— Hola bienvenidos a Ander's ¿Que desean servirse?
Jueves. Un simple Jueves por la tarde en Ander's. Marie se encontraba tomando pedidos en todas las mesas, el lugar estaba increíblemente repleto. Marie nunca pudo haberse imaginado que toda la escuela en estos cuatro días de haber iniciado la preparatoria estarían pasando por su local.
— Queremos dos malteadas de chocolate más 2 hot dogs, porfavor
— Enseguida.
Más que la especialidad de la casa sean los pasteles, también Marie decidió lo que es agrandar la carta y tener una variedad de menús para que la gente disfrute de comida rápida, la cual tuvo una excelente aceptación.
Marie se retiró con los pedidos de los dos chicos quienes estaban hablando de algo de manera muy exaltada, pensando en su amigo, Lucas.
— ¿Tú crees que Lucas ya no se quiera juntar con nosotros? –pregunta el chico de pelo rizado– por que por lo que veo sólo quiere ser popular, es decir, no está mal pero...
— No lo creo, Dustin. Tal vez el ser popular no sea tan mala idea, todos te ven y no hacen como que no existieras sólo por ser un... nerd –comenta el chico de pelo negro y tez pálida, Mike.
— Vaya que sonó deprimente eso maldita sea. No digas tonterías mejor no pensemos en eso. Hay que ver como hacer que Eddie cambie la reunión del club para poder asistir al partido de los Tigers.
— Dos malteadas de chocolate y sus hot dogs, aquí también tienen algunos aderezos y de regalo una porción de papas fritas con salsa de queso.
— ¡Vaya!
— ¡Muchas gracias! Papitas gratis
— Bienvenidos a Anders –Marie les brinda una sonrisa reluciente para luego alejarse lentamente mientras escuchó un susurro.
— ¿Ella no es la chica que Eddie molestó el primer día?
Marie sólo siguió avanzando mientras giraba los ojos al escuchar el nombre del chico. Los demás días de escuela el chico solo la miraba de lejos mientras Megan lo fulminaba con la mirada, pensando que era sólo para molestarlas.
Pero lo que no sabían las chicas, es que Eddie sólo miraba para captar la atención de Marie para volver a sentir la conexión de miradas cuando se conocieron. Los hermosos ojos avellana de la chica fue como cien cargas eléctricas para Eddie.
— Hola, pastelito
Hablando del rey roma.
— ¿Qué haces aquí? Y me llamo Marie, no pastelito
Marie da un impulso con sus patines pasando por el lado de Eddie, ignorándolo por completo.
— Es un pueblo libre y –toma la carta– vengo a consumir como buen ciudadano que soy aportando a la economía circular de este pueblo
— Si vienes a hacer el ridículo en mi local o algún ritual demoníaco juro que te perseguiré hasta que te arrolle con un camión de mil toneladas
Eddie levantó las cejas para luego mostrar una sonrisa.
— Sólo quiero una malteada de vainilla pero en vez de salsa de caramelo la quiero con salsa de chocolate
— No hacemos cambios de salsa
— ¿Qué dices, Marie? No te preocupes, yo te hago el cambio de salsa amigo
Comenta Matt y mira de reojo a Marie quien bufa y se dirige hacia el mostrador para pasar directamente a la cocina seguida de Matt.
— ¿Qué te pasa? No debes tratar así a un cliente
— Es un tonto, va en mi escuela
— ¿Y? Todos aquí van en tú escuela, genio. Por muy mal que te caiga no debemos de hacer las cosas mal si en realidad nos ha ido excelente
Matt tenía razón, no podía simplemente arruinarlo si Eddie Munson se encontraba en el lugar. Suspiró.
— Ve y hazle la malteada como una buena chica y si quieres dale un beso
— ¡Ew!
Matt sale de la cocina mientras que Marie arregla su vestimenta para dirigirse a hacer la mejor malteada con la mejor cara al mejor cliente, según sus sarcásticos pensamientos.
Ríe.
— Vaya, si tienes humor –comenta Eddie.
— Con lo que me cae bien
Matt la mira con una mirada de asombro.
Rayos, pensó la chica. La cagué.
— Pues deberías reír más seguido, te alarga la vida.
Ayúdame con algo.
— No
— Oh vamos, no seas tan amargada
Matt suelta un sonido y Marie lo mira fulminante, Matt hace que está contando los billetes de la caja mientras tose, en eso Eddie no presta atención y saca de su bolsillo dentro de su chaqueta de cuero un periódico junto con un lápiz.
"Idiota" pensó Marie refiriéndose a su hermano.
Marie agregó dos bolitas de helado de vainilla para luego verter la salsa de chocolate y crema batida y terminar con una perfecta guinda como corona de la malteada.
— Aquí tienes
— Gracias
Eddie toma aquella malteada y le da un gran sorbo bajo la mirada expectante de Marie.
— Dime qué palabra puede ser utilizada para hacer mención a un momento crítico o decisivo.
Marie frunce el ceño.
— ¿Para qué?
— Estoy resolviendo este crucigrama –muestra el diario– llevo desde la mañana
Marie sólo suspira y va hacia una mesa para recoger los platos sucios de los anteriores clientes. Realmente no le importaba ayudarlo a resolver un estúpido crucigrama, aún le quedan dos horas para poder cerrar el local.
— ¿Tienes algo?
Marie vuelve a suspirar, esta vez resignada y aceptando su mala suerte.
— ¿Trance? –responde Marie frunciendo el ceño.
— No, debe tener siete letras
— Hubieras partido por ahí
— Bueno, el orden de los factores no altera el producto y fallaste de todos modos
Eddie levanta los hombros y Marie lo fulmina con la mirada. Aquello no le gustó a la chica y ya lo tomó personal, le gustan los retos y definitivamente la actitud de Eddie era retadora.
— Deja ver
— Lo que tú quieras
Marie le arrebató el periódico, Eddie sonrió ya que su respuesta en su mente la ha tomado con un doble sentido.
— Palabra que puede ser utilizada para hacer mención a un momento crítico o decisivo –lee Marie.
— ¿Crisis?
— ¿Por qué sería crisis?
— Pues es un momento critico, ¿no? Estar en crisis –responde Eddie.
Marie achina los ojos pensando si su respuesta estaría correcta, la cual escribió sobre una servilleta antes de en las casillas.
— No da con la palabra de arriba, la vocal no coincide –comenta.
— Marie, los niños de la mesa 6 creo que te llaman
Marie mira hacía los dos niños que anteriormente estaban sentados para luego hacerle unas señas para que se acercara, lo cual hizo.
— Díganme en qué puedo ayudarlos chicos.
— Tú, tú eres nuestra salvación
— ¿Salvación?
— Tú tienes que distraer a Eddie para el partido de mañana –comenta el chico de pelo rizado.
— ¿Eddie Munson?
— ¡Sí! Por favor, ¡haremos lo que quieras!
El chico rizado junta sus manos en forma de súplica.
"¿A este que le pasa?" Pensó Marie.
— ¿Por qué debería de distraerlo? No somos amigos y perdón que se los diga pero no los conozco
— Soy hermano de Megan, ella me ha hablado mucho de tí
— ¿Tú eres Dustin?
— ¡Sí!
Marie mira a ambos chicos, no se ven niños traviesos o que Eddie les haya pagado para una broma, inclusive se ven algo de confianza. "Sólo será por un rato" dijo en su cabeza. "Sólo porque es el hermano pequeño de Megan"
— Está bien, los ayudaré. Mañana hablamos a la hora de almuerzo ya que ahora estoy trabajando.
— ¡Sí!
Ambos chicos chocan las palmas para luego levantarse del lugar y despedirse alegremente.
— Muchas gracias Marie, eres crucial en esto, te lo compensaremos –dice Dustin alegre.
La chica asiente y recoge los platos para llevarlos a la cocina, se detiene de golpe saliendo de esta bajo la atenta mirada de Eddie quien le da un último sorbo a su malteada.
— ¡Crucial! –chilla– ¡Prueba con crucial!
— ¡Eso es! –grita Eddie para escribir en el periódico
La gran mayoría del lugar se giró por el repentino e inesperado grito de ambos, Marie y Eddie contaban las casillas del periódico para luego ver que la palabra coincidía.
— No eres tan mala, pastelito
— Ya te dije, me llamo Marie, Munson
— ¿Marie Munson? ¡¿Tan rápido quieres ir?!
— No seas idiot*, no quiero nada contigo
— Primero tienes que recuperar mi amor, tú trato hacia mí no me gustó en lo absoluto
— ¿Quieres un buen trato después de asustarme y de fulminarme con la mirada todos estos días?
Eddie levanta ambas cejas.
— Tenía mis razones
— Oh, claro. Molestas y luego me pides que recupere tu amor tipo que te dedique Still loving you de Scorpions, no jodas
Eddie abrió los ojos mientras chasqueó los dedos y me apuntaba.
— ¿Conoces a Scorpions?
— ¿Quien no conoce Scorpions?
Eddie asiente de forma extraña mientras no quita la mirada de Marie, esta sólo frunció el ceño y no paraba de lanzar palabras de lo extraño que es Eddie, cada vez le queda más claro el porque el apodo de "rarito Munson"
— Muy bien, me iré
— ¿Tienes que ir a tu secta de satanismo? –suelta Marie mientras secaba unos vasos.
No es ninguna sorpresa que pensara que Eddie pertenecía a un club de satanismo, al usar una camiseta de "Hellfire" aludiendo al diablo.
¿Qué más podría pensar?
— ¡Voy a ir a cazar algunos niños que no se comen sus vegetales para poder asesinarlos y quitarle los ojos mientras duermen!
Eddie toma su periódico y sale de Anders bajo la atenta mirada de algunas personas, Marie sólo parpadea varias veces pensando en lo raro que puede lograr ser.
— Vaya, es algo...
— ¿Raro?
— Intenso, iba a decir intenso –comenta Matt.
Marie sólo suspira y comienza a limpiar el local el cual ya está quedando cada vez más vacío, siendo ya casi las 22:00hrs. Luego de cerrar caja y ver las ventas del día ambos hermanos se van felices hacia su casa, la cual estaba vacía junto con una nota de su hermano mayor el cual decía que no llegará a casa por algunos temas en la comisaría.
Los hermanos se quedan conversando hasta unos minutos más sobre el día y de Eddie Munson, Matt sólo decía que el chico es intenso pero es algo interesante. Marie sólo se reía y trataba de explicarle las mil y un razones que hace que Eddie Munson sea la persona menos interesante del planeta.
No es secreto que la chica lo aborrecía.
¿De donde viene tal odio hacia el chico amante del metal y el rock? La respuesta es simple, no le gusta su simple presencia.
Luego de discutir con su hermano se dirige a su habitación para poder dormir, mañana es el último día antes del fin de semana el cual recordó que para su mala suerte, tendrá que pasar una noche de día Viernes con la persona a quien menos quería ver en estos momentos; Eddie Munson.
— Me debes una grande, Dustin Henderson.
Y sin más, se durmió sobre la cama con su vestimenta de trabajo, dejando como finalizado el día de escuela y trabajo.
[...]
— Hoy llegaré tarde, necesito hacer unas entrevistas a algunas personas del pueblo –dice Malcolm.
— De acuerdo, pediremos algo para comer y te dejaremos en la nevera –dice Marie abrazando a su hermano en forma de despedida.
— Por favor, el dejarme una rebanada y bordes de pizza no significa guardarme comida
— ¡Fue Matt! El se comió tus otros trozos –dice la chica.
— ¡Blasfemias! –la apunta Matt.
Era cierto, Matt siempre terminaba comiéndose la comida que Marie le guardaba a su hermano mayor.
Luego de discutir por unos minutos quien se devoraba los trozos de pizza, Matt se dirigió en su auto hacia la preparatoria Hawkins para ir a dejar a su hermana, prendió un cigarrillo dentro del auto mientras Marie se preparaba para bajar.
— Espera –dice Matt.
Matt hace un ruido de llantas justo en la entrada de la escuela, llamando la atención de todos los estudiantes que estaban ahí, observando aquel chevrolet camaro z28 de color negro.
— Ahora sí puedes bajarte
— No puedo creerlo –susurra Marie.
— ¡Qué tengas lindo día, traidora!
Matt arrancó el auto apenas su hermana cerró la puerta.
"Relativamente soy su jefa, si no fuera mi hermano lo despediría", pensó la chica mientras se adentraba hacia la escuela en dirección a su casillero, al abrirlo se encuentra en el espejo de este a Megan mirándola con la cara asombrada.
— ¡Dios Santo! Que miedo, jod*r ¿Por qué no dices que estás atrás?
— No me digas que estás saliendo con un bombón
— No estoy saliendo con nadie, Megan
— He escuchado que un chico realmente guapo te ha venido a dejar a la entrada de la escuela en un CA-MA-RO, ¿Sabes lo que es eso? No es sólo que estás saliendo con él, ¡te lo estás foll*ndo! –apunta Megan.
— ¡NO! ¡EW!
— No creo que hayas dicho "¡Ew!" cuando pusiste tú lindo trasero en un lindo Camaro
— Digo "¡Ew!" Porque este lindo trasero estuvo en un lindo Camaro, pero en el de mi hermano –aclara.
Megan abre los ojos y su boca, dejándola en forma de "O" mientras asiente, pensando en lo est*pida que se debió haber visto.
— Pues deberías presentar a tu hermano, ya sabes para conocer más de ti y de tu familia
— Espero que sólo sea por eso y no por el Camaro
— ¡Qué cosas dices! Pff, no te creas
— Hablando de hermanos, ayer conocí al tuyo
— ¿Dustin? Ayer me dijo que iría a Ander's con un amigo. Si te pidió un descuento por que dijo que es mi hermano te juro que te lo pagaré y lo golpearé para que no lo vuelva hacer.
— Ojalá hubiera sido eso. No lo creerás
Ambas chicas entraron al aula de clases de ciencias, tomaron asientos para poder seguir la conversación.
— Me pidió que distraiga a Eddie Munson hoy a la hora del partido –susurra Marie.
— ¿Es enserio? –susurra de vuelta– ¿Por qué te ha pedido eso?
— No lo sé, le dije que me buscara hoy al almuerzo. Ayer había demasiada gente en el local y no podía quedarme a hablar con tu hermano toda la noche
— Cierto, tal vez el idi*ta de Munson lo hizo para molestarte
— No lo sé, tal vez. Pero es algo importante para tu hermano por lo que veo
— Ow, ¿eso quiere decir que lo ayudas porque es mi hermano? Eso quiere decir que me adoras.
— Pues claro que lo hago porque es tu hermano, Megan –dice Marie con obviedad– ¿Crees que quiera pasar tiempo con el chico de ahí?
Marie apunta a Eddie quien se encuentra tocando la guitarra imaginariamente con una escoba, mientras anota algunas cosas en una libreta con su lengua afuera.
— Obviamente no –responde Megan riendo.
Aunque debe admitir, que le pareció algo tierno la forma en la que el chico de pelo largo se mostraba concentrado en lo que sea que estuviera haciendo.
"Tal vez no sea tan diabólico" pensó.
•••