"𝘽𝙪𝙩 𝙬𝙝𝙚𝙣 𝙮𝙤𝙪 𝙡𝙤𝙤𝙠 𝙖𝙩 𝙢𝙚. 𝙏𝙝𝙚 𝙤𝙣𝙡𝙮 𝙢𝙚𝙢𝙤𝙧𝙮, 𝙞𝙨 𝙪𝙨 𝙠𝙞𝙨𝙨𝙞𝙣𝙜 𝙞𝙣 𝙩𝙝𝙚 𝙢𝙤𝙤𝙣𝙡𝙞𝙜𝙝𝙩"
Steve Harrington interrumpió en la habitación de su hermana, algo nervioso. Llevaba las flores que iba a regalarle a Nancy para que le perdonara, pero tenía una cara de querer morirse en esos instantes.
—Raven, por favor ven conmigo. Si sale mal por lo menos puedo tener algo de apoyo emocional.— Dijo el mayor, pasándose la mano por su pelo mientras se observaba en el espejo de su hermana pequeña.
—Vaya vaya, Steve Harrington siendo rechazado, poca gente se lo cree.— Dijo bromeando. —Claro que te voy a acompañar, a ver si acabas llorando, no puedes ver la carretera por culpa de las lágrimas y te chocas con un árbol.
—Muchas gracias, me alegro de que te preocupes por mí.— Dijo sarcásticamente, sonriéndole a Raven.
Steve esperó a que su hermana se preparara y los dos subieron al coche, en dirección a la casa de los Wheeler. El mayor repasaba una y otra vez lo que iba a decir, mientras Raven rodaba los ojos, visiblemente cansada. Se había pasado la noche pensando en como puede demostrarle a Max que todo lo que le explicaron el día anterior fue verdad y no pudo pegar ojo.
—Raven, me estás escuchando?— Pregunta su hermano mayor, pasándole la mano por la cara. La chica volvió a la realidad y miró a Steve.
—Si, perdona. Que pasa?
—Ya hemos llegado, espera en el coche.— Dijo para después bajar del vehículo, arreglando su pelo y agarrando el ramo de flores cuidadosamente, con miedo de romperlas.
—Te ves muy bien Steve, mucha suerte.— Dijo Raven, levantando el dedo pulgar en señal de que todo iba a ir bien. Cuando el mayor desapareció de su vista, apoyó la cabeza en el asiento, pasando un dedo por su sien, intentando tranquilizarse. Pero eso no ocurrió, ya que unos minutos después de que su hermano abandonara el coche, volvió, y con compañía. Dustin Henderson estaba entrando al coche. Cuando Raven lo vio, hizo una mueca de confusión, sin entender nada de lo que estaba ocurriendo.
—Dustin, que estás haciendo aquí? Que es todo esto Steve?— Preguntó con curiosidad.
—Tenemos un gran problema Raven. Se trata sobre Dart.— Dustin le explicó. La chica abrió los ojos como platos.
—Que ha pasado con ese bicho?
—Te lo voy a decir, pero prométeme que no te vas a enfadar conmigo.— Dijo el chico con miedo. Se sentía terriblemente mal por estar mintiendo todo este tiempo. —Steve, conduce hasta mi casa, por favor.— El chico mayor asintió y arrancó el coche, mientras Dustin volteó a mirar a su amiga de nuevo.
—A tu casa? Por qué a tu casa?— Preguntó Raven confundida.
—Dart ha estado todo este tiempo en mi casa. Creía que tenía algún vínculo especial con él pero no es así, se ha comido a mi gato y ha intentado atacarme, así que lo he encerrado en el sótano que hay fuera de mi casa.— Dijo el de rulos rápidamente. Sus nervios le impedían mirar directamente a los ojos de la contraria, pero la miró cuando sintió una mano posarse sobre la suya.
—No hay de que preocuparse Dustin. Es verdad que nos hemos matado buscando a ese bicho, pero ahora sabemos donde está. No es tu culpa, no sientas como si la tuvieras.— La chica le dedicó una cálida sonrisa. El de rulos sonrió y se lanzó a abrazar a Raven, quien rió y correspondió.
Steve los miraba a ambos por el retrovisor. Al principio se sorprendió al escuchar palabras tan maduras de su propia hermana, pero luego recordó todo por lo que tuvo que pasar el año anterior. Las burlas de su mellizo, la desaparición de su amigo, la inseguridad con su cuerpo y por supuesto, las pesadillas. Todas esas cosas atormentaban a Raven años atrás, y lastimosamente lo siguen haciendo, aunque la chica intente disimularlo.
Su hermano mayor sabía que Raven había madurado antes de tiempo, algo que según él, no debería haber pasado. Ella se merecía una buena infancia, sin pensar en cosas como el aspecto físico o psicológico, una infancia feliz.
El trayecto fue silencioso, ninguno de los tres articuló palabra, pero era un silencio para nada incómodo. Al llegar a la casa del de rulos, bajaron del vehículo y Steve abrió su maletero, dejando ver un bate con clavos.
—Aquí estás.— Dijo agarrándolo, como si fuera lo más sagrado del mundo.
—Puedes hacerme uno?— Pidió Raven, señalando al bate.
—Para que quieres un bate con clavos? No quiero que luego en las noticias aparezca que has matado a Troy o algo y te lleven a un centro de menores. Que haré sin ti?— Dijo el mayor sarcásticamente, con una pequeña sonrisa, mientras revolvía el pelo de su hermana. —Vamos niños, a ver que es esa cosa tan espantosa que tiene Henderson en el sótano.
El trío camino hasta la parte trasera de la casa, donde Dustin le indicó a Steve que pasara primero.
—Vale, hay que tener cuidado. Dart corre mucho.— Dijo asustado, agarrando la manga del suéter de Raven.
—Quedaos detrás de mí.— Ordenó Steve. Abrió lentamente la compuerta, bajando las escaleras, seguido de Raven, quien ni de broma iba a dejar que su hermano se metiese en un sótano solo con un demogorgon del Upside Down por ahí suelto.
Los hermanos vieron una especie de túnel, que parecía haber sido escarbado por alguien, o por algo. Raven asomó la cabeza por las escaleras y le indicó a Dustin que bajara. Una vez que el de rulos bajó, Steve levantó una especie de piel del suelo con su bate.
—Que se supone que es esta cosa?— Pregunta asqueado, mientras aleja un poco el bate.
—No puede ser, ha mudado.— Dijo el de rulos, mirando fijamente el túnel que tenía en frente. —Ha escarbado un túnel. Dart era muy pequeño como para cavar túneles la última vez que lo vi, así que significa que ha mudado otra vez.
—Cuantas veces ha mudado?— Preguntó Raven, cruzándose de brazos.
—Solo ha mudado una vez, y esta es la segunda, así que no podemos descartar que vuelva a hacerlo.
—Chicos, decidme que lo que buscamos no se va a convertir en un bicho feo de dos metros de altura aproximadamente.— Dijo Steve con la voz temblorosa, recordando el día en el que se enfrentó a uno de esos, con el mismo bate que ahora mismo tenía en sus manos.
—Como sabes eso Steve?— Preguntó Raven, sorprendida. No pensaba que su hermano sabía algo sobre el Upside Down o los monstruos que éste contenía.
—Digamos que el año pasado fue un poco caótico. — Dijo sarcásticamente, mientras volvía a subir las escaleras. —Pero si esa cosa va a volver a mudar, hay que armar un buen plan.— Miró a Dustin, quién sonrió al momento.
El de rulos había pensado en un buen plan, solo tenían que ponerlo en marcha. Los dos chicos se pusieron manos a la obra, sacando cubos y llenándolos con trozos de carne, mientras Raven sacaba su supercom de la guantera y llamaba a Lucas.
—Lucas, soy Raven, me recibes? Tenemos un código rojo.— Repitió varias veces, sin respuesta.
Erica Sinclair jugaba con los juguetes de su hermano mayor, cuando éste interrumpió en su habitación, bastante alterado.
—Puedes dejar de robarme mis cosas?— Dijo enfadado, arrebatándole los juguetes a su hermana pequeña.
—No crees que estás muy mayor como para jugar con estas cosas?— Preguntó, mirándolo fijamente. —Y dile a esa
chica que deje de molestar. Me cae bien, pero no se calla.— Dijo cuando Lucas estaba a punto de cruzar la puerta, pero se detuvo ante sus palabras.
—De qué estás hablando?— Pregunta confundido.
—Código rojo Lucas! Código rojo!— Dijo imitando la voz de Raven. El chico corrió y agarró la supercom, volvió rápidamente a su cuarto y desplegó la antena del objeto.
—Raven, me recibes? Cambio.
—Vaya vaya, mira quién ha aparecido.— Habló Raven por el otro lado, mientras ayudaba a Dustin a llevar uno de los cubos con la carne.
—Perdóname, en serio, la estúpida de mi hermana lo había apagado.
—No pasa nada Lucas, pero tenemos problemas peores. Dart ha mudado.
—Dart?— Pregunta sin creerlo. —Cómo es que lo habéis encontrado?
—Eso es una larga historia. Necesito que vengas aquí.— Dijo la chica, intentando no contarle la verdad, sabiendo que el moreno se enfadaría mucho respecto al tema.
—Muy bien, en nada estoy ahí.— Dijo el chico, a punto de bajar la antena.
—Espera Lucas!— Lo frenó Raven. —Trae a Max también. No quería pruebas? Pues las tendrá.— Dijo satisfecha. Ahora podría demostrar la verdad, pero ella sabía que solo lo hacía por la pelirroja. Necesitaba su amistad de nuevo. la necesitaba desesperadamente.
—Raven, no te quedes ahí parada y coge un cubo. Nos vamos ya.— Dijo Steve, señalando un cubo en el suelo. Una vez que el trío iba preparado, caminaron por las vías del tren, arrojando pequeños trozos de carne cada vez que daban dos o tres pasos.
—A ver si entiendo, has guardado a ese bicho asqueroso todo este tiempo porque querías impresionar a una chica que acabas de conocer?— Dijo el mayor, pillando por sorpresa al de rulos. Raven frunció el ceño. Sabía perfectamente de quién estaba hablando, pero no se atrevía a preguntar.
—Eso es simplificar muchísimo las cosas— Dijo Dustin, poniéndose a la defensiva.
—Por qué iba a gustarle esa babosa?— Pregunta de nuevo Steve, arrojando más carne.
—Una babosa interdimensional? Porque es increíble.— Dice el menor, como si fuera obvio.
—Aunque le sorprendiera, que no fue así... creo que te estás esforzando demasiado.— Dijo Steve, acelerando el paso y quedando justo al lado del chico.
—No todos tenemos tu increíble pelo Steve.— Dijo el de rulos, agachando la cabeza.
—No todo depende del pelo tío.
—La mayoría de las veces sí, pero en este caso no.— Añadió Raven, que todo este tiempo estuvo en silencio. Su hermano la miró cómplice, ya que los dos poseían un pelo increíblemente hermoso.
—La clave con las chicas es hacer como que pasas de ellas.— Dice el mayor. Raven rodó los ojos. No se a quién se le había ocurrido la idea de que para conquistar a una mujer hay que hacer como si la ignoraras.
—Aunque no pases?
—Sí, las vuelve locas.
—Y luego que pasa?— Pregunta el de rulos con curiosidad, causando ternura en Raven.
—Esperas hasta que... lo sientas.— Dice Steve, confundiendo a ambos chicos.
—Sentir el qué?— Pregunta Raven, acelerando el paso y quedando al lado de los otros dos chicos.
—Es como antes de una tormenta. No lo ves, pero sientes como un tipo de... electricidad.—Explica el mayor, ante la atenta mirada de ambos adolescentes.
—Como en el campo electromagnético cuando las nubes...— Dijo Dustin, pero Steve lo interrumpió.
—No. Hablo de una electricidad sexual. Sientes eso y entonces haces tu jugada.
Ambos amigos se miraron entre sí, algo incómodos. El de rulos volteó a mirar al mayor de nuevo.
—Entonces, ahí es cuando la besas?— Pregunta curioso.
—Woah, para el carro Romeo.— Dijo Steve, claramente sorprendido.
—Perdón.
—Vale, hay chicas a las que les gusta que seas agresivo. Ya sabes, fuerte, macizo, como un león. Pero otras prefieren que seas lento, sigiloso, como un ninja.
—Qué prefiere Nancy?— Pregunta Dustin. Steve lo miró con algo de pena.
—Nancy no es como las demás chicas.— Raven sonrió al oír como su hermano halagaba a la hermana de su amigo.
—Sí, parece bastante especial. Pero esta chica también es especial, tiene algo que no sé qué..
—Oye oye espera.— Dijo el mayor, frenando a Dustin, haciendo que Raven también parara.
—No te estás enamorando de ella verdad?— Pregunta, mirando fijamente al de rulos. Raven sintió una punzada en su estómago. Desde que sacaron el tema sobre mujeres, Raven se preguntaba porque no podía hablar ella así de otras chicas. Por qué no podía expresarse con los demás sin sentirse juzgada?
—Qué? No! No me estoy enamorando.— Dijo Dustin, negando con la cabeza.
—Vale, bien. No lo hagas, no te enamores. Solo van a romperte el corazón, eres muy joven para eso Henderson.— Dijo Steve, recordando malos momentos. Volteó a ver a su hermana, quien no decía ninguna palabra. —Eso también va por ti Raven. No te enamores de ningún chico, no quiero que te haga daño.
Raven quería llorar en ese mismo momento. No quería salir con ningún chico, por el simple hecho de que no le gustaban los chicos. Pero eso no podía decirlo así a la ligera. Ella quería poder decirle a su hermano que no se preocupe por los chicos, que no iba a gustarle ninguno, pero el nudo en su garganta le impedía hablar, así que simplemente asintió con la cabeza y levantó la comisura de sus labios, formando una pequeña sonrisa, casi imperceptible.
Lucas tocó a la puerta de la casa de Max, esperando impaciente a que la chica abriera la puerta. Se escuchaba música desde el otro lado, así que tocó más veces, por si no le oían. De repente, la pelirroja apareció abriendo la puerta, pero se asustó cuando vio al chico Sinclair en frente suya. Cerró rápidamente la puerta.
—Qué haces aquí?— Pregunta, con miedo a que Billy la encuentre hablando con un "desconocido".
—Tenemos pruebas. Raven me ha pedido que vengas.— Dice el chico, con una sonrisa. Max lo miró y suspiró, indicándole que la esperara en la ventana de su cuarto.
Billy vio que su hermanastra estaba tardando demasiado, así que caminó lentamente hacia la puerta, pero la chica apareció rápidamente y la cerró. Intentó irse a su habitación, pero el brazo de Billy le impedía el paso.
—Quién era?
—Mormones. Muy pesados.— Dijo, para después apartar su brazo e ir rápidamente a su habitación. Se aseguró de que Billy no entrara y abrió la ventana, viendo a Lucas esperándola impaciente. Salió por la ventana sin hacer el más mínimo ruido y se subió a la bicicleta del chico Sinclair.
—Más te vale que las pruebas sean buenas acosador.
El trayecto fue menos del que se esperaban. Llegaron rápidamente al lugar donde había un autobús abandonado, que el trío estaba reforzando con distintos tipos de materiales.
Raven vio a los chicos y alzó su mano en forma de saludo. Los dos le devolvieron el gesto, y luego se miraron entre sí. Max y Lucas se sonrieron por un momento, mientras bajaban la pequeña cuesta. Raven sintió un poco de pena, al ver como era obvio que a Lucas le gustaba Max y a la pelirroja le estaba empezando a gustar también. Todo estaba empeorando.
Dustin, al ver a Max ahí, se llevó a Lucas detrás de un vehículo abandonado, para poder hablar con él, mientras dejaba a las dos chicas juntas.
—Hola Harrington.— Dijo Max, sonriéndole a la contraria.
—Hey Madmax.— Saludó también Raven, con una pequeña sonrisa. —Te dije que conseguiría pruebas, pero si las quieres, vas a tener que ayudarme con esto.— Dice señalando una gran chapa de metal.
—A tus órdenes acosadora.— Las dos chicas cargaron con el pesado material, colocándolo en la parte delantera del autobús, para que luego Steve lo fijara con unos cuantos tornillos. Volteó a ver a Henderson y a Sinclair mientras cuchicheaban.
—Hey, por qué las únicas que están ayudando son mi hermana y una chica desconocida? Va a anochecer en menos de cuarenta minutos, daos prisa.— Dijo enfadado. Los dos chicos volvieron a ayudar a los demás rápidamente a reforzar el vehículo.
El grupo se encontraba dentro del autobús, el cielo estaba completamente negro. Dustin y Steve se sentaron en los primeros asientos, mientras que Max y Raven se sentaron atrás del todo.
—Entonces, ya habéis peleado con una de esas cosas antes?— Pregunta la pelirroja, mirando a Steve. El mayor la miró, asintiendo con la cabeza. —Y estabais completamente seguros de que no era un oso?
—No seas idiota. No era un oso.— Dijo Dustin, visiblemente irritado. —Por qué estás aquí si ni siquiera nos crees. Vete a casa.
—Dustin, no le hables así. No te ha hecho nada.— Dijo Raven, fulminando con la mirada al de rulos.
—Parece que alguien está algo enfadado. Se te ha pasado la hora de dormir?— Dijo Max. Se giró a ver a Raven. —Subimos arriba un rato?— Raven simplemente asintió. Las dos subieron las escaleras, encontrándose a Sinclair con sus binoculares, mirando a todos lados, por si aparecía alguna señal.
—Hey Lucas, cambiamos puestos?— Pregunta Raven. El chico asintió. Se sentía cansado y eso Harrington lo notaba.
—Gracias Raven, estaré abajo. Si ves algo nos avisas.
Las dos chicas quedaron completamente solas. La primera en atreverse a hablar fue Max.
—La niebla me recuerda al mar, es muy bonita.— Dijo nostálgica, recordando toda su vida antes de mudarse a Hawkins.
—Lo echas de menos? California?— Pregunta Raven, dirigiendo toda su atención hacia la pelirroja.
—No, es solo que, mi padre sigue ahí.
—Por qué?
—Por un término legal llamado divorcio.— Raven escuchaba atentamente. —Digamos que todo ha acabado como si fuera su culpa, pero no lo es. Y ahora mi hermanastro está cabreado, y como no puede pagarlo con mi madre...
—Lo paga contigo.— Termina Raven. La pelirroja asintió.
—Sé que a veces me parezco a él, pero no quiero serlo. No quiero parecerme en nada a él.— Los ojos de Max se aguaban cada vez más. —Dios, no se por qué te estoy contando esto.
—Hey, No te pareces en nada a él Max. No tengas miedo a hablar de esto conmigo. De hecho, eres una chica increíble. Tienes una personalidad radiante, eres amable y súper tubular.— Dijo Raven, con una sonrisa plasmada en el rostro.
—Sabes que nadie dice eso verdad?— Rió la pelirroja, mientras secaba sus lágrimas.
—Pues ahora lo digo yo, bautizo esa palabra como mía.
—Y eso es lo que te hace increíble.— Dice Max, sonriendo, mientras miraba a la chica Harrington, haciendo que se sonrojara. La sonrisa de la pelirroja era hermosa, hacía que su corazón latiera muy rápido.
—Me gusta hablar contigo acosadora.— Dijo Max de repente, causando una risa a la contraria.
—Y a mi me gusta hablar contigo MadMax.— Unos escalofriantes ruidos arruinaron el bonito momento. Raven agarró los binoculares y miró a todas partes, buscando al causante del sonido.
—Raven, ves algo?— Grita Steve desde abajo.
—Sí, lo veo. A las nueve en punto!— Dijo la chica. Dart apareció por uno de los extremos, pero parecía no comerse el cebo.
—Parece un perro.— Dijo Max, intentando ver mejor al animal.
—Qué?— Preguntó Raven, atónita. Pero todo esto empeoró cuando vio a su hermano salir del autobús.
—Steve! Qué haces? estás loco?— Su hermana gritó.
—Está ampliando el menú.— Dijo Dustin desde abajo.
Raven localizó a más de esos animales, estaban por todos lados.
—Steve! A las diez en punto!
—Estoy algo ocupado ahora Raven.— Dijo antes de escuchar un ruido. Otro de esos bichos apareció a su izquierda. Luego otro a su derecha.
Raven y Max bajaron las escaleras rápidamente y miraron por la ventana con miedo.
—Hay muchos Steve! Aborta!— Grita Dustin, abriendo las puertas del autobús para que el mayor pudiera pasar. Steve corrió rápidamente, dándole con el bate a unos cuantos. Finalmente entró. El de rulos cerró rápidamente las puertas. Lo siguiente que se escuchó fue completo silencio.
—A donde han ido?— Pregunta Max, pero antes de que pudieran responder, uno de los monstruos clavó su garra en un lado del autobús, y después muchos más.
Steve intentaba alejarlos a todos, mientras Dustin y Lucas gritaban por la supercom.
—Mike? Will? Por favor, alguien! Estamos en el desguace y vamos a morir!— Dice gritando.
Raven y Max tenían sus manos agarradas sin darse cuenta. Las dos apretaban su agarre. Todo se hizo silencio. Las chicas soltaron sus manos avergonzadas, bajo la atenta mirada de Dustin.
Steve estaba completamente alerta y los demás chicos estaban más asustados que nunca. Tenían miedo de no sobrevivir esta noche.
Max se separó de Raven y quedó justo debajo de la escalera. Poco después, miró hacia arriba, soltando un alarmante grito cuando vio al terrible animal encima del autobús. Raven corrió rápidamente hacia ella y la empujó hacia delante, haciendo que el demodog cayera justo encima de ella, clavando profundamente sus garras en su brazo derecho. Raven soltó un terrible alardeo de dolor, mientras el monstruo abría su boca peligrosamente, dispuesto a matarla.
Steve vio a su hermana en el suelo y su respiración se paró. Corrió como nunca hasta llegar a ella, soltándole un tremendo golpe al animal que estaba encima suyo, matándolo por completo. No podía preocuparse en ese momento, tenía que seguir protegiendo el lugar, pero no aparecieron más de aquellos bichos.
Al ver que su hermana pequeña seguía en el suelo, y Max acercándose a ella preocupadamente, se asustó como nunca. Si esta noche perdía a Raven, que sería de él?
—Raven! Estás bien?— Preguntó su hermano, en completa histeria. El brazo derecho de Raven estaba hecho un desastre, un gran charco de sangre se formaba junto a él.
—Estoy bien Steve.— Dijo como pudo, levantándose con ayuda de Max.
—Ven, siéntate, rápido.— Dijo la pelirroja, desabrochando su chaqueta y enrollándola rápidamente en el brazo de Raven, intentando parar el sangrado. —Mierda, has perdido mucha sangre.
—Creéis que Steve los ha asustado?— Preguntó Dustin, acercándose a los chicos.
—No creo. Van a a alguna parte.— Dijo el mayor, bajo la atenta mirada del grupo.
Creo que es la primera vez que escribo un capítulo con mas de 3600 palabras. Me he esforzado mucho en este capítulo, espero que os guste. <3