Pov Erick
Esto no puede ser, esto tiene que ser mentira, no puede ser ella.
No puede ser que la mujer a la que le he insistido tanto por una reunión en el último mes, es la misma a la que he rogado a todas las divinidades del mundo para no encontrar me la dé nuevo.
Las posibilidades de que esas dos mujeres fueran la misma persona era una entre mil millones de personas y resulta que si paso.
¿Por qué?
¿Por qué a mí?
Y lo peor es que después de lo que ella dijo que hará con Emilio quiero trabajar con ella aún más, ella lo va a destruir, lo dejara sin nada, eso la verdad es un gran punto a su favor para agradarme, pero no es el punto, el punto es que no quería que el abuelo supiera de ella, peor si empiezo a trabajar con ella el abuelo se va a enterar.
No debo de trabajar con ella.
Pero si quiero trabajar con ella, en especial ahora, que quitara a Emilio del camino, porque cuando lo quite, todos esos comensales que el engaño los puedo atraer yo a mis restaurantes con los genuinos postres de la gran repostera Peyton.
Estoy en medio de un gran dilema
Pero no puedo tomar una decisión al respecto cuando Martha ya me ha tomado del brazo y presentándome con ella.
─¿Litman?, su apellido me suena familiar ─ dice ella.
¿Será por mi abuelo?
¿Él ya habla con ella?
O será que me recuerda
─¡Ah!, ya me acordé, es quién había pedido una reunión conmigo por medio del hotel y al final no llego ─ dice.
Ah, cierto.
─Si, así es, se me hizo tarde y no pude llegar a nuestra reunión, me disculpo por eso ─
─Sí, está bien, en ocasiones se nos hace tarde sin que lo podamos evitar ─ dice.
─Sabía que ustedes se llevarían bien ─ dice Martha sentándome en la mesa con ella ─ vamos charlen y conózcase, Lorenzo, sirveles unos tragos ─ le dijo ella, con interés.
─Martha, sabes que yo no estoy interesada en ningún tipo de relación ─ dice ella y eso me alivia mucho.
─Yo tampoco, esto es inútil, mi único interés en la señorita Peyton es por su trabajo ─ digo.
─En ese caso lo escucho, estuvo muy insistente en hablar, supongo que lo que quiere, es muy importante ─ dice ella comiendo de su tortilla─ lo escucho ─
─Pues soy promotor de varios chefs y quería hacer lo mismo lo que pensaba que hacia con Emilio ─ le cuento.
─Entiendo, hay que dejar algunas bases establecidas en esto, pero le aclaro desde ahora que tendra que tener la reunion con unos de mis empleados, porque él se encargara de recolectar toda la informacion necesaria para que nuestro trato sea él mejor para todas las partes ─ me dice.
─Ok, lo entiendo, la verdad es que mi insistencia en hablar directamente con usted se basaba más en que pretendia convencerla de que dejara de trabajar con Emilio ─ le cuento.
─Yo no trabajo exclusivamente para nadie, señor Litman ─ me dice con seriedad.
Mientras la investigaba, supe muchas cosas de ella y el modo en como trabaja, ella ha sentado muy bien la manera en que trabaja, una de ella es que sus postres son de ella y no se los proporcionara exclusivamente a nadie.
─No pretendo que trabaje exclusivamente para mí, solo que no trabaje con Emilio, él es un maldito ─ le digo.
─Lo es y por eso acabaré con él ─ dice ella con una pequeña sonrisa.
Se suponen que no me debes agradar Fierecilla, no hagas eso
─Si necesita alguna ayuda para poder arruinarlo aún más, me avisa, con gusto le ayudo ─le digo.
─Lo tendré en cuenta ─ acepta ─ pero a lo nuestro, ¿cuántos restaurantes son? ─
─12─
Ella me hace más preguntas sobre los restaurantes, donde están, él nivel de cada uno, esto es, si los restaurantes son de alta cocina o si tienen estrellas Michelin.
Le cuento de cada uno de ellos y los chefs que trabajan en cada uno, se los voy mencionando de los que tienen menos estrellas hasta la cima, ella solo escucha atenta en silencio mientras sigue cenando y dándole uno que otro trago a su cerveza,, sus movimientos son suaves, delicados y elegantes, pero no cómo si se estuviera esforzando para que lo fuera, si no algo completamente natural para ella.
También, mientras le hablo de los chefs, ella no dice nada de ninguno, su expresión tampoco cambia, se ha mantenido inexpresiva todo el tiempo, lo único que varía un poco, es él que el tintineo de la pulsera que tiene en su tobillo izquierdo ha cesado unas cuantas veces cuando he mencionado a alguno de los chefs, no tengo ni idea si eso es algo bueno o a ella no le agradan esos chefs o simplemente no saben quiénes son.
Espero que sean los segundo, porque sería un poco complicado que aceptara si no está dispuesta a trabajar con alguno de ellos, en todo caso supongo que está esperando a que termine de hablar de todos ellos para decir lo que piensa de trabajar con ellos.
─Y por último, pero él que por el momento más me importa porque es el restaurante que tiene cuatro estrellas Michelin y en lo que resta de este año quiero que tenga la quinta ─ le cuento ─ el chef de este restaurante es William Lestreins ─
─No voy a trabajar con él ─ dice contante y fría, sorprendiéndome completamente.
─¿Qué?, ¿por qué no? ─ preguntó.
─Porque él es un maldito cerdo desgraciado, por eso ─ contesta ella
─Si, sé perfectamente que el chef Lestreins no es la persona más agradable del mundo, pero tengo la certeza de que usted Chef Peyton es una persona muy profesional y....
─Y aun así no trabajaré con él ─ me dice ella ─ y puedo estar segura de que él tampoco quiere trabajar conmigo, ¿me equivoco? ─ pregunta con interés, tengo la inclinación de mentir sin clemencia, pero él tener sus claros y cristalinos ojos azules clavados en los mío, hace que mi garganta se cierre a cualquier mentira que pueda salir de él, suspiro.
─No, no lo está ─ acepto ─ y la verdad de él lo entiendo porque lo considero un arrogante que se cree inalcanzable, pero de usted señorita Peyton me sorprende mucho su rotunda negativa a trabajar juntos, por favor explíqueme sus razones ─ le pido y nos traen otras cervezas.
─Conosco a Lestreins de hace varios años, cuando apenas era una estudiante en recién mudara en París, donde él me quiso hacer la vida imposible porque él tenía cierto nombre y yo no era nadie ─ me empieza a contar ella ─ no digo que él fue él único que lo dijo, no lo fue, muchos en esos años hicieron todo lo que pudieron para que no lograra nada y solo terminara cómo alguien de la limpieza en una cocina, ahora la verdad es que me fascina trabajar con esas personas que me menos preciaron antes, porque muchas de ellas apenas son ayudantes en una cocina, saber eso de ellos ahora hace incluso más dulce mi trabajo ─
─¿Entonces porque no se siente igual con Lestreins ahora? ¿Por que no le restriega en cara su éxito? ─ preguntó, no me importa que lo haga, estaría en todo su derecho hacerlo.
─Porque con él es un caso diferente, porque él no solo fue de las personas que se burlaban, menos precisaban y me humillaron antes, él fue más lejos ─ dijo ella con la mirada en su plato vacío ─ no quiero entrar en detalles porque, recordar esos hecho no me gusta, pero él caso es que termine denunciando por intento de violacion ─ dice.
Lestreins infeliz maldito.
¿Cómo lierdas te atreviste a tocar con tus asquerosas manos a está hermosa y muy por encima de tu altura mujer?
─Como él tenía amigos que lo defendieron y abogaron que yo fui la que lo provoco, cuando fue todo mentira, por suerte él día en que eso paso, sin prevenirlo grabe lo que casi paso esa noche y lo use cómo evidencia ─ me cuenta ella mientras hago memoria en mi cabeza de hace algunos años cuando ayude a ese maldito a librarse de algunos problemas y empezara a trabajar conmigo ─ eso le dio valor a otras jóvenes estudiantes a hablar también, estuvo acorralado, algo que me jugo un poco encontra, porque desesperado cuando los que lo habían apoyado le dieron la espalda al mar de pruebas él en replesaria hacia mi, intento agredirme, dígame algo, en la parte izquierda de su cara, ¿tienen una cicatriz verdad?, casi llegandole a la oreja ─ me dice.
─La tiene, ¿usted es la responsable? ─ preguntó con sorpresa, Lestreins y yo somos de la misma estatura y complexión, ella es un poco más baja y delgada, de verdad me asombra que ella le haya hecho algo así.
─Lo soy ─ contesta con orgullo ─ bueno, ahora que le he explicado mis razones, ya entiende por qué, ¿cierto? ─
─Lo entiendo ─ contestó y ahora me siento mal, mal porque Lestreins debería estar en la cárcel, pero no lo está porque yo lo ayude, yo hice que esas acusaciones fueran calladas, todo porque le creí, creí cuando me dijo que las que loe sabían acusando eran chicas que querían tener algo fácil sacándole dinero.
Además, que el golpe de la cara, porque cuando lo conocí lo tenía, fue por una pelea de bar, ya que había perdido algunas apuestas y terminó envuelto en una pelea, pero resulta que todo fue porque terminó acosando a la chica que no debía.
Medición
No hay ni la más mínima posibilidad que ellos trabajen juntos, antes no me importaba obligar a Lestreins, él me lo debe, debe hacer todo lo que yo le digo o lo pierde todo, pero ella, no hay nada malo en ella, nada.
Es una mujer trabajadora, con gran talento para la repostería y los dulces, paga sus impuestos a tiempo, una mujer emprendedora, filántropa, apoya a muchas fundaciones de niños en situaciones de riesgo con familias problemáticas, fundaciones que ayuda a mujeres que sufrieron de aviso, también fundaciones que ayudan a personas discapacitadas, tanto así que contrata a personas discapacitadas en sus pastelerías, esa mujer no tiene ninguna mancha, solo y no es que cuente mucho, multas de tráfico y eso no cuenta, porque, ¿quién no ha tenido una multa de tráfico en su vida?, a mí me han puesto tres.
No hay, nada, hice que los de seguridad la investigarán minuciosamente, lo hice para tener cierta ventaja sobre ella en la reunión y así hacerla aceptar trabajar conmigo, pero no encontraron nada, lo único extraño que me dijeron que encontraron, es que antes de los 17 años, no encontraron nada de ella..
Fue adoptada por una familia unos pocos meses antes de tener 17, pero antes de eso no hay ningún registro oficial de las escuelas a las que asistió antes, tampoco registro del orfanato al que se podría decir en él que estuvo, no hay información de sus padres o algún familiar, aunque ella ha hecho referencia a su madre en varias ocasiones cómo alguien muy importante en su vida, pero haciendo una investigación sobre eso, no se puede encontrar nada, lo que es raro, pero inútil.
─Entonces, ¿qué decide en este caso? ─ me pregunta.
─Pues que solo trabaje con los demás y él quede fuera, simple ─ contestó, no era cómo hacer las cosas, pero tendrá que ser.
─No lo está considerando bien, señor Litman, hacer eso no es simple, es traerá dificultades a ese restaurante que quiere tanto ─ me dice ella y yo frunzo él ceño ─ considere esto, empiezo a trabajar con los demás restaurantes, restaurantes que de cierto modo son todos suyos, ¿cierto? ─
─Así es ─
─Estaría muy raro que trabaje con todos ellos, incluso los que apenas tienen una sola estrella, que él más importante que tiene cuatro, sería más aceptable que fuera al revés que solo trabaje con ese y no con los demás porque él tiene más categoría ─ explica ella y creo que ya se por donde va lo que quiere decir ─ las personas se harán preguntas de porque ese hombre y yo no trabajamos juntos y sinceramente no estoy dispuesta a quedarme callada y si me preguntan dire todo lo que me hizo, aun tengo las pruebas y la verdad estaría muy feliz de pisotear hasta a esa cucaracha hasta hacerla pure ─
No le puedo dar la razón al abuelo, no le puedo dar la razón al abuelo
Dios, ella me cae muy bien, es una mujer decidida, de carácter fuerte y que no duda en acabar con quién se interpone en su camino, de verdad que me agrada mucho y me parece que nos podríamos llevar muy bien.
Por lo tanto, tengo que hacer todo lo posible por lograr que el abuelo no sepa que la he encontrado, porque en cuanto lo haga no descansara hasta que lograr que ella y yo terminemos casados, sin importar lo que él tenga que hacer para conseguirlo.