Take pictures in your mind of your childhood room
(Toma imágenes en tu mente de la habitación de tu infancia)
Memorize what it sounded like when your dad gets home
(Memoriza cómo sonaba cuando tu papá llegaba a casa)
Remember the footsteps, remember the words said
(Recuerda los pasos, recuerda las palabras dichas)
And all your little brother's favorite songs
(Y todas las canciones favoritas de tu hermanito)
I just realized everything I have is someday gonna be gone
(Me acabo de dar cuenta de que todo lo que tengo algún día desaparecerá)
So here I am in my new apartment
(Así que aquí estoy en mi nuevo apartamento)
In a big city, they just dropped me off
(En una gran ciudad, me acaban de dejar)
It's so much colder than I thought it would be
(Hace mucho más frío de lo que pensé que haría)
So I tuck myself in and turn my night light on
(Así que me arropo y enciendo mi luz nocturna)
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La idea de cuánto tiempo hace eso, casi nueve años, hizo que Lena sintiera una punzada de nostalgia. Si bien había comenzado a ganarse una reputación para sí misma en ese momento, con cada hombre con el que aparecía en la foto como su nuevo novio, cada canción que escribía era un juego de adivinanzas sobre de quién se trataba, la dulce chica que siempre estaba desconsolada, su reputación estaba lejos de la notoriedad en la que finalmente se había convertido. En ese entonces, estaba dando un paso tentativo por su cuenta, a punto de enamorarse por primera vez, incluso si no lo sabía, y no tenía idea del éxito y la fama que estaba por llegar.
El nivel de fama que había tenido entonces era suficiente. Le ofrecía una cierta sensación de anonimato si era lo suficientemente cuidadosa, con los medios para hacer lo que amaba. Lena no sabía en ese entonces que el simple hecho de contar historias a través de su música la desgastaría tanto, que le daría a la gente una razón para iniciar una cacería de brujas, que ella se resentiría de todo lo que había construido, después de una moda. Solo había tanto que una persona podía tomar. Solo tantos rumores y mentiras, don nadie hambrientos de poder arañando sus faldas para que la arrastraran con ellos. Todo llegó a un punto en el que se había vuelto demasiado para ella, pero en ese entonces, todavía era ingenua ante la maldad que persistía detrás de escena en Hollywood. Todavía vivía en los sueños de cuento de hadas que su mente evocaba, y su vida parecía ser perfecta en ese momento.
Todo se fue cuesta abajo con bastante rapidez, un fuerte descenso hacia una relación tensa con su familia, encontrándose esencialmente atrapada en su contrato con Edge Records, y la mayor parte de su vida privada se desmoronó antes de que pudiera luchar para volver a unir las piezas. Y todo eso parecía girar en torno al hecho de que Lena había decidido mudarse. Fue una cuestión de conveniencia, más que nada, pero al final, fue una decisión de la que llegó a arrepentirse profundamente. Incluso en ese momento, fue difícil para ella, y le tomó un tiempo acostumbrarse a National City y vivir sola.
"¿Cómo fue eso?" Leslie preguntó, con una nota de curiosidad en su voz mientras se inclinaba más cerca de Lena. "Quiero decir, mudarse de casa siempre es un gran paso, y tienes que hacerlo de la mejor manera, con una carrera exitosa y un apartamento bonito y caro, ¿verdad?".
"Oh, lo odié ", se rió Lena, "me perdí todo el asunto de la universidad. Creo que es algo común en Estados Unidos que la mayoría de los chicos se muden para ir a la universidad, y es algo similar en el Reino Unido, pero yo no hice nada de eso. Tenía veinte años y estaba trabajando en mi tercer álbum cuando me mudé de casa".
"Bueno, ese no es un logro pequeño".
"Lo sé, lo sé", dijo Lena con una pequeña sonrisa, "pero en los años en que la mayoría de la gente estaba en la universidad, yo estaba amontonada en un autobús o un avión, de gira o yendo a premios con mi madre y mi banda, y a veces mi hermano y mi papá. Y luego... no lo estaba. Estaba en una ciudad completamente diferente al de toda mi banda, a medio mundo de distancia de mi familia y en una ciudad que realmente no me gustaba. National City es como Los Ángeles en la forma en que todos buscan lanzar el próximo gran éxito, excepto que todos los amigos que hice en la industria estaban en Los Ángeles, y yo estaba trabajando en una escena musical más pequeña en el norte con todos los actores trabajando en papeles serios ".
Ladeando la cabeza hacia un lado, Leslie la miró con curiosidad: "Hiciste el cambio a la música pop hace unos años. ¿Te arrepientes de no haber saltado directamente a ese género? Quiero decir, como dices, National City es conocida por su música más independiente y sus gustos cinematográficos. Si hubieras comenzado como una estrella del pop en lugar de la música country y celta tradicional, habrías podido avanzar más en Hollywood".
Dejando escapar un resoplido de risa, que no era muy atractivo y estaba lleno de desdén, le dio a Leslie una sonrisa amarga. "No me gustaría vivir a menos de cien millas de Hollywood. National City ya era bastante malo; es como un anexo de la misma. Lleno de paparazzi y sanguijuelas hambrientas de fama que intentan montarse en mis faldones. No, no me arrepiento de no haber dado el paso al pop más rápido. No creo que necesitaba ser una estrella del pop de inmediato; mi música country celta lo hizo bastante bien por sí sola, sorprendentemente. Creo que podría haberme apegado a mis raíces durante toda mi carrera y seguir teniendo la carrera que tengo. Si hubiera hecho el cambio únicamente para avanzar en mi fama en Hollywood, nunca lo habría hecho".
"¿No te gusta la fama?"
"La gente siempre dice que es bueno que la gente hable de ti, no importa lo que digan".
"Cualquier prensa es buena prensa."
"Exactamente", resopló Lena, poniendo los ojos en blanco, "excepto que no lo es. Cualquier prensa se convierte en una gran historia, en mentiras y rumores, y los reporteros te acosan y te gritan cuando estás tratando de salir de un restaurante. Esa ha sido mi vida durante más de una década. ¿Te imaginas querer más de eso? No, me mudé a National City para estar más cerca de mi sello discográfico y grabar mi música. Y eso fue bueno. Fue genial, pero estaba muy sola y no me sentía preparada para cómo sería un centro de atención constante y lo que traería una mudanza en el futuro".
*
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Fue a National City la semana siguiente, como estaba planeado, con Lillian a cuestas, y las dos se refugiaron en un hotel de lujo durante tres semanas. Les tomó ese tiempo visitar una lista completa de apartamentos que se ajustaban a las necesidades de Lena, tachándolos uno por uno porque resultaron ser demasiado viejos, más lejos de lo que le gustaba a Lena, demasiado pequeños, que necesitaban demasiado trabajo, hasta que encontraron el perfecto. Era un condominio nuevo que brindaba una vista panorámica del horizonte de National City a través de las ventanas del piso al techo, justo al lado de Music Row. Era espacioso y abierto y perfecto para sus necesidades.
Su oferta tardó una semana en aprobarse y pasó una semana con Lillian eligiendo muebles para su nuevo apartamento. Su madre se había quedado todo el tiempo, y Lionel incluso voló después de enviarle los contenedores que Lena había empacado en Navidad. Fue emocionante para ella, y sus padres ayudaron a organizar la entrega de sofás nuevos, una cama enorme y la ayudaron a elegir el mejor televisor. Apenas se hablaban, y Lena recordaba las peleas en Navidad y la incómoda ceremonia de CMA de hace unos meses en la que no se habían dicho una palabra, pero adoraban a su hija como siempre.
En poco tiempo, tuvo un apartamento nuevo con muebles nuevos y se mudó de casa. Fue rápido y un poco aterrador, si Lena era honesta, y el día que sus padres estaban listos para regresar a Londres, descubrió que no estaba lista para quedarse sola. Tomaron un té ligero por la tarde en Clementine y Lena empacó todas sus pertenencias en la maleta con la que había estado viviendo durante las últimas semanas antes de que sus padres la llevaran a su nuevo departamento. Tuvo que contener las lágrimas mientras los abrazaba a ambos para despedirse, tratando de reírse del alboroto de su madre y las severas palabras de su padre para llamar si algo andaba mal. Antes de lo que le hubiera gustado, se habían ido y ella se quedó sola en su apartamento.
Esa primera noche fue una de las más largas que Lena podía recordar. El apartamento se sentía frío y solitario solo con ella dentro, sin los toques personales para hacerlo hogareño y cálido, y hacía sonidos extraños, la nevera retumbaba, las tuberías silbaban de vez en cuando, y ella se metió en la cama, sentándose en el resplandor. de una lámpara mientras miraba hacia el techo alto. Era difícil conciliar el sueño y sintió que la nostalgia se apoderaba de ella a medida que la larga noche se extendía hasta la mañana. Había estado tanto tiempo fuera de casa a lo largo de los años que se sentía estúpido que extrañara Londres, pero siempre había tenido a Lillian con ella, y con la rápida eliminación de su madre de su vida, Lena se encontró extrañando terriblemente su hogar.
Y no era solo el hogar, era tener gente cercana a su alrededor. Desde que irrumpió en la industria, se había encontrado en los mismos círculos que otras celebridades, quienes normalmente, si eran británicos, vivían en Londres, y si eran estadounidenses, vivían en Los Ángeles. National City era más un lugar para actores que ya se habían inscrito en una película o programa, para poder filmar allí, o para músicos y cantantes emergentes que todavía estaban tratando de triunfar. Ninguno de los amigos que había hecho estaba en National City; era el tipo de lugar al que acudían en avión para filmar o entregas de premios y eventos de moda, y en su tiempo de inactividad, se iban a casa. La única persona que conocía que estaba en la ciudad era Kara, y pasaron algunas semanas antes de que se volvieran a ver.
Con la intención de lanzar un álbum en el otoño, Lena pasó la mayor parte de las siguientes semanas trabajando en la composición de canciones. Se había comprado un piano vertical y también una batería, y junto con sus varias guitarras y banjos, se encerró en su nuevo apartamento, como lo había estado haciendo también en su habitación de hotel. Morgan Edge tenía la oficina de su sello discográfico en National City y ella frecuentaba su oficina, celebraba reuniones con él y los productores musicales, rechazaba sus ofertas de traer escritores para que la ayudaran, como solía hacer él, tocando fragmentos de canciones para él en su guitarra Incluso se hizo tiempo para grabar algunas pistas que ya había terminado, y él la acompañaba al estudio de grabación donde se sentaba en la habitación sellada y cantaba repetidamente las letras que había escrito.
Sin embargo, pasaron meses antes de que se lanzara el álbum, y apenas estaba comenzando a acumular canciones para él, lo que le dejaba mucho tiempo para sí misma si así lo deseaba. El único problema era que no tenía con quién pasarlo . Iba a mercadillos y tiendas de artículos para el hogar, compraba lámparas y estanterías, alfombras antiguas y utensilios de cocina, e intentaba darle a su apartamento la falsa ilusión de un hogar, y hablaba con su madre todos los días, y con su padre de vez en cuando, pero Lena sentía sola. Rápidamente aprendió que el trabajo no era un sustituto de la socialización.
Y luego tuvo la idea de llamar a Kara un día, al darse cuenta de que su intercambio de mensajes se había ralentizado durante las semanas mientras ella se entregaba a su música y se mudaba, y con el recuerdo de su promesa de volver a verse pronto, Lena decidió llamarla. No era exactamente pronto , como habían prometido, pero había pensado mucho en Kara durante las semanas, dejándose distraer cuando estaba escribiendo canciones, pensando en ojos azules cuando los de Veronica habían sido marrones, o en las cálidas mariposas en su estómago en lugar del vacío que había quedado en su corazón. Donde debería haber estado escribiendo sobre desamor, Lena quería escribir sobre esperanza.
En una decisión impulsiva, aunque le había estado dando vueltas en la cabeza durante días y no había tenido el coraje de hacerlo, Lena finalmente la llamó. Sonó cuatro veces antes de que Kara respondiera, su voz alegre y llena de calidez familiar mientras hablaba.
Me preguntaba cuándo llamarías.
Lena dejó escapar una risa tímida, sus mejillas se sonrojaron mientras estaba de pie frente a una de sus ventanas altas, mirando el horizonte azul brumoso, las altas palmeras meciéndose con la brisa abajo mientras la débil luz del sol se reflejaba en una docena de ventanas. Dándose la vuelta, parpadeó rápidamente mientras se pasaba una mano por sus rizos desordenados.
"Hola, Kara, um, sí, solo estaba- Yo, uh, lo siento, nunca llamé-"
"No hay necesidad de disculparse. ¿Como has estado?"
Exhalando suavemente, la frente de Lena se frunció levemente y su boca se torció hacia abajo en las comisuras. "¿Estoy bien?"
Hubo una pausa en el otro extremo. "¿Sí?"
"Sí", dijo Lena con más convicción de la que sentía, "oye... ¿estás ocupada?"
"¿En este momento? Soy completamente libre, ¿por qué?
"¿Quisieras... tal vez querer venir?"
Con apenas tiempo suficiente para ducharse y ponerse ropa limpia, Lena pronto estaba caminando por el pasillo para responder a la llamada a la puerta, tomándose un momento para asegurarse de que su cabello estuviera plano y que los puños de su camisa estuvieran uniformemente enrollados. Al abrir la puerta, se encontró con la vista de Kara y un árbol.
"Hola", Lena la saludó lentamente, con cierta confusión.
"¡Hola!" Kara respondió cálidamente, sus ojos se arrugaron detrás de sus anteojos mientras miraba desde detrás de las hojas verdes de un pequeño árbol en maceta que estaba cargando.
Se inclinó hacia adelante con un brazo abierto y tratando de alcanzar a Lena y, después de un momento de confusión, Lena se dio cuenta de que se estaba inclinando para abrazarla. Tratando de no parecer demasiado ansiosa, Lena se acercó a su abrazo con un solo brazo, inhaló el aroma fresco de vainilla y fresa del perfume de Kara y sintió que su estómago se agitaba nerviosamente. Retrocedió, dio un paso atrás y se fijó en los pantalones de chándal Adidas negros de Kara con las rayas blancas de la marca registrada en el costado, las zapatillas blancas y la sudadera con capucha azul celeste con el logo del trébol de Adidas en el frente. Parecía cómoda y tranquila cuando entró en el apartamento escasamente amueblado de Lena.
Cerrando la puerta detrás de ella, Lena rodeó a Kara y caminó por el pasillo, saliendo al área abierta. Dirigiéndose hacia la cocina, Lena miró a Kara por encima del hombro y le dedicó una pequeña sonrisa. "¿Té? ¿Café?"
"Tomaré lo que tú estás tomando".
Asintiendo, Lena puso la tetera al fuego y sacó una caja de té irlandés para el desayuno. Una de las primeras cosas que compró para su nuevo apartamento fue un juego de té de porcelana china de la colección Royal Albert. Había sido un pequeño derroche para ella, y le había encantado el rosa empolvado que se desvanecía en el blanco, los pequeños patrones de rosas y el borde dorado. Dejó las tazas y los platillos en el mostrador de la isla, donde Kara ya estaba sentada en un taburete de cuero, con los codos sobre la superficie de mármol y una leve sonrisa en los labios mientras miraba a su alrededor.
"Bonito lugar", dijo cuando se encontró con los ojos de Lena.
"Gracias. Todavía está un poco vacío."
La sonrisa de Kara se iluminó cuando empujó el árbol colocado en el mostrador hacia Lena. "Esperemos que esto ayude a alegrar las cosas entonces. Un pequeño regalo de inauguración de la casa para ti. Es un naranjo Calamondin; son excelentes plantas de interior no convencionales".
Con las cejas ligeramente levantadas por la sorpresa, la cara de Lena se dividió en una sonrisa cuando extendió la mano para tocar una de las hojas verdes. "¡Gracias! Es maravilloso", respondió Lena con seriedad, la pesadez en su pecho se alivió ante la consideración del regalo.
Dejando a un lado su agradecimiento, aunque parecía un tanto satisfecha consigo misma, Kara observó cómo Lena tomaba la tetera, que acababa de terminar de hervir, y la llenaba. Colocándolo todo en medio de los mostradores de la cocina, recogió el plato de galletas que había horneado antes y las colocó junto a ellos, antes de rodear los mostradores y tomar asiento en el taburete junto a Kara.
"¿Cómo te estás acomodando hasta ahora?" preguntó Kara mientras Lena llenaba una taza con té ámbar para ella.
Lena empezó a llenar el suyo mientras observaba a Kara tirar del plato hacia ella, la cuchara golpeando contra la porcelana china. Dejó caer un terrón de azúcar en él, revolviendo el terrón, pero no tomó nada de leche. Agregando leche pero sin azúcar a la suya, Lena suspiró suavemente, una mirada sombría cruzó su rostro.
"No muy bien, seré honesto".
"¿No?" preguntó Kara, con una mirada de preocupación brillando en sus ojos.
"Solo un poco de nostalgia", se encogió de hombros Lena. "Nunca había estado tan lejos de mi familia. Y es un poco espeluznante, estar en mi propio lugar. Hay tantos ruidos. La máquina de hielo en el congelador casi me da un infarto la primera noche, lo juro. No pude pegar ojo".
Riendo, aunque no de forma desagradable, Kara se llevó la taza a los labios y tomó un sorbo hirviendo. Volvió a dejarlo sobre el plato y giró la silla para quedar frente a frente con Lena. Apoyando el codo en la encimera de mármol y apoyando la barbilla en la mano, la miró inquisitivamente.
"Cada vez es más fácil", le aseguró Lena, "tengo trabajo para mantenerme ocupada".
"¿Trabajando en un nuevo álbum?" Kara preguntó, sus cejas pálidas se levantaron ligeramente mientras alcanzaba una galleta, mirándola antes de darle un pequeño mordisco. Pareció levemente sorprendida y le sonrió a Lena. "¿Hiciste esto tú misma?"
Asintiendo, los labios de Lena se curvaron en una leve sonrisa, "sí en ambos aspectos".
Canturreando con aprecio, Kara tomó otro bocado. "Esto es realmente bueno. Se supone que debo estar haciendo toda esta dieta vegana con mi compañera de casa, Lucy, pero no soy muy bueno en eso. Esta es la razón."
Sonrió mientras sostenía la galleta, y Lena soltó una carcajada, recogió su taza y plato mientras agachaba la cabeza, las mejillas se sonrojaron y resplandeció de satisfacción. Tomando un pequeño sorbo, volvió a dejar el té, sintiendo que la timidez la invadía de nuevo cuando Kara giró ligeramente su taburete, disfrutando de su té y las galletas recién horneadas mientras estudiaba el apartamento de Lena.
Solo había algunas pertenencias personales dispersas, un par de fotos enmarcadas de su familia y amigos, su piano vertical a la derecha del pasillo, alfombras antiguas y cojines decorativos, pero estaba vacío en su mayor parte. No había obras de arte en las paredes, ni libros en las estanterías de nogal pulido, y no era exactamente un hogar. Estaba en algún punto intermedio, y Lena apreció el pequeño naranjo para ayudar a iluminar el lugar. También le faltaban plantas y flores.
Terminando su galleta y quitando el polvo de las migas, Kara la miró con una chispa de emoción en sus ojos azules. "¿Podrías tocarme una canción?"
"¿Una canción?" preguntó Lena, con la voz coloreada por la sorpresa mientras levantaba las cejas hacia la línea del cabello.
"Sí. Tal vez un adelanto de tu nuevo álbum", sugirió Kara, con una mirada tímida en su rostro mientras sonreía.
Arrugando la nariz, Lena se puso nerviosa ante la idea, pero por alguna razón, no podía decir que no. A pesar de la sacudida nerviosa de su estómago ante la idea de permitirse ser vulnerable con alguien a quien solo había visto dos veces antes, se encontró confiando en Kara. Parecía que la conocía desde mucho antes y, aunque se sentía tímida, Lena se sentía cómoda. Había una facilidad natural en Kara, una cualidad encantadora que te hacía sentir como si conociera cada parte de ti, y Lena se encontró incapaz de decir que no. Solo la mirada esperanzada en el rostro de Kara fue suficiente para que ella dudara por no más de un segundo, antes de darle una sonrisa tentativa.
"Umm, seguro."
"¿De verdad?" Kara parpadeó sorprendida.
Encogiéndose de hombros, Lena se deslizó de su taburete, "Supongo que sí. ¿Por que no?"
Caminando hacia el piano vertical al otro lado de la habitación, Lena se sentó en el banco acolchado, mientras Kara la seguía, con una mirada de gran interés en su rostro. Se apoyó contra la parte superior, descansando casualmente mientras se elevaba sobre Lena, y Lena sintió que su corazón latía con fuerza en su pecho cuando empujó hacia arriba el faldón y expuso las teclas de marfil ligeramente amarillentas. Al mirar a Kara, la miró a los ojos y se quedó atónita una vez más por lo increíblemente azules que eran. Le recordó a Lena el mar en la pequeña playa de Irlanda a la que su familia solía ir los fines de semana durante el verano. Tan azul y claro, como si pudiera leer cada emoción en los ojos de Kara. Lena imaginó que Kara sería una terrible mentirosa; todos sus pensamientos parecían brillar en sus ojos.
"Este, um, bueno, no está terminado, pero es en el que estoy trabajando en este momento. Esto es una especie de puente, supongo.
"De acuerdo."
Tocando algunos acordes, sus dedos encontrando fácilmente las teclas correctas, Lena repasó en silencio la melodía que había estado atrapada en su cabeza durante la última semana. Era una melodía alegre con un trasfondo melancólico, una canción que contenía toda su gratitud por su banda, que había estado allí en su primera gira, y en el escenario con ella en los CMA y los Grammy, y todas esas primicias para ella. Fue un agradecimiento para ellos y para los fans. Una canción de precaución, llena de aprensión, porque Lena aún dudaba un poco de cuánto le duraría su suerte. Segura que el otro zapato caería en algún momento. Todo parecía ir muy bien para ella, todo lo que había querido lograr en la vida llegó muy pronto, y no estaba segura de cuánto tiempo duraría.
Sintiéndose un poco cohibida, con una sensación de vacío y nerviosismo en el estómago, interpretó ágilmente la melodía y trató de concentrarse en las teclas del piano en lugar de en Kara, una tarea difícil, dado que Lena era hiperconsciente de su presencia, de pie a un lado, esperando pacientemente.
"Hold on to spinning around
(Aguanta y sigue dando vueltas)
Confetti falls to the ground
(Mientras el confeti cae al suelo)
May these memories break our fall
(Puede que estos recuerdos rompan nuestra caída)
Will you take a moment,
(¿Tienes un momento?)
Promise me this
(Prométeme esto)
That you'll stand by me forever
(Que estarás junto a mí por siempre)
But if God forbid fate should step in
(Pero si Dios no lo quiera, el destino lo causara)
And force us into a goodbye
(Y nos forzara a decirnos adiós)
If you have children some day
(Sí tienes hijos algún día)
When they point to the pictures
(Cuando señalen las fotos)
Please tell them my name
(Por favor diles mi nombre)
Tell them how the crowds went wild
(Diles como la multitud se volvió loca)
Tell them how I hope they shine
(Diles como espero que ellos brillen)
Long live the walls we crashed through
(Larga vida a las barreras que destruimos)
I had the time of my life, with you"
(Tuve los mejores momentos de mi vida contigo)
Tocó algunos acordes más antes de que la música se silenciara y finalmente reunió el coraje para mirar a Kara y ver su reacción. Volvió a plegar en silencio el teclado sobre las teclas, le dedicó a Kara una sonrisa dócil y fue agraciada con una más brillante a cambio.
"¡Eso es hermoso!" Kara exclamó en voz baja, con una mirada dulce en sus ojos mientras tomaba su mejilla con la mano, el codo apoyado en la parte superior del piano, "¿lo escribiste tú misma?"
Colocando un mechón de cabello rizado detrás de su oreja, Lena asintió tímidamente, se puso de pie y reprimió una sonrisa ante el elogio. Jugueteando con sus dedos, caminó hacia el sofá de cuero y se sentó en un extremo, mientras que Kara se unió a ella en el otro.
"¿Puedo preguntar de qué trata la canción si no es demasiado personal?" Kara aventuró vacilante.
Una sonrisa cruzó el rostro de Lena. "Mi banda y mis fans, es un agradecimiento. Todavía estoy trabajando en eso, pero creo que lo llamaré Long Live".
"Me gusta."
Lena dejó escapar una risa rápida, una mirada irónica en su rostro mientras sonreía, "es una de las mejores canciones hasta ahora".
Kara se estremeció levemente, con una mirada comprensiva en sus ojos mientras le dedicó una sonrisa sombría, "bien, recuerdo haber oído hablar de una de tus relaciones". Lena se puso rígida donde estaba sentada, una sacudida la sorprendió cuando sus palmas comenzaron a sudar instantáneamente y su garganta se secó. "Adam, ¿verdad? ¿De esa banda de chicos?
Ahogándose en una risa de incredulidad cuando el alivio la inundó, Lena tuvo que presionar una mano contra su boca cuando sus ojos se arrugaron en las comisuras. Le dolían las mejillas de tanto sonreír cuando dejó de reír y miró a Kara con diversión.
"¿Adam? Dios no. Nos tomamos una foto juntos en los Teen Choice Awards hace dos años y luego supuestamente salimos durante unos meses antes de que él me rompiera el corazón", se burló Lena, luciendo levemente ofendida por la mera idea de eso, "aparentemente la mitad de las canciones en mi segundo álbum son sobre él".
"Estoy seguro de que es un cumplido halagador para él".
Lena resopló de risa y puso los ojos en blanco con buen humor, "aparentemente no. Empecé a desarrollar una gran reputación como una de persona que tiene citas en serie. No es una buena reputación, en mi opinión. Además, es dos años más joven que yo y demasiado inmaduro.
"Oye, soy dos años mayor que tú".
"Sí, pero eres diferente".
"¿Por qué, porque soy madura?" preguntó Kara, levantando ligeramente las cejas.
Luchando contra el sonrojo, Lena se aclaró la garganta y levantó un poco la barbilla, "bueno... sí. Siempre he preferido a alguien mayor. Yo digo siempre, pero bueno... una vez".
Levantando una ceja, Kara le dirigió una mirada inquisitiva, "hm, ¿y quién es esta misteriosa persona mayor con la que saliste? Tus canciones no dan absolutamente ninguna pista. Stephen? Cory? No conozco a nadie con esos nombres en Hollywood, y dudo que estuvieran en esa escuela para niñas a la que fuiste en Londres.
Lena hizo una pausa por un momento y le dio a Kara una mirada mordaz, "¿me has estado buscando en Google, Kara? No recuerdo haberte hablado de mi educación.
Con las mejillas sonrojadas, Kara le dedicó una sonrisa tímida, luciendo avergonzada mientras se rascaba la nuca, "Tal vez tuve un poco de curiosidad".
"¿Sí?"
"Sí, eres muy... misteriosa. Le pregunté a mis amigos si te conocían, y escuché tus álbumes, y en realidad no me dijeron mucho sobre ti , así que posiblemente revisé tu página de Wikipedia".
Ladeando la cabeza hacia un lado, Lena le dirigió una mirada sospechosa, "¿qué estabas buscando exactamente?"
Haciendo una pausa, Kara apretó los labios en una fina línea y sacudió la cabeza, pareciendo seria por primera vez, y la alegría del momento pareció desvanecerse cuando Kara se movió incómodamente. Un ligero ceño frunció el ceño de Lena mientras miraba a la rubia, y se encontró ansiosa por disipar la tensión repentina que había crecido en el momento.
"Lo siento", soltó Kara de repente, girándose para mirarla a los ojos, "eso fue realmente muy grosero de mi parte. No quise entrometerme...
"Veronica Sinclair", espetó Lena al mismo tiempo, esperando nerviosamente romper el silencio y responder a la pregunta no formulada de Kara. Ya había insinuado el hecho de que ninguno de los chicos sobre los que Lena había escrito canciones eran celebridades, y aunque podrían haber sido chicos de la escuela secundaria, Kara había acertado de nuevo, que ninguno de ellos había sido en absoluto un chico de la escuela católica o el un internado.
Parpadeando sorprendida por la interrupción, las cejas de Kara se alzaron ligeramente. "¿Perdón?"
"Preguntaste con quién salí. Era Verónica Sinclair. La cantante."
"Vaya."
"Quiero decir, salimos, pero no creo, no fue serio. No para ella de todos modos. Y no fue muy divertido para mí que jugaran conmigo. Ha pasado un tiempo, pero... bueno, algunas cosas dejan una impresión duradera", dijo Lena con algo de amargura, dándole a Kara una sonrisa forzada.
Con una mirada melancólica en su rostro, Kara frunció el ceño ligeramente, y se formó una arruga entre sus cejas. "Lo siento, no quise presionarte-"
"Está bien", respondió Lena despreocupadamente, haciendo a un lado sus preocupaciones. "Yo solo... bueno, nadie lo sabe. Eso no está en mi página de Wikipedia".
"No estás... ya sabes, ¿fuera?"
Dejando escapar un resoplido de risa, Lena le dirigió una mirada mordaz. "Católico, recuerda".
"Correcto."
Se sentaron en silencio por un momento, antes de que Kara la mirara fijamente, "Sé cómo te sientes, por cierto".
A Lena se aceleró el pulso, sintió que la esperanza florecía en su pecho y se animó un poco mientras le dedicó a Kara una pequeña sonrisa, "¿sí?"
"Sí", respondió Kara en voz baja, con una tierna mirada de simpatía en su rostro.
La alegría tímida volvió después de eso, y Lena se sintió un poco mejor al desahogarse y al mismo tiempo descubrir la misma verdad sobre Kara. Dejaron el tema después de eso, y Lena fue a preparar una taza de té y trajo el plato de galletas con ella también, pero se quedó entre ellos como un pensamiento reconfortante, y Lena sintió que tal vez National City no era tan malo después de todo. Puede que las cosas no salgan de nada entre ella y Kara, pero se encontró con una amiga, y no se sintió tan sola cuando acompañó a Kara a la puerta unas horas más tarde.
Recogiendo los platos, miró el naranjo que estaba sobre la encimera con una sensación cálida en el pecho y pensó en la promesa que habían hecho de volver a verse pronto. Lena había prometido que sería antes esta vez, y Kara se había acercado para apretar suavemente su mano. A Lena se le aceleró el pulso y se encontró incapaz de pensar en otra cosa durante el resto del día. Con su mente dando vueltas con pensamientos sobre Kara, terminó sentada en el piso de su habitación con su guitarra en su regazo, un bolígrafo y un cuaderno a su lado. Todos los pensamientos de angustia y finales desaparecieron, comenzó a escribir sobre las chispas entre ellos, tratando de poner sus pensamientos en palabras mientras pensaba en algo tan pequeño como un apretón de manos y cómo solo su compañía era suficiente para quitar el dolor en su pecho.