The Prank Book (LGTB COMPLETA)

By KarenMDelgadoSanchez

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Amaia Johnson pensó que su último año en el Saint Jakob School iba a ser tranquilo, que podría seguir con sus... More

1- A la dirección
2- Aperitivos Cremosos
Presentación de personajes
3- La Porrista
4- Mujeriega Asquerosa
5- Velocidad y Fuerza
6- Reina de las Bromas
7- Stór
8- Misión: Estropeando una cita
9- Mad Dog 357
10- Zombfiesta
11- Recuerdos del Pasado
12- La Exnovia
14- Tres Promesas
15- Girasoles
16- Rechazo
17- Ni Siquiera Soy Tu Amiga
18- La Estúpida Arlequín
19- Atrapando A La Rata
20- Nadie Se Mete Con El Escuadrón Bromas
21- Presentimiento
22- ¡Todos al Batimóvil!
23- Duendecilla
24- ¡Dakota Patricia Dawson!
25- La Mega Broma
26- Todo siempre acaba con una boda

13- Un Corazón Roto

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By KarenMDelgadoSanchez


Daniel estaba junto a Amaia sentados en las graderías del gimnasio, ambos estaban esperando a que Emma terminara sus prácticas con las porristas, ver a las chicas bailando y haciendo todas esas acrobacias era algo increíble, sin embargo, la atención de ambos amigos estaba centrada en la conversación que tenían.

—Entonces... ¿No te habla desde el lunes? —preguntó Amaia a Daniel, el cual había estado los últimos tres días triste porque su hermana no le dirigía la palabra.

—Ni siquiera me voltea a ver a la hora de la cena —contestó el chico irlandés con desgano—. Incluso papá ha intentado que hablemos, pero ella simplemente se niega o se encierra en su cuarto toda la noche.

—Es que tienes que aceptar que realmente lo estropeaste con ella —remarcó Amaia. Daniel le había contado a la castaña, Abigaíl y a la porrista lo que había sucedido el lunes con su hermana, ninguna podía creer lo que el chico le había dicho a Dakota—. Sé que es molesto no tener su apoyo en esto con Emma, pero debiste cuidar más tus palabras, Dan. Si bien es cierto tu hermana es una mujeriega que siempre pasa despreocupada por todos los demás, no es así contigo, ni con tu padre.

—Lo sé, Amaia, no es necesario que me lo recuerdes, solo me haces sentir peor —comentó Daniel cabizbajo.

—¿Qué tal si intentas entrar en su cuarto y encerrarla ahí hasta que hablen? —sugirió Amaia, ya que era lo único que se le ocurría en esos momentos para ayudar a su amigo.

—Sería una buena idea... si no tuviera su cuarto cerrado con llave todo el tiempo —contestó Daniel—. Sin embargo, es una buena idea —completó rápidamente al ver la sonrisa apenada de su amiga—. Pero bueno, dejemos de hablar de mi situación con Dakota y dime, ¿vas a aceptar la cita con Mercedes?

El lunes luego de la escuela, Amaia, Emma, Abigaíl y Daniel se habían encontrado con Mercedes en el parque, habían pasado una excelente tarde juntos, el joven irlandés y la exnovia de Amaia se habían caído bien al instante, sin embargo, Daniel había escuchado las advertencias hechas por Emma, Mercedes no era de fiar, más de una vez había engañado a Amaia, y siempre lograba salirse con las suya. De hecho, ese día, Mercedes había invitado a Amaia a una cita a pesar de que la chica sabía que se iría la próxima semana, sin embargo, Mercedes usó la excusa de que todo este tiempo lejos la había hecho recapacitar y darse cuenta de que a quién de verdad quería era a Amaia. Por supuesto, Emma pego el grito al cielo en cuanto Amaia le contó de los planes de su exnovia, Abigaíl no tenía mucho que decir, ya que no conocía muy bien a Mercedes, salvo las pocas veces que la había visto en la escuela antes de que se fuera y Daniel, bueno, él simplemente confiaba en Emma y creía que la chica se la iba a volver a hacer a Amaia.

—No lo creo, Dan, si bien es cierto, estamos en buenos términos, volver con ella o simplemente tener una cita y darle esperanzas de nuevo no sería lo correcto —respondió la castaña, aunque la verdad, lo que sucedía era que empezar o tan siquiera intentar algo con alguien más en esos momentos no era lo que quería, ya que estaba por completo perdida por Dakota—. Además, no pienses que he olvidado lo que sucedió la primera vez, si una sola traición pone en duda la confianza de las personas, varias traiciones simplemente destruyen esa confianza —explicó Amaia—.Y tampoco he olvidado las amenazas de Emma si acepto esa cita... no me gustaría despertar todos los días por dos semanas a las dos de la madrugada todo por ella —finalizó riendo al recordar las amenazas de su mejor amiga de hacerla madrugar para ir a correr a esas horas de la madrugada.

—Bueno, Amaia, sabes que sea cual sea la decisión que tomes, estaré aquí para apoyarte —expresó Daniel.

—¿Aunque eso te gane un problema con tu futura novia? —bromeó Amaia, haciendo que el chico se sonrojara.

—Aunque me gane un problema, estaré ahí para apoyarte, después de todo es lo que hacen los amigos —respondió riendo, pero poco a poco su risa se fue apagando a causa del recuerdo de su hermana, ya que ella era su única amiga cuando vivían en Dublín y recién cuando habían llegado a Alabama, sin embargo, ahora todo con su hermana estaba arruinado.

—Hey... no te pongas así, ya verás que pronto lo solucionaras y... —pero Amaia fue interrumpida por una Abigaíl, quien venía a toda velocidad y gritando.

—¡Chicos, chicos! —gritó la pequeña latina—. ¡Necesito su ayuda urgente, es de vida o muerte! —exclamó sacudiendo los brazos de arriba abajo.

—¿Qué pasa, Abi? —preguntó Amaia preocupada por su amiga.

—¿Qué sucede, estás bien? —inquirió Daniel igual de preocupado.

—¡No hice la tarea que dejó el señor Watanabe y vale la mitad de la nota! —explicó Abigaíl a sus amigos e inmediatamente ambos se llevaron la mano a la cara, dándose un facepalm, ya que habían pensado que algo malo le había sucedido a la pequeña latina.

—Abigaíl, tuviste todo el fin de semana y estos últimos tres días para hacer esa bendita tarea y no la hiciste —regaño Amaia a su amiga—. Debes ser más responsable con esas cosas.

—Lo sé, Amaia, lo sé y de verdad lo lamento, ¿pero puedes dejar los regaños para después y ayudarme esta vez, por favor? —preguntó Abigaíl poniendo su mejor puchero—. Y tú también, Dan, por favor.

—Amaia tiene razón, Abigaíl. Pero está bien, cuenta conmigo —respondió Daniel.

—Bien, te ayudaré, pero solo porque sé que el señor Watanabe no te dará oportunidad de presentar la tarea y no quiero que pases las vacaciones en la escuela de verano intentando recuperar esos puntos —advirtió Amaia.

—¡Ustedes son los mejores! —exclamó Abigaíl abrazando a Daniel y Amaia—. Ahora vamos a la biblioteca para que me ayuden y le envían un mensaje a Emma para que sepa que están ahí conmigo.

═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════

Treinta minutos después y justo cuando ya había acabado la práctica de las porristas y solamente Emma se encontraba en el gimnasio, una apresurada Dakota entró al recinto a toda velocidad como si estuviera escapando de alguien.

Emma se percató de tal cosa y miró a la chica irlandesa con extrañeza, ¿qué hacía Dakota en el gimnasio cuando odiaba tal lugar y todo lo relacionado con él?, quizá ahora iba a encontrar la respuesta.

—¿Qué haces aquí D... —pero la porrista fue interrumpida por Dakota, ya que puso su mano en la boca para callarla.

—Por lo que sea que te una a mi hermano, ni siquiera se te ocurra acabar esa pregunta y ayúdame a esconderme —pidió Dakota susurrando.

Emma dudó un segundo en ayudar a Dakota, pero al ver en los ojos la desesperación de la chica irlandesa y al escuchar la voz chillona de una chica gritando el nombre de su futura cuñada, no dudo ni un segundo más y metió a Dakota rápidamente en el vestuario de las porristas para acto seguido cerrar la puerta justo a tiempo antes de que la chica de voz chillona entrara al gimnasio.

—Disculpa —dijo la chica de voz chillona a la que Emma reconoció rápidamente como la misma que tenía abrazada a Dakota por el cuello el lunes en la mañana en la entrada de la escuela—. ¿No has visto a mi novia?

—¿Tu novia? —devolvió la pregunta Emma extrañada de tal cosa y en ese momento su celular sonó anunciando un mensaje de Dakota que decía textualmente: "Esa loca no es mi novia, no le hagas caso".

—Si, mi novia, la chica irlandesa guapa, Dakota Dawson, ya sabes tu cuñada —respondió Angie con sorna, ya que como todos en la escuela, sabían de la rivalidad que había entre la porrista y Dakota.

—Oh... Dakota, no, no la he visto por aquí —mintió Emma—. Sabes que ella no se metería al gimnasio durante las prácticas de las porristas, ni aunque su vida dependiera de ello.

—Entiendo —murmuró Angie—. Si la ves y tienes la suerte de que te dirija la palabra, le dices que la estoy buscando, por favor —pidió no tan amablemente.

—¡Claro!, yo le diré que la estás buscando, tranquila —respondió Emma con una sonrisa fingida y así la chica salió del gimnasio—. Como si le fuera a hacer un favor a la competencia de mi mejor amiga —murmuró para sí misma.

La porrista se fue a abrir la puerta del vestuario y una vez que lo hizo vio a Dakota sentada en las bancas de los vestuarios con la cabeza entre sus manos como si estuviera pensando, sin embargo, cuando se percató de la presencia de Emma, la volteo a ver.

—¿Ya es seguro salir de aquí? —preguntó Dakota.

—Yo diría que deberías de esperar si no te la quieres encontrar por los pasillos —respondió Emma—. Por cierto, ¿cómo obtuviste mi número?

—Lo saqué del celular de mi hermano, ya sabes, por si alguna vez se me antojaba hacerte alguna broma telefónica —contestó Dakota sarcásticamente.

—Ja, ja, ja, muy graciosa —comentó Emma virando los ojos.

—Quiera o no eres una aliada de bromas, así que era imprescindible tener tu número de teléfono por si en algún momento se nos presentaba algún problema con Jackson, pero por lo visto el rubio teñido de tu ex está muy calmado... por ahora —confesó Dakota con algo de suspicacia, sabía que tanta calma por parte de Jackson era porque se encontraba preparando su próxima jugada en contra de ella.

—Ya veo... entonces, ¿tú y la chica de la voz chillona salen juntas? —inquirió Emma, curiosa, intentando hacer conversación con su futura cuñada.

—Para ser honesta no es algo que te importe, porrista descerebrada —contestó Dakota—. Pero, no, no salimos ni nada de eso, solo nos dimos unos cuantos besos un día, ¡un maldito día y ahora piensa que somos novias y quiere que vaya a conocer a sus padres!, ¡está loca!, ¡loca! —exclamó finalmente.

—Vaya, sí que tienes serios problemas —resolvió Emma—. Sin embargo, me alegra saber que no estás saliendo con esa chica, tiene una voz... bastante particular.

—Si, en eso te doy toda la razón —concordó Dakota, quedándose en silencio por unos minutos hasta que Emma habló nuevamente.

—Dakota, sé que dirías que no me interesa y todo eso... pero quiero saber, ¿por qué me odias tanto?

—Si ya sabes la respuesta, ¿por qué preguntas? —Dakota devolvió la pregunta con cansancio, lo último que quería era tener una discusión con alguien en esos momentos.

—Es solo que me da curiosidad, te lo dije el día de la fiesta, es normal que tengas celos de hermana, supongo que todas las hermanas con hermanos mayores o menores pasan por ello, pero, ¿al punto de odiarme con tanta intensidad y enojarte con tu hermano por salir conmigo? —preguntó Emma tentando a su suerte.

Dakota soltó un suspiro y se levantó de la banca, en ese momento Emma pensó que la chica irlandesa iba a salir de los vestuarios dejándola sola y sin una respuesta, sin embargo, eso no sucedió.

—No lo entenderías —respondió Dakota—. Además, estoy segura de que mi hermano ya les contó lo que pasó en Dublín a ti y a tu amiga la nerd.

—¿Lo qué pasó en Dublín? —inquirió Emma con curiosidad, ella sabía que Daniel y su hermana tenían un pasado doloroso en Dublín que ocultaban con un gran recelo, sin embargo, el chico nunca le había dicho nada ni a ella ni a Amaia—. Mira, Dakota, no sé a qué te refieres, pero Daniel nunca nos ha contado nada sobre su pasado en Dublín, solo una vez nos contó que para que lo perdonaras te daba paquetes de gomitas, pero fuera de eso no nos ha contado nada más —explicó la porrista.

—Ummm —tarareó Dakota—. Tienes razón, mi hermano, por más molesto que este jamás traicionaría mi confianza de esa manera.

—Pero sí nos contó lo que sucedió el lunes —soltó Emma—. Y realmente me sorprendió y lo lamento, Dakota. Lo último que quería era que entre ustedes dos hubiera problemas por mi culpa —confesó Emma.

—No te halagues tanto, porrista descerebrada —bufó Dakota mirando al techo—. No es tanto por tu culpa que estemos peleados, la única razón por la que estamos así es por lo que dijo.

—Lo sé, sin embargo, toda esa discusión ha sido por mi culpa, debí esperar a que por lo menos tú y yo nos lleváramos mejor y no ponerlos en esa situación tan incómoda que ha arruinado su hermandad —argumentó Emma con honestidad, ya que de verdad odiaba ver que los dos mellizos ni siquiera se voltearan a ver.

—¿Tú y yo llevarnos mejor?, Emma, eso no iba a suceder, al menos no en ese momento —confesó Dakota—. Mi odio hacia ti va más allá de que estés o no con mi hermano, es algo muy doloroso que hemos intentado olvidar tanto nosotros dos como mi padre.

—¿Puedo saber qué fue lo que sucedió? —preguntó Emma tentando a su suerte una vez más.

Dakota bufó nuevamente, respiró hondo para acto seguido botar todo el aire acumulado en sus pulmones, ya no valía la pena seguir guardando ese secreto por más tiempo, menos ahora que la porrista era prácticamente la novia de su hermano, además que con las veces que la había ayudado con las bromas y ese pequeño acto de ocultarla de la chica loca Emma había mostrado su valía y había comprobado lo que su hermano le había dicho la primera vez, que no todas las porristas eran iguales.

—Bien, ¿estás dispuesta a escuchar una historia de un corazón roto? —preguntó Dakota y Emma asintió—. Perfecto, entonces aquí vamos.

Flashback

5 de junio del 2020, Dublín, Irlanda.

Los mellizos Dawson venían entrando a la escuela tal y como hacían todos los días, hablando de superhéroes y armando debates para saber cuál era el mejor, sin embargo, ninguno de los dos sabía que ese día sus vidas estaban a punto de cambiar un poco más con la llegada de una nueva alumna.

—Te lo digo en serio, Dan, Superman es mejor que Batman y hay muchas pruebas y cero dudas —argumentó Dakota que con tan solo quince años lograba atraer la mirada de chicos y chicas por igual, sin embargo, a ella no le interesaba nada de eso, la bromista a esa edad solamente le importaba pasar tiempo con su padre y su hermano.

Después de la partida de Adara a otra parte del país, Dakota, Daniel y David se habían vuelto una familia más unida, mientras que de la mujer que les había dado la vida a los dos mellizos no había rastros, solo un par de llamadas al mes y eso era todo, pero no veía a sus hijos y ellos para ser honestos no la extrañaban para nada.

—No, Dakota, Batman siempre tiene un plan, además con un poco de kryptonita puede vencer fácilmente a Superman —contraataco Daniel mientras su hermana se quedaba viendo a un punto fijo sin poner cuidado a lo que su hermano decía—. Y no salgas con el argumento del traje antikryptonita porque... uh. ¿Dakota? —inquirió Daniel moviendo su mano frente al rostro de su hermana para llamar su atención, sin embargo, esto no funcionaba, así que volteo a ver hacia donde miraba su hermana y se llevó tremenda sorpresa.

Ahí, frente a los casilleros, una chica de cabello negro, piel bronceada y vestida con el uniforme de las porristas, se encontraba intentando abrir su casillero, pero la tarea se le hacía imposible, ya que tenía sus manos ocupadas, Dakota al ver esto salió corriendo a ayudar a la chica y cuando llego ahí quedo por completo anonadada. Si la chica de lejos le parecía linda, ahora teniéndola cerca le parecía aún más hermosa, en especial con esos ojos color gris que combinaban a la perfección con su rostro.

—Déjame ayudarte con eso —ofreció Dakota sujetando los cuadernos y libros que la chica tenía en las manos.

—Gracias, eres muy amable... —dijo la chica sin poder completar la frase, ya que desconocía el nombre de su ayudante.

—Dakota, Dakota Dawson —completó la ojiazul.

—Nessa Buckley —se presentó la chica sin apartar la mirada de Dakota.

A los pocos segundos Daniel se acercó y también se presentó con Nessa. En ese momento inició una buena amistad entre los tres, sin embargo, era una amistad que marcaría un antes y un después en la vida de los mellizos.

═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════

—No, papá, ya te dije que no quiero ir —espetó Dakota.

—Hija, ella de verdad quiere pasar tiempo con ustedes, deberías hacer el esfuerzo, es tu madre después de todo —sentenció David.

Había pasado poco más de un mes desde que Daniel y Dakota habían conocido a Nessa, entre los tres había surgido una fuerte y buena amistad, incluso habían comenzado a escribir entre los tres un libro de bromas, para hacer justicia, divertirse un rato y porque no, vengarse de aquellos que intentaran hacerles la vida imposible.

Por otro lado, otro suceso había pasado en ese periodo de tiempo y es que la desaparecida madre de los mellizos había regresado con la excusa de que quería ver a sus hijos y reconectar con ellos, pero mientras que Daniel accedió con cierta facilidad, Dakota simplemente no quería tener ningún tipo de contacto con su madre y por esa razón David se encontraba intentando convencerla de que fuera con su hermano a reunirse con Adara a la cafetería donde los había citado.

—Puede ser que sea la que me dio la vida, pero esa mujer dejó de ser mi madre desde el primer momento en que cruzó esa puerta y nos dejó —argumentó Dakota señalando la puerta de la entrada.

—Hija, por favor, no seas tan dura con ella... —pero David fue interrumpido por su hija.

—¡¿Qué no sea tan dura con ella, dices?!, papá, esa mujer te engañó durante meses y no le importó ni lo más mínimo el hacértelo saber y abandonarnos, todo el mismo día del cumpleaños de Dan y mío —gritó Dakota—. ¿Cómo puede ser siquiera que la consideres tanto?

—Hija, durante toda nuestra vida, cometemos errores, incluso la persona más "perfecta" —dijo esto último simulando unas comillas con sus manos—, no está exenta de cometer errores, errar es humano, pero perdonar lo es aún más.

—Da igual, no iré a verla hoy, le prometí a Nessa que saldría con ella y eso haré —afirmó Dakota con decisión—. Nos vemos a la hora de la cena —se despidió y se fue, dejando a su padre pensativo, después de todo él tenía que entender que no le debía absolutamente nada a Adara, ni siquiera su tiempo.

═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════

—Entonces... ¿Te gusto? —preguntó Nessa anonadada, ante la bomba que le acababa de soltar su mejor amiga.

—Sí, y mucho —afirmó Dakota con cierto sonrojo en sus mejillas—. Sé que es raro y todo eso y que probablemente yo no te interese como tú me interesas a mí pero... —a Dakota no le dio tiempo de continuar con su verborrea porque Nessa la silenció con un beso en los labios.

—Tú también me gustas, Dakota, pero si vamos a estar juntas debemos mantener esto en secreto por un tiempo —sentenció Nessa una vez que se separó del beso—. Aunque hayan pasado tres meses ya, sigo siendo relativamente nueva aquí y apenas me nombraron capitana de las porristas. No digo que me avergüence de esto que sentimos, pero...

—Lo sé, créeme que te entiendo, Nessa, así que no te preocupes, iremos despacio —Dakota cerró nuevamente el espacio entre ella y Nessa sellando la promesa de ir lento por el momento, así que nada podía salir mal.

Fin del Flashback.

—Espera un segundo —interrumpió Emma a Dakota—. ¿Me estás diciendo que tu novia en Dublín era la líder de las porristas? —inquirió con cierta molestia.

—Si, si, lo sé, ahora es muy hipócrita de mi parte decir que tú no puedes estar con mi hermano. Pero créeme, todo tiene una explicación —sentenció Dakota—. Ahora, ¿me dejas continuar con la historia?

—Está bien, pero espero que todo tenga una explicación coherente o te despertaré a las 2 am por dos semanas para que vayas a correr conmigo —amenazó Emma.

Y es que aún quedaba mucho por contar por parte de Dakota y Emma lo quería saber todo.

═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════

Me inspire bastante, pero tranquilos que eso es ganancia para ustedes.

Gracias por cada voto, comentario y lectura, se les agradece muchísimo.

¿Cuál ha sido su personaje favorito hasta el momento?, dejen su respuesta aquí y los leeré atentamente.

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