Annie
Y desde ese día no volví a verlo, no le conté nada a nadie, ni siquiera a Dani que me miro extraño cuando me vio salir "del baño" sin sándalias, solo pedí que nos fuéramos ya de ahí.
Le conté a mi hermano lo que pasaba en la frontera del mundo de los demonios y se enojó más, obviamente no le conté que entre pero si se enojo por acercarme ya que era muy peligroso, los demonios tienen órdenes exactas de matar a cualquier lobo.
Y creo que al parecer fuimos al matadero porque nos emborrachaban solamente para después matarnos a todos, cosa que no pasó después... creo que la misericordia alcanzo a Dereck y no mato a ninguno de los que iban con nosotras, como si nunca hubiésemos estado ahí.
Después del sermón de Danton su rabia se apaciguó cuando me contó que el libro le había funcionado.
La zona de demonios y hombres lobo ahora es custodiada por guardias y no le permiten el paso ilegal a nadie, ahora es imposible cruzar.
Fue una maldita estupidez hablar porque gracias a eso varios transportes de cosas necesarias fueron frenados, ejemplo de eso: en el mundo de los demonios necesitan una planta muy importante que ayuda a sanar las enfermedades raras de los demonios , ¿raro no? Un demonio enfermando, pero si, solo que sus enfermedades son rarísimas, esa planta solo crece aquí en las manadas de hombres lobo, la única tierra fértil para ese espécimen raro de Planta...
O bueno, creo que también crece en el mundo de las hadas pero no recuerdo bien si lo leí en un libro de mitos o en uno informativo.
Estoy mirando a través de la ventana de mi habitación y ahí está... Dereck, después de un mes desde que fui al inframundo.
Está aquí en la puta casa de mi hermano. Un demonio lo acompaña al lado tiene lentes y parece su secuaz, lo acompañan cuatro demonios con ojos de cabra y cuernos de cabra también, detrás de él, trago saliva al ver sus uñas largas y puntiagudas, patas de animal.
Joder... ¿Dereck no pudo traer a unos guardias más bonitos?
Porta un traje similar al que vi que llevaba cuando estaba en el inframundo, la diferencia es que está todo arreglado y se ve mejor.
Mi corazón amenaza con salirse cuando nota que lo estoy viendo a través de la ventana de mi cuarto.
Cuando sus ojos chocan con los míos me sonríe, ese simple gesto me hace saber que después de hoy toda mi tranquilidad se irá al carajo.
—¡Mierda! —suelto, me alejo de la ventana y me muerdo la uña del dedo pulgar.
Alguien abre mi puerta y me giro con rapidez.
—No salgas de tu habitación —me mira con severidad Danton —, estás advertida, Annie, espero que me obedezcas.
Asiento con la cabeza y el entrecierra los ojos y yo ruedo los míos.
—Deja la puta exageración, ¿quien vino? El presidente? ¿Por qué no quieres que salga? —lo veo tensarse.
—Deja de hacer preguntas pendejas y obedece —me cruzo de brazos y él se acerca a mi para besar mi frente —, no seas terca Annie.
—Me dijiste que vendría un hombre muy importante en la producción de alimentos de la manada luna fértil.
—Y así es...
—¿Por qué no puedo salir entonces? Todos saben que existo, no entiendo porque tanto encierro, pareces loco Danton —me apartó y le doy un zape —, déjate de pendejadas.
—Solo obedece, Annie —sale de mi habitación dejándome confundida.
Bien, de igual forma me iba a quedar aquí, no me lo quiero enfrentar ¿o si?
Lo quiero ver, pero tengo que quedarme aquí, joder, no he pasado de pensar en ese encuentro que tuvimos, como me tocó... como mi coño chirrió por él, como vibre.
Como mi corazón casi sale de mi pecho.
El aroma se hace intenso y ahora que estoy lúcida sin bebida alguna tengo que respirar hondo y llevarme la mano al pecho para controlarme.
•••
•ESTÁ AQUÍ, ¿Qué mierda esperas niña? Me emborrachaste y por eso no pude hacer nada pero ahora estoy lúcida —dice mi loba Clo alterándome más.
•Es un cabron de mierda, no, no debemos ir, no debemos salir —le digo en voz alta.
•No te voy a presionar porque se que tu misma vas a ir como cordierita enamorada... vamos está más bueno que la pizza, se ha convertido en un hombre hecho y derecho de dos metros, ¿viste esos ojos rojos?
•Los vi bien...
•¿Entonces cuál es el problema? Es nuestro, de nuestra propiedad, además, no me hagas recordarte como te tocabas el coño hinchado recordando como te manoseó como fruta de mercado.
Me llevo una mano a la frente.
•Vamos vez por el dibujo que tienes debajo de tu almohada...
Le hago caso y saco el dibujo de Dereck, desde hace años que lo conservo y lo llevo conmigo ha donde voy... bueno, a donde voy a quedarme a dormir.
Es un maldito idiota, no lo quiero ver.
La curiosidad me vence y ya estoy saliendo de la habitación yendo por las escaleras para ir directo a la oficina de mi hermano.
Por suerte Danton dejo a todos sus guaridas fuera e igual están afuera los de Dereck.
Cuando llego frente a la oficina, pego mi oreja en la puerta, mi corazón amenaza con salir y puedo escuchar los malditos latidos de mi corazón, los escucho, mierda creo que moriré sino me calmo.
Respiro hombro y comienzo a recitar la frase que me enseño una bruja para volver el aroma menos intenso, o sea, necesito que Danton crea que sigo en la habitación no con la oreja pegada a su puerta.
—La falta de la planta triada a matado a varios demonios, no puedo permitir que mueran —escucho la sexy voz de Dereck del otro lado —. Por eso quiero hacer un acuerdo de paz, necesito suministros de esa planta, puedo darte algo muy importante a cambio, no sé... ¿el alma de tu...?
Escucho el gran golpe a la mesa.
—Cállate, no haré ningún trato contigo, no acepto que me vengas a mendigar aquí a mi casa, lárgate —le dice mi hermano con desprecio.
—No te vengo a mendigar, vengo a negociar, jamás le mendigaría a un pulgoso, pero ya que no quieres cooperar entonces que se despierte la guerra...
Expando los ojos y escucho la risa de Danton.
—La esperaré si la traes, si guerra es lo que quieres guerra tendrás —dice tranquilo.
Me pego un poco más a la puerta pero me vengo a bajo cuando es abierta.
Chillo en el piso, cuando mis ojos se levantan veo la figura del secuaz de Dereck, ojos amarillos, creo que es el demonio más normal que he visto hasta ahora, ¿si será demonio? ¿Qué será?
Veo a Danton que se frota el puente de la nariz estresado.
—Vaya, vaya, ¿Quién es la intrusa? —pregunta Dereck levantándose de su asiento.
—Es hija de una de las de servidumbre —le responde mi hermano con rapidez y yo me sorprendo al escuchar que no me reconoce como su hermana pero no lo demuestro.
—Demuestra lo tirano que eres y mata a la chismosa sirvienta —dice sonriendo hacia mi dirección.
—Tendrá su castigo cuando te vayas —lo veo asentir hacia Danton.
Dereck cruza por mi lado como sino me conociera.
—Me iré a mi habitación —me levanto del piso.
—Hablaremos tú y yo seriamente después de que ese idiota se vaya.
Asiento y salgo de ahí, miro la puerta de la oficina tanto que no me doy cuanta cuando mi cuerpo choca con algo duro, bueno... alguien duro.
—Entonces... lobita sirvienta —dice.
Cuando me giro a verlo una sonrisa adornaba su rostro.
—No soy ninguna sirvienta.
—¿Si? Entonces que acaba de decir tu hermano... —me agarra y me estampa contra la pared con cuidado para luego olerme —, hules a rosas. No me caería nada mal a mi tenerte como sirviente.
Su aroma me embriaga, ese aroma a mates muy particular me enloquece.
—¿Soy tú mate?
—No —lleva su mano a mi cuello y lo aprieta con cuidado.
—Yo creo que si lo soy, tu corazón se desborda de la emoción —aprieta con cuidado —, jamás olvidaré como eyaculabas a chorros en mis dedos —trago saliva —, ¿sientes eso por mi? ¿Tú eres mío, yo soy tuya? —acaricia mi cuello.
—No te importa —le digo conteniéndome.
—Oh... claro que me importa... —suelta mi cuello y baja su mano hasta tropezar con mi pezon sobresaliente.
Lo aprieta y mi boca se abre al sentir las descargas a mi cuerpo.
—Hagamos un trato tú y yo —dice retorciéndome el pezon haciéndome gemir —, ven y encuéntrate conmigo y no llevaré acabo la guerra.
Lo miro confundida y me sonríe.
—Es una locura, no creo que seas capaz...
—¿Obstinada como tú hermano? Bien... te doy una semana... te esperare todos los días de esa semana en la zona neutral, sino vas a primera hora del día siguiente levantaré la guerra, y esta vez no me detendré hasta acabar con todos, ¿como es que se llama la pequeña hija de tú amiga? ¿Aza? Lindo nombre para una alma nueva en el inframundo.
Parpadeo varias veces para asimilar lo que me dice y trago saliva.
—Te propondré algo a lo cual en su momento tendrás que decir que sí o afronta las consecuencias de una guerra —se apega de mi pero antes de eso besa mi frente y me sonríe —, nos veremos pronto, lobita.
Se va, se aleja, como si no me hubiera dejado estupefacta, como si no me hubiera amenazado para una estupida propuesta a la cual no tengo ni de que trata, como si... como si no hubiera dejado mi coño chorreando.
Respira Annie, respira por favor.
Cuando sale de mi vista me llevo la mano al pecho y trago saliva mirando hacia el piso.
¿Si será capaz de levantar una guerra?
No sé, él... a cambiado tanto que no sé de lo que pueda ser capaz, ¿o si?
Me palmeo la cara un par de veces para reaccionar de sus encantos y me paro firme. Vamos, soy Annie Black, poderosa, fuerte y valiente, una de las mejores guerreras que ha tenido Luna de guerra, porto una fuerza y belleza que sobrepasa lo sobrenatural, y desde que volví a ver a este hombre solo me he comportado como idiota.
Camino hacia la oficina de mi hermano para esperar el regaño —entre las rápido sea mejor —, solo me senté a escuchar que era una desobediente, que me pidió que me quedara en la habitación, que complicaría las órdenes futuras, que cien años y seguía pareciendo una adolecen maleducada, chismosa, rebelde... entre otras cosas.
Pero cuando le pregunté sobre su mate... bueno, bajo sus armas y se relajó en su asiento sonriéndome, me dijo que visitaría cinco manadas la otra semana después de la que viene y me dijo que si quería acompañarlo y acepte.
Me dijo que mamá me quería de regreso en casa, que lo llamó y duró media hora regañándolo y la otra media hora preguntando por mi.
—Mamá solo quiere conseguirme pareja —digo distraída. Danton juega con el bolígrafo negando con la cabeza.
—Mi madre no descasará hasta que te cases y sientes cabeza —Danton se ríe —, cien años y nunca a tenido novio, ¿Segura que no serás fea? —le lanzó el lapicero con que jugaba yo—, uh... se ofendió
—Cállate —lo señaló con el dedo —, tal vez hasta se murió.
Miento, la verdad que no tiene que saber que ya lo encontré y que es Dereck; con quien se acaba de pelear.
—No digas eso hermanita, quien quite que en la búsqueda lo termines encontrando —me lanza una bola de papel —, solo es cuestión de buscar y buscar, tal vez ni a nacido aún.
—Como sigas diciendo esas cosas tú mate es la que aún no nacerá —lo veo rodar los ojos y se encoge de hombros.
—Solo espero que no nazca mucho después... joder, sería un viejo para ella —le sonrió y coloco mis pies en su escritorio.
—Serás un hombre rico, poderoso y sexy para ella, será interesante... lo espero que no la encuentres cuando sea menor de edad porque no te imagino tirando hacia la pedofilia.
—No seas... —entrecierra los ojos aguantando el insulto —, si ese fuera el caso, que espero que no lo sea, esperaría que por lo menos tenga diecisiete casi para cumplir los dieciocho para reclamarla y llevármela, antes de eso pues... la dejaría con sus padres hasta que creciera a la edad antes pronunciada.
—Bueno... solo espero que no corras con esa suerte —le digo y bostezo —, creo que iré a dormir.
—Todavía son las cuatro de la tarde —dice Danton arqueando una ceja.
—¿No entiendes que ese es el lenguaje de... me quedaré leyendo libros, no me jodas, hablamos mañana?
Camino hacia la salida pero cuando estoy bajo el marco de la puerta me detiene.
—¿Annie?
—¿Si?
—Estas aquí de visita solo para que mi madre no te presione con lo de tener pareja —maldita sea me atrapo.
—Puede ser —le digo dándole poca importancia al asunto.
—Mi madre preparará un baile de máscaras mañana. Es para que consigas marido —sonríe y yo lo miro mal —, y sino vas, ella es capaz de venir hasta acá y arrastrarte hasta la fiesta.
Asiento con la cabeza antes de salir de la habitación y diríjaseme a la mía.
Llamé a Dani por teléfono, necesitaba hacer cualquier cosa que no fuera pensar en la bestia retorcida que tengo por mate.
Como a Dani no le puedo ocultar nada termine soltándole que Dereck era mi mate y ella casi me rompe el tímpano cuando le solté la noticia de sopetón.
—¿Que? ¿Que? ¡¿Que?! —no paraba de repetir.
—Ya, por favor, no digas nada, lo acabo de decir si, pero no hablemos de eso por aquí, Danton puede escuchar y si lo hace me llevaré la soca al cuello y de verdad me encerrará en una jaula de Plata.
—No, no, no, no te preocupes, no te hablaré de eso ahora, más bien escribiré todas las preguntas que tengo por hacerte mañana en un papel para que me las respondas todas. No se me olvida que tú madre preparará una fiesta para conseguirte marido... bueno... tendremos que comprarte un muy hermoso vestido.
—Sabes que no quiero ir.
—Pero tendrás que ir o sino tú madre te obligará.
—Soy mayor, ¡muy mayor! Tengo cien años joder.
—Dile eso a tu madre y verás lo que sucede.
Me quedo en silencio.
La verdad que nada bueno sucedería, se enojaría y me jalaría de las orejas hasta que entendiendo que no importa la edad ella es mi mamá y tiene derechos mandarme y mas si vivo bajo su techo.
—Bien, mañana a las ocho de la mañana en el centro de la manada —Dani chilla del otro lado y yo sonrió.
—Llevaré a Aza con nosotras a la fiesta, mi mate estará ocupado ese día y no tengo con quien dejarla.
—Entonces así quedamos, hablamos mañana, adiós Dani.
—Adiós, Annie.
Cuando coloco el teléfono en su base suelto un suspiro. No me di cuenta en que momento se oscureció.
Miro el reloj y apunta que son las diez y veinte minutos así que salgo de la habitación me preparo un sándwich rápido y me lo como con la misma velocidad para no toparme al tirano y no me regañe por comer tarde o no pedir que me preparen algo, voy a mi habitación de regreso para darme una ducho y al salir termino decidiendo leer un poco.
Paginas y paginas, hasta que mi vista decae y el sueño me invade.
Cierro el libro y avanzó hacia la cama.
Cuando me tiro y me giro para mirar el techo mi mente vuela hacia Dereck... sus ojos rojos, su cabello castaño oscuro, sus ojos rojos, su mandíbula marcada y apretada cada vez que se enoja, sus ojos rojos... ¿ya había pensado en sus ojos rojos?
Son malditamente sexys.
Esos brazos fuertes, abdomen que me encantaría probar, pasar mi lengua... sin darme cuenta me comencé a calentar, mi cuerpo elimino el sueño por completo.
Mi mejillas tienen que estar rojas de seguro. La noche es perfecta. De la ventana entra la luz de la luna opacada por las cortinas.
Voy bajando mi mano por mi estómago despacio.
No, no puedo hacerlo otra vez, llevo esa mano a mi frente.
•¿Que? Arruinas la diversión, deberías hacerlo otra vez, vamos, una novena vez más desde que lo vimos —se queja Clo.
•Cállate ¿si?
•No te dejare de notificar, mañana acudiéremos a su demandas e iremos a verlo.
•No.
•¿Por qué no?
•Me amenazo, no le voy a demostrar que puede quebrar mi orgullo tan fácilmente, me he estado comportando como una débil ante él y eso le da poder para hacer conmigo lo que quiera.
•¿Pero no se supone que eso es lo que queremos de nuestro mate?
•No... él está loco, destruyó muchos terreno y gente de nuestra manada.
•Sus razones debió tener.
•¿Lo estás justificando? Eres grandiosa, el amor te sega y vas a lograr que me siege.
•Exagerada. Se que quieres tocarte, vamos, hazlo, no te interrumpiré más.
••••
Guío mi mano hacia mis pantalones flojos de dormir, suspiro y cierro los ojos, mi calor aumenta y me siento embriagada por la excitación que me calienta cada vez que pienso en él.
De fondo se escucha las gotas de lluvia dándome a entender que lloverá esta noche.
Cuando mi mano toca mi coño suelto un suspiro al confirmar lo que ya sabia... estoy completamente resbalosa ahí abajo. Lamo mis labios y tocó mis pliegues jugando con ellos para cubrir mi dedo de en medio de mis jugos y lubricarlo.
Llevo ese dedo a mi clitoris para comenzar la danza en círculos que hace que me muerda el labio inferior.
Mierda...
¿por qué siento como si me fuera a correr en un instante? Mi piel se enchina y separo mas las piernas para tener mejor acceso.
—Dereck... —susurro sin pensarlo.
No pienso en nada más que no sea él, no pienso en más nada que no sea su cuerpo, maldita mirada sexy.
Paseo mis dedos por los pliegues otra vez para luego adentrar el del medio, gimo al instante, lo saco y lo vuelvo a adentrar una y otra vez jodiendome ese punto Perfecto.
Lo saco para luego seguir jugando con mi clitoris hinchado y palpitante.
Vaya... arqueo mi espalda cuando siento que estoy apunto de llegar...
Me espanto, un maldito trueno me espanta, abro mis ojos de repente y miro hacia al frente, la luz del rayo ilumina mi habitación dejando ver los ojos macabros de Dereck.
Parpadeo un par de veces sin creerme aún lo que veo.
Saco mi mano de mis pantalones rápidamente y para cuando abro los ojos otra vez ya no hay nadie... no hay nadie.
¿estoy loca? ¿Son los efectos de los deseos entre mates? ¿Clo me está haciendo maldad? Mi frente suda y mi pecho no deja de subir y bajar sin control.
Cuando reaccionó mejor y mi oído se agudiza puedo escuchar la fuerte tormenta que está cayendo.
Me coloco de pie y voy hacia la ventana, ruedo la cortina y miro el horizonte... sólo un montón de lluvia... y truenos.
Relájate Annie. Diosa... por favor, dame relajación, no puedo con esta mierda.
Me limpio el sudor de la frente con mis manos y voy hacia la cama. Me recuesto y cierro los ojos prefiriendo dormir.
Mi coño palpita y duele por no poder terminar lo que empecé, mi corazón sigue zumbado de velocidad y muevo las piernas sintiendo lo mojada que estoy.
—Duérmete Annie —me digo a mi misma —, tú puedes dormir...
Dure despierta unos minutos más pensando en todo lo que había pasado hace un mes y en lo que sucedió hoy, de ahora en adelante siento que mi vida no va a ser igual de tranquila.
Él llegó para poner mi mundo patas arriba, ese rey del inframundo seductor y erotico que me calienta...
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Mushashas
Regálenme su amado voto si les está encantando.
Se pone más bueno...🌚
Att: Eliana Batista❤️