La hija de Goku| Son Gia. Seg...

Od IreneEscobar2

35.3K 2.4K 444

Después de haber salvado el mundo de un futuro terrible, Gia regresa junto a Trunks solo para guiar a sus dos... Více

[1]
[2]
[3]
[4]
[5]
[6]
[7]
[8]
[9]
[10]
[11]
[12]
[13]
[14]
A V I S O
[15]
[16]

[17]

1K 91 27
Od IreneEscobar2

17| El día de San Valentín.

Martes, 14 de febrero 784. 07:20 h.
Preparatoria Estrella del Oeste, Capital del Oeste.

Un paso, tras otro y regreso. Un paso, tras otro y regreso. Por Kamisama, ¿cómo rayos iba a hacer esto? No sabía por qué tardaba tanto, por qué mis piernas dudaban en entrar a la escuela. Solo había una respuesta: miedo. ¿Miedo a qué? Eso no lo sabia, solo sentía una inmensa presión en el estómago que no me permitía avanzar, ¿acaso esto era sentirse patética?

Lo había repasando mil veces durante la noche. Después de despedirme de Gohan, estaba totalmente convencida de que lo haría, que le daría a ese chico de cabellos lavanda los chocolates que con tanto esfuerzo y esmero había hecho, pero ahora ¿dónde estaban esas agallas? ¿Las había dejado en la Montaña Paoz?

—¿Y bien? ¿La pequeña Gia está asustada?
Lancé una mala mirada a mi hermano menor. Goten mostró sus dientes antes de soltar una carcajada. Él se mofaba de mi indecisión y yo no podía recriminarle nada. Solté un enorme suspiro de frustración.

—¿Qué pasará después de que lo haga? —cuestioné, un poco intranquila. Observé las facciones duras de Goten, por fin había dejado de reír.

—Solo lo sabrás después de que lo hagas y, sea cual sea el resultado, debes tomarlo con seguridad.

La respuesta del azabache me había dejado perpleja. Él avanzó abriendo ambas puertas de la entrada a la preparatoria, dejándome atrás, con un gran sentimiento de torbellino en mi pecho.

Era ahora o nunca.

Me atreví finalmente a empujar la entrada y, como lo esperaba, los estudiantes parloteaban como cada mañana, antes de iniciar las clases. Mis piernas fueron justo al casillero de Trunks, sin parar.

Estaba segura, confiada y ¿Yuki?

La castaña se había atravesado en mi camino, ¿qué estaba haciendo?

—¡Buenos días, Gia! —aquella sonrisa genuina apareció en su rostro, de verdad parecía contenta.

—Uhm, hola, Yuki— inflé un poco las mejillas, esperando que comprendiera que era un mal momento.

Sin embargo, la chica comenzó a decir un millón de cosas en tan solo segundos. A veces solía ser un poco inoportuna, pero sus historias demostraban lo adorable que podía llegar a ser.

—Por cierto, no pude darle los chocolates al delegado, Hikaru porque al parecer no ha llegado—.¿Chocolates? ¿A Hikaru? Ciertamente no estaba sorprendida, creo que era algo que ella no se esforzaba en ocultar—. ¿Para quién serán tus chocolates, Gia?

—Pronto lo sabrás —sonreí, apartándome un poco y caminando en dirección contraria a ella. Alzó una ceja y alzó su mano, gritando un fuerte “Suerte”, realmente la necesitaba.

Giré hacia la derecha, justo a la prolongación del pasillo. Me detuve en secó al notar aquella cabellera lavanda junto a mi hermano, pero no era eso lo que me impresionaba.

El casillero de Trunks estaba totalmente abierto, repleto de decenas de cajitas, bolsas de chocolate y sobres que parecían ser cartas. Mi hermano mantenía una mueca de sorpresa mientras que su amigo llevó una mano sobre su nuca. Él me daba la espalda por lo que no podía ver su expresión.

Tan solo podía imaginar la mía.

Bajé la mirada, al instante, en dirección a la pequeña cajita en mis manos. Mi ánimo decayó en tan solo un par de segundos. Observé los ojos de Goten en mí, el oji-azul lo había notado. Justo antes de que girará, logré ocultar en mi espalda aquel obsequio.

—¿Qué tal, chicos? —sonreí, forzadamente, ante la presencia de ellos.

—Buenos días, Gia— Trunks había saludado, sonriendo, pero yo no podía regresar el mismo gesto genuino.

Para mí sorpresa, la campanilla había sonado, recordando el inicio de las clases.

—Vaya, pero ¡qué tarde es! —exclamó el menor de nosotros, cortando aquella atmósfera incómoda para mí—. Creo que es hora de ir al aula.
Asentí.
—Yo—tartamudeé—. Yo iba hacia el baño—señalé en dirección contraria a las aulas con mi mano izquierda, mientras que la derecha seguía atrás de mi espalda.

El chico de cabellos lavanda alzó una ceja y asintió. Ambos comenzaron a caminar hacia mí, pasando a mi lado. Yo giré sobre mis pies sin darles la espalda hasta que giraron en el pasillo. Solté otro suspiro, decepcionada.

Centré la vista ante aquella pequeña montaña de obsequios saliendo del locker de aquel chico. ¿En qué rayos pensaba? ¿De verdad creía que yo iba a ser la única con la idea de dejar los chocolates en su casillero como una sorpresa? Parecía que todas habían leído mi pensamiento.

Alcé los hombros y guardé aquella pequeña caja en mi bolso, sin esperanzas.

[ . . . ]

—Aquí tienen, chicos, espero que les gusten— dije, durante el descanso, extendiendo mis manos con pequeñas bolsitas de chocolate a Hide y Kota.

Ambos chicos de inmediato se alegraron.

—Vaya, ahora tengo tres bolsas de chocolate. ¿Qué piensas al respecto, Hide? —parloteó el azabache ante el pelirrojo.

—No me sentiría tan bien después de que veas a Takeru—contestó Hide, con una sonrisa burlona.
En ese momento, una montaña de chocolates cayó en la mesa del comedor, sorprendiendo al de ojos negros.

—Creo que has superado tu récord —afirmó Yuki, juntando sus manos.

—Hmp, tampoco es como si me interese—Takeru soltó un bufido de fastidio, mientras se sentaba justo a mi lado.

Nuestras miradas se conectaron por un par de segundos que me parecieron eternos.

—Uno más… —Yuki pasó su mano justo frente a mí, colocando una cajita de chocolate en las de Takeru.

Vi una sonrisa genuina en él. Se inclinó un poco ante la castaña, agradeciendo. Observé como esa diminuta cajita la guardó en el bolsillo.

Miré en dirección a la montaña de dulces y después hacia su bolsillo. Parece que todos lo habían notado. Me preguntaba porque había hecho eso, decidí restarle importancia, así que decidí extender mi mano hacia él. Y, sin decir alguna palabra, deposité una bolsita en sus manos.

Alcé la mirada y sonreí, sus mejillas estaban tornándose rojizas y su expresión cambió radicalmente.

—Espero que de verdad te gusten —dije, colocando un mechón de cabello tras mi oreja.

Él estaba mirando aquel detalle sobre su mano, no sabía qué era lo que pasaba por su cabeza. Me estaba sintiendo incómoda, nadie había dicho algo y eso me tenía un poco preocupada.

—Parece que esa bolsita irá directo a su bolsillo, Gia—afirmó el azabache. Giré al instante hacia él y detecté una pizca de sonrisas de su parte.

Volví mi vista al oji-rojizo solo para dar crédito a lo que el otro chico había dicho. Takeru estaba guardando aquella bolsita con sumo cuidado en su bolsillo de la chaqueta que llevaba.

De nuevo, Takeru había inclinado su cabeza, agradeciendo aquel objeto. En mi interior se asomó un sentimiento de serenidad.

—Buen día, chicos— Ryota apareció dejando su almuerzo sobre la mesa, sentándose justo a un lado de Hide, dejándolo justo en medio, frente a mí.
Yuki, rápidamente se lanzó a entregar su chocolate al chico de anteojos; él se sonrojó instantáneamente, sus mejillas también se resaltaron rojizas.

—También tengo algo para ti— saqué otra bolsita para aquel azabache, extendí mi mano y la tomó, con mucha vergüenza.

Inclinó su cabeza al igual como lo había hecho Takeru hace algunos instantes, pero a diferencia de él, Ryota había sido tímido.

Observé como cada chico comía después del almuerzo los chocolates, parecían estar encantados. Kota había comido los que Yuki y yo le dimos hasta había tomado varios de Takeru, veía que era muy goloso; por otra parte, Hide solo comió los míos. Ryota, aún no terminaba su almuerzo y Takeru mantenía la mirada en otras direcciones menos hacia nosotras.

Miré hacia Yuki, ella estaba absuelta de todos nosotros mientras comía su almuerzo. Estaban callados, decidí disculparme y levantarme.

Takeru se había alzado para dejarme salir puesto que estaba entre él y la chica. Salí del comedor en dirección al patio de la preparatoria. No sabía porque de repente me había sentido tan incómoda.


[ . . . ]

Caminé un poco entre los alumnos hasta llegar a un banco situado debajo de un gran árbol, observé un poco a mi alrededor entre tantos murmullos a lo lejos. El viento sopló dejando caer varias hojas, cerré los ojos y también dejé escapar aire en un suspiro lo suficientemente alto como para entender mi pesar.

—Parece que algo te molesta.

Abrí los ojos de golpe, girando mi vista al dueño de aquella voz tan agradable.

—T-Trunks, ¿qué estás haciendo aquí? —exclamé, alarmada.

—Pasaba por aquí y te vi, me alegra verte todos los días —declaró, tomando asiento a mi lado.
Ante su confesión, bajé la mirada totalmente avergonzada. ¿Qué debería responder?

Al parecer había tardado mucho en pensar una respuesta. Trunks habló de nuevo:
—Pero si te sientes incómoda con mi presencia, entonces será mejor que me vaya.

Un sonoro No salió de mi boca tan rápido que ni siquiera me había detenido a pensar un segundo, mi mano se situó sobre la de él. Sus ojos azules viajaron hacia esa unión, tragué saliva de inmediato y quité mi mano tan rápido como si me hubiera quemado.

—Quiero decir, umm…—balbucee, no le pude sostener la mirada—. No me incómodas —claro que lo haces, pero no lo voy a admitir—, solo que aún no logro acostumbrarme a esto.

Al decir eso, hice una seña extendiendo ambos brazos.

—Pensé que al estar trabajando en la Cafetería sería todo lo contrario —afirmó, con seguridad, cruzando ambos brazos. Una mirada burlona apareció en su rostro, no pude evitar que una gota de sudor rodará por mi sien—. Gia —su mano viajó hacia la mía, que estaba situada sobre mi pierna izquierda. Su gentil y cálido tacto provocó que dentro de todo mi interior saltará y vibrará cómo nunca antes había sentido. Era una sensación que no quería que se acabará—, cuentas conmigo para lo que necesites, por eso somos amigos.

Amigos

Esa palabras resonó varias veces en mi cabeza.

No entendía la nueva sensación que había matado a la anterior, solo un nudo en mi garganta se formó y mis ojos amenazaban con inundarse.

Logré ver la expresión de confusión en Trunks, seguramente se estaba preguntando si había dicho algo malo y no, no lo había dicho, solo que yo me había hecho tantas tontas ilusiones. Solo tonterías, supuse haber visto cosas que no existían.

¿Por qué a mí yo del futuro le había ido tan bien con Trunks y a mí no?

No era tonta, se supones que ellos fingían que no había algo, pero yo lo veía. Existía algo entre ellos dos y ese algo entre este Trunks y yo no, simplemente no estaba.

Y yo me aferré a la posibilidad.

¿Qué estaba pensando?

Inhale profundamente, iba a terminar con todo esto de una vez y de tajo.

Me solté de su agarré y lo miré directamente a los ojos, no temiendo mostrarme débil.

—Trunks, tengo algo para ti.

De mi bolso, saqué aquella cajita de chocolates que con tanto esfuerzo y cariño había hecho para él. La deposité entre sus manos y, sin decir algo más, me alejé de ahí.


¸¸.•*’¨’*•.¸¸.•*’¨’* •.¸¸.•*’¨’*•.¸¸.•*’¨’*.¸¸.•*’¨’*

Hasta aquí otro capitulo, dejen su estrellita para más actualizaciones. Comenten si tienen alguna duda y/o corrección. Sin más por el momento, ¡hasta pronto!

Gracias por leer♥






Pokračovat ve čtení

Mohlo by se ti líbit

467K 31.6K 47
♮Idol au ♮"I don't think I can do it." "Of course you can, I believe in you. Don't worry, okay? I'll be right here backstage fo...
249K 18.1K 90
as usual many dramas, emotions, fluffy , angst, and most importantly soo much love. top tae bot kook no cheating no threesom No skin ship with others
594K 9.2K 87
A text story set place in the golden trio era! You are the it girl of Slytherin, the glue holding your deranged friend group together, the girl no...
235K 10.9K 32
Desperate for money to pay off your debts, you sign up for a program that allows you to sell your blood to vampires. At first, everything is fine, an...