El 3 de enero, día de un frío entumecedor, a las 8:04 p.m., había nevado por primera vez ese año. Jungkook fue el primero en darse cuenta de esto, pero también fue el último en decir algo al respecto.
No fue hasta que Taehyung levantó la vista de la pantalla de su computadora portátil que se dio cuenta de que afuera estaba nevando mucho. Sus ojos se iluminaron, con la intención de informar a Jungkook, pero cuando giró la cabeza para mirarlo, en lugar de ser recibido por un amigo entusiasta, se le presentó una expresión imperturbable en el rostro cansado de Jungkook.
Taehyung frunció el ceño.
"¿Jungkook? ¿No lo ves?"
Mirando hacia arriba desde la pantalla de la computadora portátil, el pelinegro dirigió su atención al castaño.
"¿Qué...?"
"¿La nieve? Está nevando afuera".
Jungkook giró la cabeza para ver otra mirada por la ventana. Seguramente, la nieve estaba cayendo, y en trozos también, pero esto no captó la atención de el. Hablando francamente, no le afectó en lo más mínimo. Se las arregló para encogerse de hombros débilmente y se giró para continuar con la película que ya había visto por trigésima vez.
Taehyung estaba realmente confundido.
"Pensé que estabas esperando la nieve. Pensé que era lo que querías..."
Con los párpados caídos y luego abiertos de nuevo, Jungkook emitió un pequeño sonido.
"Yo... Lo veo... Todo el tiempo".
En ese momento, los labios de Taehyung se abrieron al darse cuenta. Las alucinaciones de Jungkook se habían convertido en una parte tan importante de él que pensó que la nieve afuera era solo otro truco mental. Respiró hondo.
"No es una alucinación, Jungkook. En realidad está nevando". El castaño dijo con un dolor inmenso en su pecho
"..." Jungkook miró hacia arriba para mirar por la ventana de nuevo. Había un anhelo en sus ojos que Taehyung no podía soportar ver. Con apenas una onza de fuerza restante, Jungkook se levantó un poco para poder ver mejor afuera. La curiosidad se había encendido dentro de él. Quería saber si era real o no. Odiaba lo difícil que se había vuelto para él distinguir las cosas reales de las falsas.
"Te mostrare." Taehyung se levantó de su asiento y caminó hacia el alféizar de la ventana. Allí, separó ligeramente el vaso. Una ráfaga de viento helado entró en la habitación en un instante, drenando el calor de todo lo que tocaba.
La piel de Jungkook se erizó, la piel de gallina erizó su superficie de porcelana. Se cubrió con la gruesa manta con mucho esfuerzo.
Rápidamente, Taehyung cerró la ventana, habiendo recogido suficiente nieve del borde para mostrársela a Jungkook. Caminó hacia él rápidamente, ahuecando la nieve que ya se derretía en sus manos. El pelinegro, ansioso por ver si era verdad.
"Mira, mira". Taehyung colocó el pequeño bulto blanco de nieve comprimida en la palma de Jungkook. Esto le valió un grito ahogado. El miró fijamente el cúmulo blanco de hielo derretido, y con un dedo, lo presionó para verlo desmoronarse. Los diminutos copos de nieve se deterioraron en el calor de su palma, dejando un pequeño charco atrás.
Un grito ahogado escapó de el. Sus ojos se abrieron tanto como pudieron.
"¡Taehyung!"
"Lo sé."
"Llévame... ¡Afuera!"
"Hace mucho frío". Taehyung murmuró las palabras y miró a Jungkook de arriba abajo. No era más que una manta con cabeza. "Tiemblas cuando hace setenta grados en la habitación. En este momento, hace unos... Diez grados afuera".
"Por favor, Taehyung".
Presionando sus labios en una delgada losa de una línea, el castaño sacudió su cabeza una vez más. Le resultó demasiado difícil decirle que no al pelinegro, pero tenía que hacerlo.
"No puedo..."
"¿Pero por qué?" El ánimo de Jungkook cayó, su ceño fruncido profundo.
"Ese clima solo te hará daño. Necesitas estar protegido".
"¿De que?" Jungkook miró a Taehyung, sus rasgos habían pasado de decepcionados a inaceptables.
Taehyung respiró hondo, pero descubrió que no podía decir nada. Observó a Jungkook con una mirada cautelosa, sin darse cuenta de lo que iba a decir a continuación.
"Ya estoy en... el corredor de la muerte. Puedo... apenas hablar. Apenas puedo caminar... No puedo comer. No puedo... Dormir. Lo último que tú..." Apretó la mandíbula, frustrado consigo mismo y con las palabras que pronunció, "Tu... tienes que hacer... es preocuparte por mí... Por tener un... Resfriado ."
"Jungkook".
"Frío o n-no... Todavía... No voy a durar mucho tiempo. Así que por favor... Déjame tener esto".
Sus ojos estaban pegados a los de Taehyung, y Taehyung descubrió que no podía apartar la mirada. Los ojos de Jungkook le decían todo. Tradujo todo lo que sus palabras no pudieron.
Taehyung miró hacia abajo y lejos de Jungkook, luego de regreso a la ventana.
"Creo que la ventana será lo más lejos que podamos llegar". Dijo en voz baja.
"Eso está bien para mí." Y así, una sonrisa volvió a encontrar el rostro de Jungkook.
Taehyung suspiró para sí mismo, frustrado por la facilidad con la que había cedido a las súplicas de Jungkook. Pero mientras pensaba en ello, pensó que no podía ser culpado por ello. No quería ser el que le dijera que no a alguien a quien le quedaba poco o nada en su vida.
Estaba eso, y el hecho de que Taehyung no pudo evitar encontrar la sonrisa de Jungkook entrañable, sin importar cuán enfermizo se viera cuando usaba una.
"Vamos..." Taehyung extendió una mano para ayudar a Jungkook a ponerse de pie. Lo instó a mantener la manta alrededor de él, pero el insistió en que lo dejara atrás. Se aferró al soporte del intravenoso con una mano y la mano de Taehyung con la otra mientras cojeaba hacia la ventana. Las manos de Jungkook estaban tan frías como el hielo, lo que provocó que la preocupación de Taehyung en él creciera aún más. Pero sin importar cuánto se preocupara por él, continuó su camino hacia la ventana a un ritmo lento y constante hasta que finalmente lo lograron.
Una vez allí, Jungkook sacó su mano de la de Taehyung y la apoyó contra el alféizar de la ventana. El aire era amargo y frío, y golpeó a Jungkook como una bofetada en la cara cuando otra ráfaga de viento se abrió paso en la habitación del hospital. Sin embargo, esto no lo perturbó, ya que el pelinegro solo cerró los ojos e inhaló profundamente, permitiendo que la quemazón del aire invernal llenara sus pulmones. Cuando exhaló, una bocanada de humo salió de él. Jungkook asomó ligeramente la cabeza por la ventana y la mantuvo allí mientras los copos de nieve caían a su alrededor.
"No hagas eso". Taehyung empujó a Jungkook hacia adentro. Esperaba escuchar un gemido de resistencia de su parte, pero en cambio no recibió nada. Jungkook solo obedeció y sacó todo su brazo, observando cómo cada copo de nieve individual pasaba alrededor de su mano, como si ninguno quisiera tocarla. De vez en cuando, uno o dos caían sobre ella, y la sacaba rápidamente para tratar de ver si podía distinguir el pequeño patrón en ellos. Los estudiaría durante bastante tiempo hasta que se derritieran y dejaran nada más que una gota en su en su muñeca. Después de esto, repetiría el mismo proceso, prestando poca o ninguna atención al frío helado que lo rodeaba.
Taehyung observó a Jungkook, hipnotizado por sus acciones. Casi retrató los comportamientos de un niño, apegado a una actividad y negándose a dejarla, repitiendo lo que estaba haciendo sin tener a nadie que le dijera que se detuviera. Taehyung frunció el ceño y miró hacia afuera, lejos de Jungkook. Ese sentimiento familiar de temor estaba surgiendo desde lo más profundo de él, algo que Taehyung quería olvidar. Puso una mano en el alféizar de la ventana y apretó, sus nudillos se pusieron blancos.
Compartieron otro momento de silencio, algo que ocurrió con más frecuencia de lo que a Taehyung le hubiera gustado. Aunque las habilidades para hablar de Jungkook no eran tan buenas como solían ser, seguía siendo el más hablador de los dos. Entonces, cada vez que se quedaba en silencio, una sensación de incomodidad no deseada encontraba su hogar dentro de Taehyung. Quería librarse de este sentimiento, librarse de este silencio, así que buscó en su mente a toda prisa cualquier palabra que le viniera a la mente. Necesitaba algo, cualquier cosa, que decirle a Jungkook, solo para poder liberarse de la horrible sensación que amenazaba con apoderarse de él.
"Sabes... nunca pregunté." Taehyung logró decir, mirando a lo lejos. "¿Por qué te gusta tanto la nieve, Jungkook?"
Esperó una respuesta, pero no la recibió. Inquieto, volvió a hablar.
"Quiero decir, en tu estado ahora, es un poco cliché, ¿no crees?" Fue su intento de alegrar el estado de ánimo, o "ser divertido", como algunos lo llamaron, pero, por desgracia, sus palabras cayeron al suelo cuando recibió otra respuesta silenciosa de Jungkook. Taehyung frunció el ceño profundamente. Giró la cabeza para ver claramente el rostro de el pelinegro, pero al instante deseó no haberlo hecho.
En su silencio, Jungkook estaba llorando, gruesas lágrimas rodando por sus mejillas en gran número. La mano que apoyaba su peso contra el alféizar de la ventana temblaba sin pausa, y la otra permanecía fuera, temblando en la fría oscuridad de la noche. Varios copos se habían acumulado en la rama extendida, pero no se derritieron rápidamente. Se establecieron allí, considerando a Jungkook como uno de ellos por el resto de sus congeladas vidas antes de que finalmente se derritieran o desaparecieran.
Taehyung miró a Bokuto, abrió la boca para decir algo, pero descubrió que no podía formar ni una sola palabra. Al darse cuenta de esto, Taehyung decidió tomar medidas en su lugar y llegar a consolarlo, pero ni siquiera eso pudo hacer. Sus brazos y piernas estaban rígidos, al igual que sus ojos. Todo lo que podía hacer era mirar la actuación melancólica que se desarrollaba ante él.
Haz algo... Taehyung cerró la boca y tragó.
Haz algo... Cualquier cosa.
El cuerpo de Taehyung no respondió.
Solo podía ver cómo esas lágrimas caían a un ritmo más rápido, sobre su bata de hospital y sobre el suelo. La luz que venía del exterior se reflejaba en las lágrimas de Jungkook, iluminando su rostro de la manera más suave. Eventualmente, Jungkook retiró su mano y la dejó caer a su lado. Agachó la cabeza y trató de controlar su llanto de la mejor manera posible, pero esto resultó ser muy difícil ya que los sollozos brotaron de él, haciendo que todo su ser temblara.
Después de un momento de intentar recomponerse, Jungkook soltó tres palabras simples con labios temblorosos.
"Por qué yo..?"
Taehyung miró mientras su mente buscaba palabras. Encontró algunas y las dijo sin pensarlo dos veces.
"Porque la vida es injusta". Dijo mientras luchaba por mantener sus propias lágrimas
Jungkook levantó una mano fría y frágil para limpiar el desastre que era su rostro. "Yo... quería hacer t-tantas cosas..."
"Lo sé." Taehyung hizo una bola con su mano en una puño, regañándose mentalmente por la presente falta de emoción en su voz.
Cuando Jungkook se alejó de la ventana, Taehyung se apresuró a cerrarla, bloqueando el aire amargo de la noche fuera de la habitación por el resto de la noche. Luego extendió la mano y agarró el brazo de Jungkook para ayudarlo a volver a la cama.
Una vez que lo alcanzaron, Jungkook volvió a su posición habitual y se envolvió en la gruesa manta, luego se alejó de Taehyung. Observó la ventana en silencio, sin prestar atención a su visitante, o eso pensó el castaño. En cuestión de minutos, justo cuando el había comenzado a inquietarse, Jungkook habló.
"Taehyung ..."
"¿Sí?" Toda su atención estaba en Jungkook.
Dudó por un momento, pero finalmente habló. "No quiero que me visites más".
Los ojos de Taehyung se entrecerraron ante las palabras, y se inclinó hacia adelante en estado de shock. "¿Qué?"
"Por favor... No me visites... Nunca más".
"No." Taehyung se levantó de su asiento.
"Por favor-"
"No. Es un poco tarde para eso, Jungkook". Un escalofrío recorrió a Taehyung, haciendo que se le erizaran los pelos de la nuca.
"Taehyung, por favor..."
"No, es mi respuesta final". Se acercó al otro lado de la cama, donde podría mirar la cara de Jungkook. Una vez que el pelinegro notó esto, giró la cabeza y se alejó lentamente. Los ojos de Taehyung se agrandaron, sus emociones ahora siendo víctimas de una extraña mezcla de miedo y furia.
"Jungkook, ¿cuál es el significado de esto?"
Jungkook no respondió. Permaneció en la misma posición y solo movió su mano para limpiarse la cara nuevamente.
"Respóndeme."
Chupando los dientes, Jungkook tiró de la manta hasta justo debajo de su barbilla. Le tomó un tiempo, pero finalmente respondió.
"No quiero que... crezcas... más apegado a mí de lo que ya estás".
Taehyung casi se burló. "¿Qué te hace pensar que estoy apegado a ti? Nunca dije que lo estaba". Hizo un gesto de confusión, cuando claramente el sabía lo que sentía en realidad
Esta vez, Jungkook dirigió su atención a Taehyung . Llevaba una mueca en su rostro enrojecido.
"C-cállate, Taehyung..." Respiró profundamente, frustrado consigo mismo y el crecimiento gradual de su impedimento del habla, pero continuó. "Lo sé... Odias los hospitales. No... Vengas a decirme ahora que tú... Solo has estado... viniendo aquí todos los días porque tú-tú querías".
Taehyung no tenía nada más que decir. Miró a Jungkook con los labios entreabiertos, como si fuera a hablar, pero terminó sin palabras.
"Sé que... Te importa... Incluso si es solo un poco". Jungkook se tapó la boca y tosió de repente. Descubrió que hablar consumía mucha más energía de lo que pensaba. Aún así, siguió hablando. "No... sé mucho sobre esta... enfermedad. En parte porque tenía demasiado miedo de leer sobre ella. Pero... sé que no tengo... mucho tiempo." Su frustración se desvaneció lentamente, y todo lo que quedó en su rostro pálido fue una mirada de derrota.
"Uno, tal vez dos meses como máximo, si tengo suerte. Eso es... cuánto tiempo sé que me queda".
El aire alrededor de Taehyung se espesó, y de repente le resultó difícil respirar.
Jungkook miró hacia abajo y torció los labios hacia un lado. "Escuché a los médicos hablar. Ellos no... no saben cómo... C-curarme, así que..." Desde debajo de la manta, Taehyung podía ver los hombros de Jungkook subir y bajar. "Es solo... un lento viaje desde aquí. Y no quiero que... veas todo lo que sucede".
Jungkook yacía allí con los ojos vidriosos, sus lágrimas brotaban brillando por la iluminación de la habitación.
"Yo no... quiero que tú... me veas decaer".
Pequeñas lágrimas brotaron de los ojos de Jungkook y rodaron por sus inquietantes y plácidos rasgos. "Así que pensé que si te ibas ahora... Tú... No tendrías que hacerlo... Y no dolería tanto..."
Una vez más, ese hechizo paralizante se apoderó de él, y Taehyung no podía moverse ni hablar. Todo lo que podía hacer era mirar con angustia silenciosa cómo Jungkook finalmente aceptaba lo que había sido de su corta vida. Taehyung se dio cuenta de que esas sonrisas que había visto antes eran sonrisas de negación, sonrisas forzadas que intentaban desesperadamente engañar a Jungkook para que pensara que todo estaría bien. Pero no podía seguir así para siempre. No en el estado en el que se encontraba. Jungkook siempre había estado luchando por mantener una apariencia positiva, pero por dentro, se estaba desmoronando todo el tiempo.
Taehyung lo sabía ahora.
En un intento por moverse, tamborileó sus dedos contra sus piernas a un ritmo impaciente. Estaba haciendo todo lo que podía para mentalizarse a sí mismo y hacer al menos algo para que Jungkook supiera que estaba ahí para él.
Haz algo... Como si fuera uno de los muertos vivientes, Taehyung forzó una pierna hacia adelante, luego la siguiente, hasta tocar el costado de la cama. Dejó a un lado sus pensamientos negativos y se sentó en la cama, justo al lado de Jungkook. Taehyung no le dio tiempo a reaccionar ante esto mientras se acercaba aún más, y cuando estuvo lo suficientemente cerca, bajó la cabeza para apoyarla en el hombro de el.
Taehyung apretó sus manos para evitar que temblaran incontrolablemente.
"No me iré". Su voz era suave, "Y nada de lo que digas hará que me vaya".
Jungkook se mantuvo en silencio. Solo levantó una mano para limpiarse la cara de nuevo. Solo olfateó de vez en cuando y se movió en su lugar, pero nunca dijo nada para oponerse a la decisión de Taehyung .
Se alegró.
Taehyung giró la cabeza ligeramente, su mejilla descansando suavemente sobre el hombro de Jungkook. Respiró lenta y profundamente y cerró los ojos, y sus cejas se juntaron por solo un segundo. Sus manos temblaban mientras se clavaba las uñas en los nudillos.
Jungkook ya no olía a hospital.
Jungkook olía a... Hogar.