Promise┊Chaelisa

By PassionKisser

146K 11K 6.5K

Donde Roseanne y Lalisa son amigas desde pequeñas, y mantienen la promesa de no olvidarse jamás. ➷Personajes... More

Prólogo
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
43.
44.
45.
46.
47.
48.
49.
50.
51.
52.
54.
55.
56.
57.

53.

786 89 25
By PassionKisser

El tiempo se fue en un abrir y cerrar de ojos, y sin darnos cuenta, ya estábamos a unos días de iniciar nuestras vacaciones de diciembre.

Mi relación con Lisa iba más que bien, ya teníamos alrededor de cuatro meses juntas. Contrario a lo que algunos puedan creer, tuvimos una conversación respecto a lo de pasar tanto tiempo juntas, y habíamos decidido que, pese a nuestros deseos, intentaríamos darnos nuestro espacio, porque no era sano. Entendía que es un deseo de nuestro subconsciente por no volver a abandonarnos, porque yo también lo tenía, pero estábamos trabajando en eso, lentamente. Dando pasitos de bebé, juntas.

Y funcionaba, aunque no podía evitar extrañarla de vez en cuando. Como ahora, por ejemplo.

Mientras delineaba mis ojos el timbre resonó por el apartamento, de modo que me tuve que alejar del sofá para checar quién había llegado.

Sonreí cuando mi persona favorita apareció frente a mí.

—Hola, hermosa —me saludó mi novia, dando un paso adelante.

—Hola, mi amor —contesté su saludo, haciéndome a un lado para que pasara. Una vez estuvo dentro, le di un corto beso para volver a mi lugar en el sofá.

Ella me observó con curiosidad.

—¿Vas a salir? —inquirió.

—No, sólo acabo de salir de la ducha. Jisoo y yo tuvimos una mañana de limpieza.

Asintió en reconocimiento, tomando asiento a mi lado.

—Por cierto, Jennie estuvo aquí.

—¿Ah sí? Supongo que vino por Jisoo.

—Sí y no —dije, parpadeando cuando terminé mi ojo derecho y me observé en el espejo de mano.

—¿A qué te refieres?

—Sí vino por Jisoo para ir a su clase de las seis, pero también dejó un paquete para ti.

—¿Un paquete para mí? —repitió con curiosidad.

—Aja, es de tu abuela.

Desviando mi vista un segundo del espejo, me encontré con su mirada. No me observaba molesta, más bien divertida, cuando pronunció sus siguientes palabras.

—¿Ya lo abriste?

—Por supuesto que no —fruncí ligeramente el ceño—. ¿Por qué haría algo así? Es tuyo y sabes que respeto tu privacidad. Jennie me lo dijo cuando llegó. Así como también mencionó que debías llamar a tu abuela más tarde por órdenes suyas.

—Sólo estaba bromeando, pooh —musitó—. ¿Te molestaría si lo abro aquí?

—Claro que no, puedes tomar el abrecartas que está en el cajón. Para que cortes la cinta.

Mi novia asintió, tomando el objeto puntiagudo en sus manos y abriendo de una vez la caja.

Pero se quedó tan callada una vez que lo abrió, que me dio ligera curiosidad. Parpadeé cuando terminé el delineado de mi ojo izquierdo y cuando estuve satisfecha después de verme al espejo, dejé todo sobre la mesa para voltearme hacia ella.

—¿Qué pasó? —pregunté.

—Son cajas y más cajas —dijo ella, instantes después—. Aunque puedo oler las galletas. Oh, y también hay una carta. ¿Deberíamos leerla ya?

—¿"Deberíamos"? —la observé con sorpresa.

—Sí, deberíamos —parpadeó, observándome con curiosidad—. ¿Por qué? ¿No quieres leerla?

—Bueno... Pensé que era, ya sabes, algo privado.

Negando con su cabeza, Lisa bufó.

—Eres mi novia, ¿desde cuándo te guardo secretos? —comentó como si fuera algo obvio.

Mordisqueé mi labio inferior, reteniendo una sonrisa, y levanté los hombros en respuesta.

Ella soltó una risita y me empujó levemente con su hombro.

—Leámosla —insistió, por lo que no tuve más remedio que ceder.

"Querida Lisa.

Hola, mi niña. Sé muy bien que has estado disfrutando de tu tiempo en Corea y que ahora eres una mujer y no necesitas que te cuiden, pero tú sabes bien que esas cosas nunca me han importado, de manera que te he enviado un par de cosillas para que sigas estando fuerte y sana.

Hay algunas galletas en la caja también, asegúrate de compartirlas con Rosé, que sé que probablemente también estará leyendo esto. Lo que me recuerda que también hay una caja con su nombre dentro de la tuya, dásela en cuanto la veas. Es un regalo de mi parte.

Pd: Se acerca la navidad y todos por aquí estamos muy entusiasmados por verte, no te olvides de traer a tu linda novia. Y recuérdale a Jennie que traiga a la suya también o le diré a tu primo Prince que está disponible.

Con amor, tu abuela"

Me eché a reír, porque hacía unos dos meses que la abuela había conocido a Jisoo y se habían llevado de maravilla. Nos había contado también que Pasidh —O Prince, como le gustaba que lo llamaran—, uno de los primos de Lisa, estaba increíblemente enamorado de Jennie y nunca perdía la oportunidad para invitarla a salir o darle regalos. Aunque era tierno, nunca desistía y Jennie estaba harta de tener su atención, ni siquiera había funcionado el hecho de que ella le dijera que era lesbiana.

Lisa, a mi lado, también se echó a reír al leer el final.

—¿Nunca se rinde?

La pelinegra negó con diversión.

—Es insistente como no tienes idea.

—Supongo que es de familia.

—¿Qué se supone que significa eso? —me eché a reír nuevamente por su confusión.

—Nada —dije—. Pobre chico.

—Quizá desista ahora que Jennie tiene novia. Quiero decir, no es como si ella no hubiera llevado parejas antes, pero con Jisoo es diferente. No miraba a los demás como la mira a ella.

—¿Los demás? —inquirí con curiosidad—. Creí que Jennie era lesbiana.

—Es una larga historia y no me corresponde a mí contártela —contestó con una sonrisa apenada.

—Está bien, lo entiendo. Lo hará ella cuando esté lista.

Asintiendo, sacó una pequeña caja con mi nombre dentro de la suya y la tendió hacia mí.

—Es tuya, bonita.

—Gracias —la tomé y la posé suavemente sobre la mesita de café antes de abrirla.

Dentro había una bolsita con galletas, dos sobres y lo que parecía ser un pedazo de... ¿lana?

Lisa miró de reojo y soltó una risita, levantándose del sofá.

—Ya regreso —asentí viéndola marcharse en dirección al baño.

Me decidí a leer la carta primero.

"Querida Roseanne.

¡Mi niña! Estoy consciente de que nunca te he escrito antes, y espero no te moleste que empieces a recibir más paquetes y cartas de mi parte.

Como con Lisa, a pesar de ser ya una mujer también necesitas cuidarte, de lo contrario mi nieta quedaría devastada y no podemos permitir eso. ¡No señor!

Dentro del paquete encontrarás una bufanda especial que tejí para ti, también le hice una a mi nieta ¿y qué crees? ¡Combinan! Obtuve esa idea de Jennie y Jisoo, así que agradéceles después. Siguiendo, también hay una bolsita con galletas de mango, estuve trabajando en esa receta nueva y necesito un juez, así que en cuanto las pruebes quiero que me llames para que puedas darme tu opinión; y por último, dentro del otro sobre hay una sorpresita que espero te guste.

Con amor, la abuela"

Sonreí enternecida por su carta, y me dispuse a mirar los otros obsequios, empezando por el misterioso.

Abriendo el sobre en mis manos, encontré varias fotografías, tal y como decía la carta. Cada fotografía polaroid tenía una frase escrita con una caligrafía impecable.

La primera era una de Lisa soplando las velas en un pastel con una expresión brillante en el rostro, detrás de ella su madre y su abuela aplaudían. Su padre debía haber tomado la foto. Las palabras bajo ella decían:

"Su primer cumpleaños sin ti.
Lastimosamente no puedo enviarte fotos de todos los cumpleaños que te perdiste, pero supongo que este es el que tiene mayor precio.
PD: Estaba radiante por su deseo de cumpleaños. ¿Adivina qué pidió?"

Sonreí y pasé a la segunda fotografía.

Era una de Lisa sosteniendo un trofeo en la mano y sonriendo a la cámara; solté una risa cuando noté que le faltaba uno de sus dientes delanteros.

"El primer torneo de baile que ganó.
Ella deseaba que estuvieras aquí y compartieras la gloria con ella.
Si lo hizo, fue por ti.
PD: Al final del torneo, cuando sostuvo el trofeo en sus manos, lo primero que hizo fue decir que ese triunfo iba dedicado a ti."

Sin borrar la tierna sonrisa de mis labios, pasé a la siguiente fotografía. Nuevamente me eché a reír al momento de verla. Era una donde una pequeña Lisa y una pequeña Jennie, de unos once o doce años, calculé, sacaban galletas de un gran tarro. Lisa, con el cabello café desaliñado y cortado por los hombros, tenía una mano en su boca, la otra estaba dentro del tarro y observaba fijamente la cámara, dando a entender que había sido atrapada en el acto; mientras Jennie, con el cabello rebelde suelto y ajena a todo, sostenía dos galletas contra su boca y las engullía; sus mejillas se veían más grandes que de costumbre. Definitivamente le enseñaría esa foto a Jisoo.

"Cuando Jennie se volvió su amiga ambas fueron inseparables. Pero ella dejó en claro que nadie nunca iba a reemplazarte.
Ese par siempre hacía desastres en mi cocina.
PD: Mis galletas desaparecían cuando Jennie nos visitaba."

Pero, pese a mi alegría infinita, borré mi sonrisa rápidamente al ver la siguiente y última foto. En ella, una mujer con pocas arrugas cargaba a unas versiones pequeñas de Lisa y de... mí. Lisa sonreía mostrando todos sus dientes y haciendo signos de paz con las manos, mientras yo, un poco más tímida, sonreía sin tanta efusividad con mis manos sobre mi regazo. La mujer tenía ambos brazos a nuestro alrededor y lanzaba una suave sonrisa a la cámara.

"Puede que hayan sido muchos los buenos momentos, pero esta sin duda alguna es mi foto favorita.
PD: Extraño esos tiempos juntas."

Cuando Lisa regresó del baño, me encontró sollozando en el sofá con las fotos en las manos.

Rápidamente se acercó, pensando que quizá me había hecho daño con el abrecartas o con el papel.

—¡Rosie! ¡¿Qué pasó?! —se agachó frente a mí, y sin prestar verdadera atención a lo que tenía entre mis manos, me lo arrebató para posarlo sobre la mesa.

Negué entre sollozos.

—¿Fue el abrecartas? ¿Te hiciste daño? —preguntó con más ternura, revisando mis manos con delicadeza, como si temiera lastimarme la herida inexistente. O bueno, al menos la física, porque por dentro aún dolía todo.

Hipé, tratando de calmarme.

—¿Por qué? —inquirí en un susurro.

Sin embargo, ella alcanzó a escucharme, frunciendo ligeramente el ceño.

—¿Por qué qué?

—¿Por qué nos separaron así? —susurré otra vez.

—Oh, Rosie —inmediatamente su mirada cambió y, llena de una increíble ternura y arrepentimiento, se sentó a mi lado, rodeándome con sus brazos—. Yo no quería, lo sabes.

—Lo sé —dije, apretando mi mejilla contra su cuello, sintiéndome cansada de repente—. Pero ellos no... No podían, ¿por qué lo hicieron? Eran todo lo que tenía, mi familia. Mía y de la tía Dara.

—Y a todos nos dolió dejarlas —susurró, consciente de mi estado—. Pero no podíamos quedarnos en Corea, nuestra familia en Tailandia, bueno... Fue un año duro para todos y nos necesitaban.

—Si no hubiera sido por Jisoo, yo... No sé qué habría sido de mí —admití.

Ella presionó sus labios varias veces en mi frente, acariciando con su mano mi brazo.

—Lo sé, y lamento mucho eso —musitó con voz suave, buscando tranquilizarme—. No puedo cambiar el pasado, pero puedo prometerte que no volveré a irme así. No podrás librarte tan fácilmente de mí.

Solté una risita en su cuello, agradeciendo mentalmente que tratara de aligerar la situación.

—¿En serio? Qué pena —murmuré con falsa lástima.

—Así es —siguió mi broma—. No tienes ni idea de en lo que te metiste, Rosie Pooh. En la escuela me llamaban "la Intensa Lisa".

Sin poder evitarlo, una carcajada escapó de mis labios.

—Eres una idiota —dije, golpeando ligeramente su costado con mi hombro.

Ella sonrió levantando los hombros.

—Tu idiota.

—Mía, toda mía —mostré mi acuerdo abrazándola.

...

El resto de la tarde permanecimos tumbadas en el sofá mirando antiguas fotos que Lisa tenía en su teléfono; e incluso hicimos esa llamada a la abuela, donde nos amenazó para ir a pasar navidad con ella.

Unas horas más tarde, cuando me levanté para disponerme a cocinar algo, Jennie y Jisoo llegaron de la universidad, tirándose en el sofá con caras de tragedia.

Mi novia y yo intercambiamos miradas antes de dirigirnos a ellas.

—¿Pasó algo? —pregunté.

—Proyectos finales —contestó mi mejor amiga, y de inmediato ambas entendimos.

—Todos están igual. Los profesores se quejan de que nosotros dejamos todo para último momento, pero ellos hacen lo mismo. Quién los entiende —Lisa se sentó junto a Jennie, llamando su atención—. ¿Cierto, Jen?

Pero la castaña parecía estar en un trance, del que salió rápidamente cuando la pelinegra palmeó su brazo.

—¿Eh? ¿Qué?

—Hablábamos sobre los profesores. ¿Qué te pasa? ¿Te golpeaste la cabeza esta mañana?

Jennie rodó los ojos ante el comentario bromista.

—Lisa tiene razón —dijo Jisoo, volviendo hacia su novia y observándola a los ojos—. Has estado rara desde que llegaste por mí, ¿sucede algo?

—No es-

—Y no te atrevas a decirme que no es nada, Jennie Kim, porque te conozco y sé que es algo.

La castaña intercambió miradas por un segundo con Lisa y en ese instante la cara de mi novia cambió de curiosidad a lástima.

—¿Ya te llamó, eh? —musitó Lisa.

Jisoo y yo intercambiamos miradas curiosas.

—¿Quién? —inquirió mi mejor amiga, volteando hacia Jennie.

La castaña se desinfló visiblemente, hundiendo su cuerpo en el sofá.

—Mi padre —habló entre dientes.

—Oh no, ¿qué quiere ahora? —Jisoo se puso a la defensiva rápidamente.

Y bueno, parecía que yo era la única que no tenía idea de lo que pasaba.

—Es navidad.

—¿Y?

—Y espera que vaya a celebrarlo con él y su... familia —comentó con amargura.

—Que le den —levantó ambos hombros con indiferencia—. Ya eres adulta, no puede obligarte a nada.

Pero su novia sólo hizo una mueca, con los brazos cruzados, aún sentada en el sofá.

—Sí, pero la familia de Lisa también nos invitó y... La abuela amenazó con decirle a Prince que estoy soltera y dispuesta si no vamos —dijo, haciendo una mueca de asco—. Y esa vieja tiene más ovarios que todas aquí juntas, es mejor no molestarla.

—Me consta —Lisa estuvo de acuerdo, asintiendo ante las palabras de su mejor amiga.

—¿Entonces qué harás? —me atreví a preguntar.

Por lo que había entendido Jennie no toleraba a su padre y tampoco a la familia que él había formado después de separarse de su madre... Aunque aún me sentía un poco sin contexto. Por los detalles, supongo.

—No lo sé —suspiró ella.

—Bueno, no sé lo que harás —Jisoo habló, observando fijamente a mi novia—, pero si el imbécil del primo de Lisa intenta algo tomaré un vuelo a Tailandia y que mejor no espere conocer mi lado bueno.

—No me mires así a mí, yo no tengo nada que ver —mi pelinegra levantó ambos hombros—. Tu chica lo dejó encantada después de ese beso que le dio.

—¿Beso? ¿Qué beso? —preguntó mi mejor amiga instintivamente.

—¡Chismosa! —le gritó Jennie, saltando en su asiento.

—Jennie Kim, ¿qué beso? —repitió Jisoo, en tono amenazante.

Desde que ella y Jennie eran novias, era común verlas celarse, aunque no de una forma extrema, claro está. Eran cosas pequeñas y a veces ni siquiera se notaban.

—Fue en su cumpleaños y por un reto. Jugábamos verdad o reto y, bueno, sus amiguitos tuvieron la idea de cumplir su más grande sueño.

—Y desde entonces no la deja en paz —concluyó Lisa, con una sonrisa burlona.

Jennie llevó una mano a su frente, exasperada.

—Me arrepiento cada maldito día por aceptar jugar esa mierda.

—Bueno, quizá las cosas cambien este año —le sugerí, intentando ver el lado positivo.

—Sí, como ahora llevarás a Jisoo tal vez te deje en paz. Quiero decir, eso si sigues mirándola como lo haces cuando lleguemos —pero el comentario de Lisa dejó lugar al silencio en la sala.

Jennie abrió sus ojos, observando a su amiga con detenimiento y algo de molestia, Jisoo se mantuvo estática en su lugar y Lisa y yo sólo nos observamos entre nosotras con confusión.

—¿Qué? ¿No le habías dicho?

—No, Lisa. No lo había hecho —replicó entre dientes.

—Pensé que ya lo habías hecho.

—El paquete llegó hoy y hemos estado en clases ¡por supuesto que no le había dicho!

—Relájate —Lisa intentó calmar a su amiga, que parecía querer saltarle a la yugular—. No es como que Jisoo te vaya a decir que no... ¿verdad?

Ambas observaron a mi amiga, quien seguía estupefacta en su lugar.

—Yo... Bueno... Es que yo...

—No estás obligada a decir que sí, Jisoo. Lisa sólo está siendo la idiota que es normalmente —Jennie fue la primera en intentar calmarla, lanzándole una mirada dulce—. Está bien si no quieres ir.

—Es que sí quiero ir —se apresuró en responder, sin embargo, también volteó a verme con cierta desesperación—. Pero...

Hice una mueca, porque justo en ese momento recordé por qué no podía.

Todos los años para navidad ambas preparábamos un pastel de frutas que llevábamos hacia la oficina de la madre de Jisoo, allí pedíamos pizza o cualquier comida que pudiéramos, conversábamos e incluso llamábamos a la tía Dara para que se nos uniera virtualmente. No tardábamos mucho allí, puesto que ambas mayores debían seguir trabajando, pero era nuestro pequeño ritual navideño. Y ahora... Bueno, Jisoo no quería dejar sola a su madre en navidad.

—Podemos hablar con ella, tal vez se le ocurra algo —sugerí.

Lisa y Jennie nos observaban con curiosidad.

—Aún no puedo darte una respuesta, pero la tendré quizá para este fin de semana —después de observarme, Jisoo se dirigió a su novia, quien le dio un pequeño apretón a su muslo en respuesta.

—Sin presiones, mi amor —susurró, acercándose a ella.

Estoy casi segura de que ella esperaba que Lisa y yo no la escucháramos, porque no solía usar esos apodos cariñosos con Jisoo en nuestra presencia,  así que nos limitamos a observarlas con sonrisas en los rostros pero sin decir ni una sola palabra.

Jisoo también le sonrió y no hicieron más que observarse a los ojos durante algunos minutos.

Estoy segura de que terminaremos las cuatro en Tailandia, y no tengo ni idea de cómo resultará.

I'm back 👀​

Continue Reading

You'll Also Like

74.9K 8.1K 54
☆ y me pueden decir diez mil cosa' de ti pero yo pongo mi alma en el fuego por ti nadie sabe, lo que yo haría no saben que ni con cien mencione' van...
167K 8.3K 110
𓂋 Spanish translations ៸៸ ⊹ 𓈒 ˚ ⸰ 백 합 𝐓𝐮𝐦𝐛𝐥𝐫 ٫٫ ♡⃞ ⟡ ׅ ﹙ Lector masculino ﹚ ♡︭ ✦⠀⠀ᣞ ⬭ Ninguno me pertenece ...
182K 10.3K 25
Chiara se muda a Madrid en busca de nuevas oportunidades para lanzar su carrera como artista. Violeta se dedica al periodismo musical, trabajando en...
192K 10.9K 18
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...