Annie
Las emociones de tener un mate son muy intensas, hasta he visto casos que rozan la obsesión, comienzas a sentir que si no estás cerca de esa persona el aire te falta y se te comprime el pecho, que cuando no lo ves sientes esa necesidad absurda de querer tenerlo cerca veinticuatro siete.
Ese todavía no ha sido mi caso, o bueno, no lo es hasta mañana, o mejor dicho... hasta las doce en punto, ¿que hay de especial con el día de mañana? Bueno, es tan sencillo como decir que comienzas a sentir mariposas, pero esta vez en el coño.
La temporada de calor o celo... ¿que sería de los hombres lobo sin estos días tan icónicos donde los embarazos aumentan y nuestra raza prevalece, ¿pero para mi? Para mi nunca fueron sencillos estos días, me enloquecía a sobre manera, tanto que me iba a una cabaña sola y encerrada a pasar las frustraciones, y cuando llegue a la manada capital, le pedí a mis padres una cabaña, y bueno, ahí la pasaba.
Nunca tuve alucinaciones o me altere mucho más de lo debido porque nunca tuve a mi mate tan cerca, pero ahora... ahora comenzarán las alucinaciones y tengo miedo de lo que me pueda pasar...
Malditas alucinaciones de mierda que solo le dan a Alphas reyes... yo no soy un Alpha rey pero si soy su desendencia, y aunque carezca de poder Alpha rey conmigo se vino varias cosas que también le pasan a mi hermano... solo por ser mellizos, si hubiera nacido después, tal vez las cosas serían diferentes.
—¿Estas bien? —me dijo Dereck haciendo que reaccionara.
—¿Que? -le digo como idiota quitando mi mano de mi barbilla y bajando mi codo de la mesa —, lo siento, no te escuche.
Dereck levantó una ceja.
—¿Que es lo que tanto perturba tus pensamientos? —me humedezco los labios y suspiro.
—¿Que hora es? —el me escanea dudoso e intrigado para luego mirar el reloj de su muñeca.
—Son las once y cuarenta minutos, ¿por qué? —trago saliva mientras explayo los ojos.
—¿Las... qué... qué? —le pregunté y entrecerró los ojos dudoso.
—¿Que sucede Annie? Y quiero la verdad —me recuesto en mi asiento.
Lo vi repiquetear los dedos en la mesa esperando mi respuesta, pero cuando iba a pronunciar palabra llegó el mesero con nuestras comidas así que sonreí agradeciendo la interrupción.
—Se ve delicioso, muchas gracias por esta salida fuera de casa —agarro el cuchillo y el tenedor y comienzo a cortar la carne.
Al parecer hizo que los chef de este restaurante me cocinara comida especial, ya que todo es del inframundo.
Estábamos en un restaurante muy conocido del inframundo, muy elegante y costoso, ni siquiera estamos junto a los demás, estamos en una mesa especial que queda en un balcón.
Hablando de la gente de aquí... todos me quedaron viendo anonados cuando me vieron al lado de su rey.
—¿Acaso estas evadiendo mi pregunta? Lobita —trago el trozo de carne y le sonrió.
—No...¿como crees? —comienzo a meterme mucha comida en la boca —, lo qué pasa... —y no sé me escuchaba nada de lo que decía —, entonces es por eso.
—Vaya jodida explicación, la mejor que me han dado —me dice y yo ruedo los ojos.
—Vaya jodido sarcasmo el que tienes —de repente tengo que soltar los cubiertos porque me comienzan a elevar por los aires con todo y silla —, ¿que estás haciendo? Dereck.
Cuando aterrizo junto a él, su mano llegó disparada hacia los labios, limpió lo que al parecer es un poco de salsa para luego llevársela a la boca y chuparla.
—¿Ahora si me dirás en qué tanto piensas? —lo miro tensándome.
Niego con la cabeza y lo veo suspirar pesadamente. Me vuelve a elevar por los aires dejándome Justo donde estaba antes.
Esta vez el transcurso de la cena fue silencioso, me pregunto si lo habré ofendido por no decirle, al parecer no tiene aspecto de estar enojado —levantaba cada vez que podía mi mirada del plato solo para observar sus expresiones —, tiene más cara de decepción que otra cosa...
¿Lo decepcione por no contarle? O será que es porque no confío lo suficiente como para contarle mis cosas, ¿será eso? O tal vez ya me estoy volviendo loca por el ambiente del inframundo.
—¿Estas enojado? —le preguntó removiendo mis pies debajo de la mesa.
Levanta la mirada e intenta esconder el impacto o más bien la sorpresa que siente ante mi pregunta.
—¿A que viene esa pregunta? —dice dejando los cubiertos a un lado y al parecer ya ha terminado de comer.
—Es que... —suelto los cubiertos porque yo también he terminado —. Lo siento, olvídalo —mire hacia el balcón.
—¿Quieres respuestas? —mi mirada se desvía hacia él —, sé que no me tienes confianza, es que claro, soy el enemigo de tu hermano, el rey de los demonios, el que te hizo estar aquí; un lugar que no es tu casa. Es obvio que no me contarás ni lo mas mínimo que te pasa a pesar de ser tu mate.
Me humedezco los labios haciendo que sus ojos aterricen en mi boca.
—Vámonos de aquí, tenemos un largo recorrido que hacer —asiento con la cabeza caminando junto a él.
Cuando estábamos de pie recuerdo lo de la hora así que explayo los ojos y disimuladamente miro su reloj de muñeca.
Doce y tres minutos y todavía no me ha pasado nada, ¿se que el clima del inframundo hace que no alucine o tal vez es porque no estoy en terrenos de hombre lobo? No tengo ni idea.
Para cuando íbamos saliendo del restaurante casi me voy contra el piso cuando mis piernas comienzan a flaquear.
Trago saliva y miro hacia ese punto fijo que mis ojos capto... ese espejismo que me hizo vibrar, ese espejismo que me hizo sentir excitada recordándome que horas eran y que no podía escapar.
Era un espejismo muy realista de Dereck dándome contra una mesa mientras las personas comían como si no me estuvieran atacando el coño.
Suspire ante ese escalofrío enloquecedor y seguí a Dereck por detrás.
Al salir del restaurante Dereck rompe el silencio con una pregunta.
—Te siento nerviosa... —dice Dereck cuando llegó a su par.
—No es nada... —le cambió el tema —, ¿a donde era que íbamos?
—¿Sigues con eso? —cuando iba a abrir la puerta del auto Dereck me acorrala contra la puerta cerrándola a la vez —, cada vez que te pongas de preguntona te callaré comiéndote el coño.
Me tomo de la cintura para alejarme de la puerta y poder abrirla. Cuando la abrió me cedió el paso.
Entre y me quede muy quieta y no tan cerca de él.
Cuando entró y noto que estaba muy lejos, me tomo de la cintura y me acercó, tragué saliva cuando sentí la presión en mi coño.
Estos días van a ser difíciles para mi.
El viaje en auto se me hizo largo con las punzadas en mi coño más las alucinaciones que me tenían mirando hacia la ventana ignorando su presencia imponente, me estaban enloqueciendo y no sé cuanto podre aguantar todas estas emociones que contengo.
Cuando el auto freno, reconozco el lugar con rapidez, estamos en aquel bar que me había traído una vez para probar su supuesto orgasmo, sonrió al recordar a mi extrovertida amiga, la de las peores ideas.
—Hemos llegado —en vez de mirarlo abrí la puerta del auto y salí sin esperarlo.
Vamos... misión de la noche: ignorar lo mas que pueda a este perverso rey demonio antes de que enloquezca.
Camino hacia el local y cuando estoy apunto de entrar un guardia me detiene haciéndome frenar en seco.
—Si no muestra su membresía no puede pasar... loba —dice lo ultimo con desprecio sorprendiéndome.
Abro mi boca para pronunciar palabra pero una mano cálida envuelta en brazo, no... la sentí más que en mi brazo la sentí en mi alma, quemándome, derritiéndome y haciendo que mi tripa se estremezca. Aclaro mi garanta cuando hace un gancho con su brazo y el mío.
—Ella viene conmigo, ¿hay algún problema? —por la diosa ¿acaso su aroma aumentado últimamente? o el inframundo esta mas caliente o estoy apunto de sufrir una crisis de fiebre lobuna.
Pero no es ni una ni la otra, el inframundo sigue a igual temperatura nocturna y si fuera fiebre lobuna no tuviera las bragas tan encharcadas como ahora, no se me estuviera derritiendo la vagina como lo hace ahora.
—Lo siento, señor —se aparta rápidamente.
Dereck comienza a caminar hacia adentro haciendo que camine también aunque este congelada y aguantando la respiración para que en mi nariz no entre más su olor, a pesar de que todo el lugar tiene que oler a alcohol y sexo, yo solo lo puedo oler a él.
—¿Por qué retienes la respiración, Annie? —me dice Dereck haciéndome soltar el aire que de reserva en los pulmones antes de correr hacia el baño.
—Porque sí — le respondo a la defensiva —, ¿acaso me lo prohibirás?
—No... pero te estas portando rara últimamente.
—¿Sabes que? sea lo que sea que me quieras mostrar será luego... tengo... tengo que ir al baño primero, ya regreso.
No dejo que me diga algo para detenerme solo camino rápido hacia el baño, Y como estoy tan turbada no me había fijado en los gemidos a mi alrededor, me tropiezo con un montón de gente que esta follando de camino al baño y me disculpo por los tropezones que les doy.
pero al final del pasillo me detengo al escuchar esa voz gemida muy particular y reconocida perfectamente por mi... me giro y cuando lo veo me tengo que sostener de la pared que tengo al lado para no caer al piso por tener las piernas como una gelatina.
El gemido de Dereck hace eco en mi oído y juro morir cuando lo veo en el pasillo que ahora esta vacío follando... mi corazón se acelera.
No puedo creer lo que veo.
Otro gemido invade mi cabeza... el mío, soy yo la que folla con desesperación con Dereck... malditas alucinaciones de mierda que parecen tan reales, me tienen débil y temblando.
"Si... Dereck..." me escucho decir.
Entierro mis uñas en la pared al verme a mi misma mirándome mientras abre sus labios al recibir los empellones, se me nubla el cerebro cuando Dereck también me ve, y cuando están a punto la que hace de mi en mi espejismo me sonríe y susurra "deja que te folle ya" cuando llegan a su punto limite desaparecen.
Camino como puedo hacia el baño, entro y voy hacia el lavabo donde me mojo el rostro mas de tres veces, cuando me doy cuenta que me he regado todo el maquillaje comienzo a untarme jabón para remover todo, cuando tengo mi cara totalmente limpia me miro al espejo preocupada cuando mi reflejo se lleva el puño cerca a la mejilla y con su legua empuja su mejilla como si estuviera dando una mamada.
empuño los ojos y remuevo mi cabeza hacia los lados, me espanto al escuchar unos besos de fondo con ansias, cuando abro mis ojos son una pareja de demonias que se están casi que tragando.
Salgo del baño y cuando miro a mi alrededor no hay rastros de Dereck, bufo.
Me tocó esperarlo así que me voy al primer sofá vacío que mis ojos captan.
Cuando estoy sentada es que mis ojos pueden ver el lugar mejor y desde otro plano, bailes, drogas, sexo. La música sonaba a todo volumen junto a una danza de gemidos y este espectáculo no le hacia nada bien a mi entre pierna hecha un rio.
Remuevo mis muslos sintiendo mi crema resbaladiza.
Suspiro mientras repiqueteo mis dedos en mis piernas pegadas.
Cuando un demonio con aspecto sensual y conquistador se me acerca coqueto, ojos azul rey muy brillantes... su aspecto es muy normal, ¿será alguien como Alestey?
Se sienta a mi lado y como un grandísimo descarado me roba mi espacio personal, me ruedo mas hacia el lado del sofá vacío pero se sigue acercando a mi, me tenso y paro de rodarme porque se que no me dejara en paz hasta que lo enfrente.
—¿Se te perdió algo al lado mío que o es tu trabajo robarte el espacio personal de la gente? —me sonríe galante y coqueto.
—Lo que me quiero robar es más que tu espacio personal, es tu atención y sí... perdí algo, un momento... el momento en que te follo mientras me cabalgas —en vez de aportarme calor me aporto rabia su descaro, no lo estoy buscando, no me interesa, me incomoda y no es capaz de largarse —, ¿Qué hace una loba en los terrenos del inframundo? ¿acaso no le temes a la muerte? baila conmigo.
—Me importa una mierda la muerte, te puedes ir a rascarte el culo a otro lado, no me interesa, bailar contigo seria una perdida de tiempo en mi vida.
Su sonrisa se borro por un instante pero luego volvió a a ensancharse.
—Así no se le debería hablar a un duque en el inframundo, tengo tanto poder que podría abrirte en dos para descubrir si tu alma es negra por lo respondona que eres. Soy el duque de la parte más importante del inframundo... soy el dueño del llanto, soy la muerte. Querida y si no quieres que te arrebate el alma y que esta sea tu hora, acepta bailar conmigo.
—Mejor deberías decir que ese acepta un baile es un acepta follar o te mato, te hubieras ahorrado más palabras y yo me hubiera ahorrado escuchar tu voz estorbosa.
Lo veo apretar la mandíbula sonriendo con enojo.
—Tu insolencia agotaron las ganas de fállate, así que adelantare tu muerte —me iba a levantar cuando vi que sus ojos comenzaron a brillar.
Me iba a retener, mejor dicho, me iba a tocar pero de la nada se le comenzaron a quemar las manos.
Explayo los ojos impresionada, me alejo de él mientras se retuerce de dolor mirando sus manos mientras grita.
La música a mi alrededor cesa, cuando levanto mi mirada del piso donde se encuentra aquel hombre retorciéndose veo a Dereck con los ojos rojos brillando de rabia.
—Lev, Lev, lev, no sabes controlar tu maldita promiscuidad en mi reino y eso te costara caro, maldito engendro asqueroso.
Dereck detiene su tortura y el chico idiota que al parecer se llama Lev comienza a hablar.
—Señor, mi amado rey, si lo he ofendido perdóneme —se acerca arrastras hacia Dereck, caminando como un perro pero sin tocar el piso con las manos, mas bien presionaba los codos para no hacerse más daño —, como siempre busco a una mujer para follar en las noches, no he hecho nada malo, mi señor, esto usted lo tiene permitido. Y más si es una simple mujer lobo sarnosa que después terminara muerta. Esas son sus reglas mi rey, pido su piedad.
Dereck lo mira con asco y sin tocarlo hace un movimiento con su dedo índice y corazón para alejarlo de él.
—Tu error fue a quien te acercaste esta vez —dice Dereck sonriéndole con maldad —, tu error fue acercarte a tu próxima reina —los ojos de Lev van hacia mi casi que saliéndose de su cara —, como te le acerques a mas de un maldito metro te sacare los ojos con los que matas y te destituiré de tu cargo, el mejor castigo para ti, sin poder y mendigando por el inframundo, siendo abucheado por tu desobediencia hacia mi. Solo porque nadie sabia que es su próxima reina esto será una simple advertencia.
Y con ese "solo porque nadie sabia.." levanto la mirada para darme cuenta que todos estaban viendo el espectáculo que había armado Dereck, haciendo que la gente tenga la idea de que será la próxima reina.
Por alguna razón me agito de excitación al escuchar de sus labios próxima reina, su poderío me enloquece más.
Dereck me hace señas para lo sigua.
Como puedo me levanto siendo la atención de todo el mundo, cuando estoy frente a Dereck nota que estoy tensa, me sonríe y me besa... ME BESA, ME ESTA BESANDO DELANTE ESTE MONTON DE GENTE.
Y mierda que no me puedo controlar. Le sigo el beso porque estoy muy agitada y deseosa de su toque que me importa una mierda la gente que nos rodea, cuando sus labios se despega de los míos siento la decepción recorrer mi sistema.
—No los veo continuar con lo suyo —ordena Dereck haciendo que todos continúen lo suyo como si nada.
La mano de Dereck rodea la mía y me guía hacia las escaleras, cuando subimos me lleva hacia el pasillo que conduce hacia su oficina, me acuerdo perfectamente del camino.
Cuando Dereck abre la puerta de su oficina y mis ojos se topan con una caja con huecos blanca envuelta en un moño rosa.
—Un pequeño regalo para ti —dice sonriendo.
Me acerco a la caja y cuando estoy frente a ella escucho un pequeño ladrido.
¿Un perro del mundo humano?
Cuando abro la caja me impacto al ver que no es un perro normal, es un perro del inframundo.
—Mi mascota... cerbero preño a una perra del inframundo y solo sobrevivió esa cría, ni la misma perra aguanto el parto, de siete perros solo sobrevivió este.
El perrito de tres cabezas comienza a lamerme cada cabecita.
—Hola perrito —me salida en respuesta moviendo su colita que al parecer es como una cola de serpiente.
—Lo único que no heredo de su padre... la serpiente en su cola.
—Pero ya tiene cola de serpiente...
Dereck se ríe y niega con la cabeza.
—Me refiero a una serpiente literalmente como cola —expando los ojos anonada.
Dereck se acerca a mi y cierra la tapa.
—¿Por que lo tapas otra vez?
—Más luego lo agarraras —mis ojos chocan con los suyos y la tención se elevo cuando sus labios se acercaron a mis oídos —, creo haber dicho que cada vez que te pusieras preguntona te comería el coño.
Mis piernas tiemblan y trago saliva.
Sus dedos se envuelven en mi muñeca y me guían por esa habitación que tiene en su oficina.
Los recuerdos me inundan como alucinaciones... y casi muero cuando me miro a mi misma llegando al límite mientras Dereck hacia lo suyo con sus dedos.
Mis piernas fallan y me doblo pero las manos de Dereck se aferran a mi evitando mi caída.
—¿Ahora si me contaras que es lo que te pasa? —Dereck me estudia toda la cara, la analiza para luego mirarme sorprendido —, ¿estás en celo? —me pregunta haciendo que me caliente más, el sudor corría por mi frente mientras mi pecho subía y bajaba.
—No... noo —Dereck me sonríe y me deposita un suave beso en los labios.
—Sí... si lo estás —me coloca derecha y me toma de las caderas —, como no me pude dar cuenta antes... —lo dice más para él que para mi —, claro, eres de linaje de Alpha reyes, tu celó es diferente a lo que he estudiado. Me di cuenta fue por tus pupilas dilatadas y tus mejillas sonrojadas, ¿que pasa, Annie? ¿Que le pasan a las Alphas como tú?
—Yo... yo...
—Dímelo... confía en mi —trago saliva.
—Me enloquezco, estoy viendo alucinaciones de nosotros follando en cada esquina, me duele el coño y no se detendrá, no parara hasta que me folles... o hagas otras cosas.
Su mirada no dejaba de ser sorprendida así que me tenso al no escuchar lo que pensaba sobre lo que me pasaba.
—¿Entonces... otras cosas? —tomo valentía y levantó la cabeza echando los hombros para atrás.
—Sí... otras cosas... pero solo me calmaría por tres horas más o menos, después de eso volvería a lo mismo, si lo hago yo misma me funcionaría pero por menos tiempo... el follar dura más... no recuerdo cuantas horas más... —sus labios atacan los míos callándome por completo.
Eso solo hace que mi locura aumente. Comienzo a apretarle los hombros con gran fuerza acercándolo más a mi, sus labios no abandonan los míos para nada, ni para respirar, me devora con dedicación y yo me siento como una drogadicta que cada vez quiere aumentar su dosis.
Me lleva entre caminando hasta la cama entre besos para luego dejarme caer con él encima.
Sin parar, sin detenernos.
Sus labios solo se despegan de los míos cuando lleva esos besos hasta mi cuello, mis manos van a su cabello para tirar de el con suavidad intentando controlar mi desenfreno.
Me lame el cuello provocando un gemido distorsionado, sus besos bajan más y más, tanto que ya lo tengo frente mi entre pierna subiendo el vestido que traía puesto, no tengo ni idea que momento llego a ese punto pero no deseo que se detenga, anhelo que siga... que continúe y no se detenga por nada del mundo.
Me muerdo el labio cuando retira mis bragas, pero rápidamente lo suelto y gimo cuando siento su lengua pasar por ahí.
—Mierda... —pronunció jadeando mientras mis manos quieren que Dereck se quede ahí.
Toda su vida, enterrando ahí... entre mis piernas.
—Sabes a gloria —su lengua hace tanto... pero tanto que en menos de dos minutos mi pecho está casi que explotando.
—De... De... —me muerdo el labio aguantando decir su nombre. Y cuando sus movimiento se resentirán los abro —, ¿que pasa? —digo frustrada.
—Di mi nombre —me ordena y yo niego con la cabeza —, Annie, no te pongas caprichosa y di mi nombre —siento su maldito aliento ahí, en mi zona caliente y lo único que quiero hacer con él es enterrarme su cabeza ahí y no sacarla jamás.
—Continúa... —le pido pero solo veo como pasa de una forma tortuosa su lengua, si entiendo placer y tortura a la vez.
—No hasta que comiences a gemir mi nombre.
—Solo es... solo un orgasmo, por favor —me sonríe dándole una lametón.
—Está vez te la dejare pasar Annie, porque hoy... escúchame bien —dice besando mi zona —, hoy serás mía totalmente.
Con eso continúa su trabajo haciéndome alterar con sus movimientos desesperados, por sus movimientos enloquecedores, por qué estoy apunto....
—¡De...! —me tapó la boca evitando nombrarlos mientras cabalgo mi orgasmo divino que me hace arquearme en la cama para luego desplomarme sin fuerza.
—Hoy... juro que de hoy no pasa el que menciones mi nombre, lobita —lame como un profesional mi excitación mientras yo voy reaccionando cada vez más y más.
Acaba de decir hoy... de hoy no pasa decir su nombre, de hoy no pasa que me folle, me tenso pero a la vez me da una sensación de emoción y reto.
Apenas comenzó el día, son las dos de la mañana y el día tiene veinticuatro horas, lo que si sé es que esto... no le durará más de tres horas, así que tendrá que hacer follarme o masturbarme cada tres horas hasta que me folle de verdad, esto es un martirio sentirse en celo es una locura.
Locura que me toca enfrentar... por haber nacido lobo, y más extremista, por haber nacido Alpha.
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Hi mushashas
La demora fue porque ya no cuento con el mismo tiempo de antes y si no es ocupación es estrés y el pensar en la universidad y las idas a estas, me voy muy temprano y regreso como tipo tres de la tarde y es a dormir... me da bloqueo de escritor.
Por eso pido paciencia, escribo cuando tengo ratos libres y me entra la inspiración.
Att: Eliana Batista❤️