El Adiós Dorado 1L

By Sele_Aspiazu

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Todos sabemos que entre policías y ladrones solo hay una regla en cada bando: Arrestar al delicuente Salir... More

DEDICATORIA
PRÓLOGO:
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPITULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48 (EPÍLOGO)

CAPÍTULO 16

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By Sele_Aspiazu

VICTORIA SMIRNOVA.

La lluvia bañaba mi cuerpo mientras veía como el pequeño animal se dispersaba por el bosque con el que contaba la casa, mi mente estaba dispersa entre los eventos que habían pasado desde que salí de la celda, la noticia de mi muerte no se hizo esperar en los grandes periódicos que difundieron la información como si fuera la mejor primicia que podría poner, aunque se olvidaron mencionar como el Boss salía de la comisaría con gran velocidad para meterse dentro de uno de los autos que tenía a su disposición Calum.

Tenía las imágenes del lugar después del incendio que se terminó luego de que consumiera toda la estancia con gran rapidez, vi el momento justo cuando Alexander traspasaba las puertas de los escombros que quedaban por el fuego, analice sus gestos que lograban conseguir que una lágrima saliera de mis ojos cuando percibí como estaba a nada de derrumbarse por mi muerte pero esa escena nunca me la creí.

Sabía de antemano que en ese momento se encontraba en un club nocturno que abría todo el día cuando el bar era comprado por idiotas que no dormían por simple capricho.

Largue el aire en el momento que mis oídos captaron los movimientos sutiles que tenía el animal mientras se movía de una manera tranquila, lo había comprado hace más de dos horas y me pareció una buena idea tener una práctica para poder vencer dentro de la cacería, aunque dudaba que Máximo haya organizado una cacería de animales ya que se volvía violenta para luego todo se salía de control de una manera espeluznante logrando que todos quedáramos cubiertos de sangre.

Era un verdadero misterio que se haría esta noche ya que mi hermano no me comunicó las actividades previstas para la fiesta y en pocas palabras lo agradecía.

Sabía que ganaría, él siempre confiaba en mí como yo lo hacía con él.

Observé cómo la criatura se movía cerca de donde yo me encontraba, me había subido encima de un árbol luego de dejarlo libre unos metros lejos de mí para conseguir que el animal no percibiera mi olor ni mucho menos escuchar mis movimientos.

Levanté el arco sobre mi cara al instante que la pequeña bestia caminaba tranquila alejada por unos centímetros del árbol donde me había trepado, pero cuando quise apuntar y tirar la imagen de Alexander con una sonrisa surcó mi mente logrando que me desestabilizará de mi escondite consiguiendo así que cayera sobre mi pecho sobre el suelo lleno de hojas, levanté la cabeza al mismo tiempo que el animal se iba acercando a mí con su gran nariz asomada en el suelo oliendo las pequeñas ramas que lo cubrían.

En silencio traté de ir apartándome de donde había caído para conseguir que la bestia me siguiera siendo ignorante de mi presencia, como un gato me fui arrastrando por las hojas y ramas que iban crujiendo por mi peso a medida que me movía con velocidad inimaginable.

Cuando llegue a un árbol un poco más alejado de mi lugar principal logre pararme sobre mi eje y sostuve mi arco con fuerza mientras apuntaba a la pequeña criatura que me ignoraba a la vez que pastaba como si estuviera muerta de hambre, sin pensarlo dispare la flecha logrando que el proyectil le quedara clavado en el ojo izquierdo, el animal se quedó petrificado en su lugar mientras sus pequeños pies se movían de manera frenética.

Al cabo de unos minutos cayó hacía su lado derecho dejando sus pies hacía arriba, examine a mi presa mientras veía como respiraba por última vez dejando caer un pequeño hilo de humo blanco en el aire cuando su existencia se iba esfumando como las cálidas brisas de verano en este momento.

Pero no estaba satisfecha con solo clavarle una flecha, necesitaba sacarme toda esas energías que me estaba consumiendo, ese pinchazo de decepción no se iba de mi pecho y me apretaba el corazón sin que yo pudiera hacer nada, toda esa ira y ese amor no correspondido ardían dentro de mí consiguiendo que mis pensamientos se esfumaran dejando solamente a la sádica que nunca tuve que dejar ser.

Tenía que resurgir de entre las cenizas sin que nadie me detuviera de mi objetivo.

Asesinar a todo aquel que quiera derribarme.

Agarre mi cuchillo de caza al momento que me iba acercando a mi presa que yacía muerta sobre el suelo, la observe al instante que le clavaba mi arma en ese mismo instante, la descuartice como me había enseñado mi padre con tanta paciencia de su parte.

Arranque su cabeza del cuerpo logrando que toda la sangre se esparciera por el suelo llenando las hojas que se encontraban a su alrededor, lo aniquile con tanta facilidad que no me tomé muy en serio que estaba haciendo, el odio reaccionaba por mi en ese instante hasta que con una fuerza sobrehumana simplemente me detuve y sin mucho pretextos me paré sobre mis pies y comencé a caminar hacía mi casa con el animal en mis manos logrando que mi ropa se rociara más con la sangre de la pequeña bestia.

Volví a la realidad cuando Máximo volvió a hablar sobre el tema de la feria, nos encontrábamos en la sala de reuniones con los demás jefes de las mafias los cuales estaban esperando para comenzar con la fiesta donde correría mucha sangre.

-Como saben mi Jefa falleció ayer por la tarde por un extraño incendio que se provocó en la comisaría donde ella se encontraba..- comenzó fingiendo el dolor que sentía muy dentro de su cuerpo.

El siempre fue como el marginado de la familia por parte de mis padres, era como la oveja negra que no tenía futuro y desde ese momento cuando él se rebeló contra mi padre él prefirió dejarlo entre las sombras como un perro, desde ahí que fue mi mano derecha cuando en verdad era mi hermano.

Podía sentir su inquietud por el pequeño porcentaje de que todos los presentes se dieran cuenta de la mentira que mi hermano junto a mí habíamos creado para hacerlos caer en pruebas que llevarían a más de una vida insignificante, percibí su temor en los movimientos involuntarios que lo llevaban a tronarse los dedos de una manera obsesiva, ese tick lo produjo cuando sus ataques de pánico comenzaron a hacerse más notorios.

Observó toda la sala con una sonrisa fingida al instante que se paraba de su asiento para luego comenzar a caminar por la estancia como si fuera el rey, tenía el mismo porte que yo imponía cuando tenía invitados de alta fama, analizo sus alrededores a la vez que sus ojos se pasearon por la mesa llegando a los ojos temerosos de Víctor que trataba de no mirarlo mucho por toda la intensidad que emanaba mi hermano, sonreí mientras me inclinaba hacía atrás con los brazos sobre mi pecho, me habían puesto una vestimenta de combate que pertenecía a Máximo por lo que me quedaba enorme pero gracias a Carmen quedó como si fuera un completo hombre varonil, mi cabello se fue envolviendo dentro de una peluca de pelo corto dándome el aspecto de hombre.

Estaba de lo más incómoda dentro de esa ropa inmunda pero no me quedaba de otra que esperar a aniquilar a todos los que estaban dentro de esa sala, moví mi cabeza haciendo crujir mis huesos al momento que mi hermano se colocaba detrás de Víctor, con un movimiento rápido clavó una cuchilla al lado de la mano del tipo que miro hacía Máximo que le devolvió la mirada mientras lo examinaba serio sin siquiera moverse un centímetro de donde se había colocado.

-Espero que ninguno de ustedes que esta presente en esta sala haya tenido que ver con el asesinato de mi Jefa porque si eso es cierto y los informes policiacos me dicen que el incendio fue provocado los buscare uno por uno para darle la muerta más horrible que alguna vez le han dado a alguien- les dijo con la mirada perdida entre las cabezas que asintieron a sus palabras.

Imite el gesto que hicieron los hombres que se encontraban a mi alrededor al momento que me levantaba sobre mis pies y pedía la palabra, Máximo me observó con los ojos entrecerrados por unos instantes hasta que simplemente movió su cabeza hacía abajo, dejando la palabra en el aire.

-Cuente conmigo Joven Máximo para buscar a los responsables de la muerte de tan hermosa mujer- le dije jugando con el comunicador que cambiaba mi voz de manera natural.

Al cabo de unos minutos todos se pararon sobre sus pies al mismo tiempo que observaban hacía Máximo que simplemente volvió a su asiento dejando informes sobre la mesa con total normalidad.

-Larga vida a Smirnova- gruñeron todos como una banda de metaleros que le rendían tributo a uno de sus ídolos.

Admire el momento justo cuando Víctor con Calum se paraban de sus asientos con la vista en sus zapatos, mis dedos crujieron por detrás de mi espalda cuando observe como tenían la poca decencia de pararse en mi honor cuando ellos mismo fueron los que hicieron todo lo que pasó.

Según los informes ellos mandaron al Boss a la comisaría donde me encontraba, ellos lograron que las cámaras no identificaran al tipo entrar en el lugar, apagaron todo y destruyeron las grabaciones donde se veía con claridad cómo el hombre mayor casi me aniquila con sus manos sobre mi cuello, moví mi cabeza al son de la música que los chicos habían puesto hace unos minutos mientras a la vez me sentaba en mi asiento esperando las palabras de comienzo que tendría Máximo hacía los aspirantes a la jefatura.

-A continuación quiero que dejen todas las armas ocultas que pudieran tener entre sus vestimenta arriba de la mesa frente a ustedes, saben de antemano que se les pide no traer otro formato de defensa que no sea su cuerpo- anunció mi mano derecha mientras con una sola mirada les decía a los chicos que registrarán a los demás.

Saque la pequeña daga que carecía de mango sobre la mesa mientras veía como los adultos mayores hacían un gran esfuerzo sacando sus cortaplumas que cayeron sobre la superficie suave de la mesa con gran fuerza logrando que se escuchara su caída en toda la sala.

Máximo los examinó con los ojos entrecerrados por unos instantes hasta que vio el momento exacto cuando Calum se estaba guardando un cuchillo de caza pequeño entre la manga de su chaqueta de cuero, sin verlo venir lanzó su daga favorita a la vez que esta se clavaba sobre la manga de la camisa que sobresalía de la chaqueta.

-Muy inteligente Petrova pero eres muy lento, muchachos- llamó alzando su mano derecha.

Los chicos agarraron sus ropas de una manera agresiva al momento que lo sacaban de la sala con sus gritos siendo la música de muchos sádicos que sonrieron con malicia cuando lo vieron salir por las puertas.

-¿Otro que quiera pasarse de listo?- preguntó mi hermano mirando hacía los lados.

Los demás negaron a la par sin perder la diversión que preside en sus caras repugnantes, la mayoría tenía marcas sobre sus rostros que dejaban ver como no habían sido curadas así consiguiendo unas líneas grotescas donde se veía la carne maltratada de una manera feroz.

-Entonces hasta ahora somos nueve, faltaría uno para completar lo habitual que se ha hecho a lo largo de los años, si me hacen el favor presentense con rapidez así no perder tiempo- les dijo mirando hacía mí con discreción.

El primero en pararse fue un hombre alto que supera a simple vista el metro ochenta, sus ojos eran dos cuencas oscuras que observaron todo a su alrededor dejando su análisis en mi persona, sabía quién era sin que dijera su nombre pero espere a que el se presentará hacía los demás, vi sus ropas que tenían partes parecidas a las mías, peino su cabello negro hacía atrás mientras se arremangaba las mangas de la remera común que tenía en su cuerpo, sonrío haciendo una reverencia hacía todos y hablo.

-Buenas noches Señores, mi nombre es Napoli Caruso me encuentro en el puesto de capo en la mafia de Arlés, una de las comunas más grandes en Francia- dijo como un ganador.

Movimos la cabeza en signo afirmativo al momento que Napoli tomaba lugar de vuelta en su asiento, de pronto antes de que yo pudiera siquiera moverme de mi asiento para presentarme unas luces blancas llenaron la estancia desde la ventana acompañado por el ruido de llantas derrapando por la calle que pertenecía a la casa, nos paramos de golpe cuando escuchamos como alguien entraba por las puertas de entrada con las manos arriba y una sonrisa radiante en los labios.

Alexander Vital se postró delante de todos esos mafiosos con solamente su presencia y una sonrisa arrogante en sus labios por mi, importando poco si moría aquí.

-Disculpen la demora pero se me hizo tarde en el trabajo, supe que les falta uno para competir así que aquí me tienen- anunció como si no se hubiera largado a la boca del lobo.

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solo pondre comics cortos. o tal vez unas imagenes si me dan la gana. Asi que espero que no os aburra y os guste. No son mios.