Por fin libre, aunque no fue tan malo, ya que no tuvo que mojarse y probo tantos los pescados como los moluscos de este planeta. Ahora que lo recordaba, las almejas eran afrodisiacos naturales...no espera, eso podía cambiar aquí, después de todo ni siquiera sabía si tenían la misma noción de vitaminas, pues todo medio místico.
Justo cuando iba a preguntarle a su guía, este eructo y se envolvió en una bolita peluda, ignorándolo para tomar una siesta. –Tan confiable como siempre. ¿al menos podrías no hacer cosas desagradables? Eres una interpretación espiritual, no deberías tener necesidades fisiológicas.
-Ya hemos establecidos que, si las tengo, a través de ti- Si y no, Jimin no supo explicarlo, es que no parecía necesario que hiciera algo como eructar, él no tenía ganas de...no espera si necesitaba soltarlo.
-Pero no quiero dormir, tengo tarde y noche libre antes de irnos mañana, y dos Alfas para mi solito- Jimin miro a Yoongi que caminaba a su lado, que aún tenía el cabello un poco húmedo, además que su colita seguía escondida, seguramente indignada por el desagradable chapuzón.
El cazador intercepto su mirada de interés, enarcando una ceja, trasmitiendo que estaba preguntando que tanto lo miraba. Por lo que le sonrió de forma suave, no quería revelar nada, pero igual el Alfa hizo una mueca el mismo, no como si estuvieran en la misma sintonía, porque ese no sería el estilo de este tipo.
No, esa sonrisa burlona le hablaba de que hoy, no se cumplirían sus deseos. Su propio buen humor murió en ese instante, mientras Yoongi florecía de felicidad. ¿Qué clase de venganza era esta? ¿Acaso el cazador no lo deseaba tanto como él? Bueno, por la salud de su cuerpo no debería ser penetrado por un Alfa ya adulto, y tampoco se le permitía tocarles el pene directamente, por una cosa rara sobre las feromonas de esa zona, que podría adelantarle el celo.
No estaba preparado para eso.
De pronto les llego el aroma de Jungkook por el este, donde se encontraba la frontera con los Osos. Trotando el guerrero los alcanzo, con una gran sonrisa en el rostro. No necesito recuperar el aliento, y de inmediato se le echo encima a Yoongi, carcajeándose a viva voz.
-Lo escuche de H...la guardia en el lago. Pescaste en ese frío lago y saliste con la cola pesada, y temblando- El guerrero despotrico más burlas, que fueron inentendibles por la interrupción de su estrepitosa risa.
-Fui coaccionado bajo amenaza- Jimin no estaba de acuerdo con la afirmación del cazador, pero Jungkook dejo de reírse, solo un poquito.
-¡Oh! ¿Por quienes, un grupo de nutrias o un peligroso Omega?- Como pocas veces, vio a Yoongi apretar los dientes y sonrojarse.
El Omega implicado, se estaba perdiendo el chiste interno de esos dos, como era costumbre.
-No voy a escuchar acusaciones, del Alfa que se dejó perfumar por un Omega- El guerrero apretó los labios, seguro obligado a contener cualquier replica.
Ja, que raro era para el ex terrícola escuchar ese intercambio, pues no entendía ¿Qué era lo vergonzoso de esa acción?
-Ustedes dos...- Jimin se adelantó hacia los Alfas, quiso poner sus brazos sobre sus hombros en forma de abrazo, pero su altura no daba para la acción, y apenas lograba rodear a uno, mucho menos a los dos, por lo que solo puso su palma al costado de los brazos ajenos, como si fueran dos perros.
-Son muy buenos Alfas- No trato de ser meloso o algo parecido, fue más como una pequeña broma. Yoongi lo entendió y rodo los ojos hacia atrás; Jungkook por otra parte fue feliz con esa declaración, por lo que se calmó.
-Es verdad- Secundo Namjoon, él sí pudo rodearlos a ambos como en un abrazo. –Miren lo bien que han crecido estos años, pasando de esos revoltosos cachorros, que se burlaban de los Alfas que sucumbían a los caprichos de los Omegas, a buenos compañeros que pierden su orgullo para complacer a su pareja.
Jimin estaba de acuerdo con estas palabras, pero los otros dos Alfas no miraban de forma agradable a su mayor. Ojalá pudiera saber en que estaban pensando esos dos, cuando se miraron como poniéndose de acuerdo.
-Sí, exactamente como decía papá...- Parecía que Jungkook solo hablo por reflejo, porque se quedó tratando de recordar a su difunto padre.
-Éramos muy jóvenes, no nos dijeron nada sobre eso, solo hablaban de convertirnos en grandes guerreros- El cazador entrecerró sus ojos, al parecer sin ningún consejo propio.
-Si de esos tengo bastantes, pero bueno lástima que estas no son unas vacaciones, tengo que seguir con mis deberes. Vamos Yoongi- Ambos se dieron una media vuelta, y tuvieron toda la intención de huir de la escena.
-Esperen ¿puedo acompañarlos?- Sus Alfas se negaron de inmediato, sin darle una segunda mirada.
Eso lo dejo de piedra, pero de inmediato comenzó a sentirse desolado, como si lo hubieran abandonado en medio de un salvaje bosque sin nada, y no a tres pasos de un puesto de comida, con un adorable hurón limpiando un pescado.
Sin saberlo estaba liberando lamentables feromonas de Omega, que exigían atención sin ninguna vergüenza, que paralizo a los tres Alfas cercanos. Jungkook y Yoongi se taparon la nariz, para acto seguido correr para no caer en la trampa, dejando solo a Namjoon para lidiar con el problema.
-De verdad me dejaron- Jimin sabía porque lo habían hecho, después de todo necesitaba estar solo con el diplomático, pero estaba de humor para jugar y los dos Alfas con los que había avanzado, lo dejaron solo con él que ni siquiera podía abrazar sin razón.
Que malos ¿Por qué de repente tuvieron tanto afán con este asunto?
-Líder excúselos por favor, ellos tienen mucho trabajo encima- Namjoon le froto el hombro, de una forma pausada, casi tímida. –¿Me dejaría acompañarlo? Podemos recorrer el pueblo, y averiguar más sobre la cultura local.
-Si correcto, hagamos eso- De mala gana sus demandas se disiparon, y volteo en dirección a las rusticas calles concurridas.
-Hay que trabajar duro para igualarlos- Lo animo el Alfa, pero algo pareció llamarle la atención, y fijo su mirada con avidez, a un punto en lo alto de una casa.
-¿Qué pasa?- Jimin miro el mismo punto, y pensó de inmediato en Hana, que debía estar moviéndose entre las construcciones, ahora que el follaje ya no podía ocultarla.
Namjoon no respondió, por primera vez su expresión se deformo en una mueca bastante fea de molestia, aunque fue solo un desliz de segundos, cuando volvió a fijarse en él parecía apacible como siempre. –Nada importante, no es necesario preocuparse Líder.
-Hey, siento que tus interacciones con Yoongi están mejorando. ¿Cómo llevas lo de retomar su amistad?- No era el tema más relevante, o algo a lo que estuviera poniendo cuidado, pero esos dos habían tenido que convivir mucho para ayudar en la organización.
-Ha sido refrescante volver a trabajar juntos, pero no somos triviales en nuestras charlas. No podría clasificarlo como la amistad que teníamos- Vaya y pensar que el cazador era el más preocupado por Namjoon.
-Aunque sea tosco al responder, sé que sabes, que hablar con él no es difícil. Por lo que aquí estoy sintiendo, que tú eres el evasivo- Amparado en un toldo, Jimin se recostó contra la columna de una casa.
-Es razonable que piense así, he perdido practica en las charlas ligeras- Parecía un argumento razonable, que al mismo tiempo revelaba una triste soledad.
-Si lo sientes de esa forma, me hace pensar que no eras bueno en ello en primer lugar. Tal vez Yoongi espera que sus conversaciones sean pesadas- El Omega estaba tanteando el terreno, aunque era un poco incómodo, cuando el diplomático parecía estar esperando un ataque.
-Puede ser agotador, no es de mi agrado obligar a otros a escucharme por cortesía- El Alfa deslizaba la mirada de forma casual al horizonte, para darle un descanso al locutor, antes de volver a mirarte a los ojos, enfatizando puntos importantes.
El protocolo que manejaba Namjoon destacaba demasiado en el clan, donde por culpa de la guerra todos se habían enfocado en las tareas prácticas. Pero esto era una constante, un comportamiento que se desarrolló gradualmente, por lo que se sentía natural. Según los testimonios de Yoongi y Jungkook.
-Estas creando obstáculos imaginarios, lo que es lamentable, porque me dijiste que tu temor era que hayan cambiado demasiado para volver a juntarse, pero más parece que los alejas, porque eres tú el que ha cambiado. ¿Ya no te agradan?- Suavizando la postura, el Alfa sostuvo su quijada, en esa postura elegante que efectuaba como un tic, cuando pensaba en alguien cercano.
-Es un buen punto porque, aunque me dedique a mis estudios, cuando éramos pequeños seguía saliendo con ellos a cazar o entrenarnos a través de luchas. Sin embargo, asumimos grandes responsabilidades apenas cumplimos los quince, por lo que dejamos atrás los tiempos de ocio, mientras aprendíamos a lidiar con estos puestos. Aunque volvamos a frecuentarnos, no quiero volver a cazar y preferiría evitar el dolor de entrenar con Jungkook. Así que, en teoría, si cambie drásticamente, así que temo que me encuentren aburrido o antipático.
Jimin asintió en reconocimiento, aunque fue por inercia, en verdad estaba desvenándose los sesos digiriendo la información, tratando de dar una buena respuesta, y a su vez tratando de dirigir la conversación al punto importante.
-Es complicado, pero ¿Quién no necesita un poco de caos en su rutina? Hace tiempo que no cazas o luchas, pero si es algo que te divertía, tal vez vuelvas a encontrarle gusto. ¿Por qué no intentarlo? No es como si fueras una persona diferente- Diablos, no lo estaba diciendo con intención, el problema es que sus sospechas lo hicieron hiperconciente de esas palabras.
-Puede ser- Namjoon parecía tranquilo, solo era él siendo un poco paranoico, sobre pensando a que se refería con esa afirmación.
-¿Qué puede ser? ¿Acaso usurpaste la identidad de su amigo de la infancia?- Trato de que eso saliera como broma, como una trampa, pero no salió para nada casual, y la risa para desestimar su pregunta sonó ahogada en pánico. Simplemente, todo mal.
El diplomático lo miro lentamente, fijándose en sus rasgos con parsimonia, dedicándole una sonrisa suave y corta, donde sus hoyuelos no se hundieron, mientras que sus ojos se oscurecían en profunda sospecha. La había jodido, en grande.
Esa imagen amenazante se alejaba kilómetros, de la educada y agradable sonrisa usual en el Alfa.
Las manos de Namjoon rodearon las suyas, y aunque el tacto era suave, no pudo reprimir el estremecimiento en todo su cuerpo. Estaba incómodo, pero al Alfa no le importo, ejerciendo la suficiente fuerza para que no escapara.
-Usurpar la identidad de alguien, ¿Cómo podría hacer algo así y por tanto tiempo? El aroma de cada individuo es único, y mi forma animal es la de un Leopardo de las nieves ¿Quién más podría ser?- Jimin sabía que no estaba mostrando la mejor cara, no cuando los modales volaron muy lejos, y Namjoon estaba intimidándolo al mirarlo tan fijamente, como escudriñando los secretos de su alma.
-Eso es cierto- Asintió a duras penas, tratando de bajar la mirada y evitar ser descubierto.
Entonces el Alfa con cuidado junto sus manos, para que fuera fácil sostenerlas con una sola de las manos del diplomático, mientras usaba la otra para subirle el mentón, y de manera firme obligarlo a mantenerle la mirada.
-Jimin no te pongas nervioso, o tu olor podría alertar a Hana- El Omega sintió la boca seca y tratar de pasar saliva no estaba siendo fácil. Su mente era un caos, con el pensamiento inmediato, de que hace tiempo no escuchaba esa voz aterciopelada hilar con tanta elegancia su nombre, luego entro en pánico por la revelación.
De repente, en medio de tantas personas, y con apoyo a pocos metros de él, se sintió totalmente indefenso, a merced de Namjoon.
-¿De qué hablas...
-¡Líder Omega!- Gracias a cada jodida deidad de estos aliens, un grupo de nutrias Alfas los interrumpió, llevando cada uno pescados gigantes.
-¡Sí!- Entusiasmado, logro escapar del agarre en su mentón, y mirar a estos adolescentes mostrar orgullosos sus trofeos. Lástima que de inmediato esa mano serpenteo con destreza su espalda, tomándolo firmemente por la cadera, eclipsando su cuerpo.
¿Lo estaba escondiendo de Hana? Esto pintaba mal, pero no era capaz de quitárselo de encima, se sentía incapaz de escapar del agarre del Alfa, demasiado débil. Mientras se estaba debatiendo que le pasaba a su cuerpo, Namjoon mostro la misma imagen de siempre a esos jóvenes.
-Escuchamos que el Líder Omega solo ha escogido a dos Alfas, por eso vinimos a cortejarlo- Quien había tomado la delantera del grupo, mostraba un lindo sonrojo de inocencia, mientras los demás lo secundaba con asentimientos enérgicos.
Quería gritar auxilio, pero fue inútil, se mantuvo estático.
-Lo siento chicos, me encargaron la tarea de escoltar al Líder a una cena privada con el alcalde, pero pueden aprovechar este tiempo para conseguir presas más grandes- Con maestría los jóvenes fueron engatusados, y sin cuestionar ni una palabra, fueron felices de nuevo al lago.
Cuando de nuevo se encontró con la mirada de Namjoon, se topó con dos grandes ojos verdes en su totalidad, con una línea fina y negra desgarrándolos, la auténtica visión de una serpiente, eso podía decirlo con seguridad, porque le aterraban.
-Lo siento, hace tiempo no recurro a esta piel, he perdido la practica- Aquel tono jovial no lograba relajarlo, mientras veía al Alfa masajear con la lengua dos colmillos de carne que ahora colgaban en su boca, logrando que el aguijón en la punta chorreara lo que adivinaba que era veneno.
-¿Vas a matarme? Al menos espero que no sea de los que te hacen agonizar hasta la muerte, ya pase por esa experiencia y es horrible- No es que quisiera rendirse tan fácil...pero no tenía escapatoria.
-No voy hacerte daño, solo resguardar mi seguridad- Metódico, como si fuera la situación de peligro para la que ha hecho mil simulacros. A Namjoon le cambiaron los ojos por lo menos tres veces, antes de llenar una pequeña botellita, que anteriormente había contenido dulces, de un extraño liquido ámbar.
Luego la tibia mezcla fue esparcida a lo largo de sus labios, entumeciéndolos.
-¿Qué te ha contado Hana de mis movimientos?- Sin ceremonias fue cuestionado, y sin control escupió toda la verdad.
-Tienes un hechizo poderoso de rastreo, pueden saber con precisión a dónde vas a cada segundo. No sabemos cómo, pero estamos seguros que eras el Erizo que entro a espiarnos mientras Jungkook me masturbaba.
El diplomático suspiro, pero no parecía enojado, solo prosiguió. -¿Cómo creen que pude haber hecho algo así?
-Yoongi cree que debes haber hecho un sacrificio, tal vez una rama de habilidades perteneciente a otro clan. Puede que seas un espía que contacto con otros, pero siguen pensando en ti como su amigo de la infancia, no duda de que eres Namjoon...pero yo si lo hago- No fue obligado a decir lo último, pero quería decírselo, aquello que le dijo la Dama.
-¿Por qué crees que usurpe la identidad de Namjoon?- El tono de esta pregunta fue diferente, había cierto temor subyacente en cada palabras.
-Pude hablar con la Dama, le pregunté sobre ti, porque era lo más sensato, con tantas intrigas a tu alrededor, solo quería saber que no harías daño al clan, es lo único que me importaba, el resto de problemas es irrelevante, eres la persona que mi corazón anhela y si tenía la mínima esperanza de que me correspondieras, hubiera actuado sin dudar- Ah que vergüenza, ¿por qué se derramaba aquella confesión?
El Alfa mostro una sonrisa cínica, desestimando sus sentimientos. -¿Aun ahora, que te he mostrado mi monstruosa naturaleza?
-Idiota, vengo de haber vivido más de treinta años en un mundo de solo humanos, por lo que todo este extraño mundo es monstruoso para mí- A este paso iba a contar toda su vida, menos mal ya había hecho un trato con la Dama, o en un plumazo habría perdido a su guía.
-¿Un transmigrador? Sorprendente, había estado pensando más en que eras el alma del Líder Omega Shen, como una reencarnación de emergencia- Momentáneamente el Alfa se distrajo por la sorpresa, pero siguió presionando. –Es una buena razón, no voy a despreciarla.
-No, espera. La dama me revelo que habías usurpado esta identidad, pero que recuerdes que tu esencia no cambia por esa razón, nos pertenecemos mutuamente, no hay truco ni malentendido. Eres mi destinado- Namjoon parecía tenso, y fue él esta vez quien escapo de su mirada.
Al parecer el interrogatorio termino, porque fue sostenido de nuevo por la cintura, llevándolo suavemente por las calles, sin prisa. Personas lo saludaron, hasta le ofrecieron comida, y pudieron sortearlos a todos con facilidad, era francamente aterrador.
Cuando llegaron al lugar donde se hospedaban, le ordeno que se sentara, mientras el Alfa abría por completo su hanfu, revelando los surcos de los músculos, pero también una gran marca encima del abdomen, como un tatuaje tribal, con cuatro rayas rodeando dos pisos de hilera de extraños símbolos.
-¿Eso es un sacrificio, eres una especie de mago?- Bueno Jimin lo había logrado, algo positivo para resaltar.
-Puedes llamarlo de esa forma- Simplifico, dejando que las runas brillaran, revelando el hechizo de rastreo que se coloreo de rojo.
-Ahora que se tu secreto ¿Qué me vas hacer?- El ex terrícola pensó en esa leyenda infantil, que justo Namjoon conto hace pocos días, pero su guía ya había dicho que no era imposible que existiera tal criatura.
-Puedes contarlo si quieres Jimin, no voy a dañar a nadie- El Alfa le sonrió como era costumbre, tan dulce, con esos lindos hoyuelos acentuando su atractivo.
-Entiendo, solo vas a desaparecer ¿no es así?- Este no era el resultado que quería, y no importaba cuanto su mano apretaba el brazo de Namjoon, sabía que esto no lo detendría.
-Me hubiera gustado quedarme, era feliz con solo verte- Aquella mano elegante y diestra, contorneo el perfil de su rostro, pero la suavidad no trasmitió paz a su agitado corazón. Namjoon siguió sonriendo, mientras cualquier que fuera el hechizo que tenía encima, desaparecía. El cabello gris tomo un color más extravagante, como hilos dorados que resplandecían por la magia que emergía del cuerpo ajeno.
-Puedo fingir que no se nada, por favor, no te vayas- Tanto tiempo temiendo un rechazo directo a sus sentimientos, para que al final cuando sucediera, no le quedara de otra que suplicar solo por seguir teniéndolo en su vida.
-Los de mi especie no pueden quedarse mucho tiempo en un mismo lugar, lo siento, no puedo darte lo que necesitas de un Alfa- Aunque le dijo eso, Namjoon termino inclinándose, presionando sus labios juntos, en una muestra completa de gentileza, suave y refinado, como si estuviera adorando cada segundo que le robaba, marcando sus sabores sutilmente, dejándolo experimentar el delicado sabor de un pastel de osmanthus.
Era tan acertado, que parecía una verdadera profecía.
Jungkook sabía como el té de jengibre que tomaba cuando estaba enfermo o desanimado, llenándolo con su fuerte sabor de energía; mientras Yoongi era para él, como el sabor dominante y fuerte del chocolate, que nunca lograba empalagarlo, porque parecía hacer parte de su misma esencia. Mientras las formas suaves de Namjoon nunca eran suficientes, como el pastel de osmanthus, lo hacían anhelarlo sin nunca poder satisfacerlo.
Cuando terminaron el beso, Jimin se encontró frente a una extraña mascara, totalmente negra e incrustada como una segunda piel a la cara del Alfa, que no trasmitía ninguna emoción, pues ocultaba por completo los ojos de su portador.
–Es la primera vez que beso a alguien, por elección propia- La parte de la boca y el mentón seguían descubiertas, mostrando la misma sonrisa con hoyuelos pronunciados.
-No va a ser la última- Aun cuando estuviera triste, el veneno en sus labios revelo la verdad de su alma, y no sabía de donde venía, pero algo era seguro, no iba a quedarse de brazos cruzados.
Namjoon lo desestimo con una sonrisa, y salió del lugar, dejándolo tan desolado de nuevo. –Guía, me mentiste, los mil pieles si existen.
-Estoy tan sorprendido como tú, en todas mis vidas, no había conocido a ninguno, o alguien que hubiera visto uno- Bueno, una cosa era segura, sabían ocultarse.
CONTINUARÁ
Espero que esto si haya resultado una sorpresa, porque ya muchos habían sospechado, pero bueno. Tambien espero lo hayan disfrutado, con cariño Aqua.