona enfadada

Me giro un poco hasta estar enfrente suya. Mi vista se va a su abdomen. Siempre duerme sin camiseta, para mi fortuna. Pero, aún no me acostumbro a verlo sin ella y a babear hipnotizada por sus abdominales. Bueno, babeo por todo él.

- ¿Qué te dijo Aless? lo vi como se acercaba a hablar contigo cuando volví a por una botella de agua -Carlos me quita un mechón de pelo de la frente y sus dedos trazan un lento camino hasta bajar por mi mejilla. Su mano se posa en mi cuello y se queda allí dándome un pequeño masaje

- Quería invitarnos a cenar a mi y a mi abuelo -Carlos chasquea su lengua y hace un poco de presión en mi cuello. Me giro un poco y me aparto el pelo dejando que sus dedos recorran mi nuca en un agradable masaje

- Y a poder ser sin tu abuelo

- Carlos -le digo medio advirtiéndole

- Carlos nada. Que está muy claro lo que quiere Valeria. Es un sibilino. Se cree que todas las tías van a caer rendidas a sus pies. Puto italiano

Reprimo una carcajada porque está sonando ¿celoso? y eso me divierte porque cada vez que nombramos a Aless se pone así. Sobre todo si en la conversación estoy yo de por medio.

- Pues entonces no sigo contándote el resto de lo que me dijo -le digo mordiendo mi lengua

- ¿Me voy a enfadar?

- Si -le admito sin dudarlo

- Pues entonces déjalo. No quiero que me estropee el viaje el puto Rinaldi. Que se quede en Maranello o donde le salga de los huevos, tomando por culo

Las manos de Carlos están consiguiendo que me relaje bastante, a pesar de sus palabras.

- Dime una cosa Carlos, ¿siempre te ha caído mal Aless?

- Me cae mal desde que sé que le interesas -vale si, Carlos es tan brutalmente sincero que a veces me asusta y otras como ahora, me deja sin palabras- bueno, de siempre ha sido un chulo y prepotente...

- Casi como tú -le digo medio chinchándolo

- Pero este chulillo te tiene to loca, ¿verdad hechicera? -ruedo mis ojos sabiendo que no puede verme, pero, dándole la razón en mi interior. Claro que me tiene loca, muy loca- es que no soporto que te mire como si fueras algo suyo. Joder, que si, que gracias a él estás aquí, y no sabes lo que se lo agradezco, pero, no eres su posesión para que tenga que seguir sus advertencias

- ¿Qué advertencias? -me doy la vuelta quitando sus manos de mi cuello. Carlos chasquea su lengua y hace un gesto de desagrado con su boca- Carlos...

Un resoplido sale de su garganta y alza sus ojos al cielo. Segundos después, los vuelve a bajar y posa su mirada caramelo en la mía.

- El primer día que llegaste a la Fábrica, me dijo que me alejara de ti que bastante tenías, para que encima tuvieras que lidiar conmigo, y la noche de los dardos me lo volvió a recordar...

Aprieto mis labios y dejo escapar un pequeño suspiro. Una cosa es que Aless quiera protegerme y otra esto. Que le prohiba a alguien que se me acerque. Es de locos. Está llegando demasiado lejos. 

- Bueno, le has hecho poco caso -le digo riéndome

- Y menos que le voy a hacer. Por cierto, hay algo que quiero preguntarte -enfoco mi mirada en Carlos y le doy una pequeña sonrisa que más es para que me tranquilice yo, que otra cosa

- ¿El qué?

- Tu abuelo me contó algo, poco, de lo que te pasó este invierno...

- Vaya, parece que a la gente le ha dado por contar ahora mi vida

Voy a ponerme en pie cuando su mano se posa en la mía y tira de mi para que me siente de nuevo. Carlos se mueve hasta poner su espalda en el cabecero de la cama. Abre sus piernas y me tiende la mano para que me coloque entre ellas. Cierro y abro mis ojos despacio, pero, él sigue ahí y eso es lo único que me importa. Dejó que tire de mi hasta ponerme entre sus piernas. Mi cabeza reposa en su pecho y sus brazos rodean mi cuerpo.

- Estamos preocupados por ti Valeria

- ¿Tú también?

-Yo el primero. Mira, no tienes porqué contarme tu vida, o si tienes, si quieres. Sólo quiero que sepas que estoy aquí, a tu lado, que cuando me necesites, sólo tienes que girar tu cabeza, que, allí estaré yo

Proceso sus palabras en mi cabeza y sé que lo que me dice es verdad. Lo sé porque lo voy conociendo y Carlos no es de los que dice las cosas a la ligera. Me agarro a sus brazos y reposo un poco más mi cabeza en su pecho. Estoy tranquila. Estoy bien y estoy muy a gusto. No necesito nada más. 

- Te prometo que te lo contaré Carlos. Lo de mis fantasmas y mis pesadillas. Pero no ahora, no quiero estropear este viaje con lágrimas y recuerdos que me ponen triste

- Como tú quieras preciosa, solo quiero que entiendas que yo estoy aquí y que si te pasa algo, yo seré el primero que estaré a tu lado

Vale, si, me muero. Es que es para morirse con las cosas que me dices. Siento un pequeño escalofrío recorrer mi cuerpo. En mi pecho se instala una cálida sensación. Y todo mi cuerpo respira aliviado. Carlos me abraza aún más y besa mi mejilla un par de veces. 

-Anda, vamos a la cama -Carlos se separa de mi. Me pongo de lado en la cama dejando caer mi cabeza en la almohada. Él nos tapa a ambos con el nórdico. Su mano recorre mi mejilla esbozando una tímida sonrisa que me vuelve loca

- Gracias por venir con nosotros Carlos. Tengo que admitir que tenerte con nosotros es mucho mejor

- Gracias a vosotros por invitaros. Tu abuelo es increíble Valeria. Me gusta mucho estar con él.

- Y a él contigo

Le doy una pequeña sonrisa antes de recibir un breve beso de sus labios. Carlos apaga la lamparilla y se pone detrás de mi pasando uno de sus brazos por mi cintura. Así es como dormimos siempre que compartimos la cama.  Abrazados. Me tranquiliza sentir sus manos alrededor de mi cuerpo. 

- Tomaba pastillas para dormir -le confieso a Carlos. Es lo único que me atrevo a decirle ahora mismo

- No es malo un poco de ayuda para dormir

- Tenía horribles pesadillas que me dejaban hecha polvo todo el día. Las pastillas me ayudaban. Por lo menos a descansar

- ¿Ya no las tomas?

- Dejé de hacerlo cuando empecé a dormir contigo. Tú calmas mis pesadillas

-Pues duérmete entonces, pequeña princesa, que yo me encargaré de luchar con tus pesadillas

*** Más de 100 votos en el último capítulo, ¡que locura!. Muchas gracias por los votos, los comentarios y las lecturas. Súper - agradecida del apoyo que le estáis dando a esta historia.

El otro día le dije a una amiga que ésta historia es LA HISTORIA, esa que cambia tu vida, supone un reto y es una nueva ilusión. Pues 55LOVE, lo es. Y en parte, es gracias al apoyo tan grande que está teniendo.

¡¡Os adoro!!

No descarto un maratón en cualquier momento... ***

Continue Reading

You'll Also Like

44.7K 2.2K 44
Un año después de terminar su relación con Charles Leclerc, Grace Diaz por fin decide pasar una buena noche y salir con su mejor amiga. Después de ba...
347K 20.9K 51
Me enamoré de él siquiera antes de saber lo que es el amor, antes de entender que era amar. Me enamoré sin dudarlo. Pero los enamoramientos más longe...
19.8K 1.7K 62
Onsra, en el lenguaje Boro de la India, se dice sobre esa sensación agridulce de amar por última vez. En otras palabras, el sentimiento que tienes cu...
16.5K 593 39
Ancler es una chica joven , de 22 años, recién recibida de la carrera de marketing y su vida empieza a tener sentido cuando le llega la oportunidad d...