Gotas de lluvia caían en el rostro de Michael .Avanzaba a paso ligero por las calles del pueblo guiado por la luz que desprendían los farolillos .
Llevaba algo que parecía una caja cubierta por un trapo desgastado a rayas sujeto por cuatro gomas de látex apretada contra el pecho, pasando de largo un bazar, el restaurante «Mega snack Leton» y algunos pisos de fachada amarilla limón, hasta encontrarse con el rubio asomado desde el portón negro vidriado de un edificio que llevaba vigente dos generaciones.
-Vamos, Paul, debemos darnos prisa. Ya casi es medianoche-llamó acercándose a él.Se quitó la capucha del chubasquero para mostrar su cara con los dedos de la mano derecha, húmeda y tomando la caja entre el brazo izquierdo y el costado.
-Entra-invitó-¿Me vas a dejar ir contigo?-preguntó.
Sus iris azul mar se dilataron con frivolidad esperando respuesta, que Michael tenía decidida, pero esto le hizo pensárselo.
-Está bien. No te vayas de mi lado-pidió al tiempo que escurría el agua del chubasquero.
-Vamos al «Bosque abandonado»¿no?
-Sí-culminó.
Paul adelantó unos pasos y le abrió la puerta del ascensor a Michael haciendo un gesto victorioso con el brazo. Los dos entraron y el mayor pulsó el botón del número del piso de su acompañante.
-¿Cómo es que te han dejado salir de casa a estas horas , si eres muy pequeño?-cuestionó.
-¡Fácil!mi casa es muy pequeña y mi habitación está al lado de la de mis padres -relataba , orgulloso gesticulando -asi que no podía programar la alarma del reloj ...¡No pueden saber que me voy a un bosque contigo y ahora !¡Me echarían una bronca! Entonces-
El elevador se detuvo en la segunda planta haciendo que los dos guardaran silencio .Paul pasó tímido , jugando con las mangas de su gabardina. -Yo no sé cómo se abre la puerta - comentó en un tono bajo pasándole las llaves al camarada en el aire.
Este caminó hasta la puerta sin hacer ruido y dejó la caja en el suelo. Introduce la llave correspondiente en la cerradura y gira a la izquierda.
-Nada.
Probó ahora en el otro lado pero con el mismo resultado.
-¿Por casualidad no recordarás como la abrían tus padres?- preguntó esperanzado
-Pues , la verdad es que ...no.
-¡Demonios!
Después de mil intentos, agotado, se sentó en el primer peldaño de la escalera que había junto al reyano de la casa y sacó su teléfono del chubasquero.
-Avisaré que llegamos con retraso.
-¿Los demás vienen también?-se sorprendió .
La puerta se abrió con un sonido metálico e infernal. Salió un señor con el cabello corto y negruzco , barba ,un pijama verde oscuro en el que ponía NASA con una bolsa de basura en la mano y cara de sobado.
Michael clavó la mirada donde Paul estaba ,intuyendo que él es su padre pero , se alivió al ver que ni la caja ni él seguían allí.
-Buenas noches -dijo el señor por educación, refunfuñando.Se notaba que acababa de despertarse de un buen sueño.
-Igualmente -soltó en un suspiro.
Aprovechó la oportunidad y entró .Sacó las dos bicicletas que estaban preparadas en la entrada y bajó por las escaleras encontrándose a Paul en la primera planta , sentado con la caja en las rodillas .
-¿Tienes algún trozo de cuerda para asegurar la caja en el cesto?
El pequeño saco una cuerda algo deshilachada ,café , sin agregar nada y salieron juntos a la calle.
El pueblo desapareció tras ellos en una media hora ,colina arriba ,era una noche perfecta acompañada de las luces de bicicleta.
Al llegar a la entrada de un bosque cercado con estacas de roble , protegidas por las hojas de los árboles , frenaron dejando estancadas las bicicletas en el barro .
-¡No veo nada !-susurró al líder , mientras sus ojos se perdían en la oscuridad del bosque .
-No te preocupes ,ya pensé eso en casa-calmó , su mano se deslizaba por el bolsillo izquierdo .Una franja de luz se abrió paso entre ellos y Michael , con una sonrisa inocente y una linterna negra mate , alumbrando la entrada .
Se la dio a Paul para poder sacar la caja del cesto .Comprobó que estaba mojada a pesar de haberla tapado un poco con el trapo , pero no le preocupo mucho.
-¿Están los demás aquí ya?
-¡Claro! ...O al menos deberían.
El eco de los lobos , a lo lejos formaba una serenata de almas que le daba esencia al bosque , sus hojas crujían y la luna estaba puesta a lo alto del cielo que los aguardaba .
-Oye Michael , ¿Y si viene un monstruo y me ataca , o un animal ?¿Y si...?
-No dejaré que te pase nada conmigo-prometió en un tono dulce-sube.
Se agachó para que Paul pudiera sentarse en sus hombros , abrazándolo por el pecho y apoyando su cabeza en su hombro derecho.
-Nunca me dejes solo-Suplicó extendiendo su brazo con la linterna en la mano para que Michael siguiera el camino.
-Jamás.
Le acarició el cabello con una mano sosteniendo la caja en la otra.
La figura del adolescente cargando al niño en sus hombros se alejaba hacia el corazón del bosque paso tras paso.