¿Dónde se supone que estamos?
Todos los chicos se vieron entre sí, la chica de cabello negro casi tiene un infarto al ver a las personas frente a ella.
¿Cómo es posible?
— Esto es raro. –La castaña se aferró al brazo de su novia como si su vida dependiera de ello.
Los demás solo se miraban entre sí con curiosidad, hasta que alguien estornudo rompiendo el silencio incomodo que se había formado.
— Perdón. –El rubio pasó su mano por su cabello antes de reconocer a una de las chicas. –Eres tú, la chica que secuestraron.
Sheila hizo una mueca a la vez que el peli azul al lado del rubio le dio un golpe en la cabeza suavemente.
— No lo tomes personal, aveces no sabe callarse.
La chica ahora llamada Sheila iba a responder, pero alguien más entro a la habitación.
— Hola, al parecer hubo un error en esto de las historias, y todos terminaron en la página del mismo libro, deben convivir un rato hasta que logremos estabilizar el sistema.
El vampiro que hasta ahora nadie había notado gruño en una esquina de la habitación.
— ¿Tú no estabas muerto? –Un pelirrojo comento mirándose las manos, probablemente el mismo lo mato.
— Es grosero preguntar eso, compórtate.
— No me decías eso mismo cuando estábamos en la cama y…
— Te odio Max.
Las manos de ella cubrieron la boca de Max que ahora reía, también le paso la lengua por la palma de la mano y ella puso una mueca de asco.
— No es posible que ellos estén aquí, yo los cree a ellos, ósea puedes buscar su libro, en la parte de la autora pone Ana en negrita.
La chica que permanecía en la puerta de la habitación con un cuaderno en la mano la observo cansada, como si hubiera hecho este proceso antes.
— Tú también eres parte de un libro, pero no se preocupen, cuando arreglen el error ninguno recordara esto y podrán seguir su vida como si nada.
Se empezaron a oír muchos murmullos confusos en la habitación, hasta que un chico con rulos y tatuajes hablo haciendo a nuestra querida encargada apretar las piernas.
— ¿Y quién nos escribió a nosotros?
Todos hicieron silencio y miraron expectantes, ella se sintió intimidada cuando tantos ojos, algunos no humanos, la miraron a la vez.
— Eso no se los puedo decir, pero básicamente todos a excepción de – Tuvo que revisar su cuaderno – Atenea, Max, Tyler y Megan pertenecen al mismo universo, fueron escritos por Ana, que a su vez fue escrita por su creadora.
Todos parecieron más confusos que antes, pero dado que no iban a recordar nada de esto decidieron no darle demasiadas vueltas.
— Tengo que irme a otra sala, no sé cuándo estarán aquí, pero si quieren algo pueden pedirlo por aquel teléfono de allá.
Así la encargada se fue y todos comenzaron a matar el tiempo a sus formas.
Joshua y Axel se quedaron dormidos en el sofá del fondo.
Un Daniels obligado, Hope, Ana y Sheila estaban en medio de un partido de monopolio.
Atenea y Max charlaban con Megan, esta misma le daba miraditas al vampiro que se quedó en la esquina como si su simple presencia le perturbara.
Y por último Nathaniel fumaba un cigarrillo mientras veía un reality show con Victoria y otras dos chicas acarameladas en un sillón, Deva y Eira. (Ni siquiera su creadora sabe con certeza a que universo pertenecen ellas dos)
Cuando ya todos estaban aburridos de hacer sus cosas, decidieron comenzar a interactuar entre ellos, porque bueno, no es necesario explicarlo a profundidad.
— ¿Entonces no llevas lentes de contacto?
— Alguien teñido de rojo que finge ser pelirrojo natural no tiene derecho a preguntarme si mi heterocromia es falsa o no, pero igual te respondo, mis ojos son así.
Max se enfurruña al lado de Atenea a la vez que Sheila agarra el teléfono donde pueden pedir cualquier cosa.
— Ya que estamos atrapas aquí, quiero un collar de legos, porque eres la única persona que encaja conmigo a la perfección, y si nunca salimos de aquí quiero que sepas que te amo.
Ella como siempre tan positiva.
Todas las palabras salieron de su boca a la vez que se ponía demasiado roja, mirando a su querida novia. Hope soltó un gritito a la vez que apretaba tal vez con demasiada fuerza el brazo del baterista de la banda.
— ¿Y si hacemos una fiesta de desnudos?
Todos giraron la cabeza observando a Nathaniel, incluida Victoria que estaba a su lado y le dio un fuerte golpe en la cabeza.
— Se va a quedar más tonto de lo que ya está si lo sigues golpeado así. –Joshua continuo acariciando el cabello rubio de Axel, este murmuro algo entre sueños que nadie logro comprender.
Después de charlas sin sentido, cuando se empezaban a sentir realmente a gusto los unos con los otros, y a Ana dejo de perturbarle saber que ella había escrito un libro dentro de un libro, la puerta se abrió, y tan rápido como la luz entro, cada uno volvió a su lugar correspondiente olvidando todo lo que había pasado.
Sheila:
Algún día cuando Ana salga de viaje voy a cambiar el horrible sonido que hace el timbre de nuestra casa, saco las sabanas de sobre mi cuerpo, le doy un vistazo a Ana tranquilamente dormida a mi lado antes de ponerme de pie para ver quien toca con tanto entusiasmo mi timbre.
Me paso el camisón por los brazos y peino mi cabello con los dedos en lo que bajo la escalera, sonrió viendo las nuevas pinturas que adornan mi pared, tuve un sueño rarísimo, como si conociera a los personajes de los libros de Ana, o algo así, fue raro.
Abro la puerta y espero que no sea otro fotógrafo que encontró nuestra casa, no me gusta lidiar con estas cosas, y bueno, mi salvadora está durmiendo en el piso de arriba.
Pero no hay nadie, solo una caja en el suelo, con un gran moño rosado, me agacho incluso me asomo hasta la acera pero las calles están totalmente vacías, agarro la caja y voy a la cocina.
La dejo sobre el mesón mientras busco unas tijeras para cortar el moño, pero mi bonita novia baja la escalera prácticamente desnuda, todo su cuerpo está sin ropa a excepción de sus diminutas bragas blancas. Purifica tu mente Sheila.
Elevo mis cejas cuando se acerca a mí agarrando mis mejillas y presiona su boca sobre la mía en un beso suave.
— ¿Y esto?
— Llego esta mañana, no sé qué es, —¿Tú pediste algo?
Niega con la cabeza y me cercioro de que las cortinas están cerradas correctamente, no quiero una foto de su pecho en internet.
Rompe el lazo con sus manos sin darme tiempo a usar las tijeras y saca dos collares, un dije de dos legos rosas está enganchado en las cadenitas, lo examina antes de leer una tarjeta que viene en la caja.
¨Intente unirlos con los demás legos y no funciono, son piezas únicas, creadas para encajar a la perfección la una con la otra, como ustedes, espero que disfruten mi regalo¨
Cuando termina de leer en voz alta frunzo el ceño, no tengo ni idea quien nos envió esto, tal vez fue algún fan, es un poco raro, pero sin pensarlo demasiado cada una pasamos una cadenita por nuestros cuellos, porque si, tiene razón, estamos hechas la una para la otra.
Nota:
Holaa, les dejo el link de un tiktok que subí a mi canal de youtube con respecto a el capítulo♡ Gracias por leer<3