ㅡ¡Tomás!
-El nombrado saltó en su lugar espantado, volteó hacia el lugar en donde estaba su amigo y estuvo a punto de insultarlo por darle un susto de muerte, pero todo enojo se vio opacado por la sonrisa radiante que se reflejaba en el rostro del contrario.-
ㅡ¿Qué paso? ¿Por qué el alboroto tan temprano?
ㅡ¡Es Iván!
-Tomás no pudo evitar poner cara de confusión cuando Rodrigo no siguió hablando.-
ㅡ¿Qué tiene Iván?
-Preguntó exaltado.-
ㅡ¡Me va a dar una oportunidad!
-En ese momento, Tomás abrió los ojos y boqueó emocionado porque si su amigo era feliz, él también lo era. Se alegraba por él.-
-Ambos chicos se abrazaron como si su equipo de fútbol favorito hubiera anotado un gol y sin perder la emoción, saltaron dando vueltas en su lugar.-
-Cuando la emoción se acabó, Tomás frunció el ceño y no pudo evitar preguntar.-
ㅡOportunidad para qué.
ㅡ¿Enserio?
-Preguntó Rodrigo sin
creerlo.-
ㅡCelebraste conmigo y no sabes por qué.
ㅡEs que te veías tan feliz.
-Dijo suspirando. Rodrigo bufó, pero volvió a sonreír al acordarse del por qué estaba tan feliz.-
ㅡIván me dio una oportunidad de
conocerlo.
ㅡ¿Enserio?
-Enseguida Tomás sonrió emocionado.-
ㅡ¡Qué bueno, Rodrigo!
-Pero después de un rato frunció el ceño.-
ㅡ¿Y eso por qué?
ㅡLe prometí mejorar mi ortografía.
-Tomás frunció el ceño y soltó un
suspiro sobre actuado.-
ㅡYa te he dicho que dejes de mentirle a la gente. Es malo decir mentiras.
ㅡ¡Che!
-Gritó Rodrigo indignado, mientras le lanzaba su mochila a su amigo.-