Al terminar la tortuosa clase de DCLAO, me encaminaba con dirección hacia las mazmorras, sostenía mi bolso con mi mano derecha en mi hombro mientras pensaba en escribirle una carta a mis padres. He recibido muchas cartas de mamá, a veces se vuelve paranoica por el hecho de que esté lejos de casa y más sabiendo lo que ha ocurrido, pero la entiendo y entiendo también por qué estoy aquí. Llegué a la sala común para encontrarme con una cierta pelirroja que al mirarme sonrió cínicamente, cosa que la miré de arriba a bajo y solté una pequeña carcajada.
Si ella fuera linda conmigo, yo no sería así.
— ¿Por qué me miras así, eh? ¿Te crees tan ruda, princesita? –pregunta.
Enarco una ceja y la miro fijamente.
— ¿Princesita? Oh, gracias por el halago, me fascina –dije sonriendo.
— No es un halago, tonta. No creas que por ser sólo una cara bonita y estar saliendo con Malfoy te hacen mejor, es estúpido –escupe.
— ¿Crees que me creo mejor por salir con Draco? Linda –rio– yo soy mejor, con y sin él. No sé que te ha picado a ti, Beckett. Desde que nos conocimos en Jamaica has sido una maldita perra conmigo.
Ella me ve manteniendo su mirada fija en mí, noto como ejerce fuerza en su mandíbula y mira hacia otro lado.
— ¿Qué tienes contra mí? –pregunto firme.
— ¿Contra ti? –ríe– Nada, princesita. No te creas tan importante, porque no lo eres.
Leyla pasa por el lado mío sin antes darme una cínica sonrisa y despedirse con un beso en el aire. Frunzo el ceño y me doy cuenta que realmente es una loca. ¿Qué le he hecho yo? Sacando esos inútiles pensamientos de mi cabeza me dirijo hacia mi habitación, al abrirla me encuentro con una agradable –noten mi sarcasmo– compañía.
— ¡Oh, Llobett! Justo a la persona que quería ver –sonríe.
— No vengas con tus estupideces ahora, Parkinson –dije.
Pansy me habla mientras yo no la escucho, estaba ocupada buscaba un pergamino entre mis cosas para escribirle una carta a mis padres.
— ¿Le podrías decir a Draco, por mí?
¿Qué?
— Lo siento, no te escuché.
— Aparte de fea, sorda –dice.
Ruedo los ojos y me siento en mi cama para tomar una pluma y escribir.
— Que le digas a Draco que lo espero en la biblioteca, ya sabes –me mira– cosas de Prefectos.
La miro enarcando una ceja, su cara de felicidad y de cinismo hacia mí hacen que suelte una carcajada en su cara.
¿Realmente cree que me pondrá celosa con sus idioteces? Pobre.
— ¿Por qué no le dices tú? Apreciará mucho que tú lo busques...
— ¿T-Tú crees? –pregunta ilusionada.
— ¡Pues claro! Ve –le señalo la puerta.
— Que tengas claro que voy porque yo quiero, no porque tú me lo dices –afirma.
Y sin más, Pansy sale de la habitación rumbo a buscar a mi novio. Dios, le lancé a mi novio a Pansy. Río para centrarme en la carta que le estoy escribiendo a mis padres. Al terminarla la leo para ver si no me he olvidado de algo.
"Hola, espero que se encuentren muy bien. Les escribo para decirles que los extraño, este tiempo en Hogwarts ha sido genial, a excepción por una maestra que trabaja en el ministerio, quiere apoderarse de Hogwarts como dé lugar. Si no fuera por eso, las cosas aquí marcharían bien. Con Draco estamos muy bien, y con los chicos también. ¿Les conté que Logan está ya con Daphne? ¡Se ven muy lindos! Somos un grupo genial. ¿Cómo están ustedes? ¿Qué ha pasado en casa este tiempo? ¡Papá prometió enviarme un Bowtruckle! No te olvides que me acuerdo de tus promesas. Espero respondan pronto y que ambos estén más que bien, respondan lo antes posible.
Los quiere, Aileen.
Sin más doblé aquel pergamino y la amarré con un pequeño cordel que estaba sobre mi cómoda, tomé a Adriá y amarré la carta en la pata izquierda de esta. Le di un bocadillo y unas caricias en su cabeza para luego emprender vuelo hacia mi casa. Espero que sólo sean buenas noticias.
[...]
— ¿Escucharon lo que está haciendo Umbridge a los castigados? –dice Logan.
— Sí, esa maldita bruja no termina de torturarnos, literal —añade Dylan.
Estábamos en la torre de Astronomía, pensamos en pasar un tiempo juntos sin preocuparnos de todos los deberes que tenemos que hacer para las clases y claro, sin mencionar todo lo que pasa con Umbridge. Necesitamos un pequeño respiro.
— Yo opino que debemos hacer algo –comento.
Los ojos de mis amigos me miran rápidamente, como si estuviera hablando la estupidez más grande del planeta.
— ¿Y crees que escucharán a un par de malditos adolescentes? –dice Logan– no lo sé Leen, creo que hablar con Dumbledore no tendrá caso. El ministerio ya metió sus narices bastante en el colegio y espero que por Merlín no siga haciéndolo, eso terminaría bastante mal.
— Quién-tú-sabes ha regresado, tonto. ¿Nos seguirá enseñando a leer unas tontas líneas de su maldito libro? –escucho a Dylan.
— Estoy diciendo que no tenemos mucho poder aquí, ni si quiera Potter que es el favorito de Dumbledore pudo lograr algo, Umbridge el primer día lo mandó a su oficina y lo castigó, ¿Qué nos espera para nosotros los mortales?
Un silencio reinó, si vinimos a no pensar en lo que ocurre en nuestras vidas, déjenme decirles que fue todo lo contrario. Suelto un suspiro y miro hacia el horizonte, el atardecer no tardará en llegar y estamos con una perfecta vista para poder apreciarlo.
— ¿Saben?, Hay veces que sólo tienes que dejar que las cosas pasen, cuando llega un momento en que ya no puedes más, siempre puedes más. Cuando ocurren injusticias como estas hacen querer que cobremos justicia, pero no nos compete. Somos unos simples estudiantes en contra de las enseñanzas del ministerio, sólo nos queda aceptar.
Miro a Logan después de lo que acaba de decir, nunca creí que él estaría de acuerdo con esto, siempre ha sido de las mismas ideas que yo, incluso Dylan.
— ¿Crees que no hay una solución para esto? –le pregunto.
Logan me mira con sus intensos ojos azules para luego dirigirlos hacia el atardecer, el color naranja del cielo y los rayos del sol hicieron que achinara un poco sus ojos para luego hablar.
— Creo que nosotros no tenemos la solución.
— Estás mal –dice Dylan.
Logan agacha su cabeza y suelta una risa para luego hablar.
— ¿Y qué harás tú? –lo mira– Con suerte puedes estudiar por tí mismo y quieres enfrentarte a Umbridge, no digas idioteces si no puedes hacer al menos una cosa por tí mismo.
— ¡Logan!
Este me mira con su ceño fruncido y se levanta, pasa en frente de mí para irse y sin mirarnos se va. Miro a Dylan quien está mirando un punto fijo, sé que le ha dolido. Logan no es de decir ese tipo de cosas y mucho menos a Dylan.
— Dylan...
— No te preocupes, tiene razón... soy un inútil.
— ¡No digas eso! –tomo su mano– no eres un inútil y tampoco tienes que prestarle atención a lo que dijo Logan, todo esto nos está volviendo un poco locos y con todo lo que hay que estudiar puede que Logan haya estallado. Es tú mejor amigo, se disculpará.
— Nunca me ha dicho algo así, sé que soy un poco tonto aveces o no manejo las cosas muy bien, pero estoy intentándolo, ¿sabes? He estado estudiando, alguien me ayuda para organizar mejor mis tiempos, no quiero ser uno más del montón, Leen.
— No lo serás, pronto verás que tus esfuerzos darán resultados –sonrío– estoy muy orgullosa de ti Dyl.
Dylan sonríe y me pasa su brazo por mis hombres en un gesto de un pequeño abrazo, al separarnos una voz nos interrumpe seguido de una carcajada.
— Vaya, ¿aquí es donde engañas a Malfoy?
— No es de tu incumbencia, Beckett –suelto.
— Sí –mira a Dylan– claramente no es de mi incumbencia.
Dylan iba a abrir la boca pero Leyla ya se había ido. Nos levantamos para irnos a las mazmorras, no sin antes soltar unas cuantas palabras hacia Leyla en su ausencia, vi a Dylan y aún está algo cabizbajo. Al entrar a la sala común nos encontramos con Logan caminando de un lado hacia el otro cerca del gran ventanal que da al Lago Negro, al vernos se acerca rápidamente hacia nosotros y le da un gran abrazo a Dylan.
— ¡Lo siento! Perdóname no quise decir eso, no es lo que realmente pienso Dyl.
Dylan me mira aún con Logan colgado de su cuello, le elevo los pulgares y asiento para que le responda, este le da unas pequeñas palmadas en la espalda para luego soltar una risa.
— Está bien, no te preocupes. Los amigos se pelean y si son de verdad se perdonan.
Ambos chicos sonríen para luego quedar en silencio, Logan nos mira a cada uno y se pone algo nervioso. Frunzo el ceño.
— ¿Ocurre algo? –pregunto.
— ¿Qué? N-No, nada.
Dylan me mira y luego deja caer su mirada en Logan, este mete sus manos en sus bolsillos y me mira con una mirada extraña. Algo esconde y lo averiguaré.
— ¿Quieres de una vez contarle? –dice Dylan.
— ¿Contarme qué?
— ¡Nada!
— Basta, ¿Qué ocurre? Estás muy extraño, Logan.
— Tú y tu gran bocota, Dylan –suelta Logan.
— ¿Y bien?
Logan mira hacia todos lados observando a los estudiantes que estaban en la sala común, toma mi mano para llevarme lejos de todos y nos sentamos en un pequeño sofá de la otra sala. Creo que es algo bastante importante.
— ¿Qué es lo que ocurre? –pregunto suave– Sé que algo es lo que te incomoda, nunca atacas a Dylan de esa forma...
— He tenido mi cabeza en otro lugar, estos días no han sido del todo buenos para mí y mi familia.
— Te escucho...
Logan se queda en silencio para luego tomar una bocanada de aire.
— Mis padres son mortífagos, me han dicho que no haga nada en contra de lo que ocurra en Hogwarts.
Abro los ojos, sus padres son mortífagos y yo no lo sabía... Dylan le dijo que confiara en mí para contármelo, ahora entiendo todo.
— ¿Tus padres... son fieles seguidores?
— Sí, por lo que escuché varias veces los ha llamado por la marca –señala su brazo– Yo, yo no quiero seguir el mismo camino de ellos, no quiero tener que transformarme en unos mortífagos al igual que ellos...
Logan baja su cabeza para luego soltar un sollozo, me acerco a él y lo envuelvo en un abrazo. Logan rápidamente se esconde en mi hombro y llora desconsoladamente. Esto le duele y afecta tanto.
— Te prometo que hallaremos la forma en que nada de esto pase, no dejaré que te obliguen a algo que no quieres y menos algo como eso. Ni yo ni nadie de nosotros te dejará solo en esto.
Logan se separa de mis brazos y suelta otro sollozo, me parte el corazón oírlo llorar, no quiero que nada malo le pase ni a él ni a ninguno de las personas que quiero. Con mi brazo le doy caricias en su espalda.
— ¿Confías en mí? –le pregunto.
Logan levanta su cabeza lentamente, me mira con sus ojos llenos de lágrimas y sus mejillas empapadas por estas mismas. Se ve tan indefenso.
— Por supuesto –responde.
— Entonces es hora de que actuemos.
Logan limpia sus lágrimas de su cara para luego mostrar una pequeña sonrisa y asentir.
— Es hora de que actuemos –sentencia.
✧✧✦✧✧
✧✧✦✧✧
•••
LOGAN BEBEEEE😭
Me dio penita:( ¿A quién más? 🤚