El Adiós Dorado 1L

By Sele_Aspiazu

99.6K 7K 172

Todos sabemos que entre policías y ladrones solo hay una regla en cada bando: Arrestar al delicuente Salir... More

DEDICATORIA
PRÓLOGO:
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPITULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48 (EPÍLOGO)

CAPÍTULO 29

1.3K 92 2
By Sele_Aspiazu

ALEXANDER VITAL.

Si iba a morir prefería hacerlo en sus brazos y sus labios juntos a los míos, en ellos encontraba todo el caos que necesitaba mi vida.

Me aleje de ella despacio al mismo tiempo que levantaba mis manos hacía arriba observando hacía el tipo que parecía hervir por la demostración de algo que él no podía conseguir por más que quisiera: Un simple roce de labios de la chica por la cual se moría.

-Simplemente magnífica demostración de sentimientos- felicito Nicolás con las lágrimas recorriendo su mejilla que dejó pasar sin concentrarse en ello.

Observé hacía los lados buscando la manera perfecta de salir ileso de ahí pero sabía sin muchas contemplaciones que no saldríamos de aquí sin que alguno de los dos quedara con alguna bala alojada en un lugar difícil de sacar, no logré pensar en algo coherente cuando Nicolás me apunto con una sonrisa socarrona al mismo tiempo que caminaba hacía Victoria.

Vi cómo quedó frente a la chica que le devolvía la mirada desafiante, Nicolás sostuvo la maleta que Victoria tenía en sus manos al momento que la largaba hacía delante logrando que la ropa se esparciera por el pasillo solitario, no dejó de apuntarme mientras agarraba el brazo de la pelinegra que se dejó a la vez que me dedicaba una mirada comprensiva.

Levanté mis manos con completa tranquilidad observandolos con una sonrisa en mis labios, vi como la tiró hacía al frente mientras un hombre se encargaba de sostenerla y en ese momento me di cuenta que el viejo que nos había ayudado a salir se encontraba detrás de Victoria con fuerza pero sin quitar su mirada de mi persona.

Quería creer que todo esto estaba bajo control pero mi mente me decía que todo esto caería como una pirámide de cartas que era frágil ante las brisas que se pudiera presentar, tenía la sensación de que ya no saldría de ahí y que ella se iría sin dejar algún rastro que me dijera dónde encontrarla.

-Si todo esto sale bien Alexander, saldrás ileso y sin ninguna bala traspasando tu cuerpo- advirtió Nicolás con burla.

-Solamente tú piensas que saldrás de aquí con tanta facilidad sin que ninguna de mis balas te alcance- contraataque jugando con su paciencia.

Benedetti hizo crujir su cuello al mismo tiempo que se acercaba más a mí mientras apuntaba a mi cien, me veía por medio de sus espesas pestañas mientras que yo admiraba como se llevaban a la mujer que estaba siendo tirada por el hombre que supuestamente nos había ayudado a escapar.

-Morirá si sigues mirando hacía su paradero, y te aseguro que no necesito incentivo para volarte los sesos- amenazó el muy descarado.

-Adelante- le dije colocando su arma sobre mi sien.

El miedo había abandonado mi cuerpo, lo único que me preocupaba era mi chica, baje la mirada hacía él al mismo tiempo que escuchaba los gritos de Victoria, mi corazón latía deprisa sin detenerse pero mi mente trataba de estar calmada para poder pensar con la claridad suficiente así poder que mis sentimientos no interfirieran en mi deber como policía.

-Así que el policía está pasándose al lado el cual juró exterminar- murmuró Nicolás paseando a mi alrededor.

-Te exterminaré como si fueras una plaga- amenace como si estuviera en posición de hacerlo.

-Lo hagas o no, no me pone preocupa mucho Alexander, de todas maneras ella morirá si no es por mi lo será por ti, es un evento que sucederá- rebatió con burla.

-Nunca le haría daño en cambio a ti que dices amarla cuando estuviste a punto de secuestrarla- le dije.

-En la mafia se ama de una manera completamente diferente a como se hace en la tranquilidad de las personas fuera de ella, en la milicia amas a fondo o no amas una mierda, es una clase de amor retorcido que logra convertirte en un asesino a sangre fría por y para la persona que quieres, es una condena para los que no logran entender y una felicidad absoluta para los que son capaces de contemplar tanta destrucción como belleza- me explico jugando con su arma.

-¿Y eso está mal?- cuestione.

Nicolas levantó la mirada hacía mí con una sonrisa.

-La amas Vital, porque estoy seguro que matarías todo a tu paso por ella, te arrodillaras por petición de esa mujer y cumplirías todos sus deseos con tal de verla sonriendo, quemarías el mundo con tal de que ella te corresponda y sea tuya, ¿no es así?- expuso.

El silencio fue la respuesta a su última pregunta y sabía que con eso cavaba mi propia tumba porque ella tenía una misión  y no podía interferir.

-Estas completamente loco por ella, que irónico sabes ya que la historia se está volviendo a recrear, los Smirnova volverán a enfrentarse a los Vital pero no sabe quién ganará- comentó con gracia.

Su comentario me dejó desconcertado logrando que el pudiera golpearme  dejando que cayera sobre el suelo siendo mi cara quien recibiera el mayor impacto, sentí como sus manos me giraron dejándome sobre mi espalda al mismo tiempo que sus golpes se hacían presentes en mi rostro.

Dejé que me golpeara porque necesitaba el tiempo necesario para que Victoria consiguiera las llaves del auto y a la vez matara a Sebastían por tratar de acorralarnos de la manera tan cobarde como lo había hecho, Nicolás colocó su arma sobre mi frente al mismo tiempo que se agachaba para estar a mi altura, sus ojos parecían dos cuentas negras que consumieron toda su presencia de una manera surrealista, las ojeras reinaban su rostro consiguiendo que se demostrara que algo lo había tenido despierto horas o la razón más coherente era que había consumido sustancias dudosas que ni el mismo lograría identificar.
Podía jurar que ese hombre había sido producto de un experimento que no había salido bien pero no lograba saber de qué se trataba y ni mucho menos cómo podía terminar.

Pero la intención de hablar que tomó lugar en su boca se esfumó cuando escuchamos el paso de tacones acercándose hacía donde nos encontrábamos con tranquilidad, giré mi cabeza hacía delante a la vez que Nicolás se alejaba de mí con velocidad alzando su arma como si fuera lo único con lo que podría defenderse y eso era deprimente para la raza de hombres.

Me giré sobre mi eje quedando boca abajo al mismo tiempo que observaba como Victoria venía con un traje negro y un tapado que volaba por sus pasos que eran proyectados por el tacón de aguja que tenían sus pies, en sus manos llevaba una clase de rifle con silenciador.

-¿Llegó en un mal momento?- interrogó bajando sus lentes de sol que no tenían justificación ya que era de noche.

Estaba a nada de reírme por su presentación tan oportuna pero recordé que no era el momento ni mucho menos era la ocasión.

Nicolas se arrodillo ante ella pero de lejos, yo en cambio me quedé tirado en el suelo con la boca abierta por su osadía de tardar de más solo para cambiarse de ropa pero no tuve tiempo de siquiera reirme por la estúpida actuación que había tenido mi rival cuando una rafaga de disparos se escucho desde afuera de los pasadizos, supuse que eran dentro de la casa cuando con completa tranquilidad Victoria se acercó a mí con la velocidad de una tortuga para luego ayudarme a levantarme como si no pesara el doble de ella, cuando me tuve cerca de su cara me sonrió con alivio.

-Sabía que estarías bien- susurro colocando su mano que descansaba en mi pecho sobre mi mejilla.

-¿Estabas preocupada? No lo puedo creer, la asesina insensible estaba preocupada- le pregunté burlándome de ella.

-Ya quisieras- contraataco alejándose de mí.

Le sonreí al momento que le respondía.

-No me iré de este mundo hasta que te vea triunfando como la mujer increíble que eres, te devolveré todo lo que quisieron quitarte Piccola y si es necesario quemaré el maldito continente por ti para cumplirlo - le prometí.

Estaba por contestar cuando escuche como Nicolás murmuró algo que me causó intriga por lo que me gire sobre mis pies con velocidad ignorando como todo me daba vueltas, cuando estuve frente a él divise como en sus manos tenía una pequeña granada que había activado, levantó la mirada hacía mí al mismo tiempo que sonreía como un lunático en serie.

-Moriremos y todo esto por una unión que no tenía que hacerse- susurro sin apartar la mirada de Victoria.

Sin pensarlo mucho comencé a correr al mismo tiempo que agarraba la mano de Victoria alejándola de todo con velocidad doblamos hacía izquierda para luego correr acortando los metros que nos separaban de la salida, el fuego nos seguía con rapidez pero se fue apagando como si alguien lo controlara, en otra circunstancia me hubiera puesto a pensar en cómo podía ser posible pero mis ganas de sobrevivir ganaron la batalla contra la intriga, volvimos a dar otra vuelta y en cuestión de minutos el frío de la noche nos recibió.

Mi mirada abarcó como Sebastian estaba atado al asiento con unas cuerdas que parecían reforzadas.

-Andando- dijo Victoria con diversión por mi cara.

-Sebastian recuerdame no hacerla enojar en ninguna circunstancia- le dije caminando hacía la puerta de atrás.

-Descuide Señor, se lo recordaré día y noche si es que vivo- respondió sin mirarme.

Cuando subí con velocidad y el chofer comenzó a conducir por la carretera vi como Victoria sostenía una pequeña caja que sobre ella tenía un botón de color negro que por mi posición lograba verse la letra V en color dorado, estaba por preguntar pero las palabras murieron en mi boca cuando se escucho una explosición completa que consiguio que piedras enormes se fueran cayendo a nuestro alrededor haciendole la tarea mucho más dificil a nuestro chofer que no emitio palabra alguna.

Me giré despacio al mismo tiempo que el vidrio me devolvía la vista de una casa completa en llamas que se extendieron por toda la extensión del terreno, observé cómo los autos de Máximo salían disparados del fuego.

Pero vi algo que me llamó la atención pero como siempre, Victoria me sacaba la palabra de la boca.

-Ellos están vivos, por algunos días y descuida por tus obligaciones, llame alertando de que su jefe está fuera del país por unos días ya que está cerrando tratos con Thompson- me dijo.

¿Thompson? Miles Thompson que era dueño de un imperio de drogas, ¿Ese Thompson?.

Continue Reading

You'll Also Like

999K 52.5K 37
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
452K 29.3K 29
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
136K 29.2K 59
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...
1.1M 128K 50
Samara Piragibe solo tiene en mente conseguir un trabajo. En sus planes no está enamorarse, menos después de haber sido víctima de las infidelidades...