Aurora
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Mi corazón retumba y aún así no me importa, saltó una y otra vez en medio de la pista con mis queridas amigas, era la noche más feliz de mi vida en muchos años, obtuve una gran promoción por mi campaña para Armani, sería una de las fotógrafas más importantes de la agencia y luego tras una cena de celebración por mis logros, mi amado Luke tras cuatro años de novios me pidió bajo la luz de las velas convertirme en su esposa. Podría reventar aquí mismo como una piñata de tanta alegría y no me importaría nada borraría está mágica sensación en el pecho.
-Vamos arriba Señora "Hadson" su futuro esposo tienen que estar esperándonos. Asiento tomando a Lily de la mano mientras voy detrás de Harper, subimos la escalera caracol haciendo ruido con nuestros silbatos viendo delante de mí esos invitados sorpresivos, sobre todo él.
Lo veo y la misma sensación peculiar vuelve a inundar mi pecho como una ola enorme, no sé qué es, pero me basta mirarlo para sentirme distinta, había observado toda la mañana su foto pensando cautelosa de dónde conocía esos enormes ojos azules, pero no obtuve ni una sola respuesta únicamente esa duda caótica dando vueltas por mí cabeza.
Me saluda y apenas nuestros dedos se rozan siento su toque frío enviando una corriente energíca chispear a lo largo de mi piel, no sé si es positiva, negativa sólo se que me provocaba un enorme torbellino entre las entrañas, el corazón se me estruja y sólo quiero hacerme pequeña dentro de Luke deseando perderme en alguna parte, logró zafarme de su agarré notando como cambia su semblante un poco, todo su rostro se retuerce en una mezcla de asco y rabia...pareciera estar delante de su peor enemigo. Da la vuelta y simplemente baja tan rápido por la escalera que apenas alcanzamos a verlo.
-Disculpen, iré a veré qué mosca le pico a mi hermano. El enorme rubio baja tras él mientras continúo como una esfinge en mi lugar, Luke logra despertarme dandome un beso en la mejilla, logrando que mis pies se activen de vuelta.
-Aurora ¿Estás bien?-Su voz logra traerme de esa fisura de tiempo y espacio donde me metí, me muevo de mi lugar, abrazándome a su cuello sintiendo el aroma suave de su piel devolviendome la tranquilidad.
-Si cariño no te preocupes.
-Ordene papas para acompañar nuestros tequilas.
-Te amo. Me besa el cuello riéndose divertido soltando con orgullo.
-Lo sé, por eso serás mi esposa.
-Y tú mi esposo. Le doy un beso y volvemos a nuestros asientos, quedándonos juntos mientras las chicas continúan enbobadas con mi anillo, era hermoso...nunca había sido una apasionada de accesorios caros, disfrutaba las cosas más simples... aún así amaba este por el significado que tenía, era una promesa, un sentimiento y el símbolo de futuro compartido.
El camarero nos trae las papas y nuestras bebidas mientras nuestra invitada pide para ella y su novio.
-Lo siento no terminaron de presentarnos me llamo Aurora ¿Tú eres?- Extiende su mano regalandome una amplia sonrisa.
-Jane, soy...la novia de Thor, es un placer conocerte Aurora, felicidades.
-Gracias.
-¿Hace cuánto se conocen?-Luke y yo nos miramos recordando.
-Hace cinco años y cuatro que somos pareja.
-Es cierto desde que Luke vio a Aurora, se volvió loco por ella. Exclama Eric mientras Harper le sigue avochornandome como un tómate.
-Es verdad insistió dos mes hasta que mi hermosa amiga acepto salir con él.
-Vaya que lindo, es un gran paso, realmente les deseo lo mejor.
-Gracias. Decimos los dos al unisono cuando veo regresar a ambos, una bola se forma en la boca de mi estómago haciéndome sentir intranquila a dónde sea que mire; se sienta al otro lado de la mesa pidiendo una bebida mientras mis amigos invaden de preguntas a Thor, lo había visto en algunas tapas de revistas pero realmente este tipo era enorme y con un fabuloso cabello, esos brillante y laseos que las chicas siempre ansiamos tener pero nunca conseguimos. Le ordenó a mi cerebro no mirar hacia el otro lado pero parece desobedecer la orden mental, viendo directo a dónde está ese tal Loki. Nos miramos y rápidamente esquivo la vista de lugar, me siento entorpecer a cada segundo por mucho que intenté mantener una compostura racional nada en mi parece estar en sincronía.
Ya no aguantar más y le pido a las chicas volver un poco más a la pista, bajo primera como alma que lleva el diablo perdiendome entre las masas, el tequila logra darme un poco de libertad muevo los hombros mientras mis amigas me toman de la mano llevandome de un lado a otro, logró tomar gusto por las canciones electrónicas, dejandola pasar através de mi cuerpo, me muevo en pequeños círculos serenando cada uno de mis sentidos cuando percibo una punsion directo a mí, veo hacia ambos lados quedando inmóvil igual a un cervatillo cegado ante dos faros, pues sus ojos eran así, enorme y luminiscentes desde donde estuviera podría ser admirados, estaba otra vez parado frente a la barra mirando directo a mi, vuelvo a sentirme mareada y con la garganta cerrada.
Agradezco al universo cuando Luke viene a buscarme, me invita a irnos de una buena vez de aquí y no dudo en aceptar. Recogo mi bolso y nos despedimos de cada uno de ellos, Jane me saluda igual de linda que Thor, pero al llegar el momento de vernos nuevamente tan cerca el corazón se me vuelve a hacer pequeño.
-Buenas noches Señorita "Aurora". Lo dice de una forma tan particular que no logró comprender si lo dice de buena o mala manera.
-Buenas noches. Es lo único que alcanzó a responder queriendo terminar cuánto antes esta noche.
Nos subimos al auto y apenas logró recuperar mi respiración normal, creí que aquella sensación del parque había sido una locura, una demencia pasajera pero no, la misma sensación había vuelto a interceptar mi cuerpo solo que está vez más larga en el tiempo.
-¿Te sientes bien cariño? O el tequila se te subió a la cabeza. Me río, recostandome contra el asiento del copiloto, asentando.
-Un poquito, pero nada que una noche de sueño no compense. Su mano rueda por mi pierna izquierda acariciando suavemente esa área.
-La noche es joven aún, me permites desvelarte un poco.
-¿Algun plan interesante?
-Eso sólo puedes decidirlo tú mi amor ¿Vamos a tú casa?
-¡No! ¡A casa no!-Recuerdo a mi pequeño amigo, no puedo dejar que se encuentre con Luke o él se brotará por todos lados.
-¿Qué sucede Aurora?
-Es que encontré a un gatito en casa, nadie a respondido por él...me conoces no podía echarlo a la calle.
-Lo se Cariño, no soy un desalmado, es más, sino aparece su familia te ayudaré a buscarle una. Me siento algo apenada pues era obvio que no podría conservarlo.
-Es muy lindo deberías verlo.
-Cariño sabes que no tengo problema con los animales crecí con tres perros y un hamster pero "Gatos" sabes que soy alérgico.
-Lo sé, me encargaré de conseguirle un lindo hogar, es muy mimoso...voy a extrañarlo.
Vamos hasta la casa de Luke en uno de los edificios más altos de Nueva York, no me gustaban los lugares altos lograban hacerme sentir incómoda con la sensación de estar siempre a punto de caer y eso me aterrorizaba, pero mi hermoso novio siempre cuidaba mantenerme lejos de las ventanas, segura entre sus brazos.
Disfrutamos juntos lo que queda de esta noche solos y en silencio, sus brazos logran refugiarme del enorme mundo que nos rodea hasta que sus ojos grises se cierran, giró tomando mi lugar al otro lado de la cama sintiendo el frágil sueño venir a buscarme, los párpados me pesan, dejó de luchar permitiendome partir al mundo de los sueños.
El cielo se ilumina tan claro como en los días de primavera, era una llanura amplia, perfecta más verde que el mejor prado que hubiera admirado en toda mi vida, puedo admirarse sobre la línea del horizonte una extraña ciudad sus relieves no eran iguales a los de Nueva York pero se veían muy interesantes para verlos de cerca.
El cosquilleo invade mis pies descalzos y puedo ver germinar otra vez esas hermosas flores, me inclinó a tomar una e inalo su perfume sintiendo aquella familiaridad, había algo en ellas tan lindo que me encantaba admirar. Unos suave toque rosa mis hombros pero no puedo ver quién es, su aliento cálido choca contra mi cuello envolviendome en ese aroma fresco y amaderado; llena mis pulmones bajando los niveles cardíacos de mi corazón, no sentía pánico pues aunque no lo viera algo me intuía que no me haría daño. Me abraza por la cintura pegandome contra su tibio cuerpo haciendo imposible escapar de aquí, aún así... no quiero eso, se sentía bien, cómodo, seguro, protector como solían ser los abrazos de mi madre, apoyo mi cabeza sobre su hombro quedándome aquí el tiempo necesario disfrutando está hermosa sensación que viaja a lo largo de mi sistema sin pronunciar una sola palabra en contra.
El calor de sus labios se funde sobre mi piel logrando a vivar las llamas de mi corazón, las mejillas se me insendian tomando con cuidado las manos que resguardan mi cintura; sus dedos juegan entre los míos en un hermoso vaivén.
-Este es tu hogar, de aquí surgiste y todo lo que hay en esta tierra es tuyo...yo te pertenezco tanto como tú a mí. Su voz era fuerte y gélida no como la de mi novio.
-¿Luke?
-Tu sabes quién soy, sólo debes recordarlo. No logro procesar lo que quiere decir cuando vuelve a abrazarme.
-Hice una promesa por tí y no voy a romperla, ni cuánto lleve, volveremos a estar juntos Cordero.
Me levanto agitada sintiendo el sudor a ambos lados de mi cara, tengo taquicardia y un horrible dolor de cabeza que imagino ver una bruma dispersarse en medio de la recámara, me levanto pero todo el departamento está en orden.
-¿Aurora estás bien?-Vuelvo sobre mis pasos, metiéndome nuevamente a la cama, acurrucandome entre los brazos de Luke aún con la mente dispersa tras esa horrible pesadilla, intento pensar en otra cosa lo que sea, dulces, historias hasta finalmente lograr dormirme.
La alarma suena y tomó un poco de ropa limpia que tengo aquí, nos damos una ducha quitándonos la jaqueca de anoche con un poco de agua fría, preparó un rápido desayuno para los dos viendo a Luke con su sexy traje gris de oficina, hacia lucir sus hermosos ojos grises enmarcados en ese indomable cabello castaño por las mañanas, le arregló la corbata negra dándole un beso antes que se vaya.
-Ten un buen día cariño.
-Tú también amor, te veo a las 19hs.
-Mas te vale, o me divorcio de tí antes de llegar al altar. Le digo a modo de juego viendo su enorme sonrisa aparecer.
-Entonces estaré ahí a las 18hs.
-Eso me encanta. Toma un cupcake de la mesa caminando hacia la puerta cuando regresa sobre sus pasos.
-Amor debo decirte algo antes de irme.
-¿Qué sudece Luke?-Se rasca la frente y esa jamás es una buena señal.
-Sabes que es imposible no hablar con él en mi trabajo, me preguntó ayer por los papeles y tal vez...en esas... conversaciones rápidas que mi padrino genera...se me escapó algo sobre la exsivisión.
-¡LUKE! ¡¿Cómo pudiste contarle?!
-Lo sé cariño perdóname, pero ya sabes cómo es...no pude guardarlo, cuando me di cuenta ya se me había escapado. Bufeo con sólo imaginar lo que vendrá, no quería saber nada con él y su mundo pero se empecinaba en volverme loca.
-Aurora te amo y aceptaré lo que decidas pero siendo honestos...yo no veo ninguna mala actitud en mi padrino, sólo quiere protegerte el no tiene la culpa de los errores de tú padre.
-Yo no lo culpó, pero no quiero nada de su mundo Luke, pero él me obligó a mantenerme atada a su negocio cuando yo no tengo relación con nada, crecí en Texas con una madre y mucho campo, nada que sea de mi padre será jamás mío.
-Cariño. Deja su portafolio y me toma de la cintura, llevandome contra su cuerpo; no me gustaba hablar sobre ellos pudo haber pasado mucho desde que mi Madre y mi Padre se fueron pero aún había heridas muy difícil de cerrar.
-Ya no importa, me da igual si va o no, es mi noche y nada va a arruinarmela.
-Asi se habla señora Hadson, está es la noche de mi chica y ni la torpe lengua de su novio no lo arruinara. Me da un beso y se despide yéndose a trabajar.
Salgo de su casa volviendo a la mía, tenía aún un poco de material que deseaba llevar a la galería para exibir, contaba con algunos espacios libres que no me convencían del todo, abró viendo todo impecable como lo había dejado, apoyo las llaves y llamo a mi pequeño amigo sin verlo por ningún lado.
-Minino, pequeñito ¿Dónde te metiste?-Lo llamó pero no aparece, voy a la recámara buscándolo como una loca, me echo al suelo, viendo bajo la cama, abró el armario y tampoco está cuando oigo el maullido detrás de mí espalda.
-¡OH! ¡Ahí estás lindura!-Lo tomó, abrazándolo con todas mis fuerzas, pero a diferencia de las últimas veces no se siente de la misma manera, no ronronea, ni me observa su pequeña mirada verdosa se va hacia otro sitio.
-¿Qué pasa? Te enojaste porqué no pase la noche aquí, lo siento, fue un día muy importante ¡Si te lo contará! Y hoy será aún más ¿Sabes?. Le doy otro beso sobre la cabeza pero sigue en el mismo temple desabrido.
-Vaya dos días de hogar y ya te volviste un minino egocéntrico, gatos todos son iguales. Lo bajo y voy a revisar su plato, al menos a comido no tendré que ir al veterinario de urgencia. Le colocó un poco más de Atún fresco y voy a mi escritorio en busca de las fotos que faltan, seleccionando algunas posibilidades, las llevo fuera haciendo los pisos hacia abajo metiendolas al auto, cierro y hagó un viaje hasta la galería revisando los últimos detalles para esta noche; June me recibe acompañándome en esta locura que me dispuse a iniciar, era demasiado cambiante pero ella lograba siempre ayudarme con paciencia dando su óptica, me posicionó en el centro de la sala notando cada ángulo en sincronía me encanta, es el trabajo de dos años pero la primera en la cual me animo a exponer, Luke fue quién más motivo este proyecto, por mucha vergüenza que a mí me diera, el asegura que mis fotos debían ser admiradas por más personas.
-¡Oh Aurora! Me encanta tiene estilo e impronta, estoy segura que será un éxito.
-¿Te parece?-Su sonrisa se ensancha dándome una palmadita en el hombro.
-Por supuesto Linda, son fotos increíbles de ángulos muy diferentes a los típicos en Nueva York. Mira hacia atrás elevando su voz con picardía.
-Oye ¿Y ese guapo quién es? Está demás decir que es un excelente primer plano. Doy la vuelta viendo la última foto de la colección habia sido un cambio de última hora ayer pero sinceramente comenzaba a arrepentirme de ello.
Aunque en verdad era un excelente plano...su mirada cobraba el mismo impacto que tenerlo de frente.
-Sabes qué, quiero cambiarlo, no me convence esa foto, creo que la del faro irá mejor. Apesar de la pequeña protesta de June, lo modifico a mi elección guardandolo en la bodega con todo el resto de material restante. Era una actitud infantil pero no me gustaba verlo después de anoche, había algo extraño en él, indesifrable y misterioso capaz de estrujar mi corazón cada vez que lo veía.
Doy una última vuelta por la galería sintiéndome una expectadora, olvidó que esto es mío, disfrutando la sincronía e hilo conductor que transmite cada imagen, un pequeño paseo por los rincones de Nueva York en un sólo lugar, me gusta y espero que al público también.
Vuelvo a casa notando la hora, había pasado mucho tiempo, entre mi revisión y el viaje de regreso se me había ido buena parte de la tarde. Corró a mi habitación viendo el enorme paquete sobre la cama, los ojos me brillan seguramente como siempre pues amaba recibir obsequios, pero está hermosa caja verde obtuvo toda mi atención, abró la tapa viendo dentro el hermoso vestido blanco perlado.
"De quién más te ama en el mundo."
El rubor estalla sobre mis mejillas y no puedo creer que sea tan lindo, sin duda tendría el lujo de casarme con el caballero más espectacular de este planeta. Me meto a la ducha dándome un largo baño con escencias relajantes, apenas salgo me seco el cabello recogiéndolo en una semi coleta, me doy una fina capa de maquillaje antes de colocarme el vestido tubular, tiene un gran corte al frente y la espalda completamente desnuda, revelando más piel de lo que esperaba, no de modo obseno pues no revelaba ninguna parte comprometedora, pero me costaba lograr imaginar a Luke eligiendo algo como esto, aún así no me desagradaba, era lindo... diferente. Me colocó los tacones altos negros y un tapado encima, llevándome lo indispensable en el bolso, salgo y me subo directo al auto, volviendo a hacer el mismo recorrido através de la ciudad, sintiendo mi corazón oprimido, si continuaba así los nervios terminarían por matarme.
Bajo viendo el movimiento de camareros, June era una de las mejores organizadoras de eventos pero me resultaba extraño esto, no lo habíamos acordado.
-¿Qué está sucediendo?
-Yo te pregunto a tí, contrataste catering y Dj sin avisarme.
-¿Yo?-Me quedó boquiabierta sin entender cuando oigo el ruido de la puerta.
-Ese fuí yo, no hace falta agradecer. Su sola voz me da escalofríos y vuelvo la vista hacia atrás, se quita los lentes viniendo directo a mí.
-¿Cómo está la querida aurora boreal? Es chiste, no te ofendas pequeñita. Bufeo, recordando que de todas las herencias que mi padre pudo dejarme Antoni era la peor.
-¿Qué haces aquí Tony? ¿Por qué tragiste todo esto?-Se mete las manos en el bolsillo sin inmutarsele un pelo.
-Mi ahijado me contó sobre tú muestra y debo decir que está fantástica, muy cool te compraré algunos para mí nueva casa se verán espectaculares estoy seguro.
-Oye, concéntrate, te hice una pregunta.
-¿Qué? ¿Hablas del Catering y el Dj? Sólo es una atención, tenía más ideas pero Pepper dijo que podía ser algo llamativo para tí.
-Pues agradecele de mi parte su sabía intervención, ya tener a Iron Man aquí...es demasiado brillante.
-Somos familia, no podía faltarte a tí pequeñita. Le señalo nuevamente lo obvio pero que el se niega a aceptar.
-Tony no somos familia.
-¿Eres Aurora Stein? Hija de Obadiah Stein por ende tendrás siempre mi cuidado aunque no te guste.
-Me conociste cuando tenía 18 años y no me dejaste venderte el total de mis acciones.
-¡Porque la filantropía no lo es es todo! Debes tener tus demás inversiones e hice bien porque el 15% que te hice conservar tiene el triple de su valor desde que soy Iron Man.
-No me importa ese dinero, ya te lo dije un millón de veces y no está demás repetirte que no soy Stein sino Lewis, Obadiah jamás fue un padre para mí, pudo tal vez ser el tuyo pero no el mío.
-Curioso, ambos tuvimos padres pero jamás estuvieron realmente con nosotros...eso nos vuelve como hermanos...obvio que tú cómo mi hermanita.
-Basta Tony.
-Oye, se que no te simpatizo mucho y no terminó de entender bien en el porque, pero mi relación con tú padre...a quedado en números rojos ¿Sí? No eres como él, es obvio pero también eres su única hija y mi responsabilidad será siempre cuidarte por mucho que eso no te guste piojo.
-Hay por dios ¿Por qué a mí?-Toma mi mano haciéndome dar una vuelta en mi lugar.
-Vaya luces increíble ¿Quieres darle el primer infarto a mi ahijado? Si es así, estas en el camino correcto señorita.
-Tu ahijado fue quién me lo regaló. Le señalo causado el brillo orgulloso en sus ojos.
-Era obvio, tiene un excelente gusto, tiene a quién heredarlo... ahora bien pequeña Aurora boreal iré a ver cuál de tus fotografías compraré, aceptas cheque, débito o efectivo.
-Si dejarás de hablar por 20 minutos, te regalaré la que más te guste.
-Te tomó la palabra. Finge un broche en sus labios y comienza a caminar por la galería admirando en silencio mi trabajo de años.
Los invitados comienzan a llegar y algunos curiosos que recorren la ciudad, pronto me veo rodeada de un notable público que recorre los pasillos admirando mis fotos, me siento hiperventilar sin encontrar un sólo punto seguro donde mirar cuando una mano se posa en mi espalda.
-Por favor, si eres digna de un cuadro.
-Luke. Apenas doy vuelta viendo sus maravillosos ojos grises serenando mi alma. Lo abrazo tan fuerte como puedo; borra cada uno de mis miedos y vuelvo a sentirme tranquila.
-¿Estás bien mi amor?
-Si ¿Qué pasó? ¿Por qué no llegabas?
-Lo siento cariño, el tráfico era un desastre a esta ahora. Sus brazos me encierran dentro de él regalandole una bonita sonrisa.
-¿Ya te dije que luces asombrosa?
-No. Me besa.
-No sólo asombrosa, increíble, sublime, encantadora y...muy sexy, hiciste una excelente compra, te vez como un hermoso sueño. Quedó en blanco observandolo con intriga sin poder evitar la pregunta:
-¿Compra?
-No me digas que te lo presto Harper, porque no se lo devolveras quiero verte en casa así de increíble. Ni siquiera alcanzó a darles una respuesta cuando aparece delante de mí ese enorme rubio robándose la atención del público, Jane viene a su lado con un entallado vestido azul Francia y esa mirada dulce igual que anoche.
-Buenas noches.
-Buenas noches...-Digo sin creer volver a tenerlos enfrente, los miro a ambos dudando hasta de mi propio nombre cuando Jane parece leerme la mente.
-Lily ayer nos contó sobre tú muestra, la fotografía es una disciplina que me encanta, tiene magía, no soy muy buena para tomarlas pero me gusta ver y ya que Thor está recorriendo la ciudad me pareció un excelente plan para realizar.
-Es cierto, es un gran trabajo her... "Hermoso" de ver Lady Aurora.
-Les agradezco, disfruten la noche.
-Gracias. Thor avanza a la par de su novia echándome una última mirada a mí, tan inocente y dulce como un cachorrito, los ojos le brillan iguales a un niño y no entiendo el por qué.
Una chispa baila a lo largo de mi columna vertebral, tan vibrante e imponente que la propia fuerza de mis pies me obliga a voltear, encontrandolo al otro lado de habitación con su traje Jacket oscuro y una copa de champagne en la mano derecha.
La paz que logré sentir hace un momento se derrumba en nanosegundos al verlo allí, la dulce armonía qué Luke supo plantar en mí se disuelve volviendo la tierra bajo mis pies un maldito sismo, el corazón se me acelera y dejo de respirar a un modo normal, la adrenalina inunda mis venas mientras el sentimiento de pánico me revuelve el estómago, era un desastre, un maldito desastre cada vez que él aparecía nuevamente delante de mí.