Dime que aún me amas.

By StilinskiDB_

254K 12.4K 1K

¿Y si te robo un beso? #2 Lia y Zachariah creyeron que todos los problemas estaban resueltos y que de ahora e... More

Sinopsis
Dedicatoria.
Capítulo 1. Bebé.
Capítulo 2. Soñar.
Capítulo 3. Conejitos.
Capítulo 4. Preocupaciones.
Capítulo 5. Demuéstramelo.
Aviso.
Capítulo 7. Pequeña personita.
Capítulo 8. Caos.
Capítulo 9. Traicionado.
Capítulo 10. Culpa.
Capítulo 11. Espía.
Capítulo 12. Otra noche de lágrimas.
Capítulo 13. ¿Debo confiar? - Parte 1 -
Capítulo 13. ¿Debo confiar? - Parte 2 -
Capítulo 14. La audiencia
Capítulo 15. Cambios
Capítulo 16. Tendrás que verlo tú mismo.
Capítulo 17. Sola.
Avisos, aclaraciones y disculpas
Capítulo 18. El que más ama es el que pierde.
Capítulo 19 - La canción.
Capítulo 20. Otra vez.
Capítulo 21. ¿Por que amar duele tanto?
Capítulo 22. Sopresas.
Capítulo 23. Retribución
Capítulo 24. Amar.
Epílogo.

Capítulo 6. Engaño.

9.4K 524 31
By StilinskiDB_

Zachariah

A veces, era un estúpido de verdad. Cómo ahora.

—Por favor deje el brazo quieto —repitió la enfermera.

Respiré hondo y giré mi cabeza hacia la ventana. Odiaba la extracción de sangre. No odiaba las agujas, sólo odiaba que me sacaran sangre. Demonios, sentía cómo si tuviera a Drácula chupándome la sangre allí. ¿Acaso era el único que sentía cómo le extraían la sangre?

—Respire hondo y largue despacio — volvió a decir la enfermera por tercera vez.

Esta vez le hice caso. Eso de "respire hondo y largue despacio" se supone que es un método para que duela menos, pero yo sentía igual. Cuando la enfermera puso el algodón y me dobló el brazo pareció que había pasado una eternidad. Cómo si el asiento me estuviera quemando me levanté de él y me puse en la otra punta de la habitación.

—Ahora es el turno de la pequeña.

Cerré mis ojos con fuerza. Pobre criatura. ¿Era necesario todo esto? Maldito juez.

Mi mamá se sentó con Sabri en sus brazos y la enfermera tomó su brazo. Cerré mis ojos. Esperé un llanto, un grito, algo, pero no sucedió nada. Volví a abrir mis ojos en el mismo momento que la enfermera decía:

—Ya está, y ni siquiera lloró. Qué buena niña.

Fulminé a Sabri con la mirada y le saque la lengua. Ella sólo me miraba como diciendo "yo no hice nada".

Los tres salimos de la habitación con un pase para mí para la expendedora de cafés. La extracción de sangre se hace en ayuna y me moría de hambre. Lia nos esperaba afuera.

—¿Cómo le fue? — preguntó tomando el pase de mi mano y pidiendo un café por mí.

—El niño lloró y la niña no —explicó mi madre con diversión en su voz.

Maldita sea, ahora lo que faltaba era que me dejara como un cobarde delante de mi novia.

Lia se volvió con el café. —¿Ah sí? — dijo ocultando una sonrisa.

—No te rías —refunfuñé.

—Es imposible no hacerlo — terminó con una risa. — Ella tiene dos meses, tú veinte años.

Le arrebaté el café de las manos y me senté en la sala de espera para beberlo.

Lia se sentó a mi lado. Acercó su rostro al mío. Yo seguía mirando hacia el frente y bebiendo mi café.

—No te vas a enojar... ¿verdad? — preguntó.

—No.

Rió y me dio un beso en la mejilla. —No te enojes.

Rodé los ojos.

—No estoy enojado.

A todo esto mi mamá reía silenciosamente.

—¿Terminaste tu café? Es hora de irnos.

—Vámonos.

Nos marchamos a casa en taxi, ya que no podía manejar y mamá tenía a Sabri en brazos, en realidad sí podía pero me lo había prohibido por el tema del ayuno, bla, bla; y por otro lado, Lia no sabía manejar. Algo que tendría que enseñarle.

Al llegar a casa mamá dio órdenes a nuestra cocinera para que nos prepare un buen desayuno a todos y nosotros nos sentamos en la sala. Sabri dormía plácidamente en su cochecito a mi lado mientras yo la miraba.

—¿Puedes creer que ya hace un mes que está con nosotros? — pregunté suavemente a Lia.

Soltó una suave risa. —No, no lo parece. Es un ángel, no ha traído ningún problema.

—No lo ha hecho — concordé.

—Aún — agregó mi mamá metiéndose en la conversación.

Rodé los ojos y dirigí mi vista hacia ella. —¿Qué viene después? Ya que tanto dices que traerá problemas.

—Cuando empiece a crecer un poco más y deje de dormir tanto y su comida no sólo sea leche, ya veremos.

* * *

Tres meses más tarde...

Suspiré cansado mientras miraba los papeles que tenía que firmar en frente mío. Dirigí mi mirada hacia Peter, el abogado de nuestra empresa.

—¿Tú no puedes encargarte de esto? ¿Por qué lo tengo que hacer yo?

—Lo siento muchacho, pero ahora tú eres el dueño, joven o no, tú tienes que leer esos documentos y firmarlos.

Gruñí. —¿No puedo firmarlos y ya?

—No, debes leerlos.

Estaba en la ex oficina de mi padre, la cual era mí oficina ahora, haciendo esto "trabajar". Iba pocos días a la semana pero lo odiaba profundamente. No sé porque acepté estar al mando de esto.

—Es un dolor de cabeza — gruñí.

—Lo sé — contestó Peter y me tendió una taza de café. —Bebe, relaja un poco.

Acepté el café e hice parte de mi nuevo trabajo. Luego de firmar todo lo que tenía que firmar, tomé mi teléfono e hice una llamada. El sub-comisario, abogado y amigo de la familia, contestó enseguida.

—Nuñez. ¿Averiguaste algo? — dije nada más contestó.

Carraspeó. —Nada. Es como si se la hubiera tragado la tierra. —Suspiró. —Esto es malo, chico. Esta señora puede llegar a molestarlos después si no la encontramos. La niña está bien contigo ahora, los análisis de ADN salieron positivos, el juez no podrá quitártela. Pero si aparece la madre y llega a dar falsos testimonios...

—Lo sé, lo sé. Por eso quiero encontrarla. No quiero que no le joda la vida más a esa pequeña, ni a ella, ni a nosotros. Espero que hagas todo lo posible por encontrarla.

Nuñez suspiró cansado. —Hago lo que puedo.

—Haz más, para eso te pago — gruñí y colgué.

Miré mi teléfono observando la hora y sonreí al ver mi fondo de pantalla. Eran Lia con Sabri en sus brazos. Los dos amores de mi vida. La tensión de mis hombros se fue yendo lentamente. La mínima idea de que nos sacaran a Sabri ponía todo mi pánico encendido. Protegía a esa niña más que como un hermano, quizás hasta como una madre a su cachorro.

¿Quién lo diría? ¿Yo? ¿Comportándome de esta manera? No me querría ni imaginar el día que sea padre de verdad. Sonreí de nuevo ante el pensamiento. Quería una vida con Lia. Luego de que ella terminara todos sus estudios y tenga su trabajo con título y todo me gustaría pedirle matrimonio y hasta tener hijos con ella. Nunca pensé en el casamiento pero con Lia lo quería todo.

Tomé mis pocas cosas que traje a la oficina y salí por la puerta cerrándola con llave.

—Ya me voy a casa, Marta — le dije a la secretaria de mi padre, bueno, mi secretaria. Y le dejé los documentos firmados en su escritorio.

—Aún es temprano — se extrañó la mujer de no más de treinta y tantos años. Ella era la quinta secretaría que mi padre tenía. Y la había conservado porque yo la contraté específicamente. Era lesbiana, no más engaños para mi madre. Todas las anteriores habían sido despedidas por mí, porque mi padre se las había volteado a todas. Excelente, ¿cierto?

—Sí, lo es, pero es que hoy me siento algo cansado — mentí. Sólo quería llegar a casa y pasar algo de tiempo con Lia y la bebé.

—No hay problema — sonrió. —Qué tengas una linda tarde.

—Igualmente — me despedí y corrí hacia el elevador.

No tardé mucho en llegar a la casa. Abrí la puerta con mis llaves y una sonrisa en la cara, que rápidamente cayó al ver la situación en mi casa.

—¿Qué haces tú aquí? — gruñí como pregunta llegando a dos zancadas hacia esa persona y quitándole a la bebé de sus brazos.

—Zachariah, por favor, déjame hablar — trató de explicarse.

—¡No! Aléjate de nosotros y aléjate de Sabrina — gruñí atrayendo aún más a la bebé en mis brazos.

— Zacha, escúchala. No seas incoherente. Ella no tiene nada que ver. 

Giré mi rostro rápidamente hacia la única mujer que amo profundamente y mi corazón se rompió un poco. Ella me había traicionado. 

—¿Tú la trajiste aquí? — le pregunté a Lia.

— No, pero escúchala. Tiene que decir. 

—Tú la trajiste aquí, hacia ella — afirmé mirando a la bebé en mis brazos. —Me traicionaste.

—¡¿Qué?! No, Zacha, demonios. Jamás haría eso — dijo Lia y trató de consolarme apoyando una mano en mi brazo. Me aparté como si ardiera. 

— No. Quiero que se vayan. Las dos, ahora. 

Todo el lugar quedó en silencio. Escuché a Lia tragar y carraspear. 

—¿Zachariah? — escuché que preguntó con un hilo de voz.

—Vete — repetí. 

— Zacha no hagas esto. Eres de mente abierta, debes escucharla, y escucharme. 

—¡Lia he dicho que no! Ahora no. Vete, por favor. 

Sabía que estaba haciendo mal en echarla a ella también. Pero me había traicionado y no podía verla más tiempo porque comenzaría a gritarle cosas de las cuales me arrepentiría de por vida. Necesitaba que se vayan. Las dos. 

Cuando escuché el click de la puerta me tiré en el sofá con la bebé aún en mis brazos y la miré. Balbuceaba feliz sin saber lo que acababa de pasar. ¿Cómo había podido pasar esto? ¿Cómo Lia había dejado que pase esto? Cerré fuerte mis ojos. No quería que se la llevaran, no se la iban a llevar. ¿Por qué demonios Lia permitió que esa entrara en mi casa? ¿Por qué ella siguió insistiendo cuando le dejé claro que no quería saber nada de ella? ¿Cómo es que Lia parecía tan amiga con ella? ¿Hace cuanto que se veían y me ocultaban esto? 

La furia del engaño hervía adentro mío. No creí esto capaz. No creí a Lia capaz de esto. ¿Es que acaso una persona no acepta un "No" como respuesta? ¿Hace cuanto que me ocultaban esto? O mejor dicho, ¿hace cuanto Lia me ocultaba esto? ¿Estaba mamá metida también?

Mamá no estaba en casa cómo para preguntarle, y Sabri se había quedado tranquila y dormido en mis brazos. La llevé a su cuna en la sala y la arropé. Mi teléfono sonó. Lo tomé. Era un mensaje de Lia. Lo abrí.

Estás siendo un completo estúpido. Tienes que dejar explicarme. Jamás te traicionaría. Amo a esa niña como si fuera mía. Te dije que nadie la apartaría de nosotros. ¿Acaso crees que dejaría que eso pasara? -L.

Las palabras de Lia confundían mi mente aún más. Pasé ambas manos por mi cabello tirando de él con frustración. No lo sé, pensé. Esa fue mi respuesta para esa pregunta. No lo sé. Me sentía traicionado, cansado, frustrado. Sabri dormía, por lo que me recosté en el sofá y cerré los ojos. Luego lidiaría con mis problemas. 

-----------------------------------------------------------------------------------

Uy, que tenso y qué idiota. ¿Verdad? ¡Volví! *Da saltitos* Ya releí toda su primera parte y los caps de esta y la inspiración vino a mí. ¿Qué piensan de la reacción de Zachariah? ¿A quién vio? Pensarán que las cosas están pasando muy rápido pero no, no es así. Quizás si los meses, pero es que necesito hacer crecer a la niña y necesito que las cosas avancen con respecto al tiempo. En esta novela como verán Zacha está siendo un estúpido y va a cometer muchos errores, sí, sí, un emocional y exagerado peor que nosotras cuando nos toca Andrés. Pero esa es la idea, ya veremos en el siguiente capítulo como todo llegó a este punto. Ya tengo la idea en mente y apenas suba este me pongo a escribir el que sigue. ¡Besasos!
Agradecería si me dejan su voto y comentario a ver que les pareció. Sé que no pasó nada interesante pero bueno, ya veremos a medida avanza todo. Atte: Vani.
 

PD: No sé cómo se van a tomar este capítulo y siendo sincera, estoy algo asustada :c




Continue Reading

You'll Also Like

138K 14K 19
Oh cariño, te verías tan bien conmigo, mi cama será tu descanso, mis brazos serán tu hogar y yo sólo te pido que te entregues a mí. Después de todo...
34.9K 1.4K 6
SEXTA TEMPORADA DE TUYA YA ESTA PUBLICADA!
110K 14.5K 173
Entra para obtener más información de la historia 💗
1.8K 110 10
·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ Son one-shots Norman x Ray. ·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ Algunos serán de mi imaginación o inspirados en imágenes. ·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ Ningún personaje es...