1832
El amor entre personas de un mismo sexo es completamente complicado, muy mal visto. Normalmente suelen esconderse o simplemente casarse y tener hijos con alguien del sexo contrario solo para no arriesgar sus vidas, aun así tengan que fingir su amor hacia otro individuo.
Entre los años 1800 y 1835 en Reino Unido, las personas que sean homosexuales y, que además, practiquen la sodomia*, serían condenados a pena de muerte, es decir, serían ejecutados, debido a que todo aquello era un delito bastante grave, convirtiéndose lamentablemente en una ley.
Aún así aquella ley fue completamente modificada en el año 1861 en Reino Unido, logrando reemplazar la pena de muerte por una multa y/o condenas en prisión, condenas que duraban muchos años, debido a que la sodomia jamás dejó de ser un delito para ese entonces.
Sin embargo, aquella ley contra la homosexualidad solo duró hasta el año 1967, a pesar de que en otros países perduró hasta 1980 como lo es en Escocia, y hasta 1982 en Irlanda del Norte, logrando así que sea anulada.
Esta historia está ambientada en el siglo XIX del año 1832, año en el cual sigue siendo una ley, por lo que aquellos amoríos entre dos hombres y/o dos mujeres tenían a cambio una pena de muerte. Es por esto que, toda historia está bajo disimulos y miedos, donde ambos arriesgarian su amor con tal de ser felices, o... ambos morirían para dejar de vivir aquel infierno.
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*Sodomia: La sodomía generalmente incluye el sexo anal u oral entre personas.