─ ACTO FINAL ─
❝LUZ DE LIBERTAD❞
━━❝Para conservar la libertad, a la muerte no se le debe temer.
AÑO 904
CIUDAD,SUR
EL SOL SALIÓ DE AQUELLAS LEJANAS MONTAÑAS anunciando que un nuevo día había llegado. Las personas comenzaban con su rutina cotidiana de todos los días, una vida monótona.
Tal vez era la costumbre que desde joven tomó gracias a su oficio, o tal vez, el simple recuerdo de ese día se presentaron en sus sueños haciendo que abriera sus ojos. Lo primero que la azabache noto, fue la misma imagen que hace cuarenta años había estado viendo.
El lado vacío de su cama.
Recordar la última vez que vio aquella cabellera azabache era algo normal en ella. A pesar de pasar tantos años, nunca se acostumbró a ver lo vació de ese lado.
Perder a su esposo fue un golpe duro para su vida, dejándola con cinco hijos a su cuidado. Los dos mayores de 14 años maduraron mucho más de lo que eran, cuando su madre tuvo que hacer el papel de madre y padre a la vez. Por más que ellos querían, su madre nunca les permitió trabajar, ella sola los sacó adelante.
Ambos chicos admiraban tanto a su progenitora por siempre tener tiempo para todo.
A pesar de trabajar en dos trabajos, nunca los dejó de lado y los cuidaba de todo. En especial de los tres hijos más pequeños. El mediano de 10 años y los dos gemelos de 7 años. Aquella mujer nunca los descuidó y a ellos nunca les faltó nada.
Gracias a ella, ellos se convirtieron en grandes personas. Cada uno graduado con honores en las carreras que escogieron y sin tener que trabajar para pagarlas, su madre se negó a ello.
Cuando comenzaron a trabajar, fue su turno para agradecerle a aquella mujer por todo en la vida. Aunque cualquier cosa que le daban, no se comparaba con todo lo que su madre les dió.
Liberty descanso cuando sus hijos ya habían hecho sus vidas por completo. Todos casados, con hijos e incluso, ya estaba a la espera de su primer bisnieto.
Se sentía orgullosa de sus hijos.
Fue difícil para ella convertirse en el pilar de la casa, pero con el tiempo se volvió más sencillo. Creía que esto no era nada a comparación de cuando era joven.
Cuando existían titanes.
Ahora aquello era un simple cuento que los padres le contaban a sus hijos cuando se portaban mal.
Un simple cuento, ¿eh?
La azabache soltó un ligero suspiró para levantarse de su cama. Su cuerpo no era el mismo, le costaba moverse con agilidad, aunque para su edad, se movía mucho más que otras personas.
A simple vista, no parecía que cumplía 94 años.
Hizo su misma rutina de higiene para terminar por desayunar e ir hacía su sillón donde se puso a ver las noticias del día. A ella no le gustaba celebrar mucho su cumpleaños, no le traía muy buenos recuerdos.
Mientras escuchaba las noticias, aprovechaba ese tiempo para tejer algunas cosas que pensaba regalarle a su nieta que en está semana estaba por dar a luz. Le hacía mucha ilusión que su única nieta mujer ya sea toda una señora hecha y derecha, igual que Kuchel, su madre.
También se le hacía curioso que solo tuvo a ella de mujer y ninguno de sus otros hijos tuvo niñas, solamente Kuchel dio a luz a mellizos, mismos que les puso como los padres de su progenitora. Además de tener una niña, fue la única en tener mellizos.
El sonido del teléfono de la casa, la sacó de sus pensamientos. Dejó de lado el listo para bajar el volumen de la tele y poder contestar el teléfono, que estaba en la mesa de al lado.
──No cuido niños, no hago favores y no presto dinero. ─respondió con su notable voz.
Una pequeña risa del otro lado de la línea se escuchó.
──Mamá, ¡Emma acaba de dar a luz! ─la voz de Kuchel sonó tan feliz que contagió a su madre. ──. Justo hoy, que es tu cumpleaños.
──Es uno de los mejores regalos. ─confesó recordando cuando ella tuvo hijos y cuando le dieron noticias de que sería abuela.
──Espero y no te moleste no poder ir a verte hoy para festejarte.
──No importa. ─negó con su cabeza. ──. Kenny me visitó ayer con sus hijos, ¿puedes creer que Elias se va a casar?
──Sí, me sorprendió, el menor de Kenny será el primero en casarse. ─soltó una leve risa. ──. Se parecen a nosotros.
──Sí, los gemelos siempre se salían con la suya. ─dijo, al recordar a esos dos. ──. Ambos me hablaron en la noche para decirme que mañana iban a llegar temprano para decorar, según ellos, quieren festejar mi cumpleaños.
──Justo de eso te quería hablar, con Eren y los gemelos tenemos planeado festejarte mañana que es fin de semana. ─comentó entusiasmada. ──. Además, Emma quiere ir para que conozcas a los mellizos.
──¿Mellizos? ─dejó de lado su tela al escuchar aquello.
Kuchel del otro lado sonrió en grande.
──Al igual que tú y yo, Emma tuvo mellizos. ─hizo una pequeña pausa. ──. Emma quiso llamarlos como sus abuelos...
Levi y Liberty.
Aquello fue una hermosa sensación que la mujer de tercera edad jamás haya experimentado. Haber escuchado ese nombre por tanto tiempo le hizo recordar la primera vez que vio a su esposo. Unas lágrimas traicioneras resbalaron por su mejilla, feliz de que su descendencia poco a poco iba creciendo.
De cierta forma, sentía que ambos seguirán en el mundo por muchos años más.
Esa noche, Liberty se acostó temprano en su cama mientras abrazaba aquella vieja tela blanca, mientras recordaba toda su vida.
Cerró sus ojos lista para dormir y esperar con ansias ver a toda su familia nuevamente.
Pues, aunque no lo admitía... los extrañaba.
ABRÍ MIS OJOS CUANDO LA INMENSA LUZ del sol chocaba contra mi rostro molestándome, pues sentía que no había descansado nada.
Me sobresalte, cuando en lugar de observar el techo de mi habitación encontré el cielo con esas nubes esponjosas y completamente blancas. Se me hizo extraño ver el cielo claro, después de todo, gracias a las empresas la contaminación impedía ver lo hermoso del cielo.
Me enderecé notando que mi cuerpo se movía más ligero que en estos años. Miré mis manos sorprendiéndome de ver mi piel lisa sin arrugas. Lo que me dejó sin palabras, fue ver que mi ropa era la misma que usaba en las Tropas de Exploración.
──40 años esperandote. ─me paralice al escuchar esa voz de nuevo. ──. No crees que me dejaste solo mucho tiempo, ¿eh, mocosa?
Giré mi cabeza lentamente hasta que mis ojos se conectaron con ese azul grisáceo que tanto amaba. Mis ojos se llenaron de lágrimas de golpe.
──¿L-levi?
──Él mismo, mi Libe.
Las lágrimas cayeron a la vez que me abracé de él con firmeza. Sentí cómo me abrazó con mucha fuerza con miedo de perderme.
──Por favor... por favor... no me vuelvas a dejar... te lo suplico. ─balbuceaba en su oído mientras escondía mi rostro en su cuello.
──Perdoname por dejarte... no quise hacerlo. ─acarició mi espalda. ──. Pero jamás te deje sola... siempre estuve con ustedes. Te admiré más de lo que ya lo hacía.
Separé mi rostro de su hombre para mirarlo a los ojos directamente.
──Se que ellos estarán bien. ─aseguré. ──. Son nuestros hijos y son fuertes.
──Lo sé. ─besó mi frente. ──. Es momento de que ellos vivan su vida sin preocupaciones.
Acarició mi mejilla.
──Ahora que estás conmigo... no me falta nada, Liberty.
Sonreí antes de que juntara sus labios con los míos en un beso cálido que transmitían todos los sentimientos que aún perduraban dentro de su ser.
──Tú siempre fuiste la libertad inesperada.
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MUCHAS GRACIAS POR LEER ESTÁ HISTORIA!!
Y MUCHAS, PERO MUCHAS GRACIAS SÍ ESTUVISTE DESDE QUE LA SUBÍ
CAMBIE EL FINAL UN MONTÓN, PORQUÉ TENÍA PLANEADO QUE LIBERTY MURIERA E INCLUSO KENNY Y KUCHEL, PERO NO QUISE PONERLE MUCHO SUFRIMIENTO.
¡ESPERO Y ESTA HISTORIA HAYA SIDO DE TU AGRADO!
MÁS ADELANTE SUBIRÉ LA HISTORIA QUE TENGO DE ARMIN, NO LA SUBO POR TENER POCOS CAPITULOS.
❝GRACIAS POR SU APOYO❞
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