Al otro día, en el colegio, él y los chicos se encontraron con Aaron en el patio antes de entrar a clase y se fueron a la cafetería a comer. Se compraron gaseosas y galletas.
—¿Y cómo te fue con tus papás? —preguntó Larry con curiosidad.
—Me aceptaron —contestó Aaron con una sonrisa.
—¡Qué bueno! Me alegro —dijo Bono sonriendo también.
—Y quieren conocerte. Podemos ir hoy después del colegio —lo invitó su novio.
—Sí, me encantaría.
Unas clases después, tocó el timbre de salida, y Bono y su novio fueron en colectivo a casa de este. Llegaron. Los papás de Aaron lo recibieron con gusto. Eran las cuatro de la tarde, así que les ofrecieron jugo con galletas y masitas. Les decían que hacían una linda pareja.
—Gracias, y gracias por aceptarme —dijo Bono—. Aceptarnos.
—Sos bienvenido las veces que quieras venir —dijo la mamá de Aaron. Bono le sonrió.
—Después vemos cómo hacemos para que conozcas a mi hermana —le dijo Bono a Aaron. Ambos pasaron una linda tarde. Luego Bono tuvo que irse y se despidió de su novio con un beso en la boca, aunque a este le dio algo de vergüenza frente a sus padres.
Al día siguiente, Bono les contó a sus amigos en una plaza con poca gente cómo les había ido en casa de sus suegros. Aaron no estaba con ellos esta vez. Luego llegó el fin de semana, y la pareja decidió ir a un bar.
Ya era lunes. Estaban en clase, pero los chicos estaban deseando que terminara y de a ratos hablaban en voz baja. A causa de esto, la profesora los retaba. Finalmente sonó la campana del recreo y salieron todos. Unos chicos se acercaron a Bono y los demás, quienes estaban sentados en el pasto.
—Hola, Bono –saludó uno, pero Bono, su novio y sus amigos los ignoraron, pues sabían que solo estaban buscando pleito.
—¿No te enseñaron modales? –preguntó otro burlandosé.
—Vayansé, no vengan a molestar –intentó echarlos The Edge.
—A vos nadie te habló –le ladró—. No te metás.
—Mi amigo se mete todo lo que quiere —lo defendió Bono.
—Ah, ¿The Edge también es tu novio? —se burló uno.
—Mirá, Aaron, tu novio te engaña con el guitarrista —inventó otro.
—Callate, no somos novios —mintió Aaron estando nervioso.
—Qué mentiroso.
—Ya sabemos que son unos maricones. ¡¡¡Escuchen todos, Bono y Aaron son unos maricones!!! —Todos los que escucharon se acercaron. Algunos se acercaron corriendo; otros, caminando, ya que estaban cerca.
—¿Es en serio? —preguntó una chica decepcionada.
—¿Cuándo se casan? —preguntó uno burlandosé.
—Es una lástima que no puedan.
—Vamonós, ya me hartaron —dijo Bono harto, levantandosé. Sus amigos y su novio se levantaron junto con él.
—Qué desperdicio ustedes dos —criticó una chica. Bono, Aaron y el resto apenas la miraron y se dieron vuelta para irse.
—No puede ser que nos hayás cambiado por un chico, Bono —dijo otra indignada. Bono se dio vuelta.
—Y yo estoy feliz de no seguir con ni ser amigo de alguien como vos —le contestó y se volvió a ir con sus amigos. Todos le hicieron bulla y le silbaron.
—Eeh, qué agresivo que sos con las mujeres.
—Es una dama, ¿no te das cuenta?
—Parece que volverte maricón te hizo agresivo. —El alumnado, al ver que Bono y los demás no hacían caso, decidieron intentar otra cosa.
—Bono, ¿tu hermana es igual de degenerada que vos o es normal? —Bono se paró en seco apenas escuchó eso y se dio vuelta.
—¡¿Qué dijiste, infeliz?!
—¡Bono, controlate! –gritó Adam agarrandoló del brazo, pero su amigo se soltó y se fue hasta donde estaba el otro chico—. ¡No, vení acá! —lo llamó agarrandosé la cabeza, desesperado.
—¡Bono! —lo llamó Larry, pero su amigo ya estaba cerca del otro. Ambos estaban cara a cara.
—Repetí lo que dijiste —exigió en tono amenazante.
—¿No querés que vayamos a enderezarla? —se rió su compañero—. La agarramos en la calle y la volvemos mujer. —Bono le metió una trompada apenas su compañero terminó de hablar, este se la devolvió, pero mucho más fuerte y haciendo que Bono se cayera. Su compañero quiso echarselé encima, pero Bono le metió una patada en la entrepierna, haciendoló caer de rodillas. Bono se levantó, y Aaron y los amigos de ellos dos se acercaron a ver si estaba bien. Otro alumno se acercó a pegarle a Bono, y el novio de este lo defendió poniendosé delante de él y dandolé un golpe.
—Parece que las nenas saben pelear —dijo tocandosé la boca y viendo sangre en su mano.
—¡Y los podemos hacer mierda a todos ustedes! —gritó Bono, y acto seguido se le tiró encima para seguirle pegando. Ambos se daban golpes en el piso. Aaron y los demás se metieron a separarlos. The Edge y Adam tenían agarrado a Bono, y este pataleaba queriendo seguir la pelea.
—¡¿Por qué no les hacés caso a tus amigos y te comportás?!
—¡¿Por qué no dejan de meterse en lo que no les importa?! —gritó Aaron, pero el otro chico le dio un golpe. Bono se soltó y le pegó a su compañero para defender a su pareja. Otros dos alumnos también se metieron en la pelea. The Edge, Adam y Larry no tuvieron más opción que meterse a defender a sus amigos.
—¡Les voy a enseñar a no meterse con mi hermana, malditos imbéciles! —gritó Bono furioso. De repente, llegó el director, ya que alguien había ido a buscarlo. Pegó un grito y obligó a todos a detenerse.
—¡¿Qué pasa acá?!
—Estos maricones degenerados nos atacaron —dijo un alumno señalando a Bono y a Aaron.
—¡Dejá de mentir! ¡Fueron vos y tus amigos los que vinieron a molestar! —protestó Aaron.
—Y amenazaron con violar a mi hermana de tan solo doce años! ¡Los degenerados son ustedes!
—¡Bono, vos y Aaron no son normales! ¡Ya los vimos dandosé besos a escondidas! ¡Haciendo cochinadas! —los acusó uno.
—¡Incluso fuera del colegio! —agregó otro—. ¡Deberían echarlos!
—¡A quienes deberían echar es a ustedes por todo lo que dijeron! —intervino Larry.
—¡Basta! —gritó el director—. Hewson, Brown, a mi oficina. El resto vuelvan a sus aulas y los que estén heridos, vayan a enfermería —ordenó. Varios sonrieron felices por lo ocurrido y se retiraron. Mientras que Bono, Aaron y los otros miraban al director indignados.
—¡Nosotros solo nos defendíamos! —se quejó Bono.
—¿Por qué a los otros no les dice nada? —reclamó Edge.
—¿Qué esperaba: que se quedaran sin hacer nada? —preguntó Adam retóricamente.
—Callensé, Evans y Clayton, o los llevo a ustedes también —los amenazó—. Vamos ustedes dos —les ordenó a Bono y a Aaron, a estos no les quedó más opción que ir con el director.
Ya en la oficina, el director les preguntó si lo que habían dicho los otros alumnos era cierto. Había escuchado rumores, pero quería escuchar la versión de ellos dos. Bono y su novio negaban todo, pero el director no les creía.
—Entonces, ¿para qué carajo pregunta? —preguntó Bono siendo desafiante. Su novio le dio un pequeño codazo en el brazo y le dijo "calmate" con los labios, sin emitir sonido.
—Cuidado con el vocabulario, Hewson, que ya tenés varios llamados de atención y castigos —le advirtió el director levantando la voz—. Y les recuerdo a ambos que no pueden tener estas actitudes en el colegio o alrededores. Lo que hacen es un pecado.
—¡¿Qué cosa es un pecado?! —preguntó Bono reclamando.
—Saben de lo que hablo.
—Lo que seguimos sin entender es por qué solamente nosotros dos estamos acá y no los demás que nos atacaron —se quejó Aaron.
—Si los molestaron, por algo será. Además, hay muchos testigos que dicen que vos iniciaste la pelea —dijo señalando a Bono.
—¿Y cómo reaccionaría usted si se metieran con los suyos?
—De todas formas, no es la manera de reaccionar —lo retó—. Tampoco deberían hacer sus "cosas". Ahora vayan a la enfermería a que les limpien la sangre. Vamos, salgan —los echó con un gesto con las manos. Aaron y Bono se levantaron y salieron de la oficina. Pasaron por enfermería, donde la enfermera les curó las heridas.
Al finalizar la clase, ambos se fueron con sus amigos caminando. Los agresores empezaron a seguirlos. Larry se percató y se dio vuelta disimuladamente.
—Ay no, nos vienen siguiendo —murmuró Larry quejandosé. Los demás también se dieron vuelta de la misma forma. Los malos se acercaron.
—¿No van de la mano ustedes dos? —los molestó uno.
—¿No tienen que ir a sus casas a hacer la tarea? —dijo Aaron tratando de hacer que se fueran.
—A nosotros no nos das órdenes, maricón —le contestó otro compañero. Él y sus amigos los rodearon.
—Vayansé si no quieren que les vuelva a bajar los dientes —les advirtió Bono.
—No te alterés de vuelta —le dijo The Edge—. Permiso —pidió empujando a uno a un costado. Él y los demás pudieron seguir su camino. Pero los otros chicos les seguían gritando toda clase de insultos. Bono y los suyos se fueron cada uno a su casa.